Amanecer entre las rocas
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Última modificación: 12-01-2024, 02:37 AM por Marakaito.
Noche
Nueva Iwagakure no Sato - Nivel inferior
Plano astral

Habían veces en las que pasaría mirando al techo, contemplando como se verían las vistas del cielo arriba en ese instante. Eventualmente se convertiría en una costumbre hacerlo cada que la situación era de algún modo muy intensa para su suave corazón.

“¿En que piensas que tanto miras al techo? ¡Oh! ¿Acaso te sientes tímido de que vayamos de la mano?” El rubor en las mejillas del niño era prominente e hizo su mejor esfuerzo para no mirar al sonriente rostro de Elysia y avergonzarse más.

“S-si.” No había uso en mentir, estaba segura esta chica leía mentes por más que lo negara.

“Esta bien, es solo natural que te sientas así con una chica tan hermosa de tu lado, pero es por tu bien.” Mirando alrededor, Elysia veía por las calles una multitud de yokai que incluso con su autoridad como guardiana sería incapaz de impedirles tomar un gusto por Marakaito. La técnica que ahorita empleaba permitiría ocultar su presencia completamente mientras mantuviesen el contacto físico.

Marakaito estaba más aterrado de los yokai que ir de la mano con una mujer que no fuese su familia por eso era mejor desviar su atención a otras cosas hasta que pudiese acostumbrarse.

Pero de entre estas criaturas habían vistas simplemente muy bizarras; cantinas con brazos y piernas, ancianas que parecían recién salidas de la tumba, gigantes cabezones rojos con cuernos que entre sus afilados dientes masticaban carne cruda todavía sangrando, cabezas flotantes, manos colgando de arboles, ancianos sin cabeza con rostros en sus torsos, hombres de barro, aves con rostro humano, humanos con rostros de ave, güeyes con cuerpo de araña…

Solo tras un golpe de nauseas recordó lo que debía estar haciendo. ‘Claro, sigue mirando al techo.’

Era a veces sorprendente pensar que una gran aldea se encontrara bajo tierra. Tras varios años viviendo en la misma todavía no podía dejar de admirar la proeza arquitectónica que es. Uno de los pocos consuelos que podía sacar de vivir en el nivel inferior.

“Dime Marakaito ¿Alguna vez has visitado los niveles superiores de la aldea?” Inquirió Elysia mirando curiosa al chico.

‘¿Segura que no lees mentes?’ Miro Marakaito a ella. “Si, de hecho mi familia solía vivir en el nivel superior.” Algo de lo que le gustaría presumir más seguido si no fuese por el prejuicio que traía en estos lares.

“¿En serio?” Oír la sorpresa en su voz fue algo bastante placentero para su pisoteado ego.

“Sip, mi familia solía tener el dinero para ello. No eramos ricos pero nos manteníamos bien allí arriba.” La vista de los yokai alrededor suyo se volvía obtusa mientras entusiasmado recordaba su vida allí arriba, bajo un techo que nunca sería capaz de cubrir el vasto cielo entero.

“Mi infancia no fue la mejor pero fue la etapa más cómoda de mi vida, por supuesto yo era muy joven como para tener que preocuparme por la escuela o tareas del hogar.” Considerando que incluso ahora no hacía nada de eso, se sintió un poco avergonzado declarándolo.

“Entonces... ¿Cómo terminaste aquí?” Noto el cuidado de Elysia en hacer la pregunta pero era algo que no le incomodaba recordar, no mucho al menos.

“Nada. Solo que dejamos de tener tanto dinero y tuvimos que mudarnos al nivel medio, años más tarde dejo de ser más accesible a nosotros y nos mudamos al nivel inferior.”

“Uhm, eso no suena como ‘nada’”

“Bueno no es que seamos pobres, sea porque los precios subieron o los trabajos pagan menos simplemente vivir en un nivel se hizo más caro de lo que ameritaba.” Sería una mentira decir que el abandonar tu hogar la primera vez no dolía, pero sumado a las otras mudanzas subsecuentes a casas más baratas en un mismo nivel uno se insensibilizaba, no había casa en la que se quedase por más de un año por lo que tuvo bastante margen para adaptarse.

“Ya veo ¿Lo extrañas, no?” ¿Lo hacía? Por supuesto, le frustraba bastante de hecho, pero no había nada que podía hacer.

“Si… pudiera tratar de visitarlo si contactase con el resto de mi familia allá arriba, pero…” ¿No me quieren? ¿Los odio? ¿Me odian? ¿No los conozco? ¿Me olvidaron? No se siente correcto ninguna de las respuestas ¿Si tiene familia arriba porque no les pidió que lo llevasen allá aunque sea para una visita?

