Zona residencial de Kumogakure
3:00 pm
Después de haber realizado con éxito una misión en la que tenía que ir de mensajero por toda al aldea, que para eso sí lo llaman pero para misiones más complejas estaría indeciso en qué hacer el día de hoy.
Su maestra con quién se había mudado previamente a una cabaña cercana a las zonas residenciales de los hyouji estaría en una misión fuera de la aldea y no llegaría hasta el anochecer, puesto que al estar cansada no podría progresar nada ese día, nisiquiera había traído los libros que habían previsto para el entrenamiento. -Umm, no se podían esperar un día más, pero es peor que te molesten estando de vacaciones que en días de trabajo-. Se diría a si mismo con referente a su sensei y partiría hacia la residencia de los tokage.
Si bien, ese lugar era de sus favoritos por su admiración de conocer a los reptiles del lugar jamás se había hecho amigo de un miembro de parte del clan, estaba demasiado sumiso en sus misiones, entrenamientos e investigaciones como para formar relaciones humanas, la única que por ahora se pondría considerar como una socialización fue la que tuvo con Kenpachi, pero al ser esta tan repentina y breve no se pudo conocer muy bien al sujeto.
Al pasar por aquellos lares le daba la impresión de juguetear con los niños un rato, ayudándoles con lo que fuera y haciéndoles compañía con su sonrisa de siempre, el último que le dió una mano fue a un niño cuya pelota con que jugaba al voley se le había atascado en un árbol entre sus ramas, Dai no tuvo problemas en bajarle si juguete pero en el proceso de termina rasgando su guante lo cual lo dejo con una expresión que decía todo sobre su suerte...mañana tendría que comprarse uno nuevo.
Ahora estaría descansando un rato en un banco, echando un ojo sobre el lugar, no le molestaría que una persona entrase el lugar de pronto, pero si le daría una sorpresa, el chico se estaba empezando a dormir.
3:00 pm
Después de haber realizado con éxito una misión en la que tenía que ir de mensajero por toda al aldea, que para eso sí lo llaman pero para misiones más complejas estaría indeciso en qué hacer el día de hoy.
Su maestra con quién se había mudado previamente a una cabaña cercana a las zonas residenciales de los hyouji estaría en una misión fuera de la aldea y no llegaría hasta el anochecer, puesto que al estar cansada no podría progresar nada ese día, nisiquiera había traído los libros que habían previsto para el entrenamiento. -Umm, no se podían esperar un día más, pero es peor que te molesten estando de vacaciones que en días de trabajo-. Se diría a si mismo con referente a su sensei y partiría hacia la residencia de los tokage.
Si bien, ese lugar era de sus favoritos por su admiración de conocer a los reptiles del lugar jamás se había hecho amigo de un miembro de parte del clan, estaba demasiado sumiso en sus misiones, entrenamientos e investigaciones como para formar relaciones humanas, la única que por ahora se pondría considerar como una socialización fue la que tuvo con Kenpachi, pero al ser esta tan repentina y breve no se pudo conocer muy bien al sujeto.
Al pasar por aquellos lares le daba la impresión de juguetear con los niños un rato, ayudándoles con lo que fuera y haciéndoles compañía con su sonrisa de siempre, el último que le dió una mano fue a un niño cuya pelota con que jugaba al voley se le había atascado en un árbol entre sus ramas, Dai no tuvo problemas en bajarle si juguete pero en el proceso de termina rasgando su guante lo cual lo dejo con una expresión que decía todo sobre su suerte...mañana tendría que comprarse uno nuevo.
Ahora estaría descansando un rato en un banco, echando un ojo sobre el lugar, no le molestaría que una persona entrase el lugar de pronto, pero si le daría una sorpresa, el chico se estaba empezando a dormir.