Hola, hoy les traigo una nueva sugerencia. Es un clan sin aldea, cuyos poderes y habilidades están basados en la nigromancia. Les dejo sus habilidades y una historia para que lo aprecien mejor.
Clan: Shiyin
El clan Shiyin, o gente de la muerte, tiene su origen en las islas más al norte del continente, aunque su mitología señala otras tierras más lejos hacia el este. Sus peculiares prácticas han hecho que sean rechazados, incluso su apariencia suele ser motivo de rechazo, ya que la mayoría parecen cadáveres recientes: piel pálida, ojos ojerosos y de color blanco, suelen ser delgados. Su manejo del chakra se basa en manipular la muerte, y suelen vivir rodeados por esta. Suelen asaltar cementerios de otras aldeas, así como campos de batalla, para reabastecer la materia prima de sus jutsus y experimentos. Suelen vestir con ropajes blancos, al que la cultura popular atribuye relación con la muerte, y máscaras y/o amuletos relacionados con la muerte. Suelen ser gente culta, educada y tranquila, aunque bajo esa aparente cara de inofensividad, pueden llegar a ser enemigos crueles.
“Son como carroñeros. Esos malditos vagan robando cadáveres y haciendo cosas con sus cuerpos y almas. Incluso parecen cadáveres. Si ves a uno, procura retirarte de donde esté, y siempre se educado con ellos, pues pese a ser tan nefastos, pueden ser peligrosos… y útiles” – Mikami Tendo, ninja de Kumo a su discípula.
“No tienen aldea, nadie los quiere y tienen motivos ¿cómo te sentirías si esos bastardos robaran el cuerpo de tu madre para hacer sus amuletos con sus restos? Me dan asco” - Ryoga Saotome, sacerdote taoísta del País del Fuego.
Técnicas:
Rango D:
Fukkatsu no Sábanto (resurrección del sirviente)
Sellos: Si
Tras los sellos, el ninja puede invocar hasta a dos metros de distancia a un zombie que emergerá de una explosión de humo. Este zombie será de piel verde, ojos blancos y sus stats serán de 1/3 del usuario pero inteligencia 0. Pueden encargárseles órdenes sencillas, y no muestran iniciativa. Se mantienen en escena hasta que sean destruidos o desenvocados.
A rango B: Puede invocar a 2 zombies sirvientes.
A rango A: Puede invocar a 4, los cuales tendrán ½ de los stats del usuario. Son algo más inteligentes y pueden realizar una cadena de tareas sencillas.
A rango S: Puede invocar a 5 zombies sirvientes. Sus estadísticas serán ½ de los stats del usuario. Podrán hablar y serán un poco más inteligentes, pudiendo hacer 1 acción compleja o una cadena de tareas sencillas.
Coste: 50 chakra Rango D/ 60 chakra Rango B/ 75 chakra Rango A/ 85 chakra Rango S
Shi no Hyojo (Mirada de la muerte)
Sellos: No
Tras observar los ojos de un cadáver, puede obtener información de éste.
A nivel D: Podrá saber quién lo asesinó (aunque no el nombre, sólo la apariencia).
A nivel C: Podrá saber los últimos 2 minutos de la vida del cadáver.
A nivel B: Podrá saber los últimos 5 minutos de vida del cadáver.
A nivel A: Podrá saber todo lo que sepa de su asesino y los últimos 6 minutos de vida del cadáver.
A nivel A+: Podrá, además, acceder a los recuerdos del cadáver hasta la última hora (Se debe conservar el cerebro).
A nivel S: Podrá, además, acceder a los recuerdos del cadáver hasta del último día de su vida.
A nivel S+: Se podrá reanimar el cadáver, el cual responderá hasta dos dudas que tenga el usuario, luego de esto, volverá a la muerte.
Costo: 10 chakra/ 15 chakra rango C/ 20 chakra rango B/ 35 chakra rango A/ 45 chakra rango A+/ 75 chakra rango S/ 80 chakra rango S+
Shisha no shuraudo (Mortaja de los muertos)
Sellos: Si
Tras realizar los sellos, el usuario podrá canalizar energía espiritual por su interior. Es una técnica básica del clan y necesaria para otras. El Shiyin verá reducido el daño recibido por chakra en -5 puntos y, podrá canalizar la energía para ganar 10 Cck y 10 Inteligencia. El usuario tendrá un leve resplandor verdoso.
A rango B: Puede canalizar esa energía dentro de un enemigo, lanzándola como un haz (velocidad= Cck) para reducir su velocidad y agilidad en 10 puntos.
Coste: 5 Chakra por turno/ 35 chakra el haz
Shitai (Cadáver)
Sellos: No
De modo pasivo, el cuerpo del usuario se vuelve más similar a un cuerpo muerto, dejando de necesitar respirar. Los sangrados y efectos de venenos ven reducida su duración en 1 turno, y si el veneno no es corrosivo, disminuye el daño causado en 5 puntos.
A nivel S: El usuario no sangra, reduciendo en 2 turnos los efectos de los sangrados y en 2 los de los venenos.
Coste:
Pasiva Shiyin
Al estar en constante exposición con los espíritus, el usuario incrementa su regeneración de chakra en +2 y gana +1 chakra por nivel.
Rango C:
Tamashi o kyushu suru (Absorber alma)
Requisitos: Tener mortaja de los muertos aprendida
Sellos: Si
Tras realizar los sellos, el usuario arremolina la energía espiritual a su alrededor para regenerar hasta 40 chakra. Sólo puede usarse 1 vez por combate y se debe mantener el sello durante 10 segundos.
Coste:
Kuso (maldición)
Requisitos: Tener mortaja de los muertos aprendida.
Sellos: Si
Tras realizar los sellos, el usuario lanzará un haz de chakra verdoso hacia el objetivo, el cual se sentirá mareado y perderá 5 puntos de agilidad y destreza por 2 turnos.
Rango A: El objetivo ahora tendrá náuseas y su visión se hará borrosa. Sentirá que su cuerpo se enfría. Perderá 10 puntos de agilidad, destreza y percepción. Dura 2 turnos.
Rango S: El objetivo sentirá que su espíritu de lucha se ha desvanecido, sumiéndose en un frío y oscuro vacío emocional. Sólo podrá defenderse y huir por 2 turnos.
Se puede elegir causar el efecto A o S
Coste: 15 chakra/ 35 chakra rango A/ 45 chakra rango S
Efecto: 25 daño
Shinigami no te (Manos de la parca)
Sellos: Si
Tras los sellos, dos manos gigantes hechos de hueso salen del suelo para atrapar al enemigo. Tras apretarlo, lo sumergen en la tierra dejando su cabeza afuera de esta, necesitando 50 puntos de Fuerza para librarse del piso. Cada turno que pase contará que tiene 10 más de Fuerza para esta comprobación.
Coste: 35 chakra
Efecto: 45 daño.
Rango B:
Gotsuto Shokan (Invocar Fantasma)
Requisitos: Mortaja de los muertos aprendido.
Sellos: Si
El ninja necesita un cadáver humano, el cual podrá utilizar para invocar su espíritu. Podrá darle órdenes sencillas, como responder preguntas o realizar 1 tarea sencilla. El fantasma no podrá rehusarse. Las tareas pueden ser espiar algún lugar o a alguien, o simplemente asustar o estorbar. No tiene cuerpo físico y no puede hacer ni recibir daño salvo de fuentes espirituales.
A Rango A: El ninja crea un amuleto hecho con los huesos y cabello de un cadáver, desde donde podrá invocar al fantasma en cuestión.
Coste: 35 chakra/ 25 chakra por turno.
Mugen: Shinigami no mitame (Mirada de la parca).
Sellos: Uno
El ninja cruza miradas con el objetivo, el cual se sumergirá en un genjutsu en el cual verá su propia muerte. Puede no ser la verdadera muerte de cómo va a morir, pero la sentirá muy realista y al salir de ésta, no podrá regenerar chakra por 2 turnos y verá reducida su Inteligencia y Cck en 10 puntos
Coste: 55 chakra
Efectos: 65 daño.
Gosutoama (Armadura fantasma)
Requisitos: Mortaja de los muertos aprendido.
Sellos: Si
El usuario se ve envuelto en energía fantasmal, la cual se volverá un resplandor alrededor de su cuerpo. Tiene una resistencia de 60 puntos de daño y reduce el daño recibido en 20%.
