(Auto Narrada) Alumnos Problemáticos [Rango C]
LinkIcon Enlace al Post
El sol empezaba a asomar, anunciando así el inicio de un nuevo dia, poco a poco los rayos del sol empiezan a filtrarse por la cortina alumbrando la habitación, a simple vista parecía vacía, para mi tenía lo justo y necesario.

- Creo que está todo – repaso las herramientas y utensilios que siempre suelo llevar para cualquier situación que se precie.

Hoy era un día especial, al menos para mi ya que desde mi graduación había echo pocas misiones y esta vez sentía ciertas ganas por la nueva misión que se me había asignado, al menos esta vez han tomado en cuenta mis prioridades.

Lo comenté con la profesora Nahabe, antiguamente profesora mía en la academia, a pesar de que ya había acabado mis estudios y era ya un Genin solía visitar la academia de vez en cuando ya que había echo muy buenas migas con los profesores y concretamente con ella, tal vez porque fue nuestra tutora y encargada de nuestro avance, además fue ella quien me ayudó a cultivar mis habilidades.

Y por fin había llegado el momento, tal y como solicité poder echar una mano en la academia con los alumnos o simplemente haciendo algo que ayudase a los profesores, un buen inicio para comprobar si ser profesor sería uno de mis objetivos finales, nunca había pensado que quería hacer en un futuro más allá de ser ninja y servir a mi villa, pero siempre me fascinó la academia, el saber que ocupa allí es inmenso y ver crecer a las nuevas generaciones, cultivarlas, es algo que me atrae en cierta parte.

Mi inquietud era tal que madrugé mas de la cuenta, no podia estar mas rato en la cama dando vueltas, pensando en como iria el dia, en cuales podrian ser mis tareas, así que me levanté antes del amanecer para preparar las cosas.

Lo primero fue darme un baño para ir presentable, una vez terminado me preparé un té caliente y aquí estaba, terminando de preparar la mochila.

- ¡Hora de ponerse en marcha!

Las calles estaban todavía un poco vacías, la gente de la villa andaba ahora mismo despertando, solo unos pocos estaban despiertos como yo, trabajadores de comercios y restaurantes, muchos pasando bostezando todavía mientras me saludaban con la mano como señal de buenos días.

- Vaya Melessar, has llegado temprano, veo que en eso no has cambiado – la profesora articula una pequeña carcajada.

- Buenos días profesora Nahabe – hago una pequeña reverencia en señal de respeto.

- Menos formalismos, que ya no eres uno de mis estudiantes – sonríe mientras me echa una mirada – veo que has crecido ¿eh?

Sonrío ante sus palabras, la verdad es que se me hacía raro no tratarla de usted y con respeto, tantos años haciéndolo de esa manera que ya era una costumbre arraigada en mi.

- En fin, veo que tu mismo solicitaste estar aquí – ríe aun más – no sabes donde te estas metiendo pequeño

No creo que sea para tanto, seguramente esté asustándome un poco para que no me confíe, no lo voy a hacer de todas formas, la confianza es el primer paso para el error.

Mientras vamos andando por los pasillos la profesora me comenta que seré su apoyo con los de primaria, sobre todo para tenerlos entretenidos en las horas libres y ser su apoyo en las clases, pero sobre todo evitar que mientras no tengan clases no molesten a los de ultimo curso los cuales por sus pintas estaban bastante alterados, los entiendo, los exámenes finales son momentos de mucho estrés.

- Antes de que empiecen a venir las fieras déjame avisarte, no te confíes, pueden ser niños pero son unos monstruos – Nahabe me mira serio - ¿podrás con ellos?

- Tranquila profesora Nahabe, me las podré apañar

De mientras empiezan las clases ella me invita a un pequeño tentempié en la sala de profesores, a pesar de mi negativa ella insiste en que debo de coger fuerzas para el día que me espera, no es la única que lo dice, se que ve que entre todos los profesores se han puesto de acuerdo para meterme el miedo.

Poco a poco la academia se va llenado, los alumnos empiezan a llegar, los de curso mas adelantando van llegando antes hasta que por último unos gritos empiezan a llenar la academia, ahí estaban, los alumnos de primero, niños con una energía como para parar un camión.

- Empieza el espectáculo – me susurra la profesora con una sonrisa un tanto divertida.

