Aquel día había despertado temprano, el sol entraba con fuerza por la ventana, sin embargo, yo era el que no quería saber nada del, un fuerte dolor de cabeza hacia que esta palpitara, sintiéndome atrapado en un mal estar constante que no me dejaba dormir, tras regresar de la misión, simplemente me encerré en mi casa, me encontraba fuera de servicio y no quería ver a nadie, simplemente necesitaba descansar o eso pensaba yo, sin embargo, mi mente se negaba a darme un relajo, esta no me dejaba olvidar los acontecimientos recientes ocurridos en la misión, la gente caída.
En ese momento no me quedo otra que quedarme en mi casa, pensé mucho en dejarme caer sobre la cama y simplemente no hacer nada, pero mi cuerpo no me dejaba, me exigía entrenar, moverme salir, pero el sol me lastimaba, por lo que simplemente me sentía reconfortado con el mero hecho de estar rondándola por todos lados, de arriba a bajo los recuerdos de la misión se entrelazaban con el dolor en mi cabeza, podía ver los rostros de la gente sufriendo y mientras el rostro de aquel poderoso ninja se me venia a la mente, sabia que la vida de un ninja siempre pero siempre debía estar en constante peligro, enfrentar riesgos, decisiones difíciles y la tensión la cual casi siempre es palpable en el aire, en esos momentos mi mente luchaba por procesar toda la información y, a su vez, el dolor parecía intensificarse con cada pensamiento, haciendo que mis recuerdos se sientan revueltos.
En esos momentos simplemente apoye mi cuerpo contra la pared, cerrando los ojos para intentar encontrar algo de alivio, a pesar de mi estado físico debilitado, mi espíritu seguía siendo el de un guerrero, por lo que me concentraría en buscar un relajo utilizando técnicas de meditación, las cuales me ayudarían a mantenerme tranquilo al menos por ahora.
En ese momento no me quedo otra que quedarme en mi casa, pensé mucho en dejarme caer sobre la cama y simplemente no hacer nada, pero mi cuerpo no me dejaba, me exigía entrenar, moverme salir, pero el sol me lastimaba, por lo que simplemente me sentía reconfortado con el mero hecho de estar rondándola por todos lados, de arriba a bajo los recuerdos de la misión se entrelazaban con el dolor en mi cabeza, podía ver los rostros de la gente sufriendo y mientras el rostro de aquel poderoso ninja se me venia a la mente, sabia que la vida de un ninja siempre pero siempre debía estar en constante peligro, enfrentar riesgos, decisiones difíciles y la tensión la cual casi siempre es palpable en el aire, en esos momentos mi mente luchaba por procesar toda la información y, a su vez, el dolor parecía intensificarse con cada pensamiento, haciendo que mis recuerdos se sientan revueltos.
En esos momentos simplemente apoye mi cuerpo contra la pared, cerrando los ojos para intentar encontrar algo de alivio, a pesar de mi estado físico debilitado, mi espíritu seguía siendo el de un guerrero, por lo que me concentraría en buscar un relajo utilizando técnicas de meditación, las cuales me ayudarían a mantenerme tranquilo al menos por ahora.
||| Hablo || Pienso |||