Se puede recuperar la resistencia de la armadura volviendo a pagar el coste de activación.
Coste: 45 chakra/ 35 chakra por turno.
Rango A:
Senshi no Fukkatsu (Resurrección del guerrero)
Sellos: Si
El Shiyin realiza los sellos y da un pisotón en el piso, canalizando energía fantasmal por éste. Del suelo, emergen hasta 10 zombies de piel verdosa y ojos blancos, los cuales atacarán al enemigo con -10 stats del usuario. Estarán armados con armas comunes y tendrán una armadura de 30 puntos de resistencia. Cuando uno de estos guerreros es destruido, es reinvocado desde el suelo.
Coste: 80 chakra/ 60 chakra por turno.
Shorei shimasu no hai (Animar las cenizas)
Sellos: Uno
El Shiyin se envuelve en las cenizas de una de sus víctimas, las cuales trae consigo en algún lugar de su ropa. Las cenizas envuelven al usuario, otorgando 40 puntos de resistencia de armadura. Las cenizas pueden ser animadas con energía espiritual, usándose como un pequeño tentáculo aguja de hasta metro y medio, desde cualquier parte del cuerpo del usuario.
Coste: 45 chakra/ 35 chakra por turno.
Efecto: 75 daño
Rango A+
Espada corta almas
Sellos: Uno
Tras canalizar energía fantasmal en un arma de tipo espada (katana, Kawasaki, ninjato, etc) esta brillará con un fulgor azulado. Incrementa el daño del arma en 25 puntos, y el daño provocado al objetivo se descuenta también de sus reservas de chakra. Si suelta el arma se pierde el efecto.
Coste: 55 chakra/ 40 chakra por turno.
Poltergeist
Requisitos: Mortaja de los muertos aprendido.
Sellos: Si
Tras canalizar energía fantasmal en su propio cuerpo, podrá usarla para mover objetos hasta un máximo de velocidad= control de chakra. Para empujar objetos grandes se tomará su cck como su fuerza, y para arrojarlos o directamente golpear a alguien con la telekinesis, se tomará su cck para hacer daño.
Coste: 75 chakra/ 60 chakra por turno.
Rango S
Fukkatsu no Taigun (Resurrección de la horda)
Sellos: Si
El Shiyin recibe un pergamino hecho con la piel y escrito con la sangre de un enemigo del clan. Tras invocar el pergamino, de éste saldrán 100 zombies antiguos de enemigos del clan, los cuales tendrán 40 de stats, armas hasta rango jounin. Tienen 10 puntos de vida.
Coste: 80 chakra/ 65 chakra por turno.
Fukkatsu (Resurrección)
Sellos: Si
Esta técnica es muy secreta, incluso entre los miembros del clan, dados sólo a los más expertos. Se dice que nació como una versión fallida del Edo Tensei, aunque otros aseguran que su origen es totalmente distinto.
El usuario se prepara en un altar, en el cual libera el alma de su cuerpo y reúne energía espiritual y fantasmal. Tras cortar su propio hilo de la vida, vuelve a crear otro y entra de nuevo en su cuerpo. Se dice que quienes fallan se quedan para siempre como fantasmas.
Tras este proceso, el cuerpo del usuario Shiyin se vuelve un cadáver verdadero: No necesita comer, dormir ni respirar; es inmune a venenos no corrosivos, no sufre sangrados e, incluso, cualquier extremidad cortada la puede volver a colocar en su sitio, incluso, golpes que matarían de 1 golpe a un humano, por dañar órganos vitales, no logran matarlos (Sigue muriendo si sus puntos de salud bajan del 0).
Necesita justificación on-roll de cómo obtuvo el secreto de este jutsu.
Coste: 400 chakra el ritual.
“Los días grises son muy buenos. Hace frío, el viento sopla, revoloteando las hojas en el piso, la humedad aumenta y las calles suelen estar solas. La soledad era algo muy importante para el estudio, puesto que esos pueblerinos siempre hacían bullicio y formaban tumultos para echarme ¿Qué daño les hacía yo a ellos? Si tan sólo supieran que, al menos muchos de ellos, me deben la vida.
Esta vez hice mi residencia en la zona norte del País de la Tierra, en un pueblo abandonado hace tiempo debido a la guerra. Muchos habían muerto en ese lugar, incluso podía llegar a oír sus susurros cuando les llamaba. Pero este pueblo al norte no sólo estaba abandonado, sino que sirvió de escondite a ricos comerciantes, por lo que su cementerio también estaba decorado con los mejores mausoleos, uno de los cuales, el más grande, lo tomé como mi laboratorio.
Era uno de esos días de trabajo solitario, cuando el fantasma de una chica que usaba como asistente me avisó de una intrusión.
-Señor, vienen a verlo un detective de Iwagakure y un oficial del país de la tierra- dijo aquella chica.
-Vaya forma de interrumpir. Querrán acusarme de alguna desaparición-dije murmurando. Tomé mi máscara que parecía una calavera y salí del mausoleo. Aquellos policías vieron salir del mausoleo, en ese día gris, al “cadáver” de un chico delgado y alto, vestido completamente de blanco, con la piel sumamente pálida y largos cabellos grises. Descubrí mi rostro para un efecto más dramático, dejándoles ver mis ojos ojerosos y blancos. Sonreí al verles.
Los demás policías que acompañaban al detective mostraron su sorpresa al verme, expresándola en sus rostros y en cómo se pudieron a la defensiva.
-No teman, déjenme hablar-dijo el detective, un hombre alto y corpulento, vestido con un traje estilo Chino, que le identificaba como enviado del gobierno.
El viento arrastró las hojas entre nosotros, dejando un silencio.
-¿A que debo su visita? Habría puesto té, pero no como ni bebo desde hace meses-les dije con tono burlón.
-Soy el detective Mao Tze, enviado del País de la Tierra. Fui enviado desde Nueva Iwagakure en busca de sus servicios- dijo el detective, inclinándose a modo de saludo.
No sería la primera vez que alguien requería de mis servicios. Podría obtener de ellos cosas interesantes, como el dominio de este pueblo fantasma para no ser molestado más.
-Bien, ¿Qué es lo que necesitan?- les dije, bajando las escaleras del enorme mausoleo de roca. Unas leves pringas de gotas de lluvia comenzaban a caer.
El detective se me acercó y me dio un pergamino.
-Natasha Oni, una de nuestras mejores jounin fue hallada muerta en los baños termales. No tenía heridas en su cuerpo, no hay signos de violencia ni pistas de algún veneno. De hecho, en la foto se le ve con el rostro sonriente-me dijo el oficial.
-¿Genjutsu?- le respondí.
-Quizás. Ella era muy buena para esas cosas, su especialidad. Incluso un genjutsu habría dado muestras de combate mental, como en su expresión-dijo el detective Mao. La chica era enorme, de piel roja y cabello negro corto, y un cuerno salía de su frente.
-Necesito ver el cadáver-dije con seriedad. Tras decir esto, el detective ordenó que se prepararan las carretas, iríamos a un pueblo más al sur en donde había aguas termales. Al llegar, nos dirigimos a un edificio de roca que tenía el símbolo del País de la Tierra.
-Es un puesto de avanzada. Ella estaba realizando una investigación respecto a una banda criminal-dijo el detective.
Al entrar al lugar, los demás ninjas y policías hicieron expresiones de desagrado al verme. No me ofendía en lo más mínimo.
Bajamos las escaleras del lugar hasta llegar a un cuarto metálico, en donde tenían a la oni sobre una mesa. Le habían hecho la autopsia.
-¿Puede decirnos quien la mató?- me preguntó el detective.
-Mejor- dije mientras mis ojos se iluminaban en un tono verdoso- dejemos que ella nos lo diga.
Todos mostraron rostro de escepticismo.
-¿Qué dijo el zombie?- cuestionó uno de los policías.
Me coloqué junto a ella y la observé a los ojos. Sus memorias comenzaron a fluir hacia mí, pudiendo ver con detalle hasta el último día de su vida.
