Con cansancio el joven caminaba observando el atardecer, frustrado porque no encontraba posada alguna con cupo libre, parecía que todo hospedaje de la zona estaba ocupada o quizás no le aceptaban por ser un extranjero, no podía dilucidarlo bien en el momento, su cabeza tan solo se centraba en encontrar un lugar donde pasar la noche. -Me cago en el viejo, ¿por qué no decidí empezar por el país del fuego o algún lugar más conocido?...-Musito el colorado para sus adentros mientras escupía al piso.
Seis meses antes de que volviera a Kirigakure no sato, por recomendación de su padre, Colt decidió emprender un viaje por distintas partes del globo, en busca de conocer otras culturas, nutrirse sobre como vivía la gente más allá de las fronteras del país del agua y sobre todo poder aprender o experimentar con estilos de peleas distintos al suyo, pero a grandes rasgos aún no había conseguido nada de eso, las ciudades que conoció eran a grandes rasgos similares a la aldea de la niebla, pero quizás con menor crueldad en sus calles, pero aun asi seguía imperando la ley del más fuerte o el más astuto dependiendo del caso. Quizás guiado por los rumores que había escuchado en poblaciones cercanas al lugar donde se encontraba o por el aura de sangre que se respiraba en aquel país tan similar a la que se olía en Kiri, Colt termino en el país de las aguas termales en una de sus tantas villas esperanzado de que tal vez allí podria encontrar lo que tanto buscaba.
Atraído por el ruido de la música, Colt logro encontrar un lugar bastante curioso, donde tal vez pensó que podria encontrar cobijo durante la noche, dicho lugar era una casa bastante grande y en la entrada de la misma varias mujeres de ropas ligeras y atributos resaltados le silbaban invitándolo a pasar con gestos sugestivos y palabras seductoras. -Bueno, es esto o dormir al lado de alguno rio- Con media sonrisa dibujada en la cara entro al burdel saludando con una mano a las mujeres que estaban en la entrada pero ignorando completamente sus invitaciones.
Un ambiente oscuro, pero relajado, se mostraba en su interior, se podía ver hombres mucho mayores que Colt disfrutando la compañía de las mujeres, quizás el más cercano a su edad debia sacarle ocho años. -Puff quien diría que terminaría pasando la noche en una casa del placer, espero no tener que pagar la compañía de una dama para rentar la habitación-No es que el joven no se interesara por el sexo opuesto ni se sintiera atraído por el mismo, pero aquellas épocas de consumir dichos lugares habían quedado en el pasado, ya no era un pandillero más de la niebla y si buscaba el contacto de una fémina deseaba obtenerlo por mérito propio y no por lo que poseía su billetera.
Colt se sentó en una de las mesas libres dejando su bolso al lado de él, encendió un cigarro y luego de unas pitadas lo poso sobre un cenicero, su vista examinaba el lugar de punta a punta. -No creo encontrar nadie que pueda enseñarme trucos nuevos acá...- Pensó desilusionado mientras veía a la gente del lugar, parecía que varios militares utilizaban dicho burdel para pasar las noches, pero ante la vista del joven todos parecían ser mas débiles que él, y dudaba que alguna kunoichi estuviera prénsente en el lugar, seguramente debían tener asuntos mas importantes que atender que complacer a una panda de militares borrachos y calientes.
-Se... Señor ¿Qué desea?- Colt levanto la vista ante una joven bastante desarreglada, con el cabello corto y con ropajes totalmente opuestos a las acompañantes del amor que había allí, aquella muchacha tan solo parecía ser una mesera. -Oh tan solo deseo comer algún platillo local acompañado con cerveza en lo posible...- Con una cálida sonrisa en su rostro intento relajar a la muchacha que se encontraba temblando ante el joven, quizás pensando que podria sobrepasarse con ella, pues el no era un asiduo del lugar -En... En... ¡Enseguida se lo traeremos! Dígame ¿Desea que alguna de mis compañeras venga a hacer mas amena su espera o tal vez...?- Colt interrumpió con la mano a la temblorosa muchacha mientras la volvía a mirar directamente a los ojos -Tan solo deseo cenar, y en lo posible poder rentar una habitacion sin requerir de los otros servicios que pueda brindarme el lugar, busco pasar la noche en paz y sin agotarme físicamente-Dijo con una sonrisa mientras cerraba sus ojos y apoyaba su cabeza sobre el respaldar del amplio sillón donde estaba.