No recordaba que fuéramos así, al menos en mi cabeza no recuerdo que nosotros fuéramos tan, como llamarlo, caóticos. De repente una marabunta de niños entró a la clase como si de una estampida tratase, niños corriendo como locos, sentándose en un sitio y otro, hablando a voces y cambiándose de asiento en menos de un segundo, la profesora callada ante tal numero, esperando a que el ambiente se calmara y los niños de una vez estuvieran sentados.

- Hachiko ven aqui – exclama un niño.

- No, aqui Hachiko, al fondo se está mejor – grita otro niño.

Las voces y los gritos duran poco más de un minuto hasta que casi la gran totalidad esta sentado, no casi todos, eso si, por muy sentados que estén siguen hablando entre ellos, no sabía que hacer, simplemente observaba callado a la profesora.

- Muy bien chicos, ya estamos todos así que silencio – la voz de la profesora resuena por toda el aula a la par que ella cierra la puerta – hoy tenemos un invitado especial, ven Melessar

Me pongo al lado de la profesora Nahabe, nuevamente me presenta, esta vez como su ayudante en el día de hoy, la gran mayoría de los niños parecen no prestar mucha atención, aun así ella sigue con la explicación.

- Como en un futuro seréis vosotros, Melessar antes fue unos de mis alumnos y ahora es un ninja graduado, aunque para vosotros todavía queda un largo camino, así que para esto estamos aquí ¿verdad? Para aprender y poder llegar a ser un ninja como él y como los demás

De repente la sala empezó a llenarse de voces nuevamente, miles de preguntas de los niños, muchas absurdas, típica de la edad.

- ¡¡Guau¡¡ un ninja de verdad

- ¿Has matado a alguien? ¿a cuantos?

Con un leve gesto de Nahabe los niños se quedan callados, hasta ese momento se me había olvidado el don que tiene ella para los niños, y también otra cosa... nunca quieres ver a la profesora Nahabe enfadada... nunca.

Las clases empezaron en seguida, Nahabe me puso un asiento al lado de su mesa, al principio ella solo explicaba lo básico, hasta que me dijo que me pusiera en la pizarra para apuntar lo que ella me fuera diciendo.

Tocaba clase elemental, Nahabe les explicó el sistema de elementos del chakra, que tipo de elementos son, los mas básicos, el como cada uno tiene un elemento predilecto y algunos incluso más de uno. De mientras yo apuntaba todo en la pizarra, así como un esquema de los elementos, en círculo como si de un reloj se tratase, con flechas apuntando que elemento tenía ventaja sobre otro y su debilidad, algo básico pero para ellos era muy importante para empezar.

Luego vino la teoría y las matemáticas, el como calcular la distancia entre tu y el objetivo, la fuerza y dirección de viento, como todos estos factores influyen en todo, en el olor para detectar o ser detectado, en la fuerza que debes emplear para lanzar algo y no fallar a pesar de las fuerzas ambientales del momento, el como predecir que movimiento hará el objetivo.

Cuando me quise dar cuenta había llegado la hora del recreo, la parte mas delicada y la razón del porque yo estaba aquí en realidad, tener a esa manada de bestias bajo control y evitar que hicieran alguna gamberrada molestando a los de otros cursos. Para cuando me quise dar cuenta estaba tan exhausto que creía que se había acabado el día, pero solo acababa de empezar para mi.

- Bueno chicos, ahora iréis con Melessar al patio – me mira como si fuera un corderito a punto de entrar en el matadero – sed buenos y comportaos, yo estaré en la sala de profesores de mientras

El silencio se hizo dueño del lugar, duró poco rato, tan solo Nahabe cerró la puerta del aula y el ruido de sus pasos desaparecía empezó el espectáculo.

Gritos por todos lados, unos llamándose a otros, en el fondo un pequeño grupo enseñándole a otro unos globos que previamente llenarían de agua o vete a saber, esto iba a ser peor de lo que pensaba pero tenía una idea en mente, algo que la profesora me había echo recordar y que funcionó con vosotros, mientras el jolgorio seguía yo me puse en el centro del aula a la par que me arremangaba el brazo izquierdo e iba acumulando un poco de chakra.

- ¿Alguien sabe cual es la habilidad de mi clan? - nada mas terminar la frase un hueso puntiagudo empezaba a asomar por la palma de la mano, intenté controlar la regeneración para que tardase un poco más en cerrar para que el hueso que sobresaliese se tiñera un poco de mi sangre - ¿sabéis que con el control adecuado también podemos manipular los huesos de los demás?