Pude ver desde sus ojos su vida diaria, hasta el momento en que comenzó a perseguir a un enemigo de ojos raros. Rojos y con aspas. Tras unos minutos de persecución, aquel sujeto de tez pálida y cabello negro se giró, mientras plumas y marcas en su rostro se dibujaban. Después, aquella chica quedó de pie, ciega, viendo ante sí toda una vida llena de tranquilidad, recibiendo al final una muerte tanto honorable como tranquila, incluso sin dolor. Tras esto, finalizó el recuerdo.
-Puedo verlo. El asesino es un Uchiha, muy bueno con los genjutsus, y puedo suponer que maneja algún tipo de senjutsu relacionado con las aves. Esta chica no tuvo oportunidad-les dije a los policías.
-Maldición, Uchihas- dijo un shinobi, apretando los dientes.
-Pero ¿cómo acabó en el baño? La vieron entrar, pagar y meterse a las aguas-dijo el detective.
-Una duda ¿los onis siempre son así de rojos o son color tez clara?-le pregunté al detective.
-¿Qué? Hay de varios colores-respondió.
-¿Ella puede cambiar de color?- le cuestioné.
-Eh, no que yo sepa. Si antes era roja se puede volver más roja, creo-dijo el detective.
-Además, pude ver parte de su vida cotidiana ¿siempre tuvo pene?- le cuestioné.
Quedaron en shock y sus compañeros se miraron entre sí. Las duchas de géneros mixtos era común en el ejército, y los que la vieron desnuda sabían que era una mujer. Algunas de las forenses me vieron con asco.
-Bien… bien…- tras decir esto, me acerqué al cuerpo y, tras apretar el rostro con fuerza, arranqué la piel de tajo, dejando ver que “dentro” de ella estaba el rostro de otro ninja, desaparecido hace semanas.
Todos quedaron perplejos. El mismo oficial retrocedió un paso al ver esto, mientras que el equipo forense se tapaba la boca.
-Sí, los órganos Oni se parecen a los nuestros. Las visiones no coinciden con los hechos. Alguien le hizo una versión muy mejorada del “Shoushagan no jutsu”, quizás a rango Jounin. Así pudieron disfrazar el cuerpo y tener a la chica cautiva. Ahora, déjenme hacer algo-dije mientras realizaba sellos. Mis ojos se volvieron a iluminar y apareció ante ellos el espectro de aquel ninja fallecido.
-Ku… Kuro…-dijo una kunoichi al verlo, con lágrimas en los ojos.
-Kuro, te doy una orden sencilla. Busca y encuentra la kunoichi Natasha Oni. Quiero saber su paradero- le ordené.
Tras esto, el espectro se desvanecería. Su alma recorrería el pueblo y el bosque a su alrededor para hallar a su compañera.
Para varios de los presentes, eso era inmoral, pero no me importaba. No entendían mi arte y lo entendía. Requería mucho estudio iniciarse en los caminos de la necromancia. Tras tocar el cuerpo del finado, éste se sentó sobre aquella mesa. La gente se espantó y retrocedió.
-¡Está vivo!-exclamó un policía.
-No, en lo absoluto-dijo el detective.
-Dime ¿quién era el uchiha que te asesinó?- le cuestioné. Tras un par de segundos, aquella invocación usó las memorias del cerebro del muerto para decir un nombre.
-“El cuervo de la hoja”, Natarashi Uchiha-dijo el cadáver.
-¿Dónde se encuentra?- le cuestioné.
-Tienen su refugio en la vieja mina de carbón a 10 kilómetros al este-dijo el cuerpo, el cual pronto volvió a desplomarse sobre la mesa.
El espectro regresó a la sala nuevamente.
-La chica Oni se haya en una prisión en el sótano del barco pesquero encallado en la playa a 2 kilómetros de aquí- dijo el fantasma.
-¿Está viva?- le cuestioné.
-Sí- dijo el fantasma.
-¿Quiénes están con ella?- le pregunté.
-En el lugar hay 20 personas
-¿Se encuentra allí Natarashi Uchiha?
-No, no se halla ahí.
Los shinobis estaban sorprendidos. Varios mostraban emoción por haber encontrado a su compañera con vida, pero tristes por saber el destino de su amigo.
Tras mirar una última vez a sus compañeros y amigos, aquel fantasma se desvaneció en el aire. Los ojos de algunos shinobis se llenaron de lágrimas.
-Tenemos dos direcciones. Reúnan a los mejores shinobis y vayamos a por Natarashi, y formen otro escuadrón para rescatar a Natasha-ordenó el detective.
Disfrutaba la expresión de sus rostros, una mezcla de sorpresa y espanto al ver mi trabajo. Incluso esos experimentados jounin, quienes tenían experiencia luchando contra enemigos con técnicas raras y únicas, sentían un escalofrío en su espalda al ver hablar a los muertos. Incluso, un oficial supersticioso sujetó su collar de cuencas, posiblemente taoísta, al ver el fantasma.
-Señor, eh, Shiyin, necesito que nos ayude-dijo el detective. Realmente tenía suerte de que no tuviera nada que hacer, por lo que al fallar en hallar una excusa, acepté a regañadientes. El cuerpo con el que estaba trabajando en casa no podía enfriarse más, que más daba, debía buscar uno nuevo. Si me portaba bien, quizás me dejarían alguno de los enemigos.
Aquel detective llamó a otros oficiales, los cuales iban armados con rifles de fusil. Me gustaban esas cosas, aunque no les entendía. Un grupo de ninjas llegaron para unírsenos y, los demás trabajadores de esa aldea militar alistaron las carretas. Tras abordar, partimos a toda prisa hacia la zona, dejando que un par de shinobis se adelantasen, saltando entre los árboles.
No me gustaba entablar combate, pero el hecho de obtener ojos Uchihas me llamaba la atención.
Los policías que iban junto a mí trataban de alejarse para no tocarme, y los shinobis frente a mí no me miraban directamente.
Tras varios minutos a una buena velocidad, se escucharon gritos y sonido de combate. Los ninjas saltaron de la carreta para ayudar a sus compañeros, mientras los policías se parapetaban detrás de los árboles para disparar. Yo me bajé de la carreta y me coloqué detrás de un árbol, mientras ordenaba al fantasma de mi asistente, aquella chica en el mausoleo, que investigara la zona. Gracias al talismán que llevaba en mi cuello, hecho con sus cabellos, podía invocarla cuando quisiera.
Varios hombres encapuchados aparecieron entre la nieve, disparando con pistolas de chispa. Otro grupo de sujetos enmascarados, quienes portaban la bandana de Konoha salieron de la cueva y se unieron al combate.
Una lluvia de balas impactaba los troncos, mientras los ninjas chocaban jutsus y sables.
Yo estaba sentado, cruzado de brazos, cuando un silbido me alertó de un proyectil que se dirigía hacia mí. Hice a un lado mi cabeza, esquivando un kunai. Un muchacho de largos cabellos rubios, con la cara cubierta con pasamontañas cargó contra mí, con cuchillos de chakra. Antes de poder tocarme, dos manos esqueléticas gigantes salieron del suelo y lo sujetaron con fuerza, para posteriormente enterrarlo.
-Hay 15 ninjas y unos 40 hombres armados. Tienen pistolas y, los ninjas, bueno, sus armas-dijo la chica fantasma, la cual dejé que vagara por ahí mientras yo me dirigía a la mina.
Avancé a gran velocidad entre los ninjas y los hombres con pistola, levantando en el camino un ejército de sirvientes que atacarían a los enemigos. Ambos bandos quedaron sorprendidos al ver la horda zombie atacar. En el caos, varios ninjas lanzaron bombas de humo, lo que facilitó nuestro ingreso en la mina.
Unos ninjas se juntaron a mí, aprovechando el caos zombie para entrar.
Tras entrar, uno de los shinobis bloqueó la puerta con un muro de roca.
-¿Y ahora qué?- cuestioné.
Los ninjas comenzaron a avanzar, cuando una trampa se activó y lanzó una lluvia de senbon venenosos hacia nosotros. El ninja de hasta adelante quedó tapizado de senbon, cuyo veneno comenzó a poner su carne morada y su boca espumosa. Yo sólo me quité el senbon que me picó en el hombro.
Tras realizar unos sellos, invoqué más sirvientes zombies, los cuales avanzarían por los pasillos, activando las trampas.
-Eres más raro de lo que pensé-dijo uno de los ninjas. Sólo sonreí. No tenía idea.