“No…” ¿Pero le escucharían? ¿Accederían para alguien que en su vida ha hecho nada por ellos o para si mismo?

“Solo se que no pueden.” Pero concedería en cualquier momento que su acción no era logica ¿Si tenía familia rica por qué no aprovecharse de ellos? Se lo debían o eso decía su madre, eran familia, tenían que apoyarse los unos a los otros, no distanciarse y olvidarse de la existencia del otro.

Pero todavía no encontraba el como justificar ese dicho, Marakaito no quería seguir entreteniendo temas frustrantes y cambio el tema. “¿Por qué preguntas?”

“Bueno…” En lo que avanzaban solo ahora Marakaito se daba cuenta que ya habían pasado de largo el festival y se encontraban en una calle despejada de humanos y yokai. Solo los postes de luz y ellos dos daban algo de vida al lugar.

“Marakaito,” Elysia no había hecho muchos cambios expresivos en su "cita", tal vez curiosidad o sorpresa, pero todo en el margen de la amigable y coqueta elfa rosada, pero cuando se dirigió a él, otra vez dio estos aires de seriedad. Elysia entonces llevo las manos de ambos al nivel de los ojos de Marakaito. “Te prometí que te protegería, pero también dije que solo tu puedes deshacerte del demonio en tu interior ¿No?”

“Si.” ¿Le haría hacer tomar la desición ahora? Elysia no había hecho mucho para convencerlo, es decir la otra opción era muerte, cosa que al más emocionalmente estable Marakaito no le apetecía, sin duda tomaría las pruebas.

“Perfecto.” Elysia junto ambas manos de Marakaito en la suya. Tal vez lo que tenía planeado era para inspirarle más confianza o implantarle más motivación, fue lo que Marakaito pensó. Sin duda bienvenido, dudaba poder hacer nada incluso si se trataba de vida o muerte, solo ha estado desperdiciando su vida después de todo

“Sostente fuerte.” Marakaito apretó sus manos lo más fuerte que pudo no sabiendo que esperar. Por poco pensó terminaría haciendo daño a Elysia con lo fuerte de su aprieto hasta recordar su constitución inhumana.



‘Es como una superhumana ¿Por qué me pedirá que me sostenga de sus manos? Acaso…’ Todos los comics que leyo en su vida pasaron frente a sus ojos en ese instante. ‘No, no es posible ¿No debería, no? Incluso si eres una espiritu guardian eso sería demasiado ¿Acaso puedes—?’ Y confirmando lo obvio de la manera más abrupta—

“¡¡¡GERONIMO!!!” Y con ese grito, Elysia se disparo hacía el cielo, o más bien techo.

“¡¡¡AAAAAAH!!!” La inmediata transición de inmóvil a ‘volando por los aires’ robo a Marakaito de la fuerza de su aprieto, pero Elysia sostuvo firme a Marakaito y no lo dejo ir, aunque el susodicho deseo haberse quedado en el suelo, en especial cuando Elysia no parecía desacelerar.

“¡¡EL TECHO!! ¡¡EL TECHO!!” Pero Elysia hacía oídos sordos, casi disfrutando la reacción del chico muerto de miedo.

“¡Wiiiiiiiiiii!” “¡¡AAAAAH!!”
Mentira, lo disfrutaba bastante.

Y pasando a través de los kilómetros de roca solida, ambos emergieron del suelo del nivel intermedio, donde las edificaciones eran significativamente más grandes y abundantes que en la superficie y el espacio aun más expansivo.

En las escuelas se enseña que el nivel intermedio existió segundo de entre los tres niveles pero tuvo un periodo de desarrollo más largo al ser en esencia la primera versión de la aldea que existio. Este nivel es para muchos la verdadera aldea oculta entre las rocas, metafórica y literalmente.

Contemplando el paisaje, Marakaito por un momento olvido a la velocidad con la que viajaban por los aires, el techo estando lo suficientemente alto como para darle unos varios segundos de vista panorámica de todo el nivel antes de que lo alcanzaran, casi como un cielo.

‘Cielo’ Marakaito miro hacía arriba el techo.

Entonces pasaron a través de este, los segundos se volvieron minutos, Elysia desaceleraba mientras tomaba vistazos a la expresión del chico sumido profundo en sus propios pensamientos como para notarlo, su ojos enfocados en lo que seguiría a continuación.

