[FlashBack] Lo que habita al otro lado del espejo

                                                                                                                                                                                            Librería Familiar

Zona comercial 

La oscuridad y el silencio lo cubren todo, no hay nada más que eso, oscuridad y silencio.

Acaba con todo, damos lo que es nuestro, una voz destrozó el silencio y Horaime abrió los ojos pudo ver el techo de su habitación, miró a los lados estaba en su habitación solo recostado en su cama con la respiración agitada.

Más pesadilla pensó el joven mientras intentaba normalizar su respiración sentándose en su cama, su mirada y la expresión de su rostro solo reflejaban su preocupación.

El joven se levantó de la cama para luego agacharse y recoger un libro que estaba junto a sus pies, volteando el libro miró el título en el lomo y recordó que lo estaba leyendo la noche anterior.

Claro es el tomó sobre el clan Kurama que encontré hace unos días, dijo el chico tirando el libro sobre su cama de forma descuidada, en realidad no era algo muy veraz o que tuviera información muy relevante sobre el clan la verdad era que ese tomo en específico era uno de los trabajos de su tío, y  mas que todo relataba su “lucha” personal en nombre del clan para obtener de vuelta el honor arrebatado y más propaganda de ese tipo.

Horaime continuo y se preparó como cualquier día, una vez vestido se miró al espejo y cerró los ojos unos segundos.

Siempre estaremos juntos Horaime siempre, una extraña voz retumbó en la cabeza del chico la misma voz que escuchaba en sus sueños o más bien en sus pesadillas desde hace semanas.

El chico nuevamente agitado abrió rápidamente los ojos, luego salió de habitación y bajó las escaleras hoy en particular había movimiento en la librería, en cuanto estuvo en el primer piso al primero que se topó de frente fue a su padre.

Su padre era ya un hombre mayor, de cabello blanco con bigote y una vistosa cicatriz en su ojo izquierdo de la que nunca quería hablar, casi siempre vestía su delantal y debajo alguna camisa cómoda para trabajar.

Hijo… la ronca voz de su padre rompió el silencio, ¿Te pasa algo? preguntó el hombre viendo a su hijo claramente contrariado.

Yo… susurro el chico, Yo no estoy seguro contestó mirando su padre, ¿Alguna vez tuviste pesadillas que parecían muy… reales? preguntó el chico mostrándose claramente confundido.

Su padre suspiró, Supongo que es momento de que hablamos de algo importante niño.

Inmediatamente después el padre Horaime se asomó a un costado de la librería donde un par de puertas abiertas daban al comedor donde se encontraba el resto de la familia desayunando.

-Ven conmigo- dijo el viejo dirigiéndose a la puerta principal, Horaime lo siguió sin preguntar nada más.

Una vez afuera el padre de Horaime saco de su bolsillo unos cigarrillos,  tranquilamente encendió uno y exhaló una bocanada de humo para dirigir una seria mirada al chico.

-Hablame de estas pesadillas- cuestionó el viejo mirando de arriba a abajo a su hijo.

-Yo.. no se por donde empezar, ni como explicarlo muy bien- contestó el chico algo atemorizado por la acostumbrada seria mirada de su padre.

-Es como… estar en una habitación muy oscura pero no estás sólo, puedes sentir como alguien o algo esta contigo en ese lugar y luego escuchas su voz- continuó relatando,-Pero es tan vivido que podría jurar que cuando cierro los ojos puedo escuchar esa misma voz- concluye cruzándose de brazos y bajando la mirada.

-La voz- lo interrumpe su padre, -Te dice algo específicamente?- preguntó el hombre de cabello canoso mientras exhalaba otra bocanada de humo.

Horaime levanta un poco la mirada frunciendo el ceño en dirección a su padre como intrigado por la pregunta, -Por qué pregunta algo tan especifico, podría preguntar como se ve o cuando sucede pero preguntar si me dice algo eso es extraño- titubeó por unos segundos ante la pregunta de su padre.

-N-no- responde el chico algo inseguro, -Habla pero no puedo entender lo que dice- continúa tratando de ocultar la verdad de que sucede, algo en las preguntas de su padre no parece correcto tal vez lo mejor era escuchar antes de hablar más.

-Eso es bueno…- dijo el viejo dando una calada a su cigarrillo, - De cualquier modo tendríamos que hablar de estos en algún momento- dijo levantando la cabeza y exhalando el humo, luego bajó la mirada y miró a su hijo directo a los ojos.

-Desde el inicio del clan, todos los nuestros convivimos con… algo dentro de nosotros algunos las llaman Akumu o pesadillas, otros aseguran que son demonios y nos temen por eso- comentó el viejo apagando lo que quedaba de su cigarrillo contra la pared de la librería.

-Algunos dicen que entre más vivido son tus sueños y más claras las voces más poder tienen, otros dicen que si las escuchas muy claro terminaras volviéndote loco-

-Dentro de mi…, loco…- pensó  Horaime asustado mirando al suelo, -Tal vez me consideren peligroso si le digo que los puedo escuchar claro, será mejor mantenerlo en secreto por el momento- pensó mirando de lleno a su padre, lleno de preguntas.

-Algo dentro de  nosotros… no entiendo bien, es como el chakra?- preguntó el chico curioso.

-Puede ser algo parecido- respondió el viejo moviendo la cabeza, -Algunos dicen que nuestro clan tiene el poder de utilizar esas pesadilla y manifestarlas en nuestro plano, pero eso es algo que no debes de hacer sin el entrenamiento adecuado- advirtió  a su hijo.

-Pero entonces qué puedo hacer? Quiero entender esto, si es algo de clan debemos tener algún libro o algún registro para poder entenderlo, tenemos una librería aquí cómo es posible que nadie más me hablara de algo así- dijo el chico algo molesto golpeando con su puño la pared de la librería.