Mi semblante era serio, frio, era mentira pero dudo que alguno de ellos tuviera siquiera idea de lo que hablaba, mi clan era conocido en la villa y su habilidad también, pero dudo que aquellos niños tuvieran idea de las limitaciones de nuestro Kekke Genkai ya que solamente podemos controlar nuestros huesos, nada mas, pero me vendría de perlas para que al menos dejaran de causar ese griterío y tener su atención.

- Podemos hacer las cosas de dos formas – el hueso termina cayendo de la palma de mi mano, recojo el intento de tanto que he echo, tampoco me he esmerado mucho en ello – podemos hacerlo por las buenas, vamos todos al patio y jugamos un rato entre todos – sonrío malévolamente hacia el grupo del fondo – o podemos hacerlos por las malas, total, un hueso mas que menos no es ningún problema para mi

El silencio nuevamente se hizo dueño de lugar, unos pocos me miraban con cierto temor, sobre todo dos niñas pequeñas las cuales estaban con los ojos como platos, pero el grupito del fondo, los que planeaban hacer alguna trastada con esos globos se quedaron callados mirando al resto.

- Bien, ahora en fila y en silencio de no molestar vamos a salir al patio

En esta parte no me hicieron mucho caso, pero al menos el jolgorio que había en clase se traspasó al patio de la academia, la gran mayoría aprovechó la nieve caída de esta noche en hacer muñecos de nieve, otros empezaron a tirarse bolas de nieve entre ellos, aun así estaban demasiado revueltos y algunos estaban demasiado cerca de las ventanas de las demás clases.

- ¿Qué os parece un juego? - alzo la voz para que todos me escuchen - si me encontráis os daré una sorpresa a todos

Quizás una de las maneras más fáciles de ganarte a unos niños es esa, prometerles algún regalo, con eso te los ganas, poco a poco se fueron reuniendo alrededor de mi, en la zona mas alejada del patio, tenía su total atención.

- Ahora que estamos todos podremos empezar – doy una rápida mirada a todo el grupo – aunque esté escondido que sepáis que os vigilo así que mas os vale no molestar a los del curso superior, si me entero os quedáis toda la clase sin nada ¿entendido?

Al unísono todos alzan la mano con señal de afirmación, hago un simple sello y de repente donde solamente había un yo, ahora éramos cinco, un simple Bushin no Jutsu, no engaña a nadie con cierta formación, pero para unos niños de primero es más que suficiente.

- Buena suerte chicos – de repente los cinco desaparecemos a ojos de los niños.

Cada copia se iba dividiendo alejándose cada vez más de mi, la primera copia desapareció al subirse al tejado, otra al cruzar una esquina diferente a la mía, estaba todo bien, la cosa era distraerlos y no dejarles tan claro mi ubicación, entonces se me ocurre una idea.

- Henge no Jutsu

Lo vi perfecto, al girar por una parte de la academia vi los cubos de basura a un lado de la pared, disfrazarme en uno de esos cubos me valdría para tenerlos buscándome un buen rato, estaba bastante bien ubicado y al no ser que decidieran tocarlo no me descubrirían, además los niños suelen ser un poco aprensivos a la hora de mirar en la basura.

Poco a poco las copias que me quedaban iban despareciendo, cada una se fue para un lado distinto a mi ubicación menos una, que se quedó al limite del rango, observando a los niños hasta que uno de ellos lo vio y fueron a por él.

No se que habría pasado, pero al cabo de un rato la copia que me quedaba desapareció, tal vez al correr de los niños se alejó demasiado de mi ubicación o tal vez los niños lo lograron atrapar, supongo que al ver que desaparece en una nube de humo les daría mas rabia a la hora de encontrarme.

Vi que se organizaron en grupos, de vez en cuando pasaban al lado de donde seguía transformado en cubo de basura pero ninguno llegó a percatarse, estaban mas preocupados en mirar encima de los árboles, en el tejado, detrás de las vallas, pero lo mas importante era que estaban tan ensimismados en encontrarme que no escuchaba ninguna voz fuera de lugar, de vez en cuando se les escuchaba, los grupos se iban dando avisos entre ellos cada vez que registraban una zona, pero por el momento no se habían percatado del engaño.

- ¡Señor Melessar! – escucho las voces de los niños.

No creo que sea algo urgente, sobre todo por la entonación de la voz, más que nada creo que ya se habían dado por vencido, tal vez iba siendo hora de acabar, tanto rato en esta forma me estaba dejando agotado, eso más las primeras horas estaban siendo demoledoras y empezaba a notarlo.