Con sigilo, fueron deshaciéndose de los guardias del lugar, pero en el salón comedor fue donde nos cerró el paso aquel Uchiha que vi en las memorias del finado, junto a otros dos ninjas, uno de ellos era un ninja de Iwa.
Los ninjas que iban conmigo reconocieron al traidor..
-Ronin, maldito topo-gruñó uno de los ninjas.
-Veo que trajeron consigo al “zombie”. Sí, me dijo Ronin que irían a por él-dijo el Uchiha, desenvainando un sable y activando el poder de sus ojos.
-Cuidado, no vean directamente a sus ojos o… ya los miraron…-decía mientras volteé a ver a dos de mis compañeros, quienes parecían estar en un trance doloroso- como decía, ¿fuiste tú el responsable de la botarga de oni?
Ronin lanzó una carcajada.
-Ese fue Ronin ¿crees que me tomaría el tiempo de realizar jutsus tan mundanos?- dijo el Uchiha. Al mismo tiempo, ambos realizamos sellos. Mis ojos se iluminaron de color verdoso, y un leve resplandor verdoso cubrió mi cuerpo.
El Uchiha lanzó una bola de fuego, la cual esquivaría, mientras realizaba más sellos. Ceniza proveniente de mi bolsillo envolvió mi cuerpo y un flujo de energía fantasmal se arremolinó alrededor mío.
Los ninjas restantes de mi bando atacaron a los otros dos ninjas del bando de Natarashi “El cuervo de la hoja”.
Aquel Uchiha lanzó una serie de bolas de fuego hacia mi dirección, pero yo seguía realizando sellos. De un pergamino, invoqué una espada y ambos chocamos hojas.
El chakra raiton de su espada me hubiera afectado de no ser por las defensas que tenía. Choque tras choque, evitaba verle a los ojos directamente. Su agilidad y destreza eran buenas, de hecho.
Tras tomar distancias, aquellas manos esqueléticas intentaron sujetar al Uchiha, pero éste saltó antes y, realizando sellos, lanzó una gigantesca bola de lumbre hacia mí. Era gigante, de diez metros de diámetro.
-¡Idiota!-grité, realizando sellos, envolviéndome en un ataúd de roca. La explosión casi destruye todo el salón. Incluso sus propios ninjas y soldados sufrieron quemaduras de tercer grado, o directamente quedaron hechos carbón.
Cuando el humo y el polvo se retiraron, mostraron a Natarashi envuelto en una extraña armadura de energía, la cual tenía forma de esqueleto. Esa armadura había soportado la explosión.
El ataúd se desintegró y emergí de él. Mi armadura se había consumido, pero el ataúd de tierra me protegió.
Realicé unos sellos más, en lo que el Uchiha se lanzaba contra mí para atacar con su armadura de energía.
Extendí mis manos hacia él, haciéndole levitar y, tras lanzarlo contra el techo, este comenzó a resquebrajarse. Unas cuantas rocas le golpearon, pero fue cuando logré sacarlo de su armadura que esta misma se comenzó a desvanecer.
Realicé unos sellos, pero el abalanzarse contra mí hizo que, al esquivarlo, cruzáramos miradas. Había caído en su trampa.
Pronto, me vi en medio de un mundo de tortura, en donde múltiples sombras me acuchillaban una y otra vez, pero esa ilusión se desvaneció rápidamente. Habrían pasado pocos segundos en tiempo de ese mundo ilusorio, y uno en el mundo real.
Natarashi se veía sudoroso y con expresión de ira, pero también con terror. Había hecho que viera su propia muerte cuando cruzamos miradas. Ambos jutsus rompieron el genjutsu del otro. Su respiración estaba agitada y apretaba sus dientes. Tenía un ojo cerrado, el cual al abrirlo, lanzó un cúmulo de llamaradas negras contra mí.
La ceniza que envolvía mi cuerpo salió en mi defensa, encendiéndose las cenizas en mi lugar, cayendo encendidas enfrente mío. De su ojo escurrió sangre.
-Basta de trucos y tonterías-dijo Natarashi, sujetando su sable.
Tras unos sellos, sujeté el mío, el cual comenzó a resplandecer en un tono azulado. Ambos corrimos a nuestro encuentro, lanzándonos espadazos.
Se sentía el clímax de la batalla. No sabía cuántas veces había usado sus poderes, pero sus ojos sangraban. Utilizar el susanoo y el amaterasu, quizás, redujeron la vida útil de sus ojos.
Los filos sacaban chispas, y tras una serie de golpes, pasamos al intercambio. Sin defensas, ambos corrimos hacia el otro y nos acuchillamos.
Un chorro de sangre brotó del pecho del Uchiha, el cual además de vomitar sangre, vio como una parte de su “alma” se desprendía de él. Miró con temor y sorpresa cómo una parte de su alma había sido rebanada por la “espada corta almas”.
-Jejeje, parece que tienes madera para esto-dijo el Uchiha.
No por nada yo mismo era considerado un jounin, como él.
-Amaterasu, Susanoo, Tsukuyomi…-dijo el Uchiha, poniéndose de pie, escupiendo sangre pero con una sonrisa en la boca.
Mi torso también había sido cortado, y aunque me dolía bastante no sangraba.
Comenzó a concentrar todo el chakra restante de su cuerpo en una mano, generando un sable de rayo en esta.
-El Raikiri…-dijo Natarashi, encarándome. Al haber perdido tanto chakra, tanto por sus técnicas como por la espada corta almas, su vida dependía de ese ataque. No podía mantenerlo más tiempo.
Como rayo, se lanzó contra mí. Corrió con todas sus fuerzas, apuntando directamente a mi pecho, pero el ataque nunca llegó. Estaba pataleando en el aire.
-¿Cómo es posible?- gruñó con rabia, deshaciendo el Raikiri.
-Nunca desactivé mi telekinesis-dije, también algo agotado. Finalmente, lo arrojé con fuerza contra una pared, dejándolo fuera de combate.
Con hilos metálicos, amarré al Uchiha derrotado y me lo eché al hombro para salir de allí. Mientras lo hacía, realicé sellos, reuniendo una enorme cantidad de energía fantasmal a mi alrededor. La temperatura disminuyó y el susurro de voces espectrales sonaban por doquier, como un cuchicheo. Tras unos segundos, esa energía se introdujo en mi cuerpo, regresándome parte del chakra perdido.
-Voy a pasar toda la noche cosiendo estas heridas-dije mientras veía mi pecho cortado y el agujero donde se clavó el senbon.
…
El Uchiha había sido puesto bajo arresto, y la banda asesinada o arrestada por las fuerzas de Iwa.
El mismo carruaje nos trajo de regreso, mientras un par más, con refuerzos, llegaban al lugar. Una vez en aquella aldea militar, el oficial se me acercó.
-Natarashi Uchiha ha sido puesto bajo arresto, es una lástima que hubieras tenido que destruir sus ojos durante el combate- me dijo el oficial, escéptico de mi versión. Aquel Uchiha lo llevaban sujetado algunos ninjas de Iwa, y al levantar su mirada sólo pudieron ver las cuencas de sus ojos.
-Sí, una lástima- dije con las manos en los bolsillos.
-Bueno, desarmamos la banda y la chica Oni está a salvo. En nombre del País de la Tierra, queremos darte esto-dijo el oficial, extendiéndome un documento en donde se me otorgaba el dominio de la tierra donde se encontraba el pueblo abandonado y mi mausoleo- que sepas que aún se rige por las normas del País de la Tierra, y cualquier crimen será castigado.
Tras leer el documento sonreí, lo guardé en mi bolsillo y asentí con la cabeza.
Me retiraría de aquél lugar, caminando, con mi máscara de calavera puesta y mi asistente fantasma dando vueltas alrededor mío.
Los policías y ninjas me vieron irme de allí, con una mezcla de respeto y desconfianza. Después de todo, por ahora era el menor de los males, y pocos hubieran soportado mucho tiempo contra ese ninja enemigo.
-¿Qué harás ahora que regreses?- me preguntó mi asistente.
Yo sólo metí mis manos en el bolsillo de mi pantalón, sintiendo los ensangrentados ojos del Uchiha.
-Hoy necesitaré descansar, sanarme de estas heridas, y mañana veré el mundo con otros ojos-dije mientras caminaba sólo por ese paraje helado del norte, entre bosques cubiertos de escarcha y caminos con nieve. Ahora que lo pensaba, pudieron haberme regresado en carreta.
