El día se torna nublado y oscuro, dando a entender que hoy va a ser un día pasado por agua, eso sumado a la niebla latente en el país me decía que iba a ser un gran día, mientras espero en las puertas de la aldea al que va a ser mi acompañante en una misión un tanto fuera de lo que estoy acostumbrado a hacer y a mandarme, pero esta vez somos dos ninjas de Kirigakure los elegidos ya que se trata de un pequeño problema interno en el país.
Por lo que se ve, algunos bandidos de pacotilla se han juntado para empezar a llevar a más sus robos y atracos, entonces es cuando llega el punto en donde la villa se fija en ellos y en vez de ignorarlos ya se les empieza a considerar molestia y antes de tener que matarlos es mejor capturarlos y encerrarlos para así sonsacarles información relevante para la villa, como si son más, si pertenecen a una banda, etc.
El ruido de la inminente tormenta resuena de repente, sacándome de mis pensamientos, con una sonrisa miro hacia el cielo, el día promete, pero mi compañero todavía no ha llegado, aunque queda poco para la hora acordada en la puerta de la villa.
- Vaya Melessar, así que eres tu ¿eh?
- Togashi, cuanto tiempo - mi mirada se posa en aquel chico, un compañero de academia y graduado el mismo día que yo, recuerdo que es bastante hábil, aunque de eso ya ha pasado un tiempo y yo he cambiado, seguro que él también.
- No me dijeron que iría contigo - me ofrece su mano a la par que esboza una gran sonrisa - demos lo mejor los dos
- En efecto - estrecho la mano de Togashi - además el día nos acompaña
Togashi sabe a que me refiero, todos mis compañeros de la academia sabían de ese gusto tan peculiar por la lluvia y este clima, ellos también ya que todos hemos nacido y crecido con este clima, pero donde el resto se solía encerrar cuando el día era lluvioso como el que pinta ser hoy, yo no, yo salía al jardín de la academia a pesar de ello, disfrutando como el agua calaba mi cuerpo.
- ¿Tienes algo pensado de como hacerlo?
- Un par de ideas me surcan por la cabeza ¿has pensado algo?
- ¿Qué te parece si les tendemos una trampa? - comenta Togashi mientras caminamos hacia la zona donde se suponen que actúan la pandilla.
- Buena idea, además podemos usar esto - mis manos empiezan a moverse formando unos sellos.
- ¡Ala! Yo no puedo hacerlo, se ve que no soy muy afín al Suiton como tu jeje
Al lado mía aparece un clon igual que a mi, es cierto que el Mizu Bushin es una herramienta bastante útil, sobre todo si dominas el elemento agua, además es una técnica secreta de Kirigakure, pero es cierto y mal no recuerdo a Togashi se le daba mejor el elemento Raiton.
- Parece que con tu Suiton y mi Raiton podremos hacer algo interesante
- Lo primero es dar con ellos
En el informe de la misión nos delimitaron una zona, supuestamente es el sitio donde esos bandidos andaban atracando a mercaderes desvalidos o gente débil, al punto de que han llegado a matar a una persona, por eso la villa habrá decidido tomar cartas en el asunto, las órdenes son sencillas, capturarlos con vida si es posible, pero no anteponiendo la nuestra claro está. Por el camino hacia un conjunto de pequeñas islas Togashi y yo decidimos ultimar el plan para intentar atraerlos, lo único que no sabemos el número de bandidos, por eso primero es tender un cebo y observar como reaccionan.
- Lo dicho Melessar, voy a mi punto
- Ten cuidado
En el límite de un camino, un tanto alejado de él pero bastante visible para quien eche un simple ojo, el lugar perfecto para lo que hemos planeado, Togashi se sitúa al noroeste para vigilar, mi clon se adelante hacia la costa, a metros de mi ubicación, el agua es su mejor camuflaje ya que en parte está echo de ella, yo en cambio formulo un simple sello.
- Henge no jutsu
Una pequeña explosión de humo desvela un anciano, cargado con una gran mochila, la carencia de pelo y esa constitución tan flacucha me hacen ver bastante débil y cansado, una presa suculenta para unos pobres atontados que no saben donde se van a meter.
