–Bueno creo que es hora– murmuró el larguirucho genin poniéndose de pie luego de que el personal de la arena le indicará que pelearía.
El chico hoy vestía camisa de manga larga negra, pantalones negros y unas zapatilla blancas, en sus muslos los respectivos porta kunais y atrás en la cintura sus porta utensilios, definitivamente un atuendo practico para llevar en una pelea como la que estaba a punto de enfrentar.
El genin camino por el pasillo a la entrada principal del coliseo, pasar por la puerta del coliseo era como entrar en otra dimensión el aire se ponía más denso y los gritos de la gente eran ensordecedores, –No puedo negar que es una sensación interesante– pensó el genin caminando a tomar su posición inicial esperando para conocer a su oponente.