Última modificación: 28-05-2023, 12:22 AM por Horaime.

-La literatura en general sobre el tema es un poco escasa- dijo su padre mirando al cielo pensativo.

-En realidad no sabemos del todo que son esas “pesadilla” o como controlarlas en su totalidad, con el tiempo te darás cuenta que la vida de un Kurama es una lucha constante con sus pesadilla-

Horaime recordó las palabras de la voz en sus sueños, -Claro entiendo por que es una lucha constante, desde que comencé con estos sueños lo único que me piden es una especie de venganza- pensó el chico frunciendo el ceño.

-Pero si podemos utilizar el poder de estas pesadilla, lo lógico no sería tratar de hablar con ellas y comprender qué es lo que quieren para colaborar- le pregunto el chico a su padre en un afán de darle algo de sentido a la situación.

-Si no entiendes lo que dicen cómo piensas comunicarte con ellas- respondió el hombre mirando desconfiado a su hijo.

-Y-yo… solo pensé que si hubiera una forma de comunicarnos tal vez podríamos sacarles más provecho- comentó el genin tartamudeando un poco.

-Como dije antes muchos dicen que no es bueno escuchar demasiado esas voces, menos hacerles mucho caso, pero algunos shinobi siempre aseguran que la clave para que el clan Kurama llegue a su máximo poder es escuchar y dar rienda suelta a esas pesadillas- comentó el canoso hombre colocando su mano derecha sobre el hombro de Horaime.

-Como sabes tu destino al ser primogénito de nuestra familia es ir a vivir con tu tío y ser instruido- concluyó el hombre guardando silencio unos segundos,-Confió en ti hijo, ahora que sabes lo poco que sé al respecto se que tomaras la mejor decisión- dijo y se dio media vuelta entrando de nuevo a la casa.

-Podría esperar e ir con mi tío para aprender a controlar este poder, pero solo de pensar en que aparte de enseñarme a controlarlo su afán será controlarme a mi, me dan nauseas- divago el joven por unos segundos y luego entró a la librería, dentro su familia seguía reunida en el pequeño comedor ahora su padre se había unido para continuar desayunando, Horiame miro al frente y sobre el mostrador había un viejo libro lleno de polvo.

-Qué es esto- pensó extrañado el chico acercándose y tomándolo en su mano, le dio vuelta y miro el frente limpiando algo de polvo con su mano.

 “Fuhai no Uzu” dictaba el título.

Última modificación: 28-05-2023, 12:23 AM por Horaime.

Horaime extrañado miró a los lados como buscando quien podría dejar el libro en el mostrador.

-Mi padre entró apenas un momento antes que yo y no llevaba nada en la mano- pensó el chico recordando a su padre entrando en la casa.

-Entonces seguramente fue…- pensó intrigado asomando un poco la cabeza y mirando al pequeño comedor donde su familia desayunaba, en el centro estaba su madre que lo miró fugazmente con una leve sonrisa en su rostro.

La madre de Horiame era un mujer de largos cabellos negros y ojos celestes, con una mirada profunda,acostumbraba a vestir de forma bastante tradicional y era amante de lo libros.

La única explicación en la mente de Horaime fue que su madre escuchó la conversación que él y su padre tuvieron, pero eso no dejaba en claro por que simplemente dejo el libro como para que fuera “encontrado” por el chico en lugar de dárselo personalmente, tal vez con algún consejo o alguna palabra de aliento.

-Eso fue extraño, supongo que será mejor guardar esto- pensó el chico mirando el libro que tenía en la mano y tomando rumbo a su habitación.

Una vez dentro en lugar de solo esconder el libro y continuar con sus tareas diarias la curiosidad le ganó, así que tomó papel y lápiz y sentado en el suelo en el centro de la habitación procedió a abrir el libro y comenzar la lectura.

El libro comienza explicando lo que parecía un ninjutsu, en este momento Horaime acababa de salir de la academia así que tampoco era como que tuviera conocimientos muy amplios sobre ninjutsu, el chico continuó la lectura esperando que lo explicado no sobrepasará sus conocimientos ya que en ese caso no tenía a quién recurrir.

-Negativa… de las pesadillas…- murmuró el chico tomando algunas notas.

-Entonces es cierto que se puede utilizar la energía de las pesadillas y sacarle provecho- pensó el chico intrigado mientras continuaba la lectura.

-Si asumo que la energía de la que habla es una especie de chakra, la clase de manipulación que se describe en este libro no parece algo sencillo, además no explica muy bien cómo generar esa energía o como extraerla adecuadamente- dijo pasando a las últimas páginas.

-Y si en lugar de huir de la voz le doy la oportunidad de hablar, tal vez así pueda entender mejor esa “energía” negativa que se describe aquí- dijo cerrando el libro que al final describe un poco algunos métodos para extraer esa energía.

-En todo caso puede ser algo peligroso- pensó recordando las palabras de su padre, -Será mejor encontrar un lugar seguro para hacerlo, tal vez ese lugar sería apropiado- dijo cruzando los brazos dudando.

Horame tenia en mente el lugar perfecto para comenzar a experimentar con los poderes que estaba descubriendo, la final del pasillo del segundo piso donde estaban las habitaciones, en el techo se podía ver un pequeño cordón si se jala el cordón desde una pequeña puerta bajan unas escaleras plegables que llevan a un ático.

El ático de la librería es un lugar polvoriento, con libros arrumbados por todos lados y solo una pequeña ventana que entre la luz, así que en la mente del genin sería el lugar perfecto para experimentar con el jutsu que acababa de descubrir.

-Bueno creo que estoy listo- pensó de pie en el centro de su habitación pasando una lista mental de lo que según él necesitaría para sus nuevas prácticas, luego de unos segundo y seguro de tener todo lo necesario el genin abandonó su habitación y se encaminó al final del pasillo, cuando llegó casi a chocar con pared se estiró y jalo el pequeño cordón que guindada del techo, de inmediato unas escaleras plegables bajaron frente a él en medio de una nube de polvo.

