[Crónica-Privado] El Legado de los Suzume
LinkIcon Enlace al Post
Última modificación: 22-05-2023, 11:57 PM por Gea.
Correría el mes de noviembre, antes de que todo ocurriese. El fuego crepitaría y mis ojos se iluminarían por la luz que la hoguera desprendería. La iluminación era casi mínima y aunque escucharía el sonido de los animales corriendo entre los árboles y las aves volando entre las nubes que la oscuridad de la noche no dejaba ver. No hacía viento, ni frío, o al menos eso me parecía, aunque realmente la noche calaba con los apenas cuatro o cinco grados que había, por suerte la hoguera me calentaba, aunque también me hacía pensar. Estaba como ida, mis pensamientos estarían en aquel suceso que hacía un mes que habría ocurrido. No me había puesto a pensar hasta el día de hoy en lo que habría ocurrido, pensaba que había sido un simple sueño, pero corrían dos o tres días que realmente sí tornarían las consecuencias de mis acciones.

Dos o tres días antes me habría encontrado con un joven. Sus cabellos rubios me habrían llamado la atención, además de que el hecho de que me hubiera abordado en el bosque, aunque a plena luz del día, para retarme a un combate. Por un momento no entendía el motivo, y habló claro. Se trataba de aquel título que yo habría repudiado desde minuto uno. – ¿Líder de qué? – Preguntaría cuando el joven me respondiese con una técnica que conocía bien, una técnica que una gran potencia de onda. Me quedé perpleja mientras que recibía el ataque y me lanzaba varios metros hacia atrás. ¿Qué haces, chico? Le preguntaría. Claramente no había caído en que ahora, tras un mes, se había corrido la voz del título de Líder de Clan que me había caído como un peso muerto, sin yo quererlo, había sido elegida por el destino para sostener dicho nombramiento. No era algo de mi agrado, para nada, pero ahora tenía que darme de que me podrían caer de diferentes sitios, Suzumes del mundo oirían de mi nombre e intentarían quitarme dicho título. Y no era que yo no lo quisiera y pudiera darlo, si no que para conseguir ser Líder, debías matar al antiguo, y eso no iba a pasar conmigo. No iba a dejar que me matasen por un estúpido título. Varias horas dudaría el combate con el chico hasta que éste mismo se rendiría después de una batalla a desgaste que me dejaría también tocada, por eso mismo andaría por el bosque, protegida ahora sí por la seguridad que darían los árboles de grandes hojas y troncos anchos. – Mierda, yo no quería – Expresaría para quedarme dormida bajo telas y habiendo apagado el fuego. No quería tampoco alertar a los animales del bosque.

En el sueño, como hacían varios días tras aquel combate, los ojos de mi abuela antes de morir me perseguían. Sus últimas palabras como Líder de Clan habían sido que aquel título caía sobre mí. No entendía porque yo, no entendía porque no había ocurrido el asesinato de aquella figura de mi familia que no me aportaba nada. Ahora esa maldición había caído sobre mí, simple y llanamente porque una anciana en sus últimos momentos de vida me habría hecho portar aquella carga. Para mí era una carga, no era nada más, pero aquella carga haría que me matasen en algún momento si no me decidía a defenderme. No mataría por ostentar aquel título, pero tampoco dejaría que me matasen, sin duda. No sabía hasta que punto aquello que me había tocado por herencia era algo normal. Sabía que dentro de los Suzume no había algo así como un Líder que se levantara frente al resto como absoluto, si no que iba de generación en generación, al menos en lo que a mí me correspondía. No conocía mucho más allá de mi familia, no había conseguido mucha interacción con usuarios de mi mismo clan, aunque sabía que tras múltiples trifulcas y guerras entre nosotros mismos al final todos se habían desperdigado por el mundo como si fuéramos algo así como una tribu gigantesca que infestaba el mundo y lo dejaba plagado de voces poderosas.

Tenía algo así como sueños recurrentes evocados a lo que ahora parecía ser un título que me hacía un blanco fácil para muchos. Sabía que aquel rango dentro de los Suzume era algo que me haría ligeramente reconocida en el mundo que ahora me rodeaba. Debía ponérselo en sabido de la organización para que supieran que en cualquier momento podía desaparecer para cubrir más terreno y defenderme de aquellos que seguramente querían mi cabeza. Aunque… algo me decía que ya no sería tan fácil. Mi abuela me había contado durante nuestra conversación donde me pasaría aquel legado que había un Dios, una entidad cósmica que había poblado la tierra hacía muchos años cuyo legado había sido tal dentro de los propio Suzume que, aunque ella no había logrado conseguir, algo le decía que para mí sería mucho más sencillo. Su nombre era Jashin, una entidad cósmica cuyas habilidades trascendían más allá del chakra y más allá de lo terrenal. No sabía a qué se refería, me dio muchas señales y me expresó en más de una ocasión. Y ahí estaba yo, caminando de vuelto a la mansión donde tendría que seguramente expresar mis nuevas habilidades, al menos a la rubia. No podía callarme el hecho de que ahora estaban ante alguien cuya sensibilidad iba más allá del dolor, ahora para mí el dolor no era más que un nuevo alertante para mis nervios. Ahora el dolor era placer, siempre lo había sido, pero ante las enseñanzas de mi abuela que me habían abierto las puertas, ahora mi cuerpo y mi mente habían cambiado a un plano más astral donde mi único Dios era el que me iba a conducir a la máxima expresión de la vida. Mi misión ahora era bien sencilla, mantener mi vida al límite y conseguir ayudar a los demás dejando sus vidas a un lado y dándoles un sentido más tratando esta vida terrenal como un camino para una vida más liviana en el más allá. Jashin brillará. Y ahora aquel puesto de Líder me ayudaría a mi cometido dentro de las filas de sus seguidores.

Off
LinkIcon Enlace al Post
Tema Aceptado 

Este tema ha sido cerrado.

Salto de foro:

Usuarios navegando en este tema: 1 invitado(s)