[MS Trama] Capitulo 2: Marchitarse... no significa morir... (Flashback)
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Cap. Anterior: [MS Trama] Capitulo 1: El nacimiento de una flor (Flashback) 

 Ren Uchiha era una niña de 10 años con una apariencia única. Albina de piel blanca como la nieve y ojos rojos brillantes como la sangre, era la tercera hija de la prestigiosa familia Uchiha, conocida por su linaje de talentosos ninjas. Sin embargo, a pesar de su notable herencia, Ren siempre se sintió como una extraña entre sus hermanos. Su hermano mayor, Shinu, de 15 años, era un prodigio en el arte del ninjutsu. Su destreza en combate y su habilidad para dominar las técnicas más avanzadas lo habían convertido en el orgullo de su padre, un renombrado maestro ninja. Por otro lado, su hermana mayor, Yurusu, de 13 años, sobresalía en el manejo del genjutsu, siendo capaz de engañar a sus enemigos con ilusiones poderosas y engañosas. Siendo Ren la unica que ni siquiera era capaz de dominar su propio sharingan...

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 Ren, en cambio, parecía no tener un talento específico. A pesar de entrenar arduamente junto a sus hermanos, siempre se encontraba rezagada, sin poder alcanzar sus habilidades. Su padre, un hombre estricto y exigente, observaba con desaprobación cada uno de sus intentos fallidos, lo que la hacía sentirse aún más insegura y desanimada. A pesar de sus constantes esfuerzos por impresionar a su padre y ganarse su aprobación, Ren seguía siendo la oveja negra de la familia Uchiha. La presión de no ser suficientemente buena para complacer a su padre la consumía, haciéndola cuestionar su valía y sus habilidades como ninja.

 Siendo acomplejada no solamente por su propia mente sino también por su padre quien constante y sin falta le criticaban por su carencia de talento. Noches de llanto silente y sufrimiento silencioso era lo que terminaban por definir su día desde la mañana hasta el anochecer carente de amor o compasión familiar al menos por parte de su padre. Buscando desesperadamente el cariño que sus hermanos recibían la albina siempre se esforzaba con el único objetivo de enorgullecer a su padre sin darse cuenta de que nunca sería cumplido. Pero un día fue el colmo para ella una misión o entrenamiento mejor dicho que tendría con sus hermanos tenían que volver desde lo profundo del bosque hacia su casa en menos de dos días estando solos, por su cuenta el objetivo era sencillo que volvieran a casa aún si tenían que dejar a alguien atrás.

 El significado de aquel entrenamiento era que había que deshacerse de los eslabones débiles para avanzar por su propia cuenta los tres sabían lo que significaba eso sin embargo le siguieron la corriente a su padre y aceptaron pasar por aquel entrenamiento, la albina sabía que el único este eslabón débil en su familia era ella y estaba dispuesta a intentar esta prueba con tal de un enorgullecer a su padre si lograba pasarla por eso cuando terminación había aceptado dicho reto, aquel desafío se llevaría a cabo al amanecer del día siguiente por lo que alrededor de las 5 de la mañana habían partido los tres niños junto a su padre hacia lo más profundo de un bosque, el bosque Sakura.

 Una vez allí su padre usaría una técnica del más alto rango de la maestría del sellado para volver a su casa inmediatamente y esperar a que los niños cumplieran con la misión. El tiempo empezó a correr tenían que llegar en dos días a su casa antes del siguiente amanecer sobrevivir por su cuenta- Está prueba... No es muy agradable... Deshacerse de los eslabones débiles para avanzar...- diría Shinu mientras miraba a sus hermanas él sabía mejor que nadie lo que su padre se refería si querían pasar esta prueba a tiempo debían olvidarse de Ren, sin embargo el pelinegro se negaba abandonar a su hermana y así emprendieron aquel viaje de vuelta a casa. Yendo por un sendero que parecía ser carente de peligro Pero eso era durante la misma mañana pues durante la noche era un cuento diferente debido a que todos los espíritus cuyas almas se refugiaban en el bosque de los cerezos se volvían más activos durante la noche...