COF COF COF, tosió el chico apartando el polvo de su rostro con una de sus manos,-No recordaba que…- COF -Estuviera tan lleno de polvo- dijo recordando que la última vez que subió fue para tener un minuto de paz. 

El genin subió las escaleras, luego se agacho y jalo el otro lado del cordón que ahora estaba fijado al piso, al hacerlo las escaleras volvieron a plegarse.

-Bueno con eso tendré privacidad- dijo cuando las escaleras chocaron suavemente contra el techo y se cerraron.

El chico respiró profundo, mirando a su alrededor sólo vio libros viejos y húmedos por las esquinas y un pequeño rayo de luz que venía de la ventana al final del ático.

-Supongo que será mejor comenzar- pensó mientras daba unos pasos y se acomodaba en el centro del ático, luego sacó sus notas y el libro que le habían dejado en el mostrador más temprano, abrió el libro en la página donde escuetamente explicaba cómo utilizar la “energía negativa”.

-Bueno… veamos, dice que la energía viene del conflicto así que supongo que para que tengamos un conflicto debemos ser al menos dos- pensó el chico haciendo una mueca que mostraba su inseguridad hacia lo que estaba apunto de hacer.

El chico se levantó y con una vieja sábana cercana tapó la pequeña ventana del ático, luego encendió algunas velas que había traído y se recostó como si fuera a dormir, cerrando los ojos pensó, -Aquí vamos-.

Pudieron pasar minutos o horas, es difícil de saber cuando uno sueña, pero la voz no tardó en sonar en la cabeza del chico.

-Acaba con todo, danos lo que es nuestro- susurro la voz y luego siguió un silencio que pareció eterno, pero a diferencia de la veces anteriores Horaime no despertó de golpe después de escuchar esa voz.

-Esto es nuevo… no me agrada- replico la voz dejando de susurrar.

-No espero que esto nos agrade a ninguno de los dos- contestó el genin sintiendo una especie de miedo, era extraño ese lugar esa especie de conciencia en la que se encontraba era como estar bajo el agua, podía sentir pero era algo extraño y diferente.

Algo se movió en las sombras Horaime pudo sentirlo, luego escuchó de nuevo la voz.

-No eres nada, una simple herramienta para mis deseos- dijo la voz susurrando de nuevo mientras  Horaime la escuchaba girando a su alrededor.

-No creo que sea la herramienta de nadie- contesto el chico que ahora podía ver sus propios pies en medio de la oscuridad, mientras hablaba con lo que fuera que estaba con él, parecía que eso lo volvía más consciente del lugar donde se encontraba.

-Tu no sabes nada niño, si yo quisiera podría acabar contigo, después de todo estas en mis dominios muchacho te sugiero salir de aquí corriendo asustado como haces siempre, jejejejeje- la voz rió mientras se alejaba un poco del genin.

-Parece que eres tú el que no lo entiende… ¿espectro?- pregunto como buscando un nombre para lo que fuera que lo acompañaba, -Después de todo asumo que todo esto, tus “dominios” están dentro de mí, ¿no?- preguntó el genin moviendo su mano derecha que ahora era visible señalando a su alrededor.

-Como dije ere no sabes nada niño, para empezar es Yūrei, no espectro… piensas que estamos en un viejo poema o algo así- contestó el demonio algo indignado con la propuesta de nombre que dio el genin.

-Segundo, por mucho que este lugar esté dentro de ti no significa que no pueda lastimarte- aseguró el demonio, mientras Horaime sintió una punzada en pecho y agachando la mirada pudo ver como una garra lo traspasaba de lado a lado.

Horaime salto asustado poniendo la mayor distancia que pudo entre la sombra que ya tenía alguna forma y el, el genin pasó las manos por su pecho como buscando una herida pero no encontró nada el dolor también había desaparecido, -Qué demonios es este lugar- pensó el genin mirando a la sombra frente a él, mientras mantenía una posición defensiva y se daba cuenta que aunque saltó con todas sus fuerza no se alejó más de un metro de su posición inicial.

Horaime abandonó la posición defensiva e intentó lanzarse contra aquella sombra con un puñetazo.

-Es hora de irse niño, supongo que es nuestro destino estar en conflicto- dijo la sombra y con un chasquido Horaime abrió los ojos.

El chico estaba de pie frente a uno de los viejos libreros de la azotea, el librero frente a él estaba destruido y en la mano del chico se desvanecía una especie de bola negra.

-Supongo que esta es la energía a la que se refería el libro- dijo el chico jadeando, acababa de experimentar algo totalmente nuevo y aunque entrar a ese "mundo" y hablar con aquella sombra había sido extraño y peligroso, sentía la necesidad de hacerlo de nuevo… pronto.

La luz ya entraba por la pequeña ventana del ático, lo que a Horaime le parecieron minutos parece que en realidad fueron horas y en cuanto el chico recobro la compostura miró a su alrededor como haciendo un recuento de lo sucedido.

–¿En qué momento anocheció?– se preguntó el chico mirando a su derecha la pequeña ventana del ático.

La experiencia que acaba de vivir había planteado más preguntas que respuestas, ¿esa cosa vivía en su cabeza?, ¿cómo podía sentir dolor en un sueño? y más importante ¿que era exactamente esta energía?.

Horaime se agachó y recogió a un lado del ático los libros y el viejo librero que había destrozado, luego camino a donde estaba la escalera por donde subió se agacho y jalando un pequeño cordón activó el mecanismo para que la escalera volviera a bajar.

–Bueno si lo hago de nuevo seria bueno poder entablar una mejor conversación con él– pensó en chico mientras bajaba las escaleras, cuando estuvo en el segundo piso la mirada del chico cambió mostrando confusión, frente a él en el piso tenía una bandeja con dos  Onigiris y una taza de té aún caliente.

