El puente [Simple - Rango B]
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Última modificación: 07-02-2023, 02:46 PM por Akaza.
Katzuo era el líder de aquel grupo de 40 personas, vivían en un poblado cerca de uno de los caminos principales del País del Fuego, aquella gente había construido todo de aquel lugar y cabe decir que, para las pocas personas que eran, tenían un flujo comercial bastante grande. Un grupo de bandidos siempre tenía en su punto de mira a Katzuo y los suyos, conservaban una reliquia familiar de alto valor monetario, a causa de la situación que la guerra había generado los bandidos encontraron el momento perfecto para dar caza a los de Katzuo y obtener su recompensa. Aquel grupo había huido de las ruinas de su antiguo hogar directo a la frontera con el País de la Lluvia donde el tío de Katzuo les daría tierras y un nuevo futuro, por desgracia se movían lentos por tener que transportar ganado, niños y gente mayor, Katzuo sabía que el grupo de bandidos venia desde la otra punta del País del Fuego, pero lo hacían a un ritmo mucho mayor, era cuestión de tiempo que fuesen alcanzados. A causa de esto se extendió el rumor de que si alguien les ayudaba trasladar pagarían por los servicios prestados, la noticia se extendió como la pólvora por la zona.

A un buen número de kilómetros de la frontera el grupo de Katzuo acampaba a la hora de comer en uno de los caminos secundarios, habían improvisado unas cuantas tiendas con telas con una hoguera en el centro para calentarse y preparar unos caldos. Tenían tres carros tirados por dos caballos cada uno, en estos iban los ancianos, y tres burros con equipaje que montaban los niños de la aldea, el resto iba a pie cuando tocaba avanzar, era todo lo que tenían, el resto se lo había comido la guerra. Katzuo era un líder joven, unos 35 años de edad y el resto de su gente estaba distribuida de la siguiente manera: 8 ancianos, 5 pequeños, 7 adolescentes y 20 personas de mediana edad, tan solo Katzuo tenía una escasa experiencia bélica, el resto no dudaría en coger cualquier herramienta para defender a los suyos, pero lo haría sin ningún tipo de habilidad para ello.

Ya habían acabado de comer y pronto deberían de ponerse a recoger el improvisado campamento a toda velocidad, no podían permitirse perder el tiempo con aquella banda de bandidos sabueso pisándoles los talones.

Mapa y leyenda

Link y misión

Resumen
Especialización en Ninjutsu

Ninjutsu - Estilo Cauteloso
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La oficina de encargos era un lugar modesto, apenas ocupaba la mitad de la primera planta de un diminuto edificio que se camuflaba entre su pares mas grandes en una de las tantas avenidas que poseía Amegakure. En el interior se distribuían cuatro mesas, dos en cada lateral,en ellas trabajan dos mujeres y dos hombres, con toda velocidad que sus manos le permitían,movían papeles de aquí para allá, mientras el traqueteo incesante de las máquinas fungía como banda sonora de aquel lugar. Quien regentaba el lugar, era joven en sus veintitantos años, su cabello era corto, de color negro azulado, se notaba que su estilo era el de alguien informal, a pesar de un semblante estoico y rígido, pero su rostro poseía un aura de misterio que invitaba a los hombres mas osados a seducirla, estaba claro que quien deseaba cortejarla  no debía buscar a una ama de casa o a una princesa en apuros en ella, sino mas bien a una mujer fuerte e independiente capaz de valerse por sí misma,quien ante los conflictos en vez de huir despavorida, prestaría su espada para luchar a tu lado. Quizás el único defecto que se le podria destacar a tan bella mujer, era la falta de un ojo, el cual cubría un con un parche, pero ante los hombres mas atrevidos y de gustos refinados, dirían que aquello le agregaba un atractivo misterioso a tan peculiar e incomprensible dama.

