Última modificación: 29-04-2024, 01:30 AM por Marakaito.
Llegamos a la colina antes de que el sol se pusiera, donde supuestamente tomaría lugar mi primera prueba, la caminata ha sido agotadora ¿Por qué decidirían realizarme una prueba en un área tan remota? Claro, ciudad Io se sigue pudiendo ver claramente a lo lejos, pero es lejos, la imagen de la gran ciudad en la distancia es tan pequeña como para caber en mi mano y lo mismo pasaba con varias colinas entre medias, no tan altas como en la que nos encontrábamos parados.
¿Y me dicen que esta no es la prueba y en cambio la tendré que hacer dentro de poco? No me molestaría si fuese algún quiz, pero Elysia ya me hizo el adelanto de decirme que su amigo es bastante riguroso en la manera que entrena a sus aprendices, exprimiéndolos física y mentalmente. Incluso me contó la historia de como cuando todavía estaba entre los vivos hizo llorar a uno de sus aprendices, aprendiz que también se convertiría en guardián como él. Ademas, este de seguro me guardara extrema animosidad por ser anfitrión de uno de los espíritus más peligrosos en la historia, al que explícitamente los guardianas juraron erradicar de la faz del mundo.
Que bonito todo.
Ya llevamos varios minutos aquí y el guardián no ha llegado, que se tome su tiempo, por favor, no me importa.
Pero a su compañera si.
"¡Mmmmm! ¿No me digas que su reloj despertador se congelo otra vez?" ¿Cómo sucede eso? Más importante ¿Espíritus necesitan relojes despertadores? Marakaito quiso preguntar pero unos pesados escalofríos se arrastraron por la espalda del chico, con la temperatura de su cuerpo pasar de un día de verano despejado al día mas tormentoso de invierno, por unos 2 segundos al menos.
Su cara se puso pálida mientras buscaba en los alrededores por algún espíritu responsable de aquello, pero la pelirosa solo sonreiría levemente mientras miraba a un punto especifico del lugar en el que estaban. "No me digas..." Y tras sostener la mirada un tiempo, finalmente suspiro en resignación.
"¡Bueno pequeño Marakaito!" Recompuso su expresión motivadora en cuestión de segundos mientras se giraba a ver a Marakaito quien sonó las alarmas dentro de su cabeza, cuando ella hacía esos cambios bruscos de expresiones faciales significaba peligro. "Tendremos que hacer un pequeño ejercicio antes de poder juntarnos."
"¡Aargh! ¿Qué ahora?" ¿No era caminar hasta aquí suficiente? ¿Acaso quería que escupiese sus pulmones y se los sirviera en bandeja de plata?
"Recuerda que el camino que has decidido seguir no es uno fácil, no solo se trata de recibir los legados de los guardianes pero también su aprobación." Tras remarcar eso se sentó al lado de un estanque e invito a Marakaito ha hacer lo mismo. "Un legado no es nada menos que la culminación del trabajo de toda su vida, para otras personas serían décadas hasta que algunos consideremos darles la oportunidad de recibirlas." Pero él era un caso especial, de no conseguirlas o moriría, o se transformaría en un monstruo irreconocible que mataría innumerables personas ¿Así que porque las pruebas? ¿No están tan desesperados como el en deshacerse del espíritu maligno? ¿O acaso los guardianes lo preferían muerto para no tomar riesgos? Estaban en su derecho por supuesto, pero mentiría si dijera que la sangre no le hervía ante la idea por más razonable que fuera.
"Se que piensas esto podría ser algún complot para impedirte recuperar tu vida normal." Allí vamos otra vez con su lectura "mental" "Pero si fuese tan fácil sin duda estarías de vuelta con tu familia, la verdad de un legado es que..." Cuando parecía se quedo sin excusas ella extendió una mano al estanque y con la uña de su fino dedo índice las aguas inmediatamente se paralizaron y en lo pronto, a través del sexto sentido que desarrollo Marakaito pudo ver como hilos gruesos de luz se disparaban del agua torciéndose de manera tan brusca que se enredaban entre si y pronto se fusionaron en una figura compleja, a veces pareciendo un ave, otras veces un pez, de repente era ambos y en lo pronto creció más de estos "hilos" de luz que se extendían más allá del estanque para empezar a devorar las plantas alrededor.
El pequeño parasito empezaba a tomar una forma más bizarra y solida mientras Elysia mantenía el sello de mano, Marakaito quiso decirle que se detuviera, esa cosa no iba a detenerse solo con las plantas, tan simples criaturas no lo sustentarían por mucho, él sería su próxima presa una vez se diera cuenta del aura que cargaba y lo sabía, pero antes de que hiciera un sonido audible Elysia cambio los sellos de manos y la tulpa se desintegro en motas de luz que pronto se desvanecieron.
Tan pequeña pero tan voraz, antes de que Elysia restaurara la energía alrededor, las plantas alrededor se habían tornado un negro carbón antes de regresar a su lustroso verde "¿Q-que fue e-eso?" Tan efímera pero tan aterradora.
