Coliseo inmortal
LinkIcon Enlace al Post
Habían pensado en un mejor uso para esos sectarios que servir como sacos vivientes? Eran excelentes para entrenar, aunque como lo imaginarán, no era buena idea.

Tras descender más allá del nivel inferior, por una fractura que tenia décadas de haberse formado, y en donde escurría el agua de los niveles inferiores. Un brillo fantasmal o de fantasía, dado por los hongos bio luminiscentes, indicaba la entrada a una enorme bóveda en donde se encontraba un coliseo clandestino.

Iluminado pobremente por esos hongos, un largo corredor daba hacia aquel lugar, el cual desaparecía entre las sombras, acobijando un lugar hecho con ruinas de otros tiempos, para luego dar a luz a un lugar enorme, hecho de roca tallada o trozos de estas.

En el fondo, una enorme arena de roca tallada y manchada en sangre seca se extendía decenas de metros de lado a lado, y debajo de esta, en una enorme prisión o calabozo, yacían los últimos inmortales. Encadenados como animales, con grilletes enormes y pesados, con cepos sobre sus cuellos y detrás de los barrotes, se oían los susurros de sus rezos impíos, rogando a su dios tener más víctimas.

¿Debía un demonio temer a un inmortal? No lo sé, pero no lo hacía. 

Colgado del techo, observé la arena desde las alturas, en donde los combatientes apenas lograban sobrevivir por knock out o por clemencia del réferi, mientras que otros morían brutalmente por esos fanáticos.

Uno de esos inmortales se percató de mi presencia en el techo de la bóveda. Su sonrisa manchada en sangre me sonrió, mientras sus manos seguían estrangulando a su víctima.

Mi mirada seria lo veia directamente a los ojos, retadoramente. No le tenia miedo, pero tampoco sabía si era prudente enfrentarme a él, sobre todo porque era inmortal... pero yo era un demonio.
LinkIcon Enlace al Post
Desde las sombras, me dejé ver. Los presentes vieron un demonio de piel roja y cuernos, ojos rojos, orejas puntiagudas y colmillos por dientes. No era algo usual y varios se mostraron a la defensiva. El organizador del torneo se quedó quieto un momento, sobre todo cuando vio mi bandana ninja.

-Oye ¿vienes a cerrar mi negocio?- gruñó uno de los criminales organizadores.

-Quiero probar suerte contra "El inmortal"- dije. Se hizo el silencio y los presentes intercambiaron miradas.

No era tan tonto, pues lo había estado observando desde el techo, desde las sombras, y había visto de lo que era capaz, así como de su insaciable sed de sangre.

Tras asentir el organizador con la cabeza, me dejaron pasar a la arena mientras otros iban por el inmortal. Una chica vestida en bikini de cuero negro y buenos atributos, tomó el micrófono en medio del escenario y anunció el combate.

-Gente, preparen sus apuestas. De un lado tenemos al Demonio de Iwa, el Oni rojo, Shen!- gritó la chica, y algunas personas ovacionaron- y en el otro extremo, al inmortal, al fanático, al nunca vencido, Kibito "Baldur".

En cuanto anunció el nombre del inmortal, las puertas se abrieron y un sujeto de barba y lleno de tatuajes entró al cuadrilátero. Sin pensarlo dos veces, aquél hombre se lanzó contra la chica, cargando toda su fuerza en un puño.

Con un salto lateral, corrí hacia donde el inmortal iba y con un rápido sprint, lo intercepté y con una patada en la barbilla lo elevé por los aires.

La chica cayó de sentón, aterrada pero a salvo, mientras que el inmortal yacía inexpresivo. La gente estaba sorprendida, pues nunca habían logrado golpear a "Baldur" de esa manera antes, y el propio inmortal lo sabía.

Reincorporándose en el aire, el inmortal cayó con todo su peso en un pie, mientras yo lo esquivaba a duras penas.

-Lárgate- dije entre dientes a la presentadora, la cual salió corriendo.

