[Evento Navidad] Los fantasmas de las Navidades pasadas [Ichimonji Hachigen]
LinkIcon Enlace al Post
Última modificación: 27-12-2023, 10:04 PM por Shin.
24 de Diciembre del 15 D.K.
1930
Cae la primera nieve, luego se derrite en rocío sobre el pasto.

Su primer contacto con el País de la Nieve le permitió descubrir que era un lugar con una naturaleza salvaje. El clima era extremo en aquella época del año, pero no era impedimento para que las celebraciones atrajesen la atención de turistas procedentes de diferentes puntos del mapa. Las cumbres de las montañas estaban coronadas por picos blancos que se perdían entre las nubes pero en aquella pequeña aldea los tímidos rayos de sol que les alcanzaban de lleno habían logrado derretir un poco la nieve del suelo y de los tejados.

Aquella festividad era importante para la mayoría, sobre todo para aquellos que tenían seres queridos con quienes celebrarla, no obstante, para él carecía de significado y de emoción. Desconocía como habían sido las cosas antaño y no podía imaginarse siquiera como hubiesen sido si las cosas hubiesen sucedido de una forma distinta. Ni siquiera sabía a ciencia cierta que era lo que le había motivado a viajar a un lugar tan lejano en inhóspito.

¿Acaso esperaba obtener respuestas a sus preguntas en aquel lugar pedido de la mano de los Dioses?

Caminó por las calles del lugar perdiéndose entre el gentío y un sinfín de puestos de pequeños y medianos comerciantes de productos de todo tipo que incitaban al consumismo y fomentaban la avaricia. No era una persona que se pudiese considerar adinerada, pero había logrado reunir los ahorros suficientes como para poder permitirse algún capricho de vez en cuando, además, había sido nombrado único heredero de todo lo que habían dejado sus padres cuando aún vivían, aunque el no recordase el prestigio y el poder económico que poseían.

Estaba ensimismado, perdido en sus propios pensamientos, cuando sin percatarse se chocó con alguien, desequilibrándose y cayendo al suelo.

Lo siento, no le he visto.
LinkIcon Enlace al Post
Última modificación: 27-12-2023, 06:01 PM por Ichimonji Hachigen.
—¡Jo, jo, jo! ¡Señora, póngame también una docena de esas bolitas rellenas de pulpo! —retumbó la voz de Ichimonji. —¡Y dos manzanas acarameladas!
—¡Marchando! —respondió sonriente la dueña del modesto puesto de takoyaki. —Pero, ¿no debería moderarse con la comida? Arruinará su apetito para la cena. —continuó la mujer, observando la montaña de comida que Ichimonji cargaba en su brazo derecho como si de un bebé se tratara.

La realidad era que Ichimonji llevaba ya un par de horas recorriendo el festival y no se había permitido dejar atrás ni un solo puesto de comida callejera sin antes haber comprado alguna cosilla para picar. La hora de la cena aun estaba lejos, pero...

—¡Jo, jo, jo! ¡No se preocupe, esta es mi cena! —rio Ichimonji. —Y se alargará hasta el final de la noche.
—Y-Ya veo... —contestó la mujer, sorprendida ante el voraz apetito del mastodonte.

Una vez hubo pagado y recibido su comida, Ichimonji continuó caminando por las nevadas callejuelas de aquel poblado de la Nieve con una sonrisa en su rostro y permitiendo que su mano izquierda pescara lo primero que encontrara dentro de aquella montaña de comida con la que cargaba para alimentar el gigantesco cuerpo del viejo shinobi de la Tierra.

—¡Jo, jo, jo! ¡Estas bolitas de pulpo no están nada mal!

La navidad se había vuelto una festividad simplona a los ojos de Ichimonji. Mientras pudiera pasarse Nochebuena comiendo y riendo, aquella fecha habría sumplido su propósito. Mientras pensaba en esto, sintió como una masa blanda golpeaba contra su barriga y luego caía al suelo. Ichimonji miró por sobre la montaña de comida que sostenía en su brazo derecho y logró ver a un joven de largos cabellos oscuros que desde el suelo le pedía perdón. El protector en la frente del muchacho le indicaba a Ichimonji que se trataba de un shinobi de Konoha (o al menos así deseaba presentarse ante los demás).

—¡Jo, jo, jo! No es muy común que la gente pase por alto mi presencia. ¡Será que he logrado perder algunos kilos! —rio Ichimonji mientras le ofrecía su mano izquierda, engrasada por la comida callejera, al joven. Ichimonji se percató de la mirada fría e imponente del muchacho y no pudo evitar reposar su vista en aquellos ojos tan extravagantes. —Conque no me viste... ¡qué ironía! ¡Jo, jo, jo!
LinkIcon Enlace al Post
El golpe no había dolido, pero la caída sí. Se había echo daño en el coxis, nada relevante, una sensación producida por el inesperado impacto contra el suelo. Debía quitarse la mala costumbre de sumirse tanto en su propia mente, sobre todo cuando estaba recorriendo lugares desconocidos y abarrotados. Existían una infinidad de momentos y lugares mejores para dedicar al silencio y a la introspección.

Estaba de suerte. Aquel sujeto no se tomó mal que hubiese chocado contra él, incluso mostró una actitud jovial y amable y le ofreció ayuda para levantarse. Alzó su zurda y cerró su mano sobre la del susodicho para levantarse del suelo y evitar así seguir llamando la atención de los transeúntes.

En realidad estaba sumido en mis pensamientos, tanto que había perdido la noción del tiempo y el espacio.

El individuo en cuestión mostraba una presencia imponente y un porte majestuoso. Su estatura y su complexión podía ser perfectamente envidiada incluso por aquellos más jóvenes que él, su barba le confería un matiz de sabiduría y experiencia, la cual hacía una perfecta oposición con su cabeza, totalmente libre de pelo. Sus ojos eran grandes y vivos, muy expresivos, como si no tuviese ningún tipo de filtro a la hora de mostrarse al mundo. Su vestimenta era de todo menos opulenta, no obstante, le sentaba como un anillo al dedo, le daba un aspecto humilde pero impoluto. En definitiva, parecía ser alguien que había vivido un sinfín de historias y que contaba con el bagaje suficiente como para haber aprendido de ellas y haber alcanzado el clímax de su madurez. Alguien así no se encontraba todos los días. Alguien de quien poder aprender.

Disculpe mis malos modales. No he tenido la oportunidad de presentarme. Me llamo Shin, es un placer conocerle —dijo soltando su mano tras estrecharla un par de segundos.
Salto de foro:

Usuarios navegando en este tema: 1 invitado(s)