Los minutos transcurren, Togashi sigue escondido ya que está a un rango como para detectarle si me concentro en su ubicación, mi clon igual, ambos en posición, yo de mientras sentado en el suelo mientras masajeo mis pies y pronuncio varios quejidos propios de la edad, trato de imitar a los ancianos que veo por la villa.
- Maldición, esta humedad me viene fatal para los huesos - comento mientras me acaricio la espalda.
- Vaya vaya ¿pero que tenemos aquí? - una voz acompañada de tres figuras que emergen de los matorrales - ¿necesitas una mano viejo?
- Pues claro que la necesita ¿no ves que tan cargado va?
- Vamos viejo, déjanos ayudarte, como jóvenes tenemos esa obligación - veo que este último sonríe maliciosamente.
Tras una media hora se ve que han caído, tal vez andaban esperando a ver si estaba acompañado o no, o tal vez me hayan detectado al instante, me dan a entender que como dice el informe, se tratan de unos bandidos de pacotilla, con nula formación ya que no se han dado cuenta de Togashi y de mi clon, se han comido el teatrillo completamente.
Se tratan de dos hombres y una mujer, la mujer ataviada con media cara tapada, mostrando solamente los ojos, pero eso mas ese largo pelo me hacen ver su condición, los dos hombres son mas directos, no ocultan su rostro ni nada, ni siquiera van armados aunque las armas que portan son totalmente visibles, la mujer porta un tanto y los hombres un par de dagas, realmente patético.
El plan va según lo acordado, Togashi antes de separarnos me dio una bomba de humo un tanto especial, eso sería la señal para iniciar la siguiente parte del plan, mi respuesta ante sus palabras ha sido lanzar contra el suelo esa bomba de humo, causando una explosión en el lugar pero de color rojo, la señal que Togashi y mi clon esperaban.
- ¿Pero que cojones?
- Corred insensatos, es una trampa
- ¡Mierda otra vez no!
Tras dispersarse el humo a la par que mi transformación observo como Togashi con gran rapidez ya está a mi lado, mientras el trio con cierta celeridad salen corriendo al lado contrario, ahora entiendo porque no han podido capturarlos, a pesar de ser extremadamente estúpidos son rápidos, pero para eso está mi clon el cual parece no hacer acto de aparición como mi compañero, ya que sigue en el agua, en los límites siguiendo a ese trio a la distancia, observando hacia donde van. No podemos atraparlos todavía, no aquí, lo primero es intentar encontrar su guarida y si son más acabar con ellos antes de que lleguen sus refuerzos, esa es la misión de aquel clon de agua.
Togashi y yo vamos tras de ellos, con nuestras armas preparadas, manteniendo la distancia hasta que el clon dé el aviso de que podemos proceder a capturarlos, veo que Togashi es bastante rápido y se contiene para no ponerse a la par de los ladrones, es tan solo cuestión de tiempo.
El trío parece tener su guarida o zona de escape en una de las pequeñas islas que no están conectadas por ningún puente, islas que supuestamente están abandonadas y nadie vive en ellas, está claro que es el sitio ideal para una guarida de bandidos o para hacer algo si no quieres que el resto se entere,
- Pero ¿tu ves eso?
Si teníamos dudas de si los bandidos son peligrosos en términos de poder o formación ya sabemos que no, no al menos del nivel de un shinobi, de un Genin incluso, mi compañero y yo observamos como de entre unos matorrales el trio sacan un pequeño bote con la intención de cruzar el lago hasta la pequeña isla, excepto la mujer que va corriendo a la par que ellos por encima de agua, al menos una de los tres sabe usar el chakra.
- Togashi ve a por la mujer, yo me encargo de estos dos
Confió en él, es más rápido que yo y encima si logra alcanzarla antes de llegar a tierra esa mujer está perdida, el Raiton de Togashi tiene que ser bastante efectivo si su oponente anda en contacto con el agua como en estos momentos.
Por mi parte todo está ya echo, el clon al percatarse de la barca y con cierto sigilo ha llegado hasta el bote donde los dos bandidos con desesperación reman con ímpetu para huir de nosotros, pero ya es tarde.
Una pequeña explosión sacude el lugar, mi clon nada mas llegar al bote sin ser visto lo primero que ha echo es plantar un sello explosivo en la barca y detonarlo al instante, dejando sin medio para ir por el agua que no sea a nado, ya eran míos por mucho que intenten luchar.
- Suberu - un simple sello se forma en mi mano.