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Por eso debían avanzar todo lo que pudiesen durante el día para descansar en algún refugio durante la noche. Esa era la estrategia que el joven Uchiha había planeado y hacía era pagar sus dos hermanas como sombras le seguían constantemente buscando no separarse para evitar lastimarse, las horas pasaban y el cansancio se hacía presente y cada vez tomaba más presencia principalmente en el cuerpo de la albina debido a su joven edad y la falta de descanso debido a sus noches de llanto sin embargo se negaba a aceptar el cansancio y seguía caminando sin decir nada haciéndose la fuerte buscando que al menos sus hermanos avanzaran y pasaran dicha prueba poco a poco a la tarde caía y un cielo anaranjado rojizo comenzaba a descender el atardecer o la hora dorada... Poco a poco descendía hasta que al final el día se volvía anoche y el sol se opacaba por la luna.

 Tan pronto anocheció decidieron descansar en la cercanías de una pequeña cueva montar el fuego sería tarea sencilla para sus hermanos debido a su dominio de dicho elemento mientras él los miraba con gran pesar debido a que su naturaleza del chakra era el agua... Otro motivo porque su padre siempre le atormentaba diciendo que era un error como Uchiha y que era un fracaso de hija... Sin embargo su hermano Siempre buscaba apoyarle y consolarle... Mientras preparaban algo de comer él no dejaba de mirar las estrellas afuera de aquella pequeña cueva las miraba asombrada soñando en algún día ver las más de cerca buscando constelaciones y contemplando la belleza de la misma luna- me recuerdas el cuento de la princesa Kaguya... Ren...- aquellas palabras serían dichas por el mayor mientras aseguraba de que los peces que habían obtenido en un río hace poco se asaban.

- ¿La princesa Kaguya?...- una pregunta que dejó a su hermano impresionado la ignorancia o quizás el desconocimiento de dicha historia no era normal... Era una historia muy popular desde tiempos inmemorable si era común que los niños de ese entonces la escuchasen pero que la albina demostrara ignorancia sobre dicho cuento no era algo común inesperable, El joven sabía que su padre no aceptaba a su hermano menor como parte de la familia pero tampoco esperaba que le hubiese privado del gusto de escuchar historias como esa... - ¿Nunca haz escuchado el cuento de la princesa Kaguya?- Preguntaría Yurusu con impresión me asombro ante su hermana- En absoluto... En realidad... Creo que nunca había escuchado sobre ninguna historia...- su hermano miró en dirección a la albina sintiendo un poco de compasión...

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 - El cuento de la princesa kaguya... Es la historia de un leñador de bambú y su esposa... Mientras el leñador cumplía su labor encontró a una pequeña niña recién nacida entre los brotes de bambú... Parecía haber sido abandonada o haber nacido ahí... Por lo que la tomó En sus brazos y la llevó con su esposa, ambos habían deseado tener una hija desde que se casaron pero sus plegarias nunca fueron escuchadas... Por lo que la adoptaron y la criaron Como si fuese su hija, con el paso de los años la joven niña fue llamada kaguya demostrando ser una joven de increíble belleza y talento... Pero al crecer sería separada de sus padres y sería llevada a la luna... O al menos eso es lo que recuerdo de la historia jaja- aquel cuento maravilloso a la joven albina que veía con impresión a su hermano relatando esa historia... Luego de esa noche quizás por primera vez en mucho tiempo habías dormido sin necesidad de derramar una sola lágrima...

 A la mañana siguiente emprendieron de nuevo su camino dirección a casa pero mientras caminaban Ren no dejaba de preguntarse si completando esto su padre se enorgullecería de ella... Y en eso Una lágrima recorrió su mejilla... Sabía que su padre la consideraría un eslabón débil e indigna de formar parte de su familia sin importar Que tanto se esforzara... Durante años ella misma se había engañado con la esperanza de que eso solo sería hasta que lograra enorgullecerle pero esa noche se dio cuenta de que eso no importaba... Si desconocía historias populares entre los niños y ni siquiera era capaz de disfrutar de eventos festivos entonces... No era simplemente una desaprobación... Sin embargo se cayó aquel sentimiento y continuó su recorrido junto a sus hermanos esperando al anochecer una vez más...

