Última modificación: 26-12-2023, 12:54 AM por Shiga Yuta.
Un día ya pasado, la Navidad concluyo.
Pero aun no el viaje, en las cálidas aguas.
Yuta aun reposaba, en las aguas del hoyo.
Con las nieves cayendo, el vapor fundiéndolas.
Y los viejos recuerdos, como el rio que fluyo.
Tiempo atrás ya quedo, la primera Navidad.
Humilde en el templo, con su gran compañía.
Con una pasta de arroz, degustando novedad.
Una mayor porción a ella, porque aun mucho crecía.
Todo padre lo haría con total felicidad.
Siempre tenían poco, pero eran felices.
Viajaban por la región, con virtud y devoción.
Siguiendo su gran fe, en los sacros altares.
Los regalos eran ropa, huyendo la glaciación.
Siguiendo el camino, cantando unas canciones.
Dos inviernos se cumplen, desde aquel regalo.
Cosido de sus manos, la bufanda de azules.
Tejido frio de ver, cálido al tocarlo.
Un tesoro eterno, uniendo nuestros viajes.
El hilo del destino, creando un nuevo ciclo.
Pero el amanecer, llegaba con frialdad.
Su cuerpo reposaba, con paz y armonía.
Pero ella lloraba, en esa realidad.
Los monjes acudieron, pero no volvería.
Él ya descansaría, dejándola en soledad.
Volvía a su presente, en los cálidos baños.
Siempre se esforzaba, en sonreír con pasión.
Pero era inevitable, recordarlo en su adiós.
Y derramar lagrimas, frente su ultima oración.
"Te quiero muchísimo, y feliz cumpleaños".