Noto como a mis pies el agua se empieza a congelar, haciendo que mis movimientos en el agua sean más rápidos y ágiles, como si patinase sobre el hielo, al parecer los dos ladrones han sobrevivido a la explosión, tampoco buscaba matarlos si no dejarles sin medio de transporte, con gran rapidez me poso en la espalda de uno de ello, el más grande y el más lento, un golpe seco en el cuello y cae desplomado, el otro que va mas adelantando no iba a tener tanta suerte ya que está a punto de pisar tierra, alzo la mano hacia él mientras que en mis dedos empiezan a asomar unos pequeños huesos, apuntando a las piernas, no puedo dar a matar
Con un movimiento de la misma mano lanzo los huesos hacia su destino, al ver como el bandido cae al suelo entre gritos esbozo una gran sonrisa, he dado en la diana, tan solo me limito a recoger al que tengo al lado flotando inconsciente en el agua y voy en dirección hacia aquel pobre desgraciado que no paraba de gritar tirado en el suelo.
La lluvia empieza a caer, acompañado de un rayo que rompe el ambiente, bastante fuerte y cercano, a pesar de ello sigo hacia mi objetivo, andando lentamente hacia él mientras en el hombro cargo con su compañero inconsciente, todavía le tiene que quedar un rato para que se despierte, con una gran y maliciosa sonrisa miro al pobre bandido tirado en el suelo mientras se agarra una de sus piernas, parece que he dado en el blanco, uno de los huesos está clavado en la rodilla, no es muy profundo pero si que es muy quejica entonces.
- ¡Otra vez tu! ¡Déjame en paz!
- Vaya, ya decía yo que me sonabas - lo miro con una sonrisa aun mas abierta al recordar la cara de ese ladrón.
Hace un tiempo me fue asignada una misión de escolta, nada de lo común ni peligroso, mero protocolo de seguridad pasiva, pero al final un pobre estúpido e iluso ladrón intentó emboscar a mis protegidos, él solo y con una daga tan oxidada como su cerebro, no lo maté por aquel entonces ya que me daba incluso pena, se ve que se ha aliado con dos más, aunque la líder parece ser la mujer que seguramente ya estará bajo las manos de Togashi.
Con cierto forcejeo ato al bandido desvalido y al inconsciente, no quiero ninguna tontería y tener que matarlos cuando tenemos que llevarlos a la villa con vida para sonsacarles información, no creo que estén solos y seguramente acaten ordenes de la mujer o de alguien más superior que sea su jefe. Con algo de dificultad agarro a los dos hombres y cruzo el lago hacia la orilla donde nos separamos, al llegar observo a Togashi caminando hacia mi ubicación con una gran sonrisa.
- Vaya Melessar veo que me has ganado en la captura, tienes doble presa jeje - observo que porta en los hombros a la mujer, inconsciente y atada, al observar más de cerca veo algunas quemaduras en el cuerpo de la mujer- esta sabía algo de ninjutsu pero nada que pueda hacer contra mi Raiton - sonríe.
- Bah, estos dos son mera basura - le respondo con seriedad, ya que parece que Togashi al menos se lo ha pasado bien.
- Menudo susto me pegaste con esa explosión pero no ha estado mal usar tu clon para eso - empieza a reírse.
La verdad es que la idea surgió de una misión anterior, donde tuve que ir al país de la hierba para participar en un concurso de setas, allí tuve que desactivar un pergamino con un sello explosivo, obviamente dado la peligrosidad de ello utilicé uno de mis clones de agua para hacerlo, tras una fatales consecuencias donde acabó explotando y casi llegando a herir a Yuta y a Kin por error, desde ese día aprendí un uso bastante curioso para los clones, pero siempre con precaución de no llegar a herir a mis compañeros.
- Nada del otro mundo, todo controlado - río a la par que Togashi.
El resto del camino se hace bastante ameno a pesar de la tormenta, algo agradecido por ella, hace el camino más rápido ya que a mi compañero no parece agradarle este temporal y además cargados con estos tres, yo intento tomármelo con más calma, disfrutando el momento, la lluvia y el sonido de los truenos rompiendo el ambiente.
Nada mas llegar a las puertas de la villa los guardias se hacen cargo de los tres bandidos llevándoselos a prisión para posteriormente sacarles información, por parte de Togashi y mía tenemos que ir a la oficina del Mizukage y presentar nuestro informe de la misión con todos los detalles.