El genin se agachó y tomó uno de los bocadillos y lo comió rápidamente, también agarro la taza de té y dio unos largos sorbos después de todo habían pasado varias horas y también se había perdido el almuerzo.

Mientras terminaba de comer el chico miró a su alrededor y cayó en cuenta, quien sea que le había dejado la comida probablemente también fue la misma persona que le dejó el libro en primer lugar, aunque el ático era un lugar apartado el que dejo la comida y el té probablemente fue atraído por el golpe que destrozó el librero y si no subió de inmediato fue porque tenía una leve idea de lo que podía estar sucediendo arriba.

Por surte para el desorientado genin sus dudas por fin fueron aclaradas un minuto después cuando una voz familiar le habló desde la esquina del pasillo.

–La primera vez que lo intente fui a parar al hospital con la mano rota por golpear el muro de ladrillo de la casa de tus abuelos– dijo la madre de Horaime caminando lentamente hasta salir de la oscuridad del pasillo.

La luz de la luna que entraba por una de las ventanas del pasillo ilumino los cabellos negros de la madre del chico, luego su cara donde se pudo ver una leve sonrisa que parecía un tanto burlona.

–¿Ma-mama?-- preguntó el genin que aunque tenía sospechas le era sorprendio que su madre se presentara así ante el, normalmente la mujer era más distante y reservada para muchos asuntos.

–Tranquilo hijo, termina tu te luego podemos hablar sobre esto– dijo la mujer para inmediatamente pasar caminando junto a su hijo y subir por la escaleras al ático.

Horaime solo atinó a mirarla pasar y terminar rápidamente los onigiris y el té, luego se puso de pie y siguió a su madre al ático, al subir pudo ver a su madre agachada inspeccionando los pedazos rotos del librero y los libros amontonados en una esquina.

–Bueno te lo concedo escogiste un buen lugar para intentarlo, si hubieras golpeado una pared probablemente hubieras terminado en el hospital como yo– dijo la mujer poniéndose de pie y caminando hasta quedar frente a su hijo, luego con su mano derecha acaricio un poco su frente sonriendo.

–Y-Y-yo– tartamudeó un poco confundido.

–Si tranquilo yo se, es extraño– dijo la mujer haciendo una pausa –Tu padre tiende a ser más precavido en este asunto, por otro lado yo siempre me siento más… atraída a investigar al respecto– concluyó la mujer.

–Tengo tantas preguntas… ¿por qué? – atino a preguntar  el chico mirando a su madre a los ojos.

–Te escuche con tu padre y comprendí que él nunca tendría la valentía de enseñarte el verdadero poder que vi, ademas si podías hacer esto tal vez podrías llegar al siguiente nivel– le respondió su madre mientras levantaba un poco su mano izquierda mostrando otro viejo y polvoroso libro.

El genin apenas comprendía lo que su madre estaba diciendo y su rostro lo demostraba, de algún modo su madre experimentaba con él?, no era tan descabellado eso sería algo que una madre no haría tan a la ligera pero su madre siempre tuvo mañas raras a la hora de satisfacer su curiosidad.

–Sigo sin entender– respondió el genin, –Por que no me lo dices todo y así podemos idear cómo hacerlo juntos? – cuestiono como pescando confirmar sus sospechas.

– No es tan fácil, no todos los shinobis de nuestro clan pueden acceder a los mismos niveles de poder – dijo la mujer pensativa caminando hasta quedar bajo la pequeña ventana del ático y recostandose contra la pared, quedando frente a frente con el genin.

– Cuando no puede completar una parte del “entrenamiento” algunos se obsesionan y pasa lo que te contó tu padre, entran en una especie de locura hasta que las voces en su cabeza los consumen– concluyó la mujer mirando al techo unos segundos.

Bueno, aunque parecía que la mujer tenía buenas intenciones el genin se dio cuenta de varias cosas y no perdió tiempo para indagar lo más que pudo.

–Eso significa que me pusiste en riesgo solo para saber si podría pasar la primera parte – preguntó el genin con una media sonrisa, como ya sabía su madre podía llegar a esos extremos para saciar su curiosidad.

– Y-Yo…– tartamudeo la mujer.

–Más importante…– continuó el genin sin dejarla responder, luego guardó silencio unos segundos.

–Qué tan serio puede ser esto, si me acaba de decir que los que no logran completar este “entrenamiento” normalmente son consumidos por la voz en su cabeza, eso significa que ella pasó todas las partes o que lo que está frente a mi no es mi madre…– pensó el chico por unos segundo, aunque seguramente su manía de pensar mucho las cosas le estaba pasando factura y poniéndolo algo paranoico.

–¿Importante? – preguntó la mujer aclarando un poco la garganta.

–En fin… como ya te dije superaste la primera parte, te conozco– dijo la mujer sonriendo, –Se que te mueres por saber que está escrito en este viejo libro– concluye agitando el libro frente a los ojos del genin, dejando una nube de polvo en cada meneo.

Horaime cruzó los brazos y su expresión dio a entender que lo dicho por su madre era obvio, moría por saber qué diablos era la energía que había sentido, cuál era el siguiente paso en este entrenamiento y más importante hasta dónde podría llegar toda esta situación.

Horaime a brazos cruzados suspiro, –Y cual es el trato? – preguntó el genin mirando directo a su madre.

La mujer apenas pudo aguantar su risa conocía perfectamente a su muchacho, –No pido mucho– dijo levantando un poco las manos hacia sus costados, –Te doy el libro lo lees y me cuentas que pasó– concluyó.

