Última modificación: 13-12-2023, 03:38 PM por Senshi.
25 años antes:
En los países extranjeros ajenos a las aldeas muy regularmente no suelen habitar los shinobis, pocas veces pasan de su estadía como simples aprendices por no ser respaldados por aldeas ninja además de vivir en un ambiente lleno de hostilidad, por ahora solo se podía enfocar en el país de las montañas, en un pequeño pueblo bastante humilde, las personas trabajaban y los niños jugaban con la naturaleza de manera inocente, un lugar muy pacifico para vivir.
Se cambia el enfoque, ahora en una cabaña de este mismo pueblo donde apenas llegaba un hombre algo corpulento, más por el trabajo que hacía que era bastante agotador, una señorita de altura promedio y cabello castaño corto se le acercaba dándole la bienvenida claramente indicando que eran marido y mujer.
Después de pasar el momento de la bienvenida, la mujer se sentaría en el sillón de su casa con algunas palabras en su boca. -Kenshi podrías sentarte un momento?-. Preguntaria mirando a su esposo quién simplemente obedecería la petición y se sentaría al frente de ella. -Claro que sucede?-. Respondería el esposo quién llevaba el nombre de Kenshi, quien por el semblante en la cara de su esposa tenía algo de nervios por lo que pudieran decirle. -Tranquilo no es nada malo, solo que tengo algo de...-. Estas palabras ciertamente le daban algo de vergüenza decirlas.
-Si no es algo malo entonces dilo, cualquier cosa que sea estaré allí para ti, por eso soy tu espo-. -Estoy Embarazada-. Estas palabras tan gratas no dejaron a Kenshi terminar sus palabras y hubo un pequeño tiempo en el que de sintió nada más que un silencio de parte de ambos. -Hay por dios...-. Un hombre tartamudo se podía escuchar en aquella habitación, ya tener otro hijo le daba una felidad muy grande, el primero lo ama con toda su alma, aunque sea al menos uno que tenga no le importaba, la mujer cuyo nombre era Maya fue levantada por Kenshi en un afectuoso abrazo amoroso de manera inmediata, para dar vueltas en repetidas ocasiones, estaba muy feliz con la noticia, ese día la familia crecería nuevamente.
Después de estar unos segundos así que dejó a Maya bajarse para agacharse y besar su estómago. -Vamos, apenas me vengo enterando hoy jajaja, sé que serás buen padre después de todo-. Dijo para darle un abrazo a su esposo y quedarse así un rato. -Y bien...que nombre le ponemos?-. Pregunto curiosa por su respuesta. -Que?, si nisiquiera sabemos el género...pero tengo una idea, si es niña se llamará Noroi-. -Si es niño quiero que se llame igual o similar a ti, siempre me gustó tu nombre-. Comentaría para reírse, Posteriormente llegaría otro niño bastante parecido a Kenshi, tenía unos 5 años, no parecía entender casi nada de lo sucedido pero notaba la felicidad en el rostro de sus padres así que corrió hacia su madre pero se quedó quieto un momento. -Mami porque estás así?-. Preguntaría inocentemente el niño hasta que se le alumbraron los ojos con una simple respuesta de parte de su madre. -Vas a tener un hermanito Harumi-. Dijo con una sonrisa en su rostro mientras volteaba a ver a su esposo.
-Oye...no ilusiones a mi hijo con que será niño, capaz sale niña jajaja-. Esta desición era definitiva, no sabrían su género hasta que nazca, pero algo si era claro, debían superar los obstáculos que les diera este embarazo, pero tal ves su pequeño regalo sea algo grande para el pueblo.
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En los países extranjeros ajenos a las aldeas muy regularmente no suelen habitar los shinobis, pocas veces pasan de su estadía como simples aprendices por no ser respaldados por aldeas ninja además de vivir en un ambiente lleno de hostilidad, por ahora solo se podía enfocar en el país de las montañas, en un pequeño pueblo bastante humilde, las personas trabajaban y los niños jugaban con la naturaleza de manera inocente, un lugar muy pacifico para vivir.
Se cambia el enfoque, ahora en una cabaña de este mismo pueblo donde apenas llegaba un hombre algo corpulento, más por el trabajo que hacía que era bastante agotador, una señorita de altura promedio y cabello castaño corto se le acercaba dándole la bienvenida claramente indicando que eran marido y mujer.
Después de pasar el momento de la bienvenida, la mujer se sentaría en el sillón de su casa con algunas palabras en su boca. -Kenshi podrías sentarte un momento?-. Preguntaria mirando a su esposo quién simplemente obedecería la petición y se sentaría al frente de ella. -Claro que sucede?-. Respondería el esposo quién llevaba el nombre de Kenshi, quien por el semblante en la cara de su esposa tenía algo de nervios por lo que pudieran decirle. -Tranquilo no es nada malo, solo que tengo algo de...-. Estas palabras ciertamente le daban algo de vergüenza decirlas.
-Si no es algo malo entonces dilo, cualquier cosa que sea estaré allí para ti, por eso soy tu espo-. -Estoy Embarazada-. Estas palabras tan gratas no dejaron a Kenshi terminar sus palabras y hubo un pequeño tiempo en el que de sintió nada más que un silencio de parte de ambos. -Hay por dios...-. Un hombre tartamudo se podía escuchar en aquella habitación, ya tener otro hijo le daba una felidad muy grande, el primero lo ama con toda su alma, aunque sea al menos uno que tenga no le importaba, la mujer cuyo nombre era Maya fue levantada por Kenshi en un afectuoso abrazo amoroso de manera inmediata, para dar vueltas en repetidas ocasiones, estaba muy feliz con la noticia, ese día la familia crecería nuevamente.
Después de estar unos segundos así que dejó a Maya bajarse para agacharse y besar su estómago. -Vamos, apenas me vengo enterando hoy jajaja, sé que serás buen padre después de todo-. Dijo para darle un abrazo a su esposo y quedarse así un rato. -Y bien...que nombre le ponemos?-. Pregunto curiosa por su respuesta. -Que?, si nisiquiera sabemos el género...pero tengo una idea, si es niña se llamará Noroi-. -Si es niño quiero que se llame igual o similar a ti, siempre me gustó tu nombre-. Comentaría para reírse, Posteriormente llegaría otro niño bastante parecido a Kenshi, tenía unos 5 años, no parecía entender casi nada de lo sucedido pero notaba la felicidad en el rostro de sus padres así que corrió hacia su madre pero se quedó quieto un momento. -Mami porque estás así?-. Preguntaría inocentemente el niño hasta que se le alumbraron los ojos con una simple respuesta de parte de su madre. -Vas a tener un hermanito Harumi-. Dijo con una sonrisa en su rostro mientras volteaba a ver a su esposo.
-Oye...no ilusiones a mi hijo con que será niño, capaz sale niña jajaja-. Esta desición era definitiva, no sabrían su género hasta que nazca, pero algo si era claro, debían superar los obstáculos que les diera este embarazo, pero tal ves su pequeño regalo sea algo grande para el pueblo.
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