Clan Shiyin
Clan: Shiyin
El clan Shiyin, o gente de la muerte, tiene su origen en las islas más al norte del continente, aunque su mitología señala otras tierras más lejos hacia el este. Sus peculiares prácticas han hecho que sean rechazados, incluso su apariencia suele ser motivo de rechazo, ya que la mayoría parecen cadáveres recientes: piel pálida, ojos ojerosos y de color blanco, suelen ser delgados. Su manejo del chakra se basa en manipular la muerte, y suelen vivir rodeados por esta. Suelen asaltar cementerios de otras aldeas, así como campos de batalla, para reabastecer la materia prima de sus jutsus y experimentos. Suelen vestir con ropajes blancos, al que la cultura popular atribuye relación con la muerte, y máscaras y/o amuletos relacionados con la muerte. Suelen ser gente culta, educada y tranquila, aunque bajo esa aparente cara de inofensividad, pueden llegar a ser enemigos crueles.
“Son como carroñeros. Esos malditos vagan robando cadáveres y haciendo cosas con sus cuerpos y almas. Incluso parecen cadáveres. Si ves a uno, procura retirarte de donde esté, y siempre se educado con ellos, pues pese a ser tan nefastos, pueden ser peligrosos… y útiles” – Mikami Tendo, ninja de Kumo a su discípula.
“No tienen aldea, nadie los quiere y tienen motivos ¿cómo te sentirías si esos bastardos robaran el cuerpo de tu madre para hacer sus amuletos con sus restos? Me dan asco” - Ryoga Saotome, sacerdote taoísta del País del Fuego.
Técnicas:
Rango D:
Fukkatsu no Sábanto (resurrección del sirviente)
Sellos: Si
Tras los sellos, el ninja puede invocar hasta a dos metros de distancia a un zombie que emergerá de una explosión de humo. Este zombie será de piel verde, ojos blancos y sus stats serán de 1/3 del usuario pero inteligencia 0. Pueden encargárseles órdenes sencillas, y no muestran iniciativa. Se mantienen en escena hasta que sean destruidos o desenvocados.
A rango B: Puede invocar a 2 zombies sirvientes.
A rango A: Puede invocar a 4, los cuales tendrán ½ de los stats del usuario. Son algo más inteligentes y pueden realizar una cadena de tareas sencillas.
A rango S: Puede invocar a 5 zombies sirvientes. Sus estadísticas serán ½ de los stats del usuario. Podrán hablar y serán un poco más inteligentes, pudiendo hacer 1 acción compleja o una cadena de tareas sencillas.
Coste: 50 chakra Rango D/ 60 chakra Rango B/ 75 chakra Rango A/ 85 chakra Rango S
Shi no Hyojo (Mirada de la muerte)
Sellos: No
Tras observar los ojos de un cadáver, puede obtener información de éste.
A nivel D: Podrá saber quién lo asesinó (aunque no el nombre, sólo la apariencia).
A nivel C: Podrá saber los últimos 2 minutos de la vida del cadáver.
A nivel B: Podrá saber los últimos 5 minutos de vida del cadáver.
A nivel A: Podrá saber todo lo que sepa de su asesino y los últimos 6 minutos de vida del cadáver.
A nivel A+: Podrá, además, acceder a los recuerdos del cadáver hasta la última hora (Se debe conservar el cerebro).
A nivel S: Podrá, además, acceder a los recuerdos del cadáver hasta del último día de su vida.
A nivel S+: Se podrá reanimar el cadáver, el cual responderá hasta dos dudas que tenga el usuario, luego de esto, volverá a la muerte.
Costo: 10 chakra/ 15 chakra rango C/ 20 chakra rango B/ 35 chakra rango A/ 45 chakra rango A+/ 75 chakra rango S/ 80 chakra rango S+
Shisha no shuraudo (Mortaja de los muertos)
Sellos: Si
Tras realizar los sellos, el usuario podrá canalizar energía espiritual por su interior. Es una técnica básica del clan y necesaria para otras. El Shiyin verá reducido el daño recibido por chakra en -5 puntos y, podrá canalizar la energía para ganar 10 Cck y 10 Inteligencia. El usuario tendrá un leve resplandor verdoso.
A rango B: Puede canalizar esa energía dentro de un enemigo, lanzándola como un haz (velocidad= Cck) para reducir su velocidad y agilidad en 10 puntos.
Coste: 5 Chakra por turno/ 35 chakra el haz
Shitai (Cadáver)
Sellos: No
De modo pasivo, el cuerpo del usuario se vuelve más similar a un cuerpo muerto, dejando de necesitar respirar. Los sangrados y efectos de venenos ven reducida su duración en 1 turno, y si el veneno no es corrosivo, disminuye el daño causado en 5 puntos.
A nivel S: El usuario no sangra, reduciendo en 2 turnos los efectos de los sangrados y en 2 los de los venenos.
Coste:
Pasiva Shiyin
Al estar en constante exposición con los espíritus, el usuario incrementa su regeneración de chakra en +2 y gana +1 chakra por nivel.
Rango C:
Tamashi o kyushu suru (Absorber alma)
Requisitos: Tener mortaja de los muertos aprendida
Sellos: Si
Tras realizar los sellos, el usuario arremolina la energía espiritual a su alrededor para regenerar hasta 40 chakra. Sólo puede usarse 1 vez por combate y se debe mantener el sello durante 10 segundos.
Coste:
Kuso (maldición)
Requisitos: Tener mortaja de los muertos aprendida.
Sellos: Si
Tras realizar los sellos, el usuario lanzará un haz de chakra verdoso hacia el objetivo, el cual se sentirá mareado y perderá 5 puntos de agilidad y destreza por 2 turnos.
Rango A: El objetivo ahora tendrá náuseas y su visión se hará borrosa. Sentirá que su cuerpo se enfría. Perderá 10 puntos de agilidad, destreza y percepción. Dura 2 turnos.
Rango S: El objetivo sentirá que su espíritu de lucha se ha desvanecido, sumiéndose en un frío y oscuro vacío emocional. Sólo podrá defenderse y huir por 2 turnos.
Se puede elegir causar el efecto A o S
Coste: 15 chakra/ 35 chakra rango A/ 45 chakra rango S
Efecto: 25 daño
Shinigami no te (Manos de la parca)
Sellos: Si
Tras los sellos, dos manos gigantes hechos de hueso salen del suelo para atrapar al enemigo. Tras apretarlo, lo sumergen en la tierra dejando su cabeza afuera de esta, necesitando 50 puntos de Fuerza para librarse del piso. Cada turno que pase contará que tiene 10 más de Fuerza para esta comprobación.
Coste: 35 chakra
Efecto: 45 daño.
Rango B:
Gotsuto Shokan (Invocar Fantasma)
Requisitos: Mortaja de los muertos aprendido.
Sellos: Si
El ninja necesita un cadáver humano, el cual podrá utilizar para invocar su espíritu. Podrá darle órdenes sencillas, como responder preguntas o realizar 1 tarea sencilla. El fantasma no podrá rehusarse. Las tareas pueden ser espiar algún lugar o a alguien, o simplemente asustar o estorbar. No tiene cuerpo físico y no puede hacer ni recibir daño salvo de fuentes espirituales.
A Rango A: El ninja crea un amuleto hecho con los huesos y cabello de un cadáver, desde donde podrá invocar al fantasma en cuestión.
Coste: 35 chakra/ 25 chakra por turno.
Mugen: Shinigami no mitame (Mirada de la parca).
Sellos: Uno
El ninja cruza miradas con el objetivo, el cual se sumergirá en un genjutsu en el cual verá su propia muerte. Puede no ser la verdadera muerte de cómo va a morir, pero la sentirá muy realista y al salir de ésta, no podrá regenerar chakra por 2 turnos y verá reducida su Inteligencia y Cck en 10 puntos
Coste: 55 chakra
Efectos: 65 daño.
Gosutoama (Armadura fantasma)
Requisitos: Mortaja de los muertos aprendido.
Sellos: Si
El usuario se ve envuelto en energía fantasmal, la cual se volverá un resplandor alrededor de su cuerpo. Tiene una resistencia de 60 puntos de daño y reduce el daño recibido en 20%.