-Gokuen Ryuu- grité, lanzando un puñetazo tan fuerte, gracias a mi especialización de combate, que logré cotrarrestar el impacto de la patada del inmortal, incluso, resintiéndo este el impacto en su pie.

Ambos tomamos distancia.

Activé mi Oni dankai, incrementando mi fuerza, mientras que el inmortal caminaba, rodeándome. Tras sonreírme, corrió hacia mí con todas sus fuerzas, lanzando su pierna estirada contra mí.

Canalicé energía en mi dedo, y tras lanzar el impacto, mi dedo perforó la planta del pie del inmortal, el cual aulló entre una mezcla de dolor y placer. Con su otra pierna, me lanzó otra patada, haciéndome retroceder.

Canalicé otra vez energía en mi mano, haciendo crecer las uñas de mi mano derecha. El inmortal, concentrándose, comenzó a aullar después, y se lanzó contra mí girando.

Salté con un pie estirado hacia él, impactando su golpe giratorio. Ambos nos detuvimos mutuamente, pero él volvió a girar y me arrojó unos dos metros atrás.

Volvió él, girando hacia mí, cuando lancé un puñetazo con todas mis fuerzas, deshaciendo su spin, impactando su antebrazo, resintiendo el impacto. Luego, lancé cinco ataques consecutivos, arrojándolo al final unos cinco metros.

Antes de que pudiera recuperarse, canalicé chakra en mi dedo índice derecho, lanzándome hacia él, atravezando su cuello con mi dedo. La enorme uña de mi técnica anterior penetró un par de centímetros más,

El inmortal bajó la cabeza como reacción al impacto, y tras esto, retrocedió, desencajándose él solo del dedo. La gente estaba enmudecida.

"Baldur" sonreía, pero sus ojos mostraban odio. Había perforado su garganta y con mi uña arañado sus vértebras. Quería maldecirme, pero le era imposible hablar.

Se cruzó de brazos y comenzó a canalizar energía.

Con un gouken ryuu, golpeé su defensa, arrojándolo contra la pared de la arena, para posteriormente darle una rápida patada que lo elevaría diez metros en el aire. Dando vueltas, el desgraciado extendería sus brazos y, girando, caería como un taladro hacia el suelo.

Apenas lograría esquivarlo con un salto horizontal, pero ese taladro me perseguiría.

Lancé un kunai con sello explosivo, pero ni el kunai ni la explosión hicieron algo ante esa técnica. Saltaría y correría por las paredes, esquivando el taladro.

Realicé sellos, y manteniendo el último sello, apareció sobre mis dedos una llama que al soplarla, lanzó una llamarada extremadamante caliente que envolvería esa técnica giratoria. El taladro en llamas me siguió persiguiendo unos momentos más, mientras yo seguía soplando.

Finalmente, el inmortal dejó de girar. Estaba mareado por los giros y su piel, cabello y ropa dañados por el fuego. Volví a saltar hacia él, volviendo a agujerar su cuello. El inmortal se intentó alejar, pero lo sostuve con mi otra mano mientras canalizaba energía en mi dedo.

Con furia, me lanzó un puñetazo en las costillas, y otro golpe que apenas pude bloquear con mi otra mano, pero al final, lancé un rayo negro desde mi dedo, cortando la columna del inmortal desde adentro. La cabeza se fue hacia atrás, como si su cuello fuera un calcetín vacío, y todo su equilibrio se perdió.

Finalmente, el poderoso inmortal caería al piso.

El público yacía incrédulo y el silencio reinaba la arena, pero tras unos segundos, se escucharon ovaciones y abucheos.

-El ganador es Shen, el Demonio de Iwa- gritó la presentadora, otorgándome la victoria.

Baldur aún seguía con vida, pero ahora era incapaz de moverse, tan sólo podía mirarme con odio.

Tras tomar aire, reacomodarme mis ropas y alzar un brazo con el puño cerrado, caminaría afuera del lugar.

-Espera, ¿no quieres el premio?- me cuestionaría uno de los organizadores. Tomé el costal con dinero y saldría de ahí.
Salto de foro:

Usuarios navegando en este tema: 3 invitado(s)