Última modificación: 13-12-2023, 01:15 AM por Ryota Asano.
Tema de salida para la siguiente misión:
[Misión Simple] [Rango D] La Fuga del Fauno.
La mañana estaba fresca y agradable, perfecta para moverse o para algo mucho más osado: ¡Un viaje fuera de la aldea!
La idea en sí era muy emocionante para el muchacho de cabello blanco, aunque su rostro no lo demostrara. Con su típico rostro curioso e inexpresivo, nuestro inocente amigo se encontraba en las puertas de la aldea presentando la documentación necesaria para justificar su salida. ¿El motivo? Tenía una misión en el país del fuego, nada muy complicado pero aún así debía cumplir con el protocolo como cualquier otro ninja de su rango. El proceso era largo y tedioso, pero no le molestaba para nada, puesto que su imaginación lo mantenía lo suficientemente ocupado como para no preocuparse por esos temas: ¿Cómo sería el nuevo país? ¿Acaso tenía volcanes y lava ardiendo, como indica su nombre? Sinceramente esa posibilidad le daba un poquito de miedo, pero ¿Qué tal si en realidad era un territorio agradable? Sería un contraste muy pintoresco a su parecer.
Como el viaje sería largo, Ryota pidió treinta días de permiso para asegurarse de que no le faltase tiempo, pues tenía entendido que el viaje eran aproximadamente siete días, lo que haría un total de catorce días en ida y vuelta. No quería correr riesgos de poder llegar a ser considerado un traidor, así que pensó que aquel plazo de tiempo era más que suficiente para cumplir la misión y volver a casa sin tener que correr a contrareloj. No visitaría Konohagakure, puesto que la misión se llevaba a cabo en un pueblo ajeno a aquella aldea. Había preparado muy bien sus provisiones y aditamentos tanto para el camino como para la misión en si, además de una muda de ropa en caso de ser necesario y su banda ninja atada al brazo derecho. Solo necesitaba la aprobación de los encargados y emprendería el rumbo de manera inmediata.
[Misión Simple] [Rango D] La Fuga del Fauno.
07:22 AM
La mañana estaba fresca y agradable, perfecta para moverse o para algo mucho más osado: ¡Un viaje fuera de la aldea!
La idea en sí era muy emocionante para el muchacho de cabello blanco, aunque su rostro no lo demostrara. Con su típico rostro curioso e inexpresivo, nuestro inocente amigo se encontraba en las puertas de la aldea presentando la documentación necesaria para justificar su salida. ¿El motivo? Tenía una misión en el país del fuego, nada muy complicado pero aún así debía cumplir con el protocolo como cualquier otro ninja de su rango. El proceso era largo y tedioso, pero no le molestaba para nada, puesto que su imaginación lo mantenía lo suficientemente ocupado como para no preocuparse por esos temas: ¿Cómo sería el nuevo país? ¿Acaso tenía volcanes y lava ardiendo, como indica su nombre? Sinceramente esa posibilidad le daba un poquito de miedo, pero ¿Qué tal si en realidad era un territorio agradable? Sería un contraste muy pintoresco a su parecer.
Como el viaje sería largo, Ryota pidió treinta días de permiso para asegurarse de que no le faltase tiempo, pues tenía entendido que el viaje eran aproximadamente siete días, lo que haría un total de catorce días en ida y vuelta. No quería correr riesgos de poder llegar a ser considerado un traidor, así que pensó que aquel plazo de tiempo era más que suficiente para cumplir la misión y volver a casa sin tener que correr a contrareloj. No visitaría Konohagakure, puesto que la misión se llevaba a cabo en un pueblo ajeno a aquella aldea. Había preparado muy bien sus provisiones y aditamentos tanto para el camino como para la misión en si, además de una muda de ropa en caso de ser necesario y su banda ninja atada al brazo derecho. Solo necesitaba la aprobación de los encargados y emprendería el rumbo de manera inmediata.