Era un dia soleado en la aldea de Kumo, las personas estaban de lo mas normales haciendo lo que les correspondia, ya sea algo laboral o simplemente hacer nada, pues habían personas que seguramente estaban descansando por diversas razones, algún que otro ninja llegando de sus misiones, mientras que otros saliendo a penas a hacer misiones, los niños en la academia para recibir clases para en un futuro si querían ser ninjas, era un dia tranquilo después de todo, no había nada que impidiera que los aldeanos tuvieran en completa calma, como era de esperarse pues aun no había surgido algo que realmente fuera importante.
Asmita por su parte estaba terminando su sesión de entrenamiento matutino que ya estaba acostumbrado a dar, el fue criado con aquella rutina por eso era lo mas común en el mundo para el, una vez terminara el se iría directamente a su casa para ducharse y ahora vestirse colocándose una camisa blanca, un pantalón negro y unos zapatos de igual color que su pantalón, después de todo el no tenia nada planeado para aquel dia, y ademas que el tomaba su vida con mucha calma mientras que no tuviera algo planeado pero aquel dia no tenia nada pues.
Una vez tuviera vestido el se colocaría su collar en su cuello para verificar que sus hermanos estaban viendo, pero solo estaban dos de ellos que estaban simulando una pelea ninja, aunque ya estaban algo grande para esas cosas según Asmita, pero bueno lo que le importaba a el era que sus hermanos estuvieran bien, pero igualmente se acerco para preguntar el paradero de su hermano menor que solamente tenia 15 años, por lo que le preocupaba cuando salia y no le informaba nada – Hey muchachos donde se encuentra nuestro hermano? – dijo con bastante curiosidad en sus palabras.
Los chicos pararían la pelea para ver a su hermano mayor y luego mirarse nuevamente, pero sabían que no le podían mentir a Asmita ya que si lo hacien y este los descubria se meterían en problemas – Hermano no te vayas a enojar, pero el salió solo porque dijo que se iba a ver con una chica que le gustaba y pues por eso no lo acompañamos – dijo uno de los hermanos de Asmita, a lo que el escucho solo pensó “ este niño, bueno con tal que este bien, para mi esta bien” pensó el joven pelirosa.
Asmita miro a sus hermanos nuevamente para soltar un suspiro – Bueno, si llega díganle que necesito hablar con el, esta bien que salga con alguna chica que le guste, pero que me diga para yo saber que esta fuera de la casa – dijo Asmita en tono serio, pues la seguridad de ellos era lo mas importante para el ninja, ya que su padre se encontraba en misión y su madre no era una niñera para estar de ellos, para esas cosas estaba Asmita para darles una lección si es que se portaban mal o se desaparecían por estar inventando cosas.
Los dos hermanos solo asintieron para ahora seguir peleando – Por cierto rompen algo de nuevo y los pateare hasta la muerte – dijo Asmita en un tono amenazante, pues anteriormente jugando a las peleas habían partido una jarrón que era un regalo de su madre, pero estos solos sintieron un escalofrió pues sabían que Asmita si era capaz de patearlos – Bueno ire a caminar, díganle a mi madre que si anochece y nuestro hermano no ah llegado que los envíen a ustedes a buscarme – dijo el pelirosado para irse caminando, en sus bolsillos se encontraban una caja de cigarrillos y un encendedor.
Mientras que caminaba por las calles este solo miraba a los niños con una sonrisa, ya que el no tuvo la oportunidad de jugar de pequeño, de hecho ahora es que el hacia lo que le daba la gana, su infancia fue de solamente entrenamientos y estudios para saber lo que era el mundo ninja y saber lo que era el dolor, pero el no se quejaba gracias a eso es que el es alguien mediana mente fuerte para para proteger a sus seres queridos, mientras caminaba saco un cigarrillo junto al encendedor para encender el cigarrillo y guardar el encendedor mientras que seguía caminando.