Salí de mi escondite y con cuidado me acerqué a donde estaban todos los chicos, en el mismo sitio donde había empezado el juego, allí estaban todos, algunos seguían mirando por los alrededores buscándome, otros se habían cansado y estaban haciendo un gran muñeco de nieve.

- ¿Ya os habéis dado por vencidos? - aparezco andando como si nada hacia el grupo de chicos.

- Jo profe, eso no vale – articulo una pequeña sonrisa – usted puede desaparecer y nosotros no sabemos

Me río, no de malas, si no porque era algo tan obvio, la técnica del Henge es fácil de descubrir, pero claro, hay que tener una formación que estos chavales estaban empezando a tener.

- ¿Conocéis la técnica Henge no Jutsu?

De repente todo estalló, claro que la conocían pero parece ser que por ninguno de ellos pasó la idea de que podría estar usando la técnica de transformación, les dije donde estuve todo el rato, la cara de algunos de ellos al ver que estuvieron tan cerca y no haber caído en algo tan simple como eso.

- Recordar una cosa, en este mundo incluso algo tan simple como transformarte en un cubo de basura puede ser clave para evitar ser descubierto o incluso para escapar de una situación peligrosa, la imaginación es vuestra mejor arma, no os olvidéis nunca de esto

- Pero eso no vale, así que nos debes una sorpresa

La picaresca de la infancia, siempre intentando salirse con la suya y salir ganando siempre, sobre todo si hay un regalo o les prometes algo que les llama la atención, sonriendo me voy acercado al tronco de uno de los árboles mientras me siento apoyando la espalda en él.

- ¿Queréis sabes cual es la sorpresa? - saco la Shakuhachi mientras empiezo a acumular el poco chakra que me queda

De repente una melodía empieza a resonar por aquel patio, una melodía un tanto alegre, los niños se quedan mirando, algunos asombrados, otros un poco indiferentes ¿acaso la sorpresa era una simple y estúpida melodía?

- Esta nevando ¡Esta nevando!

- Kirime no Jutsu -

Un leve momento, lo suficiente como para invocar una pequeña llovizna y nada más, eso acompañado del frio del ambiente y de las fechas hizo que en vez de caer pequeñas gotas de lluvia, fueran pequeños copos de nieve, sabía desde el primer momento que salimos al patio que la nieve les gustaba, como a mi y como a todos los niños, no se pueden resistir a jugar con la nieve.

No sabría decir cuanto rato podríamos llevar, yo tocando la flauta, algunos de los alumnos no paraban de preguntarme sobre música, otros me pedían otra canción, los que no estaban ocupados jugando con la nieve, siempre con un ojo encima de ellos.

- Vaya vaya Melessar, al final se te va a dar mejor de lo que pensaba – la voz de la profesora Nahabe hace que todos incluyendo a los niños nos giremos hacia ella – esta bien chicos, recoged vuestras cosas que vuestros padres estarán a punto de llegar

Con una mirada me invita a seguirla hacia dentro de la academia, nuevamente acabamos llegando a la sala de profesores donde ella me pone sin decirle nada una taza de té caliente delante de mi.

- Muchos en su primer día acaban prefiriendo tirarse de cabeza contra un grupo de Anbus, mucho mas fácil de gestionar y menos peligroso ¿verdad? - dice entre risas mientras observa como a pesar de intentar mantener la compostura mi cansancio era bastante notable.

- Más peligroso no se, pero si que he salido mejor parado de algunas misiones mas difíciles – le respondo entre risas.

Los demás profesores que estaban por allí estallan entre risas, empiezan a contarme sus primeros días como profesores, por lo visto no era el primero que mandaban aquí pero si de los pocos que aguantaron todo un día entero con tremenda manada de bestias.

- Pero es que Melessar ha dado con la clave del éxito – comenta Nahabe – la música amansa a las fieras – nuevamente estalla en risas.

Tras terminar el té y charlar un poco más con ellos, o mas bien ellos contándome batallitas mi día se dio por terminado y menos mal, Nahabe me comenta que ella misma dará el informe de mi misión, que no me preocupara y me fuera a casa a descansar, un descanso bien merecido.
LinkIcon Enlace al Post
MISIÓN FINALIZADA
recompensas

Este tema ha sido cerrado.

Salto de foro:

Usuarios navegando en este tema: 1 invitado(s)