Como era costumbre para sus visitas al coliseo Horaime vestía una camisa de manga larga negra, pantalones negros y unas zapatilla deportivas blancas, en sus muslos los respectivos porta kunais y atrás en la cintura sus porta utensilios, luego de unos minutos de estar en el lobby esperando una persona del personal encargado de organizar los combates se acerco al chunin, –¿Horaime?– preguntó el amable hombre que ante la respuesta positiva del chunin procedió a guiarlo por los ya conocidos pasillos del coliseo, –Que clase de oponente me tocará hoy, se aprende mucho de estos combates– pensaba el chico rememorando sus combates anteriores mientras caminaba por los pasillos, luego de unos minutos como es costumbre el guía se detuvo y dejó que el chunin recorriera el angosto pasillo que daba a la arena solo, después de todo era imposible que el chico se perdiera en un pasillo que solo tiene una entrada y una salida.
El chunin se detuvo esperando su presentación, –SIIIII, otra tarde más de combates en el coliseooooo!!!!– se escuchó decir al entusiasmado presentador mientras el público rugía con ansias, –¡YA LO CONOCEN! ES ALTO, ES ESCURRIDIZO ES HORAIMEEEEEEEEEEEEE!– al escuchar su nombre el chico salio algo emocionado, levantando los brazos tímidamente mientras se escuchaba rugir a los presentes, el chunin camino al centro del coliseo en espera de que se anunciara a su oponente, seguramente intentaría saludarlo y desearle un buen combate antes de iniciar.