El alumno ejemplar
LinkIcon Enlace al Post
El joven Manabu deseaba más que nada en el mundo que su Byakugan despertara de una vez por todas. Llevaba muchísimo tiempo ya esperando aquel momento, y ciertamente sentía mucha presión por parte de su familia. Todos en el clan decían que no era normal que aún no la hubiera desarrollado, que quizás realmente no era un Hyuga verdadero, pero el joven shinobi trataba de no escucharlos para que no le afectara, aunque realmente se sentía muy presionado por ellos.

Por eso, el entrenaba tan fuerte y duro como los adultos y más fuertes del clan, aunque a diferentes niveles, claro. Manabu era ciertamente un portento físico para su edad. No sólo era rápido, sino que era fuerte, y además se había graduado con perfectas calificaciones en la Academia. A pesar de que era ya un ninja, seguía yendo a la Academia para seguir estudiando técnicas y sorprender a absolutamente todos en su clan. Aquel día había leído sobre el "Kuchiyose no Jutsu", la técnica de invocación. Estaba seguro que si conseguía invocar a cualquier animal, sus familiares se impresionarían y le aceptarían.

Por ello, tras coger aquel libro de la biblioteca y salir corriendo al campo de entrenamiento, comenzó a practicar los sellos para realizar aquella técnica. Una vez se lo aprendió de memoria, tenía que morderse el dedo y según decía el libro, aparecería un animal para hacer el pacto. Sin embargo, por mucho que lo intentara, allí no aparecía ningún tipo de animal, y además de ello, a Manabu le sangraban los diez dedos de la mano, y se estaba planteando hacerlo con los dedos de los pies, para ver si funcionaba. Tenía que sacar esa técnica, tenía que hacer que todos en su clan se impresionaran con su nueva habilidad, pero era desesperante para él.

Teniendo quince años y no haber despertado el Byakugan... Se dejó caer al suelo de culo, y una lágrima empezó a brotar de su ojo derecho. Golpeó el suelo lleno de rabia un par de veces con ambas manos, desahogandose, pero nada lo podía consolar en ese momento. Podría estar convirtiéndose en la vergüenza del clan, y eso haría que el prestigio de los Hyuga se fuera por los suelos... ¡Tenía que mejorar si no podía despertar aquella técnica! Por ello, se volvió a levantar, con más energía y tras tomar aire, gritó a los cuatro vientos. -¡VAMOS MALDITO DESTINO! ¡NECESITAS MUCHO MÁS PARA VENCER A MANABU HYUGA!- Y tras decir aquello, se quitó las lágrimas que salían de sus ojos y volvió a comenzar de cero para intentar hacer el pacto de invocación.
Salto de foro:

Usuarios navegando en este tema: 1 invitado(s)