Se puede recuperar la resistencia de la armadura volviendo a pagar el coste de activación.
Coste: 45 chakra/ 35 chakra por turno.
Rango A:
Senshi no Fukkatsu (Resurrección del guerrero)
Sellos: Si
El Shiyin realiza los sellos y da un pisotón en el piso, canalizando energía fantasmal por éste. Del suelo, emergen hasta 10 zombies de piel verdosa y ojos blancos, los cuales atacarán al enemigo con -10 stats del usuario. Estarán armados con armas comunes y tendrán una armadura de 30 puntos de resistencia. Cuando uno de estos guerreros es destruido, es reinvocado desde el suelo.
Coste: 80 chakra/ 60 chakra por turno.
Shorei shimasu no hai (Animar las cenizas)
Sellos: Uno
El Shiyin se envuelve en las cenizas de una de sus víctimas, las cuales trae consigo en algún lugar de su ropa. Las cenizas envuelven al usuario, otorgando 40 puntos de resistencia de armadura. Las cenizas pueden ser animadas con energía espiritual, usándose como un pequeño tentáculo aguja de hasta metro y medio, desde cualquier parte del cuerpo del usuario.
Coste: 45 chakra/ 35 chakra por turno.
Efecto: 75 daño
Rango A+
Espada corta almas
Sellos: Uno
Tras canalizar energía fantasmal en un arma de tipo espada (katana, Kawasaki, ninjato, etc) esta brillará con un fulgor azulado. Incrementa el daño del arma en 25 puntos, y el daño provocado al objetivo se descuenta también de sus reservas de chakra. Si suelta el arma se pierde el efecto.
Coste: 55 chakra/ 40 chakra por turno.
Poltergeist
Requisitos: Mortaja de los muertos aprendido.
Sellos: Si
Tras canalizar energía fantasmal en su propio cuerpo, podrá usarla para mover objetos hasta un máximo de velocidad= control de chakra. Para empujar objetos grandes se tomará su cck como su fuerza, y para arrojarlos o directamente golpear a alguien con la telekinesis, se tomará su cck para hacer daño.
Coste: 75 chakra/ 60 chakra por turno.
Rango S
Fukkatsu no Taigun (Resurrección de la horda)
Sellos: Si
El Shiyin recibe un pergamino hecho con la piel y escrito con la sangre de un enemigo del clan. Tras invocar el pergamino, de éste saldrán 100 zombies antiguos de enemigos del clan, los cuales tendrán 40 de stats, armas hasta rango jounin. Tienen 10 puntos de vida.
Coste: 80 chakra/ 65 chakra por turno.
Fukkatsu (Resurrección)
Sellos: Si
Esta técnica es muy secreta, incluso entre los miembros del clan, dados sólo a los más expertos. Se dice que nació como una versión fallida del Edo Tensei, aunque otros aseguran que su origen es totalmente distinto.
El usuario se prepara en un altar, en el cual libera el alma de su cuerpo y reúne energía espiritual y fantasmal. Tras cortar su propio hilo de la vida, vuelve a crear otro y entra de nuevo en su cuerpo. Se dice que quienes fallan se quedan para siempre como fantasmas.
Tras este proceso, el cuerpo del usuario Shiyin se vuelve un cadáver verdadero: No necesita comer, dormir ni respirar; es inmune a venenos no corrosivos, no sufre sangrados e, incluso, cualquier extremidad cortada la puede volver a colocar en su sitio, incluso, golpes que matarían de 1 golpe a un humano, por dañar órganos vitales, no logran matarlos (Sigue muriendo si sus puntos de salud bajan del 0).
Necesita justificación on-roll de cómo obtuvo el secreto de este jutsu.
Coste: 400 chakra el ritual.
Mini novela clan Shiyin
“Los días grises son muy buenos. Hace frío, el viento sopla, revoloteando las hojas en el piso, la humedad aumenta y las calles suelen estar solas. La soledad era algo muy importante para el estudio, puesto que esos pueblerinos siempre hacían bullicio y formaban tumultos para echarme ¿Qué daño les hacía yo a ellos? Si tan sólo supieran que, al menos muchos de ellos, me deben la vida.
Esta vez hice mi residencia en la zona norte del País de la Tierra, en un pueblo abandonado hace tiempo debido a la guerra. Muchos habían muerto en ese lugar, incluso podía llegar a oír sus susurros cuando les llamaba. Pero este pueblo al norte no sólo estaba abandonado, sino que sirvió de escondite a ricos comerciantes, por lo que su cementerio también estaba decorado con los mejores mausoleos, uno de los cuales, el más grande, lo tomé como mi laboratorio.
Era uno de esos días de trabajo solitario, cuando el fantasma de una chica que usaba como asistente me avisó de una intrusión.
-Señor, vienen a verlo un detective de Iwagakure y un oficial del país de la tierra- dijo aquella chica.
-Vaya forma de interrumpir. Querrán acusarme de alguna desaparición-dije murmurando. Tomé mi máscara que parecía una calavera y salí del mausoleo. Aquellos policías vieron salir del mausoleo, en ese día gris, al “cadáver” de un chico delgado y alto, vestido completamente de blanco, con la piel sumamente pálida y largos cabellos grises. Descubrí mi rostro para un efecto más dramático, dejándoles ver mis ojos ojerosos y blancos. Sonreí al verles.
Los demás policías que acompañaban al detective mostraron su sorpresa al verme, expresándola en sus rostros y en cómo se pudieron a la defensiva.
-No teman, déjenme hablar-dijo el detective, un hombre alto y corpulento, vestido con un traje estilo Chino, que le identificaba como enviado del gobierno.
El viento arrastró las hojas entre nosotros, dejando un silencio.
-¿A que debo su visita? Habría puesto té, pero no como ni bebo desde hace meses-les dije con tono burlón.
-Soy el detective Mao Tze, enviado del País de la Tierra. Fui enviado desde Nueva Iwagakure en busca de sus servicios- dijo el detective, inclinándose a modo de saludo.
No sería la primera vez que alguien requería de mis servicios. Podría obtener de ellos cosas interesantes, como el dominio de este pueblo fantasma para no ser molestado más.
-Bien, ¿Qué es lo que necesitan?- les dije, bajando las escaleras del enorme mausoleo de roca. Unas leves pringas de gotas de lluvia comenzaban a caer.
El detective se me acercó y me dio un pergamino.
-Natasha Oni, una de nuestras mejores jounin fue hallada muerta en los baños termales. No tenía heridas en su cuerpo, no hay signos de violencia ni pistas de algún veneno. De hecho, en la foto se le ve con el rostro sonriente-me dijo el oficial.
-¿Genjutsu?- le respondí.
-Quizás. Ella era muy buena para esas cosas, su especialidad. Incluso un genjutsu habría dado muestras de combate mental, como en su expresión-dijo el detective Mao. La chica era enorme, de piel roja y cabello negro corto, y un cuerno salía de su frente.
-Necesito ver el cadáver-dije con seriedad. Tras decir esto, el detective ordenó que se prepararan las carretas, iríamos a un pueblo más al sur en donde había aguas termales. Al llegar, nos dirigimos a un edificio de roca que tenía el símbolo del País de la Tierra.
-Es un puesto de avanzada. Ella estaba realizando una investigación respecto a una banda criminal-dijo el detective.
Al entrar al lugar, los demás ninjas y policías hicieron expresiones de desagrado al verme. No me ofendía en lo más mínimo.
Bajamos las escaleras del lugar hasta llegar a un cuarto metálico, en donde tenían a la oni sobre una mesa. Le habían hecho la autopsia.
-¿Puede decirnos quien la mató?- me preguntó el detective.
-Mejor- dije mientras mis ojos se iluminaban en un tono verdoso- dejemos que ella nos lo diga.
Todos mostraron rostro de escepticismo.
-¿Qué dijo el zombie?- cuestionó uno de los policías.
Me coloqué junto a ella y la observé a los ojos. Sus memorias comenzaron a fluir hacia mí, pudiendo ver con detalle hasta el último día de su vida.
Pude ver desde sus ojos su vida diaria, hasta el momento en que comenzó a perseguir a un enemigo de ojos raros. Rojos y con aspas. Tras unos minutos de persecución, aquel sujeto de tez pálida y cabello negro se giró, mientras plumas y marcas en su rostro se dibujaban. Después, aquella chica quedó de pie, ciega, viendo ante sí toda una vida llena de tranquilidad, recibiendo al final una muerte tanto honorable como tranquila, incluso sin dolor. Tras esto, finalizó el recuerdo.
