Pasada la media tarde.
El sol se había ocultado ya hacía varios minutos aunque aún podía sentirse el calor de éste, como si hubiera quedado su presencia aunque ya poco y nada se viera de su luz y comenzará a reinar la luna en su lugar. Muphasa llevaba unos minutos ya de haber llegado a la aldea, gigante en su parecer a comparación de su pequeño pueblo donde ahora todo le parecía pequeño al lado de kirigakure... Con algo de nerviosismo, no dudo en dar paso firme hacia lo desconocido y aventurarse de frente a la aldea, pasando por los controles necesarios, y mostrando su documentación. Para su sorpresa, mejor dicho alivio, su ingreso había sido mucho más que sencillo, y sin demoras.
El morocho, se encontraba ahora adentrándose en los caminos de un nuevo comienzo de cara a todo lo que deseaba aprender y pensaba con gran determinación que no había tiempo que perder y lo primero que debía hacer era ir a El hospital... aunque poco sabia donde se encontraba... Ante tal situación no le quedó más que sonreír con entusiasmo mientras suspiraba avanzando en la aldea.