Última modificación: 12-12-2023, 11:20 PM por Shin.
Pasó el ayer, pasó también el hoy, se va la primavera.
Atravesó la entrada de la villa con la suficiente antelación para llegar al punto establecido a la hora acordada, perdiéndose tras en el horizonte, internándose en la espesura del bosque.
Los frutos de su entrenamiento habían comenzado a dar sus frutos. Los shinobi de rango superior no habían pasado por alto el hecho de que el talento y la dedicación de Shin eran encomiables, quizás esa fuese la razón por la que le habían encomendado realizar aquella misión.
El encargo no parecía muy complicado de llevar. Un circo itinerante, que viajaba por diferentes naciones en tren, había sufrido un pequeño percance al descarrilar su medio de transporte. Por suerte nadie había resultado herido de gravedad, aunque un oso, llamado Freddy, que formaba parte del espectáculo deleitando al público con sus notables habilidades y su extraordinaria inteligencia, había desaparecido. El objetivo era sencillo: localizar y capturar al oso para llevarlo con su dueño, el ególatra y excéntrico Ryth Tsukushima.
Se trataba de una misión de rango D, la cual no llevaba ningún tipo de peligrosidad, acorde a su rango y experiencia, no obstante, las circunstancias que envolvían a la naturaleza de la misma eran cuanto menos extravagantes. Se había seleccionado un equipo formado por ninjas de diferentes villas para que la llevasen a cabo juntos, cuando él solo estaba más que capacitado para llevarlo a cabo sin necesidad de apoyo extra. No podía evitar pensar en que quizás las villas implicadas en aquella extraña colaboración escondiesen algo entre manos. Podía tratarse de cualquier cosa, quizás estaban tanteándose exhibiendo el poder de sus efectivos de forma deliberada pero sin una declaración de intenciones abiertas o, por lo contrario, era una especie de simulacro de como podía ser la colaboración entre los militares de las diferentes naciones para forjar una eventual alianza o enfrentarse a un enemigo en común.
Fuese como fuese, él tenía claro lo que debía hacer. Oír ver y callar.
Atravesó la entrada de la villa con la suficiente antelación para llegar al punto establecido a la hora acordada, perdiéndose tras en el horizonte, internándose en la espesura del bosque.