Seis meses antes de que volviera a Kirigakure no sato, por recomendación de su padre, Colt decidió emprender un viaje por distintas partes del globo, en busca de conocer otras culturas, nutrirse sobre como vivía la gente más allá de las fronteras del país del agua y sobre todo poder aprender o experimentar con estilos de peleas distintos al suyo, pero a grandes rasgos aún no había conseguido nada de eso, las ciudades que conoció eran a grandes rasgos similares a la aldea de la niebla, pero quizás con menor crueldad en sus calles, pero aun asi seguía imperando la ley del más fuerte o el más astuto dependiendo del caso. Quizás guiado por los rumores que había escuchado en poblaciones cercanas al lugar donde se encontraba o por el aura de sangre que se respiraba en aquel país tan similar a la que se olía en Kiri, Colt termino en el país de las aguas termales en una de sus tantas villas esperanzado de que tal vez allí podria encontrar lo que tanto buscaba.
Atraído por el ruido de la música, Colt logro encontrar un lugar bastante curioso, donde tal vez pensó que podria encontrar cobijo durante la noche, dicho lugar era una casa bastante grande y en la entrada de la misma varias mujeres de ropas ligeras y atributos resaltados le silbaban invitándolo a pasar con gestos sugestivos y palabras seductoras. -Bueno, es esto o dormir al lado de alguno rio- Con media sonrisa dibujada en la cara entro al burdel saludando con una mano a las mujeres que estaban en la entrada pero ignorando completamente sus invitaciones.
Un ambiente oscuro, pero relajado, se mostraba en su interior, se podía ver hombres mucho mayores que Colt disfrutando la compañía de las mujeres, quizás el más cercano a su edad debia sacarle ocho años. -Puff quien diría que terminaría pasando la noche en una casa del placer, espero no tener que pagar la compañía de una dama para rentar la habitación-No es que el joven no se interesara por el sexo opuesto ni se sintiera atraído por el mismo, pero aquellas épocas de consumir dichos lugares habían quedado en el pasado, ya no era un pandillero más de la niebla y si buscaba el contacto de una fémina deseaba obtenerlo por mérito propio y no por lo que poseía su billetera.
Colt se sentó en una de las mesas libres dejando su bolso al lado de él, encendió un cigarro y luego de unas pitadas lo poso sobre un cenicero, su vista examinaba el lugar de punta a punta. -No creo encontrar nadie que pueda enseñarme trucos nuevos acá...- Pensó desilusionado mientras veía a la gente del lugar, parecía que varios militares utilizaban dicho burdel para pasar las noches, pero ante la vista del joven todos parecían ser mas débiles que él, y dudaba que alguna kunoichi estuviera prénsente en el lugar, seguramente debían tener asuntos mas importantes que atender que complacer a una panda de militares borrachos y calientes.
-Se... Señor ¿Qué desea?- Colt levanto la vista ante una joven bastante desarreglada, con el cabello corto y con ropajes totalmente opuestos a las acompañantes del amor que había allí, aquella muchacha tan solo parecía ser una mesera. -Oh tan solo deseo comer algún platillo local acompañado con cerveza en lo posible...- Con una cálida sonrisa en su rostro intento relajar a la muchacha que se encontraba temblando ante el joven, quizás pensando que podria sobrepasarse con ella, pues el no era un asiduo del lugar -En... En... ¡Enseguida se lo traeremos! Dígame ¿Desea que alguna de mis compañeras venga a hacer mas amena su espera o tal vez...?- Colt interrumpió con la mano a la temblorosa muchacha mientras la volvía a mirar directamente a los ojos -Tan solo deseo cenar, y en lo posible poder rentar una habitacion sin requerir de los otros servicios que pueda brindarme el lugar, busco pasar la noche en paz y sin agotarme físicamente-Dijo con una sonrisa mientras cerraba sus ojos y apoyaba su cabeza sobre el respaldar del amplio sillón donde estaba.