- No ha estado nada mal Melessar, espero que nos den mas misiones juntos
- Ha sido bastante placentero la verdad
Por lo que se ve, algunos bandidos de pacotilla se han juntado para empezar a llevar a más sus robos y atracos, entonces es cuando llega el punto en donde la villa se fija en ellos y en vez de ignorarlos ya se les empieza a considerar molestia y antes de tener que matarlos es mejor capturarlos y encerrarlos para así sonsacarles información relevante para la villa, como si son más, si pertenecen a una banda, etc.
El ruido de la inminente tormenta resuena de repente, sacándome de mis pensamientos, con una sonrisa miro hacia el cielo, el día promete, pero mi compañero todavía no ha llegado, aunque queda poco para la hora acordada en la puerta de la villa.
- Vaya Melessar, así que eres tu ¿eh?
- Togashi, cuanto tiempo - mi mirada se posa en aquel chico, un compañero de academia y graduado el mismo día que yo, recuerdo que es bastante hábil, aunque de eso ya ha pasado un tiempo y yo he cambiado, seguro que él también.
- No me dijeron que iría contigo - me ofrece su mano a la par que esboza una gran sonrisa - demos lo mejor los dos
- En efecto - estrecho la mano de Togashi - además el día nos acompaña
Togashi sabe a que me refiero, todos mis compañeros de la academia sabían de ese gusto tan peculiar por la lluvia y este clima, ellos también ya que todos hemos nacido y crecido con este clima, pero donde el resto se solía encerrar cuando el día era lluvioso como el que pinta ser hoy, yo no, yo salía al jardín de la academia a pesar de ello, disfrutando como el agua calaba mi cuerpo.
- ¿Tienes algo pensado de como hacerlo?
- Un par de ideas me surcan por la cabeza ¿has pensado algo?
- ¿Qué te parece si les tendemos una trampa? - comenta Togashi mientras caminamos hacia la zona donde se suponen que actúan la pandilla.
- Buena idea, además podemos usar esto - mis manos empiezan a moverse formando unos sellos.
- ¡Ala! Yo no puedo hacerlo, se ve que no soy muy afín al Suiton como tu jeje
Al lado mía aparece un clon igual que a mi, es cierto que el Mizu Bushin es una herramienta bastante útil, sobre todo si dominas el elemento agua, además es una técnica secreta de Kirigakure, pero es cierto y mal no recuerdo a Togashi se le daba mejor el elemento Raiton.
- Parece que con tu Suiton y mi Raiton podremos hacer algo interesante
- Lo primero es dar con ellos
En el informe de la misión nos delimitaron una zona, supuestamente es el sitio donde esos bandidos andaban atracando a mercaderes desvalidos o gente débil, al punto de que han llegado a matar a una persona, por eso la villa habrá decidido tomar cartas en el asunto, las órdenes son sencillas, capturarlos con vida si es posible, pero no anteponiendo la nuestra claro está. Por el camino hacia un conjunto de pequeñas islas Togashi y yo decidimos ultimar el plan para intentar atraerlos, lo único que no sabemos el número de bandidos, por eso primero es tender un cebo y observar como reaccionan.
- Lo dicho Melessar, voy a mi punto
- Ten cuidado
En el límite de un camino, un tanto alejado de él pero bastante visible para quien eche un simple ojo, el lugar perfecto para lo que hemos planeado, Togashi se sitúa al noroeste para vigilar, mi clon se adelante hacia la costa, a metros de mi ubicación, el agua es su mejor camuflaje ya que en parte está echo de ella, yo en cambio formulo un simple sello.
- Henge no jutsu
Una pequeña explosión de humo desvela un anciano, cargado con una gran mochila, la carencia de pelo y esa constitución tan flacucha me hacen ver bastante débil y cansado, una presa suculenta para unos pobres atontados que no saben donde se van a meter.
Los minutos transcurren, Togashi sigue escondido ya que está a un rango como para detectarle si me concentro en su ubicación, mi clon igual, ambos en posición, yo de mientras sentado en el suelo mientras masajeo mis pies y pronuncio varios quejidos propios de la edad, trato de imitar a los ancianos que veo por la villa.
- Maldición, esta humedad me viene fatal para los huesos - comento mientras me acaricio la espalda.