‘Lamento no haberte encontrado más temprano.’ Con esa silenciosa disculpa, Elysia se disparo nuevamente a la velocidad de antes, pasando en un instante a través de las capas de roca solida hasta llegar al—

“¡Nivel superior, aquí estamos!” Exclamo Elysia, moviendo su brazo libre para señalar a la ciudad bajo sus pies, pero Marakaito no pudo invertir más de un segundo en eso, porque lo primero que estuvo observando, lo primero que estuvo buscando, lo primero que estuvo imaginando fue—

“Cielo.”

Él inmediatamente supo que esto no podía ser real, alguna magia espiritual o un truco ninja, todo el paisaje, las sensaciones que permeaban sus sentidos, todo no se sentía más que un sueño, él no estaba verdaderamente allí. Pero, en sus vagos recuerdos, la sensación que le dio estar bajo el cielo fue similar.

“Este es el cielo del astral, un reflejo del cielo en el plano físico, no muy diferente, en mi opinión más hermoso, pero a gustos colores ¿No?” Ella sonreía, y el cielo también, con los rayos de luz atravesando el horizonte quebrando a través de las nubes, iluminando el oscuro de la noche.

[Imagen: 1112990.jpg]

Era tan fácil tener sus emociones escurrirse por sus ojos, antes había sido el dolor de tener una mente partida en dos tratando de devorarse el uno al otro. Hace no mucho fue la caricia sanadora de un ángel que parecía saber todo de él, entenderlo bien, y entregarle todo su afecto de todas formas.

Minutos atrás fue tener su entendimiento del mundo quebrado, aunque eso fue más el miedo de hallarse kilómetros lejos del suelo, mantenido lejos de la muerte por la sola mano de una persona, cada vez más un ángel más literal.

Y ahora ser traído de vuelta al lugar de su infancia, casi como si fuera transportado a esa época donde todos se amaban a todos incondicionalmente.

“No te preocupes, el cielo no se ira a ninguna parte.” Lentamente empezaron a descender.

“Pero..." Entre sus ojos y nariz llorosa ya era difícil articular palabras, trato su mejor para contener su llanto primero antes de responder, pero entonces una mano acaricio su cabeza y la acerco al pecho de la contraria. "Tu iras a donde quieras ir."

'¿Donde quiera ir?' Algo que nunca supo responder con seguridad, pero que ahora no podía tener una respuesta más clara. En retrospectiva, era tan sencillo se quiso golpear la cabeza por haber sobre-pensado las cosas.

"...va a doler." ¿Tendría la fuerza para emprender el viaje?

"Y mucho." No consuelo en esa parte ¿eh? "Pero cuando sea mucho que cargar puedes venir a mi, o al resto de nosotros, y juntos compartiremos la carga."

A este punto, incluso si no tenía nada de confianza en si mismo para que alguien se empeñara tanto en darle ánimos, consolarlo e inspirarlo ¿Qué derecho tendría a retractarse?

"..."

¿Con que cara enfrentaría a su salvadora si dejara sus inseguridades deshacer todos sus esfuerzos, traicionando su confianza? Si no podía confiar en si mismo, solo tendría que confiar en la persona que confiaba en él.

Ni una palabra fue pronunciada después de eso, él único sonido proveniente de ellos fueron los llantos del niño ya no más reprimidos.


Amanecer
Nueva Iwagakure no Sato - Nivel inferior
Plano físico

Tras su visita al nivel superior de la aldea, Marakaito regreso a su cuerpo físico en el nivel inferior de la aldea, esta vez sin la ayuda de Elysia quien lo esperaba allí arriba, a que él haga el viaje hasta allá con sus propios pies de carne y hueso.

*SHRRIIIIP*

Ese había sido la primera y con suerte única hoja que arrancaría de su diario, lo hizo una ley nunca arrancar hojas de este para conservar su numero original, pero esta ocasión lo ameritaba.

Con unas tijeras clavaría la hoja en la puerta de su habitación, una nota que se leía como una larga y deprimente despedida, pero si fuese a embellecerlo de algún modo se perdería a "genuinidad" o eso pensaba Marakaito.

Había imaginado este escenario tantas veces donde dejaba su vieja vida atrás para iniciar una nueva, más emocionante y exitosa, pero nunca hubiese esperado o imaginado ninguno de los eventos transcurridos esta noche serían lo que le dieran la oportunidad.

Pero el resultado -esperaba- era mejor de lo que cualquier persona en la faz del mundo pudiera fantasear.

Aun así, mientras caminaba por el portón de su casa con mochila encima hacía la calle enfrente, 'pesar' se derramaba de sus ojos.

"Volveré."

Y mientras caminaba hacía su destino, no hallo como confiar en sus propias palabras.
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