Era un barco pesquero, algo simple, sencillo, bastante bonito la verdad, pero nada más que eso. La joven Ulti estaba aburrida dentro de este mismo, observando como las gaviotas revoloteaban y como en el interior, los jóvenes marinos peleaban con las redes para tratar de obtener algo de alimento y recursos marinos. Fue en ese momento en que la joven decidió ponerse en marcha, se levantó de sus aposentos y se acercó al capitán, algo sencillo, era un hombre viejo de grandes barbas blancas que llevaba gente de la isla de la luna al puerto del país del mar, aun no llegaría al continente con este viaje, sin embargo, era un recorrido que tendría que efectuar si o si para llegar al país del té y así poder empezar sus aventuras.
¿Cómo podría ser que el capitán se negara a una oferta como esta? Era obvio, una muchacha como Ulti ofreciéndose para ayudar en esta travesía, no tenía nada que impedir. Rápidamente, la muchacha se puso a ayudar a los marinos a recoger las redes, se dispuso a ayudar con el anudado de las velas y a extenderlas para que el barco tomara mejor los vientos marinos, la gente estaba maravillado con el apoyo de esta muchacha, y más aún cuando vez que podía, se lanzaba al mar a nadar un rato, era una experta nadadora y en los tiempos de descansos del barco esta mujer lo aprovechaba para lanzarse de proa y subir por la popa del barco, era lo ideal para escapar del fuerte sol que había en el lugar.
Dentro de toda su travesía, hubo un momento donde los marinos temieron por una red que cargaba mayor peso del que podían soportar, la joven rápidamente actuó y corto las cuerdas para dejar ir la carga. Aunque el capitán estaba molesto con ella, rápidamente comprendió que, si no lo hacían, el barco se hubiese volcado, ya que lo que se había atravesado era nada más ni nada menos que una ballena azul.
El viaje fue lento, duro alrededor de dos días en atravesar las fuertes olas y llegar a puerto, el capitán estaba totalmente agradado con la compañía de la muchacha, hasta le ofreció un puesto como grumete, pero Ulti se negó, su intención era llegar al continente para poder emprender su aventura.
A un par de horas de llegar al puerto, la muchacha seguía ayudando en la cubierta con todos los quehaceres, limpiaba a fondo con un trapero, anudaba las cuerdas y ayudaba a los grumetes a alimentarse adecuadamente sirviéndoles comidas y bebidas a todos, era bastante servicial, todo para llegar a puerto y decirle al capitán con una cara de pena que literalmente no tenía ni un peso para pagar por su viaje, pero este en cambio decidió darle una paga por sus servicios.
El atraque fue exitoso, todos estaban contentos y nadie podía evitar pensar que la joven de la minifalda iba a tener que bajar del barco. Cenaron juntos en una taberna local y a la mañana siguiente, cuando la muchacha se disponía a buscar un nuevo barco para zarpar, el capitán le comento que ellos también irían al país del té, y que, si ella estaba dispuesta a ayudar, podría ofrecerle un camarote y trabajo para que su viaje a tierra firme fuese seguro y sin problemas. Ulti no dudó en aceptar y así es como emprendió viaje junto a este grupo de marineros por las aguas del mar del sur, en busca de un nuevo horizonte y nuevas aventuras, añorando los tiempos de mar que tenía y deseando ser de mayor utilidad a futuro.
Fin.
![[Imagen: 36b53dc0915cf75718110f9357b0680c39104cb7.gif]](https://64.media.tumblr.com/5902209af5c4847975d1a62cd734aa4d/23a1bfec87e6bc77-0a/s540x810/36b53dc0915cf75718110f9357b0680c39104cb7.gif)
¿Cómo podría ser que el capitán se negara a una oferta como esta? Era obvio, una muchacha como Ulti ofreciéndose para ayudar en esta travesía, no tenía nada que impedir. Rápidamente, la muchacha se puso a ayudar a los marinos a recoger las redes, se dispuso a ayudar con el anudado de las velas y a extenderlas para que el barco tomara mejor los vientos marinos, la gente estaba maravillado con el apoyo de esta muchacha, y más aún cuando vez que podía, se lanzaba al mar a nadar un rato, era una experta nadadora y en los tiempos de descansos del barco esta mujer lo aprovechaba para lanzarse de proa y subir por la popa del barco, era lo ideal para escapar del fuerte sol que había en el lugar.
Dentro de toda su travesía, hubo un momento donde los marinos temieron por una red que cargaba mayor peso del que podían soportar, la joven rápidamente actuó y corto las cuerdas para dejar ir la carga. Aunque el capitán estaba molesto con ella, rápidamente comprendió que, si no lo hacían, el barco se hubiese volcado, ya que lo que se había atravesado era nada más ni nada menos que una ballena azul.
El viaje fue lento, duro alrededor de dos días en atravesar las fuertes olas y llegar a puerto, el capitán estaba totalmente agradado con la compañía de la muchacha, hasta le ofreció un puesto como grumete, pero Ulti se negó, su intención era llegar al continente para poder emprender su aventura.
A un par de horas de llegar al puerto, la muchacha seguía ayudando en la cubierta con todos los quehaceres, limpiaba a fondo con un trapero, anudaba las cuerdas y ayudaba a los grumetes a alimentarse adecuadamente sirviéndoles comidas y bebidas a todos, era bastante servicial, todo para llegar a puerto y decirle al capitán con una cara de pena que literalmente no tenía ni un peso para pagar por su viaje, pero este en cambio decidió darle una paga por sus servicios.
El atraque fue exitoso, todos estaban contentos y nadie podía evitar pensar que la joven de la minifalda iba a tener que bajar del barco. Cenaron juntos en una taberna local y a la mañana siguiente, cuando la muchacha se disponía a buscar un nuevo barco para zarpar, el capitán le comento que ellos también irían al país del té, y que, si ella estaba dispuesta a ayudar, podría ofrecerle un camarote y trabajo para que su viaje a tierra firme fuese seguro y sin problemas. Ulti no dudó en aceptar y así es como emprendió viaje junto a este grupo de marineros por las aguas del mar del sur, en busca de un nuevo horizonte y nuevas aventuras, añorando los tiempos de mar que tenía y deseando ser de mayor utilidad a futuro.
Fin.