- Vaya vaya ¿pero que tenemos aquí? - una voz acompañada de tres figuras que emergen de los matorrales - ¿necesitas una mano viejo?
- Pues claro que la necesita ¿no ves que tan cargado va?
- Vamos viejo, déjanos ayudarte, como jóvenes tenemos esa obligación - veo que este último sonríe maliciosamente.
Tras una media hora se ve que han caído, tal vez andaban esperando a ver si estaba acompañado o no, o tal vez me hayan detectado al instante, me dan a entender que como dice el informe, se tratan de unos bandidos de pacotilla, con nula formación ya que no se han dado cuenta de Togashi y de mi clon, se han comido el teatrillo completamente.
Se tratan de dos hombres y una mujer, la mujer ataviada con media cara tapada, mostrando solamente los ojos, pero eso mas ese largo pelo me hacen ver su condición, los dos hombres son mas directos, no ocultan su rostro ni nada, ni siquiera van armados aunque las armas que portan son totalmente visibles, la mujer porta un tanto y los hombres un par de dagas, realmente patético.
El plan va según lo acordado, Togashi antes de separarnos me dio una bomba de humo un tanto especial, eso sería la señal para iniciar la siguiente parte del plan, mi respuesta ante sus palabras ha sido lanzar contra el suelo esa bomba de humo, causando una explosión en el lugar pero de color rojo, la señal que Togashi y mi clon esperaban.
- ¿Pero que cojones?
- Corred insensatos, es una trampa
- ¡Mierda otra vez no!
Tras dispersarse el humo a la par que mi transformación observo como Togashi con gran rapidez ya está a mi lado, mientras el trio con cierta celeridad salen corriendo al lado contrario, ahora entiendo porque no han podido capturarlos, a pesar de ser extremadamente estúpidos son rápidos, pero para eso está mi clon el cual parece no hacer acto de aparición como mi compañero, ya que sigue en el agua, en los límites siguiendo a ese trio a la distancia, observando hacia donde van. No podemos atraparlos todavía, no aquí, lo primero es intentar encontrar su guarida y si son más acabar con ellos antes de que lleguen sus refuerzos, esa es la misión de aquel clon de agua.
Togashi y yo vamos tras de ellos, con nuestras armas preparadas, manteniendo la distancia hasta que el clon dé el aviso de que podemos proceder a capturarlos, veo que Togashi es bastante rápido y se contiene para no ponerse a la par de los ladrones, es tan solo cuestión de tiempo.
El trío parece tener su guarida o zona de escape en una de las pequeñas islas que no están conectadas por ningún puente, islas que supuestamente están abandonadas y nadie vive en ellas, está claro que es el sitio ideal para una guarida de bandidos o para hacer algo si no quieres que el resto se entere,
- Pero ¿tu ves eso?
Si teníamos dudas de si los bandidos son peligrosos en términos de poder o formación ya sabemos que no, no al menos del nivel de un shinobi, de un Genin incluso, mi compañero y yo observamos como de entre unos matorrales el trio sacan un pequeño bote con la intención de cruzar el lago hasta la pequeña isla, excepto la mujer que va corriendo a la par que ellos por encima de agua, al menos una de los tres sabe usar el chakra.
- Togashi ve a por la mujer, yo me encargo de estos dos
Confió en él, es más rápido que yo y encima si logra alcanzarla antes de llegar a tierra esa mujer está perdida, el Raiton de Togashi tiene que ser bastante efectivo si su oponente anda en contacto con el agua como en estos momentos.
Por mi parte todo está ya echo, el clon al percatarse de la barca y con cierto sigilo ha llegado hasta el bote donde los dos bandidos con desesperación reman con ímpetu para huir de nosotros, pero ya es tarde.
Una pequeña explosión sacude el lugar, mi clon nada mas llegar al bote sin ser visto lo primero que ha echo es plantar un sello explosivo en la barca y detonarlo al instante, dejando sin medio para ir por el agua que no sea a nado, ya eran míos por mucho que intenten luchar.
- Suberu - un simple sello se forma en mi mano.