-Puedo verlo. El asesino es un Uchiha, muy bueno con los genjutsus, y puedo suponer que maneja algún tipo de senjutsu relacionado con las aves. Esta chica no tuvo oportunidad-les dije a los policías.
-Maldición, Uchihas- dijo un shinobi, apretando los dientes.
-Pero ¿cómo acabó en el baño? La vieron entrar, pagar y meterse a las aguas-dijo el detective.
-Una duda ¿los onis siempre son así de rojos o son color tez clara?-le pregunté al detective.
-¿Qué? Hay de varios colores-respondió.
-¿Ella puede cambiar de color?- le cuestioné.
-Eh, no que yo sepa. Si antes era roja se puede volver más roja, creo-dijo el detective.
-Además, pude ver parte de su vida cotidiana ¿siempre tuvo pene?- le cuestioné.
Quedaron en shock y sus compañeros se miraron entre sí. Las duchas de géneros mixtos era común en el ejército, y los que la vieron desnuda sabían que era una mujer. Algunas de las forenses me vieron con asco.
-Bien… bien…- tras decir esto, me acerqué al cuerpo y, tras apretar el rostro con fuerza, arranqué la piel de tajo, dejando ver que “dentro” de ella estaba el rostro de otro ninja, desaparecido hace semanas.
Todos quedaron perplejos. El mismo oficial retrocedió un paso al ver esto, mientras que el equipo forense se tapaba la boca.
-Sí, los órganos Oni se parecen a los nuestros. Las visiones no coinciden con los hechos. Alguien le hizo una versión muy mejorada del “Shoushagan no jutsu”, quizás a rango Jounin. Así pudieron disfrazar el cuerpo y tener a la chica cautiva. Ahora, déjenme hacer algo-dije mientras realizaba sellos. Mis ojos se volvieron a iluminar y apareció ante ellos el espectro de aquel ninja fallecido.
-Ku… Kuro…-dijo una kunoichi al verlo, con lágrimas en los ojos.
-Kuro, te doy una orden sencilla. Busca y encuentra la kunoichi Natasha Oni. Quiero saber su paradero- le ordené.
Tras esto, el espectro se desvanecería. Su alma recorrería el pueblo y el bosque a su alrededor para hallar a su compañera.
Para varios de los presentes, eso era inmoral, pero no me importaba. No entendían mi arte y lo entendía. Requería mucho estudio iniciarse en los caminos de la necromancia. Tras tocar el cuerpo del finado, éste se sentó sobre aquella mesa. La gente se espantó y retrocedió.
-¡Está vivo!-exclamó un policía.
-No, en lo absoluto-dijo el detective.
-Dime ¿quién era el uchiha que te asesinó?- le cuestioné. Tras un par de segundos, aquella invocación usó las memorias del cerebro del muerto para decir un nombre.
-“El cuervo de la hoja”, Natarashi Uchiha-dijo el cadáver.
-¿Dónde se encuentra?- le cuestioné.
-Tienen su refugio en la vieja mina de carbón a 10 kilómetros al este-dijo el cuerpo, el cual pronto volvió a desplomarse sobre la mesa.
El espectro regresó a la sala nuevamente.
-La chica Oni se haya en una prisión en el sótano del barco pesquero encallado en la playa a 2 kilómetros de aquí- dijo el fantasma.
-¿Está viva?- le cuestioné.
-Sí- dijo el fantasma.
-¿Quiénes están con ella?- le pregunté.
-En el lugar hay 20 personas
-¿Se encuentra allí Natarashi Uchiha?
-No, no se halla ahí.
Los shinobis estaban sorprendidos. Varios mostraban emoción por haber encontrado a su compañera con vida, pero tristes por saber el destino de su amigo.
Tras mirar una última vez a sus compañeros y amigos, aquel fantasma se desvaneció en el aire. Los ojos de algunos shinobis se llenaron de lágrimas.
-Tenemos dos direcciones. Reúnan a los mejores shinobis y vayamos a por Natarashi, y formen otro escuadrón para rescatar a Natasha-ordenó el detective.
Disfrutaba la expresión de sus rostros, una mezcla de sorpresa y espanto al ver mi trabajo. Incluso esos experimentados jounin, quienes tenían experiencia luchando contra enemigos con técnicas raras y únicas, sentían un escalofrío en su espalda al ver hablar a los muertos. Incluso, un oficial supersticioso sujetó su collar de cuencas, posiblemente taoísta, al ver el fantasma.
-Señor, eh, Shiyin, necesito que nos ayude-dijo el detective. Realmente tenía suerte de que no tuviera nada que hacer, por lo que al fallar en hallar una excusa, acepté a regañadientes. El cuerpo con el que estaba trabajando en casa no podía enfriarse más, que más daba, debía buscar uno nuevo. Si me portaba bien, quizás me dejarían alguno de los enemigos.
Aquel detective llamó a otros oficiales, los cuales iban armados con rifles de fusil. Me gustaban esas cosas, aunque no les entendía. Un grupo de ninjas llegaron para unírsenos y, los demás trabajadores de esa aldea militar alistaron las carretas. Tras abordar, partimos a toda prisa hacia la zona, dejando que un par de shinobis se adelantasen, saltando entre los árboles.
No me gustaba entablar combate, pero el hecho de obtener ojos Uchihas me llamaba la atención.
Los policías que iban junto a mí trataban de alejarse para no tocarme, y los shinobis frente a mí no me miraban directamente.
Tras varios minutos a una buena velocidad, se escucharon gritos y sonido de combate. Los ninjas saltaron de la carreta para ayudar a sus compañeros, mientras los policías se parapetaban detrás de los árboles para disparar. Yo me bajé de la carreta y me coloqué detrás de un árbol, mientras ordenaba al fantasma de mi asistente, aquella chica en el mausoleo, que investigara la zona. Gracias al talismán que llevaba en mi cuello, hecho con sus cabellos, podía invocarla cuando quisiera.
Varios hombres encapuchados aparecieron entre la nieve, disparando con pistolas de chispa. Otro grupo de sujetos enmascarados, quienes portaban la bandana de Konoha salieron de la cueva y se unieron al combate.
Una lluvia de balas impactaba los troncos, mientras los ninjas chocaban jutsus y sables.
Yo estaba sentado, cruzado de brazos, cuando un silbido me alertó de un proyectil que se dirigía hacia mí. Hice a un lado mi cabeza, esquivando un kunai. Un muchacho de largos cabellos rubios, con la cara cubierta con pasamontañas cargó contra mí, con cuchillos de chakra. Antes de poder tocarme, dos manos esqueléticas gigantes salieron del suelo y lo sujetaron con fuerza, para posteriormente enterrarlo.
-Hay 15 ninjas y unos 40 hombres armados. Tienen pistolas y, los ninjas, bueno, sus armas-dijo la chica fantasma, la cual dejé que vagara por ahí mientras yo me dirigía a la mina.
Avancé a gran velocidad entre los ninjas y los hombres con pistola, levantando en el camino un ejército de sirvientes que atacarían a los enemigos. Ambos bandos quedaron sorprendidos al ver la horda zombie atacar. En el caos, varios ninjas lanzaron bombas de humo, lo que facilitó nuestro ingreso en la mina.
Unos ninjas se juntaron a mí, aprovechando el caos zombie para entrar.
Tras entrar, uno de los shinobis bloqueó la puerta con un muro de roca.
-¿Y ahora qué?- cuestioné.
Los ninjas comenzaron a avanzar, cuando una trampa se activó y lanzó una lluvia de senbon venenosos hacia nosotros. El ninja de hasta adelante quedó tapizado de senbon, cuyo veneno comenzó a poner su carne morada y su boca espumosa. Yo sólo me quité el senbon que me picó en el hombro.
Tras realizar unos sellos, invoqué más sirvientes zombies, los cuales avanzarían por los pasillos, activando las trampas.
-Eres más raro de lo que pensé-dijo uno de los ninjas. Sólo sonreí. No tenía idea.
Con sigilo, fueron deshaciéndose de los guardias del lugar, pero en el salón comedor fue donde nos cerró el paso aquel Uchiha que vi en las memorias del finado, junto a otros dos ninjas, uno de ellos era un ninja de Iwa.