 Y esa noche su hermano también le contó algunas historias populares la joven albina lo veía asombrada buscando comprender exactamente de los cuentos que le hablaba al mismo tiempo que se sumergía en las maravillosas historias que se le eran contadas... Algunas horas más tarde mientras sus hermanos son mías la albina estaba sentada en un viejo tronco caído mientras contemplaba la luna que brillaba tan hermosa como siempre... Aunque sus ojos miraban fijamente aquel astro estaban aguados y cristalinos mientras silenciosas lágrimas se deslizaban por sus blancas mejillas y descendían hasta caer en su regazo... Sabía que una vez que este entrenamiento terminaste ya no compartiría más tiempo con sus hermanos pues su padre buscaría alguna excusa para regañarle Y separarle de nuevo de ellos... - así que esto es lo que llaman temor... Tengo miedo de volver a pasar por todo yo sola... Sin embargo creo que ellos estarán bien si no se los digo...- Esa fue el pensamiento que cruzó su mente pero una voz le llamaría... - ¿Ren?... ¿Que paso? Acaso... ¿No puedes dormir?- era su hermano a quien le dirigió la palabra pues parecía que también se había despertado.

 - Solo quería observar la luna...- fue una mentira que ella diría ocultando su rostro de su hermano para que no la viese a los ojos sin embargo cuando el mayor se sentó a su lado para observar también la luna se dio cuenta... - ¿Estás llorando?- una pregunta demasiado obvia... Sin embargo la albina al mirarle los ojos vería la preocupación presente en ellos- S-si...- Fue un susurro al mismísimo viento...- ya veo- tengo miedo... De volver a estar sola... De volver a... Separarme de ustedes...- Eso no pasará... Esta vez volveremos a ser Unidos... Como antes de que empezaras tu entrenamiento... Sé que podemos... Sé que puedes ser más fuerte... que puedes enorgullecerlo... - aquellas serían las últimas palabras de esa noche, Pues a la mañana siguiente los tres volverían a casa justo a tiempo pero... - Shinu... Yurusu... Bien hecho... Os felicito por cumplir con este entrenamiento- Kirai había olvidado por completo la existencia de Ren...

 Al día siguiente la albina había perdido completamente la esperanza y había abandonado su entrenamiento... - Padre... Perdóname... Pero ya no te haré perder el tiempo... Ya no... Ya no tendrás que entrenarme más...- su padre sentado dándole la espalda en su habitación mientras escuchaba las palabras de la albina quien estaba sentada en la tradicional postura seiza... Mientras hablaba lágrimas se derramaban debido al dolor de sus propias palabras y la sensación de su esperanza muriendo... Lo último que presenció fue su el sonido de su padre levantándose y dando unos pasos hacia ella antes de observar Cómo levantaba su puño... Unas horas después la albina se encontraba en su habitación sentada en la cama con las piernas cruzadas abrazándose las piernas mientras sollozaba con lágrimas de dolor y desesperación...

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- Oto-san... Perdóname... Perdóname... Perdóname... Pero ya no puedo soportarlo más... Ya no puedo... Puedo soportarlo...- parecía ser que su sufrimiento se había desatado por completo esa misma noche... En una habitación oscura carente de iluminación por completo sumergida en la oscuridad... En una oscuridad silente, que consume cada vez más su agotada mente, cansada de luchar constantemente, queriendo perecer ante ella de modo permanente... Un cuerpo lleno de moretones con heridas vendadas... Y su ojo derecho vendado... Incluso una pequeña ruptura en su labio era bastante presente y un poco de sangre fluía de esa pequeña herida latente...

 Y una vez más volviendo al presente... Ren se encontraba preparándose para salir de noche en busca de algo poco consecuente... Había preparado su equipamiento Ninja y se encontraba atando su albina cabellera con una liga para formar una cola de caballo... Bajaba silenciosamente las escaleras de aquella casa donde residía desde hace un tiempo... Y cuando su mano se encontró con el pomo de la puerta una voz fue audible- Así que ya te vas... Espero que te vaya bien y termines con aquello que tanto anhelas cumplir- era la madre del Uchiha quién la estaba viendo desde las escaleras- No pienso detenerte... Pero sí te deseo buena suerte... Y no te tardes mucho... que seguramente él se preocupará- ambas sabían a quién se refería... Aquella imagen de Kin pasó por su cabeza... Y la aldina sentiría ante las palabras de la mayor antes de abrir la puerta y salir refugiada por el mando de la oscura noche en busca de su destino...

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