En realidad la mujer no pedía mucho, ni siquiera pidió quedarse para ver el resultado simplemente le pidió al chico que le contara y parecía que creería en lo que él dijera, lo que era bastante extraño ya que la mujer siempre fue de comprobar ella misma las cosas y no confiar en nadie fácilmente, para Horaime era un ganar, ganar, no tendría a su madre sobre él durante lo que sea que dijera el libro que debía hacer y podría inventar cualquier cosa al terminar, siendo más extremo podría hasta evitarla unos días.

El genin torció un poco la boca mostrándose algo incrédulo de la situación, claramente por dentro su único deseo era arrebatarle el viejo libro a su madre para continuar con su pequeño viaje de descubrimiento.

–Acepto– contestó el chico mirando a su madre y dando algunos pasas hacia ella, estirando su mano derecha con la intención de tomar el libro en cuestión.

SHSHSHSH siseo su madre levantando la mano derecha alejando el libro del muchacho que avanzo hasta quedar casi frente a frente, la mujer miró al chico a los ojos unos y segundos ninguno de los dos hizo un solo ruido –Me dirás todo– dijo ella en un tono amenazante que hizo al genin tragar grueso, –Y me refiero a todo cada detalle, créeme que sabré si me mientes siempre lo se– continuo ahora llevando su mano derecha junto con el libro en dirección a su hijo, –Si me mientes se cancela el trato y nunca sabrás si tengo mas de estos– concluyó, para inmediatamente estampar suavemente el libro en el pecho de su hijo, el genin tomo el libro con ambas manos sin decir nada mientras su madre caminó junto a él y bajó por las escaleras del viejo ático..

–Bueno... no estoy seguro en que rayos me estoy metiendo, pero no me puedo detener ahora– se dijo el genin en un tono de resignación.

El libro que le acaba de entregar su madre era muy diferente al tomo anterior, con solo sostenerlo unos momentos el genin pudo darse cuenta que fácilmente le tomaría toda la noche leerlo, era claramente más grande.

–Bueno no sera una lectura tan rápida como la anterior– pensó el chico tanteando el libro, –Al menos espero que las explicaciones sean más amplias– se dijo mientras apagaba las velas del ático y bajaba a su habitación, podría estar más cómodo en ese lugar después de todo primero debería leer bastante antes de intentar cualquier otra cosa.

–Bueno… veamos que tenemos– murmuró cerrando la puerta de su habitación con el libro en la mano derecha y acariciando su cuello con la izquierda mostrando algo de fatiga.

 –Parece que dormir en el suelo de un ático no fue tan buena idea después de todo– pensó fugazmente mientras se dirigía al centro de habitación, dejó el libro en el piso y caminó a su escritorio donde tomó una linterna y la encendió.

–Esto servirá– pensó mientras caminaba de vuelta al centro de la habitación y se ponía cómodo para la larga noche de lectura que le esperaba.

El chico abrió el libro y las primera páginas le dejaron claro cuál sería el siguiente paso en este camino de aprendizaje que había iniciado hace nada.

El nuevo libro que el genin había conseguido era sorprendente, explicaba mucho mejor las pesadillas, que eran y cómo sobreviven “dentro” de los miembros del clan.

–Nunca hubiera imaginado todo esto– murmuró el genin, mientras se ponía de pie para estirarse un poco.

–¿Cuánto tiempo pasó?– se preguntó el genin confundido cuando vio que por la ventana de su habitación se colaban los primeros rayos de sol del amanecer, luego se agacho y tomo la linterna con la que había estado leyendo y la apago.

–Se va muy rápido el tiempo con un buen libro– pensó caminando a su escritorio para guardar la linterna, luego dio media vuelta y volvió al centro de la habitación levantando el viejo libro que estuvo leyendo toda la noche.

El genin se sentó ahora en su cama con el libro, –Ya no queda casi nada– pensó en silencio unos segundos. 

–Ahora me queda mucho más claro cuál es el siguiente paso, aun así me parece que por alguna razón estos libros siempre son escuetos a la hora de explicar los riesgos de todos estos “rituales”– pensó recordando el encuentro que tuvo en su última expedición.

–Rey de las pesadillas– murmuró el genin mientras pasaba la mano por la última página del libro admirando la ilustración.

–Ese rey será con lo que me tope la vez pasada?– se preguntó el chico cerrando el viejo libro que tenía en las manos.

–Según lo que explica el libro si llego a negociar con él para que comparta sus fuerza podría lograr una marca espacial, no creo que sea tan sencillo como lo explica este libro– divagaba el chico murmurando por su habitación, luego camino al escritorio y abriendo un gaveta guardo el viejo libro.

–No queda otra opción, tendré que intentarlo de nuevo– pensó cruzando los brazos y con la mirada al techo, el genin estaba en silencio mientras pensaba cual seria la mejor decisión hasta que lo decidió.

–Bien, puedo aprovechar estos momentos para releer algunos puntos del libro– pensó calculando que aún faltaban algunas horas para el desayuno.

–Luego desayunar y por la tarde puedo intentarlo– resolvió volviendo a sacar el libro del escritorio para darle una repasada.

Pasaron varias horas en las que Horaime desayuno y atendió sus tareas diarias con normalidad, conforme pasaron las horas el joven genin sentía la fatiga de pasar la noche entera en vela leyendo.

Luego de horas de luchar contra el sueño por fin cayó la noche, el genin subió a su habitación y recogió todo lo necesario para su próxima “excursión”.

–Bueno creo que tengo todo– pensó mientras recogía el libro que le había entregado su madre, una linterna y algunas mantas.

Con todo lo necesario el genin se diario de nuevo al ático de la casa, el chico salió de su habitación y caminó por el pasillo hasta llegar a la escalera que daba al ático, el joven jalo el cordón e inmediatamente junto con el sonido de mecanismo activándose la escalera del ático bajo.

Con todos los puntos importantes del libro repasados y con todo lo que creía necesario el genin se embarcó, camino al centro de aquel húmedo ático y se sentó colocando frente a él el libro abierto en una página específica.