"Una muy básica forma de tulpa que ni siquiera tiene nombre, pero tu intuición ya debió habértelo dicho." Su voz tan suave como siempre no aplaco bien la fuerte impresión de la "básica" tulpa de Elysia. "Es solo una forma en que un legado podría salirse de control si no estas calificado para manejarlo, y claro no tomaran forma de tulpas básicas, depende del legado si lo que sucede es tan solo la manifestación de una aterradora criatura o... Bueno ¿Entiendes porque tomamos todas estas precauciones?" No fue lo más aterrador que había visto estos últimos días pero ahora... estaba muy apenado como para mirar a su sensei a los ojos, esta molesta, a pesar de lo gentil que suena seguro le saco de quicio lo muy irrespetuoso que fue ante el tremendo gesto de bondad que ella y sus amigos le mostraron ¿Cómo acaso él se atreve después de haberle salvado la vida? Idio-
La punta de un dedo toco su frente. "Por favor deja de fruncir tu ceño así, arruinaras tu linda carita de bebe."
"¿Carita de bebe? ¡Pero tengo 13 años!" Sonrojado exclamo, pero incluso el mismo sabía como lucia para la gente, verse más joven tenía su encanto que le agradaba pero que su benefactora le dijera de esa manera...
"Por favor, te vez tan pequeño y tierno parece como si no hubieras pasado de los 10 o menor ¡Bien podrías ser el hermano menor de Kēsīmó o incluso gemelo de Gélěixiū!" A medida que hablaba sus ojos brillaban con más entusiasmo en lo que dejaba su imaginación volar con divertidos escenarios en su cabeza.
"No tengo idea de quienes son ellos ¡Y fácilmente podría ser hermano menor de cualquiera de ustedes! Si me superan por cientos-" Una mano tapo su boca.
"17" Marakaito no pudo pronunciar sus dudas no solo por la boca tapada pero el rostro sonriente de su sensei, no habiendo cambiado en nada a antes excepto por el aura. "Tengo 17 años pequeño hermanito menor Marakaito," Alejo su mano y tomo la postura de una profesora dando una lectura. "Para empezar hermanito, puede que nosotros los guardianes hayamos estado para presenciar eventos históricos de hace muchísimo tiempo pero eso no significa que nuestras edades reflejen los varios año- días que transcurrieron desde eso hasta el presente, es más, dirías que lo que importa es nuestra propia percepción del pasar del tiempo, ya que como sabes, es tan solo una ilusión, es decir te tengo un ejemplo de la vez que..."
"Uuuh." No tenía mucha idea de que tan viejos eran en realidad, pero de la lectura empezó a ganar una idea y sintió con aun más fuerza el evitar contacto visual con su sense- hermana mayor.
¿Y me dicen que esta no es la prueba y en cambio la tendré que hacer dentro de poco? No me molestaría si fuese algún quiz, pero Elysia ya me hizo el adelanto de decirme que su amigo es bastante riguroso en la manera que entrena a sus aprendices, exprimiéndolos física y mentalmente. Incluso me contó la historia de como cuando todavía estaba entre los vivos hizo llorar a uno de sus aprendices, aprendiz que también se convertiría en guardián como él. Ademas, este de seguro me guardara extrema animosidad por ser anfitrión de uno de los espíritus más peligrosos en la historia, al que explícitamente los guardianas juraron erradicar de la faz del mundo.
Que bonito todo.
Ya llevamos varios minutos aquí y el guardián no ha llegado, que se tome su tiempo, por favor, no me importa.
Pero a su compañera si.
"¡Mmmmm! ¿No me digas que su reloj despertador se congelo otra vez?" ¿Cómo sucede eso? Más importante ¿Espíritus necesitan relojes despertadores? Marakaito quiso preguntar pero unos pesados escalofríos se arrastraron por la espalda del chico, con la temperatura de su cuerpo pasar de un día de verano despejado al día mas tormentoso de invierno, por unos 2 segundos al menos.
Su cara se puso pálida mientras buscaba en los alrededores por algún espíritu responsable de aquello, pero la pelirosa solo sonreiría levemente mientras miraba a un punto especifico del lugar en el que estaban. "No me digas..." Y tras sostener la mirada un tiempo, finalmente suspiro en resignación.
"¡Bueno pequeño Marakaito!" Recompuso su expresión motivadora en cuestión de segundos mientras se giraba a ver a Marakaito quien sonó las alarmas dentro de su cabeza, cuando ella hacía esos cambios bruscos de expresiones faciales significaba peligro. "Tendremos que hacer un pequeño ejercicio antes de poder juntarnos."
"¡Aargh! ¿Qué ahora?" ¿No era caminar hasta aquí suficiente? ¿Acaso quería que escupiese sus pulmones y se los sirviera en bandeja de plata?