Noto como a mis pies el agua se empieza a congelar, haciendo que mis movimientos en el agua sean más rápidos y ágiles, como si patinase sobre el hielo, al parecer los dos ladrones han sobrevivido a la explosión, tampoco buscaba matarlos si no dejarles sin medio de transporte, con gran rapidez me poso en la espalda de uno de ello, el más grande y el más lento, un golpe seco en el cuello y cae desplomado, el otro que va mas adelantando no iba a tener tanta suerte ya que está a punto de pisar tierra, alzo la mano hacia él mientras que en mis dedos empiezan a asomar unos pequeños huesos, apuntando a las piernas, no puedo dar a matar
Con un movimiento de la misma mano lanzo los huesos hacia su destino, al ver como el bandido cae al suelo entre gritos esbozo una gran sonrisa, he dado en la diana, tan solo me limito a recoger al que tengo al lado flotando inconsciente en el agua y voy en dirección hacia aquel pobre desgraciado que no paraba de gritar tirado en el suelo.
La lluvia empieza a caer, acompañado de un rayo que rompe el ambiente, bastante fuerte y cercano, a pesar de ello sigo hacia mi objetivo, andando lentamente hacia él mientras en el hombro cargo con su compañero inconsciente, todavía le tiene que quedar un rato para que se despierte, con una gran y maliciosa sonrisa miro al pobre bandido tirado en el suelo mientras se agarra una de sus piernas, parece que he dado en el blanco, uno de los huesos está clavado en la rodilla, no es muy profundo pero si que es muy quejica entonces.
- ¡Otra vez tu! ¡Déjame en paz!
- Vaya, ya decía yo que me sonabas - lo miro con una sonrisa aun mas abierta al recordar la cara de ese ladrón.
Hace un tiempo me fue asignada una misión de escolta, nada de lo común ni peligroso, mero protocolo de seguridad pasiva, pero al final un pobre estúpido e iluso ladrón intentó emboscar a mis protegidos, él solo y con una daga tan oxidada como su cerebro, no lo maté por aquel entonces ya que me daba incluso pena, se ve que se ha aliado con dos más, aunque la líder parece ser la mujer que seguramente ya estará bajo las manos de Togashi.
Con cierto forcejeo ato al bandido desvalido y al inconsciente, no quiero ninguna tontería y tener que matarlos cuando tenemos que llevarlos a la villa con vida para sonsacarles información, no creo que estén solos y seguramente acaten ordenes de la mujer o de alguien más superior que sea su jefe. Con algo de dificultad agarro a los dos hombres y cruzo el lago hacia la orilla donde nos separamos, al llegar observo a Togashi caminando hacia mi ubicación con una gran sonrisa.
- Vaya Melessar veo que me has ganado en la captura, tienes doble presa jeje - observo que porta en los hombros a la mujer, inconsciente y atada, al observar más de cerca veo algunas quemaduras en el cuerpo de la mujer- esta sabía algo de ninjutsu pero nada que pueda hacer contra mi Raiton - sonríe.
- Bah, estos dos son mera basura - le respondo con seriedad, ya que parece que Togashi al menos se lo ha pasado bien.
- Menudo susto me pegaste con esa explosión pero no ha estado mal usar tu clon para eso - empieza a reírse.
La verdad es que la idea surgió de una misión anterior, donde tuve que ir al país de la hierba para participar en un concurso de setas, allí tuve que desactivar un pergamino con un sello explosivo, obviamente dado la peligrosidad de ello utilicé uno de mis clones de agua para hacerlo, tras una fatales consecuencias donde acabó explotando y casi llegando a herir a Yuta y a Kin por error, desde ese día aprendí un uso bastante curioso para los clones, pero siempre con precaución de no llegar a herir a mis compañeros.
- Nada del otro mundo, todo controlado - río a la par que Togashi.
El resto del camino se hace bastante ameno a pesar de la tormenta, algo agradecido por ella, hace el camino más rápido ya que a mi compañero no parece agradarle este temporal y además cargados con estos tres, yo intento tomármelo con más calma, disfrutando el momento, la lluvia y el sonido de los truenos rompiendo el ambiente.
Nada mas llegar a las puertas de la villa los guardias se hacen cargo de los tres bandidos llevándoselos a prisión para posteriormente sacarles información, por parte de Togashi y mía tenemos que ir a la oficina del Mizukage y presentar nuestro informe de la misión con todos los detalles.
- No ha estado nada mal Melessar, espero que nos den mas misiones juntos
- Ha sido bastante placentero la verdad
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