10 de Octubre 15 D.K
Entrada de Konohagakure no Sato, País del fuego
Después de recorrer hasta una ubicación alejada de la aldea de kumogakure y e ir desde allí a la aldea de konoha, padre e hijo habían llegado a su destino, la aldea de la hoja, la que supuestamente fue la más fuerte históricamente pero que Desafortunadamente ya no era lo de antes, perdieron guerreros importantes debido a los conflictos, habían perdido a sus líderes más importantes y ahora solamente era una aldea, que en comparación con la fuerza militar de Kumo, se quedaba muy atrás.
Habiendo llegado a las puertas, los chinoike esperarían un rato hasta que apareciera un shinobi sensorial o al menos alguien que los revisara. -Buenos días, somos shinobis de kumogakure, el es mi hijo Kiseki y yo soy Rasa, estamos aquí por una entrega de un paquete que me han mandado a traer, nos estaremos aquí unos días también de visita-. Dijo el chinoike mayor al encargado, dejando su armamento en la mesa del frente para que dieran revisión, haciendo que su hijo hiciera lo mismo, si le pedían sobre el paquete simplemente se lo entregaría dejando que mire su contenido.
Entrada de Konohagakure no Sato, País del fuego
Después de recorrer hasta una ubicación alejada de la aldea de kumogakure y e ir desde allí a la aldea de konoha, padre e hijo habían llegado a su destino, la aldea de la hoja, la que supuestamente fue la más fuerte históricamente pero que Desafortunadamente ya no era lo de antes, perdieron guerreros importantes debido a los conflictos, habían perdido a sus líderes más importantes y ahora solamente era una aldea, que en comparación con la fuerza militar de Kumo, se quedaba muy atrás.
Habiendo llegado a las puertas, los chinoike esperarían un rato hasta que apareciera un shinobi sensorial o al menos alguien que los revisara. -Buenos días, somos shinobis de kumogakure, el es mi hijo Kiseki y yo soy Rasa, estamos aquí por una entrega de un paquete que me han mandado a traer, nos estaremos aquí unos días también de visita-. Dijo el chinoike mayor al encargado, dejando su armamento en la mesa del frente para que dieran revisión, haciendo que su hijo hiciera lo mismo, si le pedían sobre el paquete simplemente se lo entregaría dejando que mire su contenido.