"Recuerda que el camino que has decidido seguir no es uno fácil, no solo se trata de recibir los legados de los guardianes pero también su aprobación." Tras remarcar eso se sentó al lado de un estanque e invito a Marakaito ha hacer lo mismo. "Un legado no es nada menos que la culminación del trabajo de toda su vida, para otras personas serían décadas hasta que algunos consideremos darles la oportunidad de recibirlas." Pero él era un caso especial, de no conseguirlas o moriría, o se transformaría en un monstruo irreconocible que mataría innumerables personas ¿Así que porque las pruebas? ¿No están tan desesperados como el en deshacerse del espíritu maligno? ¿O acaso los guardianes lo preferían muerto para no tomar riesgos? Estaban en su derecho por supuesto, pero mentiría si dijera que la sangre no le hervía ante la idea por más razonable que fuera.
"Se que piensas esto podría ser algún complot para impedirte recuperar tu vida normal." Allí vamos otra vez con su lectura "mental" "Pero si fuese tan fácil sin duda estarías de vuelta con tu familia, la verdad de un legado es que..." Cuando parecía se quedo sin excusas ella extendió una mano al estanque y con la uña de su fino dedo índice las aguas inmediatamente se paralizaron y en lo pronto, a través del sexto sentido que desarrollo Marakaito pudo ver como hilos gruesos de luz se disparaban del agua torciéndose de manera tan brusca que se enredaban entre si y pronto se fusionaron en una figura compleja, a veces pareciendo un ave, otras veces un pez, de repente era ambos y en lo pronto creció más de estos "hilos" de luz que se extendían más allá del estanque para empezar a devorar las plantas alrededor.
El pequeño parasito empezaba a tomar una forma más bizarra y solida mientras Elysia mantenía el sello de mano, Marakaito quiso decirle que se detuviera, esa cosa no iba a detenerse solo con las plantas, tan simples criaturas no lo sustentarían por mucho, él sería su próxima presa una vez se diera cuenta del aura que cargaba y lo sabía, pero antes de que hiciera un sonido audible Elysia cambio los sellos de manos y la tulpa se desintegro en motas de luz que pronto se desvanecieron.
Tan pequeña pero tan voraz, antes de que Elysia restaurara la energía alrededor, las plantas alrededor se habían tornado un negro carbón antes de regresar a su lustroso verde "¿Q-que fue e-eso?" Tan efímera pero tan aterradora.
"Una muy básica forma de tulpa que ni siquiera tiene nombre, pero tu intuición ya debió habértelo dicho." Su voz tan suave como siempre no aplaco bien la fuerte impresión de la "básica" tulpa de Elysia. "Es solo una forma en que un legado podría salirse de control si no estas calificado para manejarlo, y claro no tomaran forma de tulpas básicas, depende del legado si lo que sucede es tan solo la manifestación de una aterradora criatura o... Bueno ¿Entiendes porque tomamos todas estas precauciones?" No fue lo más aterrador que había visto estos últimos días pero ahora... estaba muy apenado como para mirar a su sensei a los ojos, esta molesta, a pesar de lo gentil que suena seguro le saco de quicio lo muy irrespetuoso que fue ante el tremendo gesto de bondad que ella y sus amigos le mostraron ¿Cómo acaso él se atreve después de haberle salvado la vida? Idio-
La punta de un dedo toco su frente. "Por favor deja de fruncir tu ceño así, arruinaras tu linda carita de bebe."
"¿Carita de bebe? ¡Pero tengo 13 años!" Sonrojado exclamo, pero incluso el mismo sabía como lucia para la gente, verse más joven tenía su encanto que le agradaba pero que su benefactora le dijera de esa manera...
"Por favor, te vez tan pequeño y tierno parece como si no hubieras pasado de los 10 o menor ¡Bien podrías ser el hermano menor de Kēsīmó o incluso gemelo de Gélěixiū!" A medida que hablaba sus ojos brillaban con más entusiasmo en lo que dejaba su imaginación volar con divertidos escenarios en su cabeza.
"No tengo idea de quienes son ellos ¡Y fácilmente podría ser hermano menor de cualquiera de ustedes! Si me superan por cientos-" Una mano tapo su boca.
"17" Marakaito no pudo pronunciar sus dudas no solo por la boca tapada pero el rostro sonriente de su sensei, no habiendo cambiado en nada a antes excepto por el aura. "Tengo 17 años pequeño hermanito menor Marakaito," Alejo su mano y tomo la postura de una profesora dando una lectura. "Para empezar hermanito, puede que nosotros los guardianes hayamos estado para presenciar eventos históricos de hace muchísimo tiempo pero eso no significa que nuestras edades reflejen los varios año- días que transcurrieron desde eso hasta el presente, es más, dirías que lo que importa es nuestra propia percepción del pasar del tiempo, ya que como sabes, es tan solo una ilusión, es decir te tengo un ejemplo de la vez que..."
"Uuuh." No tenía mucha idea de que tan viejos eran en realidad, pero de la lectura empezó a ganar una idea y sintió con aun más fuerza el evitar contacto visual con su sense- hermana mayor.