Ya había pasado un tiempo, se había logrado calmar poco a poco, ya el llanto no era tan evidente, pero aun así estaba desbordando en pena, la joven Chikamatsu había logrado recuperar su temple, sentada ahí en silencio, esperando a que Centy volviera… -
hey tú, dime, ¿necesitas dinero? ¿Armas? Lo que sea, si me das algo de sustancia yo podría conseguírtelo, tu dímelo – rogaba la joven Makoto, pero a sus preguntas no había respuestas, gritaba buscando atención, pero nada funcionaba… hasta que volvió al silencio.
Al poco tiempo, Centy volvió a llamar a la puerta, traía la cama, Muki abrió la puerta lentamente y vio lo que trajo. Su maquillaje estaba todo corrido, estaba seco y estaba toda su ropa desarmada, no traía ya su porta utensilios ni kunais, sus coletas estaban sueltas y había posado sobre su espalda una sábana blanca que había encontrado, miro para afuera y dijo –
¿no había una más grande? La cama no es para ti pulga – dijo en tono despectivo, pero sin mostrar mayor emoción
Si, el ánimo de Muki estaba volviendo, y al menos en este momento del día, quería volver a tener esa interacción irracional que tenía con el joven bombardero.
Sin importar las respuestas del joven Ashira, Muki saldría de la habitación, abrazaría al muchacho y le acariciaría la cabeza, callándolo con su acto –
está bien niño, no sabías que los adultos usamos camas más grandes – sonriendo nuevamente y viéndolo para abajo mientras posaba sus brazos en los hombros del niño, sus pechos estaban a la altura de su rostro, pero no le importaba, tenía esa risa burlona de siempre –
mejor vete a dormir, yo me hago cargo a partir de ahora.
En este momento de la historia, deberás irte y no volver al lugar, estás cansado y deseas prepararte para mañana.
Muki entrara el colchón a la habitación, se percatará del detalle, este había traído además sabanas y frazadas, era una buena persona… con algo de esfuerzo lo arrastro por la habitación, coloco sobre el, la sabana que trajo el niño, luego, acostó sobre el colchón a Makoto, esta se resistiría un poco, pero no importaba, la taparía con la sabana que había encontrado en la habitación y sobre ellas una frazada marrón cortesía de Centy. Se desnudaría e ingresaría a la cama, se acostaría con ella, le acariciaría el cabello y la mejilla, lloraría un rato a su lado hasta quedarse dormidas… el día siguiente sería una calamidad.
24 de enero
Luego de que Muki se marchara en su misión junto a Centy y Akaza, Makoto quedaría sola en la habitación, atada y vendada de los ojos… las explosiones se escucharían a la distancia, la habitación se arremetería, se escucharían gritos en la calle, pero ella estaría en silencio… la falta de drogas la tenía desorientada. El polvo de la habitación caía sobre su cabeza y luego la calma volvió, pasaron horas y horas, ella estaba ahí esperando…
Casi al atardecer, Muki ingresaría de nuevo en la habitación, traería consigo sus dos marionetas, las dejaría caer en una de las paredes y luego se apoyaría sobre la misma… frente a ella un pequeño tarro de basura estaba volteado… Muki empezaría a patearlo con fuerza mientras gruñía… estaba frustrada…
El tiempo pasaría, solo en esta habitación reinaría la paz… Muki no hablo durante el resto del día hasta la mañana siguiente… tampoco lo hizo Makoto.
Centy, el ese día no aparecería… pero al día siguiente, volvería a rondar en el edificio.
- Master of puppets, I'm pulling your strings -