–Bueno aquí vamos, supongo que la meta será lograr entablar una conversación con Yūrei– dijo el chico recordando el nombre de aquella sombra con la que logró contactar en su última expedición.

El genin se relajó y cerró los ojos, sin saber cuanto tiempo paso de nuevo empezó a sentirse como estar bajo el agua una sensación ya no tan desconocida para el genin.

–Crees que puedes ir y venir a tu antojo, niño– el genin logró escuchar esa característica voz que ya conocía.

–De nuevo aquí– pensó el genin, mientras sentía que su cuerpo se formaba poco a poco en medio de aquella gran oscuridad.

–No se que haces aquí y prefiero que te largues– replicó la misma voz de antes.

–S-Solo quier-necesito hablar– respondió decido el chico, era extraño pero esta vez no sentía el mismo temor que la primera vez, será que poco a poco su mente y su cuerpo se van acostumbrando a este extraño lugar, era apenas su segunda visita así que igual que la vez pasada su cuerpo tardó un rato en estar completamente presente en este plano.

–No te pongas tan cómodo… niño, solo sigues aquí por que a mi me place este es mi dominio no lo olvides– sentenció aquella extraña voz.

–Pensé que ya habíamos ese punto Yūre…– contestó el genin ante la afirmación de su contraparte, después de todo ya el genin tenía bien claro que este espacio donde se encontraban estaba dentro de su cuerpo su físico y lo que podían ver no eran más que proyecciones mentales.

–JAJAJAJAJAJA no hemos aclarado nada niño, como dije todo lo que pase aquí es para mi placer– dijo Yūrei pasando su garras por donde se supone estaría el suelo haciendo saltar chispas y haciendo alarde de su poder.

–Como rayos voy a lograr algún avance– se preguntó el chico a sabiendas de que el cualquier momento aquella pesadilla podía mandarlo de vuelta a su plano sin consultarle nada, al final a Yūrei no le faltaba razón cuando afirmaba que el genin estaba en ese lugar solo por que asi el lo quería.

–Es claro que tienes cierta razon, pero creo que no necesariamente tenemos que estar en un conflicto eterno como tú afirmaste la última vez, es más creo que podríamos hacer algún especie de trato–, concluyó el genin que ya podía ver su cuerpo entero proyectado y algún que otro movimiento entre las sombras que evidenciaba la presencia de Yūrei.

–Como todo soberano supongo que tienes la autonomía de hacer tratos que te puedan beneficiar, no es así? – dijo el chico insinuante intentando comprobar si su contraparte picaba el anzuelo.

–AUTONOMÍA! jajajajaja– rió Yūrei de forma macabra, – Yo soy el señor de estos dominios, aquí nada esta sobre mi poder no te quedo eso claro en tu última visita–

–Y-yo obviamente me quedó claro, pero igual si me dejaste llegar hasta supongo que es por que estarás interesado en que me trajo de vuelta, no? – preguntó el genin.

TSK se escuchó el sonido como un chasquido de lengua, –Hoy estoy de buen humor, te escucharé niño– concluyó la tenebrosa voz.

–Bueno… si quieres escuchar el trato que te traigo creo que será justo que te dejes ver, después de t-todo tu si puedes verme y me gustaría conocer tu forma.-- para el genin este encuentro era todo o nada avanzar en su relación con Yūrei o ser expulsado y tener que intentarlo la próxima vez.

–Eres atrevido, no se si eso me agrada o no… pero te puedo complacer– respondió Yūrei y de inmediato el suelo comenzó a temblar.

Bajo los pies del genin se dejó ver un suave piso de madera y a su alrededor se comenzaron a levantar escaleras y habitaciones que desafiaban la gravedad.

–WOW!-- murmuró el genin sorprendido de la escena que se había desarrollado a su alrededor, –E-es hermoso– concluyó el genin asombrado dando algunos pasos y mirando a su alrededor.

–Ja! por supuesto que lo es, es la verdadera forma de mis dominios y aun no acabamos– dijo Yūrei y luego se escuchó el chasquido de unos dedos.

Inmediatamente frente al genin aparecieron un montón de puerta que se iban abriendo a su paso como guiándolo, Horaime comenzó a caminar siguiendo las “instrucciones” y luego de varios minuto llegó a su destino una habitación con pisos de madera e iluminada con velas, al centro de esta habitación por fin pudo ver a su anfitrión.

Horaime camino a paso lento por las casi interminables puertas, hasta llegar a una habitación de pisos de madera donde se encontró con Yūrei.

La forma de Yūrei era sorprende a los ojos del genin, una piel ennegrecida con una espalda adornada de una alas mullidas, ojos dorados y unos cuernos, con el cuerno derecho roto.

–Si tiene el cuerno roto significa que existe algo capaz de dañarlo? – se preguntó en silencio el genin mirando cada detalle del ser que tenía frente a él, después de todo no era momento de sentir miedo sino de explorar este mundo todo lo que pudiera mientras pudiera.

–Tranquilo niño–  la frase de Yūrei  interrumpió los pensamientos del genin, –No tienes que darme esa mirada, después de todo se como me veo…– concluyó la pesadilla en tono melancólico, frente a Yūrei flotaba un libro que cambiaba de página con solo un movimiento de mano.

–Parece que conseguiste tu cometido ¿no? – continuo Yūrei ahora en un tono totalmente calmado, la pesadilla movió las manos y las puertas por donde el genin entro se cerraron rápidamente detrás de el chico, luego la pesadilla bajo la mirada como si leyera esperando una respuesta.

–Bu-bueno…– murmuró el genin, la verdad el chico no esperaba llegar tan lejos así que le tocará improvisar.