El pelirrojo entró por la puerta principal sin anunciarse, ni dar aviso de su presencia, tan solo levanto la mano hacia arriba, saludando a los empleados, mientras inhalaba fervientemente el aroma de café filtrado combinado con el espeso humo de cigarro que inundaba el ambiente, claro estaba que aquel curioso perfume era del agrado para el joven. -UFF tienes que darme el nombre de este ambientador Ojito-Chan, creo que podria usarlo en el próximo lugar que pare- Colt le hablaba a la jefa del lugar como si se tratase de una amiga de toda la vida, una confianza que ante una mujer como Mikoto, rayaba casi con la falta de respeto, mas aun siendo que la relación con el joven era casi estrictamente laboral; ella le pasaba la información sobre los trabajos, y el joven siempre listo al pie del cañón, cumplía con una excelencia aterradora -Vuelve a llamarme "Ojito" y pondré una foto tuya con el resto de esos carteles-La mujer levanto su índice y señalo un tablón que estaba contiguo a su mesa, en él se veían varios papeles pegados con la leyenda "Se busca". Por si no quedaba claro, aquel lugar trabajaba a los márgenes de la ley, se ofrecían encargos que generalmente los ninjas de la aldea no tomaban: captura de gente relacionada con la Yakuza, ajustes de cuentas y protección a un precio mas accesible del que ofrecían las autoridades.

-¡Mis mas sinceras disculpas Mikoto Hime-Sama!-Exclamo, haciendo una reverencia a modo de burla mientras mirando al piso hablaba -Pero tendría que vender el departamento entero junto a sus empleados, para pagar gente que sea capaz de lastimarme- La mujer solo rechisto mientras ponía los ojos en blanco -Escucha, sé a lo que vienes...-Con su mano llevo un cigarro a la boca, teniendo intenciones de prenderlo, dirigió su otra mano hacia el bolsillo buscando un mechero, pero el Tenbin se adelantó sacando el suyo propio, encendiéndole el cigarro, actuando como si de un sirviente se tratase, incluso volvió a hacer una reverencia. -¿Tú no vas a parar hasta que un día use tu boca de cenicero? ¿Verdad, mocoso?-Con un bufido abrió uno de los cajones, sacando un sobre de papel madera -Aquí tienes, esta vez estas de suerte mocoso, eres al único que le puedo encargar este trabajo, lo ha pedido un viejo amigo mío, es una persona importante, asi que te ruego que no la cagues, de todos los indeseables que vienen aquí, eres el único con una jodida pizca de honestidad-Espeto mientras el colorado abría el sobre leyendo su contendido, examinando la situación, obviamente se había preguntado por qué un trabajo asi no se lo habían dado a los ninjas de la aldea -Seguramente por estar tan cerca de la frontera no quieren ir, malditos vagos-Pensó mientras arqueaba su ceja izquierda.

-Si lo aceptas, llamaré a un transporte para que te recoja en la próxima hora, no debería llevarte mas de un día llegar al punto de reunión.- La mujer uso su único ojo para mirar fijamente al muchacho, en busca de una respuesta afirmativa, si él no quería el trabajo, no sabía de nadie que pudiera hacerlo, sus contactos generalmente se enfocarían mas en querer robar el contenido a transportar, que proteger a los civiles que la resguardaban, tan solo conocía a una persona capaz de ensuciarse las manos por los demás, y aquel era el molesto mocoso de Colt. -¿Es importante para ti Miko-san? Ja. -El colorado le brindo una sonrisa a la mujer mientras se dirigía hacia la salida -Espero un extra entonces a mi regreso... Déjame invitarte un trago.-Cerro la puerta mientras le daba la espalda a la oficina, el joven en ese momento se sentía el hombre mas atractivo y misterioso del mundo, aún le faltaba mucho por recorrer para estar a la altura de Mikoto.

-Je, tal vez cuando cumplas la mayoría de edad, maldito mocoso...-


El pelirrojo llegó al campamento justo para cuando los hombres de Katsuo ya estaban a punto de emprender el viaje de nuevo, esta vez el muchacho venía preparado, sus pies portaban unos borcegos aptos para cualquier tipo de terreno, los cuales le cubrían hasta las pantorrillas, sus pantalones eran de estilo camuflado, holgados, lo cual le permitían una amplia capacidad de movimiento, dicho pantalón era sostenido por un cinturón de cuero negro, que tenían varias hendiduras para depositar sus pergaminos, al igual que sus portakunais y utensilios, de su costado izquierdo, se encontraba envainada su espada zangetsu. En la parte superior tan solo portaba una musculosa negra, no necesitaba nada mas.