Los ninjas que iban conmigo reconocieron al traidor..
-Ronin, maldito topo-gruñó uno de los ninjas.
-Veo que trajeron consigo al “zombie”. Sí, me dijo Ronin que irían a por él-dijo el Uchiha, desenvainando un sable y activando el poder de sus ojos.
-Cuidado, no vean directamente a sus ojos o… ya los miraron…-decía mientras volteé a ver a dos de mis compañeros, quienes parecían estar en un trance doloroso- como decía, ¿fuiste tú el responsable de la botarga de oni?
Ronin lanzó una carcajada.
-Ese fue Ronin ¿crees que me tomaría el tiempo de realizar jutsus tan mundanos?- dijo el Uchiha. Al mismo tiempo, ambos realizamos sellos. Mis ojos se iluminaron de color verdoso, y un leve resplandor verdoso cubrió mi cuerpo.
El Uchiha lanzó una bola de fuego, la cual esquivaría, mientras realizaba más sellos. Ceniza proveniente de mi bolsillo envolvió mi cuerpo y un flujo de energía fantasmal se arremolinó alrededor mío.
Los ninjas restantes de mi bando atacaron a los otros dos ninjas del bando de Natarashi “El cuervo de la hoja”.
Aquel Uchiha lanzó una serie de bolas de fuego hacia mi dirección, pero yo seguía realizando sellos. De un pergamino, invoqué una espada y ambos chocamos hojas.
El chakra raiton de su espada me hubiera afectado de no ser por las defensas que tenía. Choque tras choque, evitaba verle a los ojos directamente. Su agilidad y destreza eran buenas, de hecho.
Tras tomar distancias, aquellas manos esqueléticas intentaron sujetar al Uchiha, pero éste saltó antes y, realizando sellos, lanzó una gigantesca bola de lumbre hacia mí. Era gigante, de diez metros de diámetro.
-¡Idiota!-grité, realizando sellos, envolviéndome en un ataúd de roca. La explosión casi destruye todo el salón. Incluso sus propios ninjas y soldados sufrieron quemaduras de tercer grado, o directamente quedaron hechos carbón.
Cuando el humo y el polvo se retiraron, mostraron a Natarashi envuelto en una extraña armadura de energía, la cual tenía forma de esqueleto. Esa armadura había soportado la explosión.
El ataúd se desintegró y emergí de él. Mi armadura se había consumido, pero el ataúd de tierra me protegió.
Realicé unos sellos más, en lo que el Uchiha se lanzaba contra mí para atacar con su armadura de energía.
Extendí mis manos hacia él, haciéndole levitar y, tras lanzarlo contra el techo, este comenzó a resquebrajarse. Unas cuantas rocas le golpearon, pero fue cuando logré sacarlo de su armadura que esta misma se comenzó a desvanecer.
Realicé unos sellos, pero el abalanzarse contra mí hizo que, al esquivarlo, cruzáramos miradas. Había caído en su trampa.
Pronto, me vi en medio de un mundo de tortura, en donde múltiples sombras me acuchillaban una y otra vez, pero esa ilusión se desvaneció rápidamente. Habrían pasado pocos segundos en tiempo de ese mundo ilusorio, y uno en el mundo real.
Natarashi se veía sudoroso y con expresión de ira, pero también con terror. Había hecho que viera su propia muerte cuando cruzamos miradas. Ambos jutsus rompieron el genjutsu del otro. Su respiración estaba agitada y apretaba sus dientes. Tenía un ojo cerrado, el cual al abrirlo, lanzó un cúmulo de llamaradas negras contra mí.
La ceniza que envolvía mi cuerpo salió en mi defensa, encendiéndose las cenizas en mi lugar, cayendo encendidas enfrente mío. De su ojo escurrió sangre.
-Basta de trucos y tonterías-dijo Natarashi, sujetando su sable.
Tras unos sellos, sujeté el mío, el cual comenzó a resplandecer en un tono azulado. Ambos corrimos a nuestro encuentro, lanzándonos espadazos.
Se sentía el clímax de la batalla. No sabía cuántas veces había usado sus poderes, pero sus ojos sangraban. Utilizar el susanoo y el amaterasu, quizás, redujeron la vida útil de sus ojos.
Los filos sacaban chispas, y tras una serie de golpes, pasamos al intercambio. Sin defensas, ambos corrimos hacia el otro y nos acuchillamos.
Un chorro de sangre brotó del pecho del Uchiha, el cual además de vomitar sangre, vio como una parte de su “alma” se desprendía de él. Miró con temor y sorpresa cómo una parte de su alma había sido rebanada por la “espada corta almas”.
-Jejeje, parece que tienes madera para esto-dijo el Uchiha.
No por nada yo mismo era considerado un jounin, como él.
-Amaterasu, Susanoo, Tsukuyomi…-dijo el Uchiha, poniéndose de pie, escupiendo sangre pero con una sonrisa en la boca.
Mi torso también había sido cortado, y aunque me dolía bastante no sangraba.
Comenzó a concentrar todo el chakra restante de su cuerpo en una mano, generando un sable de rayo en esta.
-El Raikiri…-dijo Natarashi, encarándome. Al haber perdido tanto chakra, tanto por sus técnicas como por la espada corta almas, su vida dependía de ese ataque. No podía mantenerlo más tiempo.
Como rayo, se lanzó contra mí. Corrió con todas sus fuerzas, apuntando directamente a mi pecho, pero el ataque nunca llegó. Estaba pataleando en el aire.
-¿Cómo es posible?- gruñó con rabia, deshaciendo el Raikiri.
-Nunca desactivé mi telekinesis-dije, también algo agotado. Finalmente, lo arrojé con fuerza contra una pared, dejándolo fuera de combate.
Con hilos metálicos, amarré al Uchiha derrotado y me lo eché al hombro para salir de allí. Mientras lo hacía, realicé sellos, reuniendo una enorme cantidad de energía fantasmal a mi alrededor. La temperatura disminuyó y el susurro de voces espectrales sonaban por doquier, como un cuchicheo. Tras unos segundos, esa energía se introdujo en mi cuerpo, regresándome parte del chakra perdido.
-Voy a pasar toda la noche cosiendo estas heridas-dije mientras veía mi pecho cortado y el agujero donde se clavó el senbon.
…
El Uchiha había sido puesto bajo arresto, y la banda asesinada o arrestada por las fuerzas de Iwa.
El mismo carruaje nos trajo de regreso, mientras un par más, con refuerzos, llegaban al lugar. Una vez en aquella aldea militar, el oficial se me acercó.
-Natarashi Uchiha ha sido puesto bajo arresto, es una lástima que hubieras tenido que destruir sus ojos durante el combate- me dijo el oficial, escéptico de mi versión. Aquel Uchiha lo llevaban sujetado algunos ninjas de Iwa, y al levantar su mirada sólo pudieron ver las cuencas de sus ojos.
-Sí, una lástima- dije con las manos en los bolsillos.
-Bueno, desarmamos la banda y la chica Oni está a salvo. En nombre del País de la Tierra, queremos darte esto-dijo el oficial, extendiéndome un documento en donde se me otorgaba el dominio de la tierra donde se encontraba el pueblo abandonado y mi mausoleo- que sepas que aún se rige por las normas del País de la Tierra, y cualquier crimen será castigado.
Tras leer el documento sonreí, lo guardé en mi bolsillo y asentí con la cabeza.
Me retiraría de aquél lugar, caminando, con mi máscara de calavera puesta y mi asistente fantasma dando vueltas alrededor mío.
Los policías y ninjas me vieron irme de allí, con una mezcla de respeto y desconfianza. Después de todo, por ahora era el menor de los males, y pocos hubieran soportado mucho tiempo contra ese ninja enemigo.
-¿Qué harás ahora que regreses?- me preguntó mi asistente.
Yo sólo metí mis manos en el bolsillo de mi pantalón, sintiendo los ensangrentados ojos del Uchiha.
-Hoy necesitaré descansar, sanarme de estas heridas, y mañana veré el mundo con otros ojos-dije mientras caminaba sólo por ese paraje helado del norte, entre bosques cubiertos de escarcha y caminos con nieve. Ahora que lo pensaba, pudieron haberme regresado en carreta.