–Un niño después de todo– comentó Yūrei algo decepcionado, –Un trato… dijiste que tenías algo que ofrecerme, sino siempre puedes volver por donde viniste–  dijo la pesadilla levantando su mano señalando las puertas que al ser apuntadas por el dedo de aquel ser se abrieron automáticamente.

–N-no…– dijo el genin volteando a ver las puertas algo confuso, –Un trato claro… no podrás resistirte a lo que tengo para ti– concluye el genin en tono firme.

–Tranquilo… la meta era entablar una conversación con él y ahora lo estas viendo sin misterios, no te puedes acobardar ahora– se dijo el genin buscando recomponerse en medio de una situación que parecía superarlo.

El chico suspiro y aclaró la garganta, era extraño el comportamiento de Yūrei había cambiado, no era la misma voz altiva y desesperada con la que había estado hablando el chico hace unos momentos, ahora que lo pida ver el chico noto movimientos lentos de parte de la pesadilla y un hablar pausado.

–Entonces…– dijo Yūrei como invitando al chico a continuar, mientras las puertas se cerraban de nuevo.

El genin miró a su alrededor un segundo apreciando la habitación donde se encontraba, no tenía paredes sino que una continua oscuridad delimitada por las velas marcaba el contorno del lugar.

SH el genin hizo un sonido con la lengua como cayendo en cuenta de algo.

–Supongo que me tienes donde me querías ¿no? – preguntó el genin mirando de frente a su contraparte.

–Quiero decir es claro que todo eso de tus dominios y que tendríamos que estar en conflicto era solamente una fachada… no… no … una prueba más que una fachada– concluyó el genin mirando desafiante a Yūrei, como exigiendo una respuesta.

–JAJAJAJAJA que puedo decir me gusta divertirme, no es divertido cuando muestras tus cartas del primer turno ¿No lo crees? – respondió la pesadilla levantando levemente la mirada de su lectura, dedicando una leve sonrisa al genin.

–De cualquier modo… ya estamos aquí y ya mostramos nuestras “manos”, así que proponemos lo que viniste a proponer… o marchate– sentenció Yūrei.

–Según yo venía a sacar ventaja y al final… sacaron ventaja de mi– pensó el genin mirando la actitud de la pesadilla frente a él.

–Entiendo que se alimentan de chakra ¿no?-- pregunto el chico cruzando de brazos.

–Aprendes rápido niño, no es un alimento como tal pero si le damos una buena fusión entre mas fuerte el shinobi mas fuertes las pesadillas, no esta directamente ligado la chakra como tal pero ya lo vas entendiendo– respondió Yūrei pasando de nuevo la página del mullido libro.

–Y… si te entrego chakra directamente y tu me prestas algo de tu fuerza a cambio? – propuso directamente el genin.

–No es tan fácil niño, después de todo los de nuestra “especie” no  se pueden manifestar en el plano exterior tan fácilmente, pero… siempre te podría prestar algo de mi como una especie de chakra– respondió la pesadilla.

El genin recordó que eso era lo necesario para el jutsu que el libro de su madre describia.

–Y a cambio devoraras parte de mi chakra, ¿cierto? – continuó el genin por fin entrando de lleno en el tema principal.

–Lo dices como algo malo niño– comentó Yūrei algo divertido, –Después de todo lo haces cada día para hacer tus… jutsus, ¿es esa la palabra correcta? – dijo Yūrei que con un movimiento de su mano derecha cerró el libro frente a él.

El genin miró el mullido libro, era parecido al segundo tomo que su madre le había entregado.

–Todavía no estás listo para eso… pequeño amigo– comento Yūrei seguido de una carcajada.

–Si ese es el trato... acepto– dijo firme el genin tragando grueso, después de todo no estaba totalmente seguro de en que se estaba metiendo.

–¿No crees que te estás precipitando? – preguntó la pesadilla en tono divertido, claramente tenía al genin donde lo quería.

Horaime miro a Yūrei en silencio unos segundos dudando.

–Razón no le falta, parece que todo lo que pasó hasta el momento este maldito ya lo tenía contemplado– pensó el genin, –En cualquier caso estoy a punto de conseguir lo que vine a buscar así que el intercambio no van tan mal–

–Como dije si ese es el trato acepto…– confirmó el joven genin.

La pesadilla volvió a mover su mano frente al cerrado libro que aún flotaba frente a él, inmediatamente el libro se abrió y con suaves movimiento la pesadilla empezó a pasar páginas como buscando algo.

–Bueno… entonces es un trato– comentó la pesadilla deteniendo su mano, luego bajo la mirada y  comenzó a leer la página donde se había detenido.

–¿Es interesante? – preguntó el genin estirando un poco el cuello interesado en la lectura de Yūrei.

–Como dije no es algo que esté a tu nivel, veamos como nos va con este trato  y luego tal vez te cuente al respecto– concluyó la pesadilla levantando la mirada un segundo para luego volver a su lectura.

–Si me das algo de tu chakra… yo podría manifestarme de cierto modo en tu plano y darte algunos beneficios– dijo la pesadilla moviendo su dedo índice sobre la hoja del viejo libro, como leyendo instrucciones. 

–¿Lo estás leyendo en el libro? o si sabes como hacer esto– preguntó el genin confuso con las acciones de la pesadilla, ¿acaso esto significaba que Yūrei nunca había hecho algo como esto?.

–P-por supuesto niño, no entenderias como es ser una entidad milenaria… a veces tenemos que… recordar ciertas cosas– respondió la pesadilla mostrándose algo ofendido ante las acusaciones del chico.

La extraña actitud y respuesta de Yūrei no convencieron mucho al genin, pero no había mucho más que hacer en este momento solo quedaba avanzar y ver como salían las cosas.

–Bien…– continuo Yūrei y con un movimiento de manos el libro frente a él se volteo mostrando una página al genin, –Estas son las posiciones de manos, puedes mirarlas de cerca -- concluyó la pesadilla señalando con su dedo índice la parte específica que debía leer el genin.

