Amaro estaba algo aburrido de su vida actual, logro todo lo posible para el ser humano, logró tener una cantidad de chakra absurda para un ninja de élite, tiene una fuerza, velocidades extraordinarias. Siempre fue fan del séptimo Hokage y sorpresa: Se volvió hokage, todo estaba de maravilla. Hasta que en su aldea, la queridísima konoha se hablo sobre un ataque a la aldea, obviamente y sin dudarlo, nuestro Hokage se levantó de su silla y con su velocidad absurdamente irreal, se acercó a al lugar, el centro de la Aldea. Un lugar dónde todos estaban corriendo despavoridos, al parecer; Se encontró con un viejo rival, su ex compañero en la invasión a Kumo, un tal Arashi del cuál se olvidó el nombre. -Hace años que no sé de ti.- Dijo mientras con su capa de Hokage, el viento se lo movía lentamente. -¿Vas a siquiera perdonar a tu madre?- Dijo para esperar una respuesta, dependiendo de lo que diga y haga, Amaro rápidamente haría sellos de un justu katon, que si llegase a impactar crearía una barrera de 10 metros de alto.
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