Burlé la vigilancia que pudiera haber en la puerta y empecé a caminar aprovechando el aire fresco de la noche y preguntándome qué podría hacer, actualmente lo que menos quería era que me viera algún ninja que tuviera alguna clase de misión nocturna o cualquier otro ninja que pudiera merodear por los alrededores, especialmente ninjas renegados que, a juzgar por la inestabilidad del gobierno en cuestión no me extrañaría que merodearan de todos modos, de hecho, ya empezaba a creer que era una mala idea.
Pero era tarde para arrepentirse, si trataba de mirar el lado positivo, si al menos algo me mataba no era un encierro o unos padres que te tenían sin comer durante dias, cualquier cosa era mejor que eso, de hecho incluso enfrentarme a cualquier animal podría ayudarme a ver exactamente hasta que punto se habían desarrollado mis habilidades ante un enemigo que no se fuera a contener.