Horaime dio unos pasos algo inseguros, cuando estuvo frente al libro prestó mucha atención a la posición de manos e intentó imitarlas.

–Eso no te servirá de nada aquí– comentó la pesadilla sacando al genin de su concentrancion.

–Entiendo… supongo que es momento de irme ¿no? – respondió el genin con una leve sonrisa.

–Borra esa repugnante sonrisa– comentó algo molesta la pesadilla, luego realizó un movimiento de mano que cerró el libro el  las narices del genin.

–No…, no…, espera,  aun no las tengo– dijo el genin preocupado.

–Oh es una pena…– respondió Yūrei, –Improvisa JAJAJAJA– rio la pesadilla moviendo su mano derecha para abrir las puertas a la espalda del chico, pero esta vez cuando las puertas se abrieron y empezaron a succionar lentamente al gennin.

–Es tiempo de irse niño… pero para demostrar la buena voluntad te lo mostrare una vez más– dijo la pesadilla abriendo el viejo libro de nuevo con un solo movimiento de manos.

–¡RAYOS! miralas rápido– pensó el genin concentrando mientras las puertas jalaban su cuerpo hacia atrás, en medio de su desesperación el genin estiró su mano e intentó arrancar una página del libro.

–¡NO SE TOCA! – grito la pesadilla furiosa, pero era tarde el genin había logrado arrancar una de las hojas del libro e inmediatamente  el chico se lanzó hacia atrás internándose en las puertas que se cerraban a su paso.

–Maldito niño mal educado– dijo Yūrei dando vuelta a su libro para ver qué página se había llevado el joven genin, –Ja! Aun le falta mucho pero si logra usarlo podría ser divertido– comentó la pesadilla con una sonrisa.

Horaime despertó de golpe dando una bocanada de aire.

–MIERDA! – dijo el genin agitado, –Si no hubiera saltado seguro se hubiera puesto feo jajajaja– rió el genin claramente nervioso de como pudieron ser las cosas.

De pronto el genin cayó en cuenta y recordó la página que había arrancado, rápidamente el genin bajo la mirada a su mano derecha pero no había ninguna página aunque el genin si sostenía algo en su mano. 

–¡Qué rayos!-- pensó el chico confundido mirando en su mano un puñado de arena.

Rápidamente el genin se levantó y guardó aquella arena en un envase que tenía en su escritorio, luego de respirar profundo y pensar un rato en lo sucedido decidió probar si esto había sido algo real o si todo era un raro sueño.

–Bien aquí vamos…– dijo el genin respirando profundo y comenzando a realizar sellos, inmediatamente después de terminar la tanda de sellos unas manchas negras comenzaron a salir por el brazo del genin que asombrado se desconcentro y corto aquel nuevo jutsu.
–Bueno… si funciono, supongo que debo practicarlo y ver los beneficios– pensó el genin dando unos pasos a su cama para sentarse, –De cualquier modo lo que más me intriga es eso– dijo mirando el envase en su escritorio.

Un sonido extraño despertó al joven genin que abrió los ojos y miró hacia la ventana donde pudo ver un pequeño pájaro dando algunos picotazos al vidrio.

–¿Qué hora es? – se preguntó el chico que se había quedado dormido con la ropa del día anterior, por la luz en la ventana parecía que era después del mediodía, ¿Había dormido tanto?, ¿Y sin pesadilla?, era algo extraño para el chico quizá el trato que realizó hace poco con Yūrei traería diferentes cambios a su vida, el joven tendría que irlo descubriendo.

–Supongo que esta parte no está tan mal, de todas formas es claro que todo esto seguramente fue planeado por Yūrei… pero entonces ¿mi madre…? – pensó el genin frunciendo el ceño aun recostado en su cama intentando repasar todo lo sucedido en tan solo dos días, cosas que cambiarán su vida para siempre.

Horaime desvió la mirada al escritorio donde estaba el frasco lleno de arena, –Se supone que eso era una página del libro de Yūrei, ¿cómo lo traje a este plano?, ¿Por qué se volvió arena? – muchas preguntas asaltaban al genin, el chico respiró profundo y se levantó de la cama, inmediatamente dio unos paso al escritorio y tomó aquel frasco lo levantó dejándolo frente a su rostro, –Cuando pensé que lo estaba resolviendo solo se plantean más preguntas– murmuró estudiando el francisco detenidamente.

–En cualquier caso como casi todo en la vida la respuesta estará en un libro– dijo el genin suspirando devolviendo el frasco al escritorio.

El genin conocía todos los libros de la librería de la familia y según él ningún tenía nada escrito sobre algo parecido a esto, por otro lado podía preguntarle a su madre pero aunque pareciera loco en la mente del genin seguía pareciendo que de algún modo su madre colaboró con el plan de la pesadilla, era imposible pero aun así por algún motivo esa duda seguía resonando en la cabeza del chico.

–La academia puede ser una opción, tiene esa sección de libros raros que podría tener algo sobre esto– pensó el genin de brazos cruzados en el centro de su habitación intentando descifrar cuál sería el siguiente paso.

–Bueno si eso no sirve tendré que pensar en algo más pero aquí parado no resolver nada– dijo caminando a la puerta para salir de su habitación, una vez fuera camino por el pasillo de la librería que permanecía en total silencio, luego bajó las escaleras para ver el local totalmente vacío con el letrero de cerrado en la puerta, –Bueno eso es más común de lo que uno pensaría, aveces no entiendo cómo mantenemos este lugar sí siempre que tienen algo que hacer simplemente cierran– pensó el genin moviendo la cabeza en forma negativa decepcionado, camino hasta la puerta principal y salió mirando la calle algo neblineada.

–Bueno.. a la academia entonce– murmuró el genin tomando el rumbo.