-Doce menores, contando niños y a los que tienen mi edad o poco menos de esta, está claro que ellos van a ser la prioridad a defender, los adultos podrán defenderse solos de ser necesario, y los viejos... Lo siento pero deben estar conscientes que no tendrán mucho mas tiempo en la tierra.-Con su mirada analizo los recursos humanos que había allí, desde su perspectiva, eran mas importante que las cargas que transportaban, aunque la cantidad que había le dificultaba el intentar protegerlos a todos, por lo cual ya tenían en mente qué vidas priorizar. -Tres carretas... Lo mas probable es que los bandidos vayan a por ellas, creerán que el cargamento mas valioso se encuentra allí dentro... Eso podríamos utilizarlo a nuestro favor. 

-Soy Colt Tenbin, me han encomendado cuidar de ustedes en su travesía, me encargaré de que tengan un viaje ameno y placentero-Cuando encontró al sujeto que encajaba con la descripción del líder, lo saludo cordialmente con un tono relajado. -¿Usted debe ser Katsuo-san no? Veo que he llegado justo a tiempo, me gustaría discutir con usted algunos asuntos sobre el trabajo antes de que partamos camino hacia nuestro destino-En ese momento Colt le comentaría sobre su idea de guardar dicha reliquia en alguno de los burros de carga, alejándolo de las carretas principales las cuales serían el primer objetivo al cual seguramente irian los bandidos, también le comento sobre la idea de priorizar la vida de los mas jóvenes en un caso de extrema necesidad, aunque dejándole en claro que intentaría hacer todo lo posible para defenderlos si se diera el caso.

cositas
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Justo antes de partir hasta su nueva meta el grupo ahora reconvertido en nómadas recibió una curiosa visita por parte de un pelirrojo. Era un chico joven que se presentaba ante el líder como Colt Tenbin, en primera instancia descolocó un poco al grupo, pero pronto Katsuo le dio la bienvenida estrechándole la mano si era posible. – Soy Katsuo, es un placer. Si te soy sincero no sabíamos que venías, no hemos tenido tiempo de intercambiar correspondencia como te puedes imaginar. – Dijo señalando a su gente, había contratado los servicios de alguien a ciegas, así de desesperado estaba. – Será un gusto tenerte con nosotros, aunque… Esperaba a más de uno, esto no será fácil. – Hizo una breve pausa en la que escuchó al pelirrojo. – Claro, podemos hablar los detalles, pero… ¿Te importa que lo hagamos en marcha? El tiempo apremia. Sin esperar respuesta le hizo una seña al mozo que ocupaba la posición delantera del grupo. Te escucho. – Dijo Katsuo mientras las gentes de su pueblo miraban con curiosidad al nuevo, especialmente los mas pequeños quien alucinaban con sus ropas y su espada.

El viaje no era especialmente largo pero la tensión estaba a flor de piel, todos estaban pendientes de que en cualquier momento las cosas se podían torcer. Continuaron avanzando, distribuyéndose de tal manera que el trayecto les sería mas liviano a los ancianos y a los jóvenes, los adultos irían a pie y los que estaban mas en forma iban pendientes de empujar o ayudar en algún carro. Avanzaban y avanzaban por caminos secundarios de tierra, por muy rápido que quisiesen ir la velocidad de los carros y los burros mas viejos les limitaba. Tan solo los niños parecían ser ajenos a todo aquello, gritaban, cantaban, jugaban, de alguna manera su inocencia ante la situación era capaz de sacar alguna que otra sonrisa. Colt podría descubrir que Katsuo era un tipo amable y con valores, si invertía tiempo en escuchar a alguno de los “aldeanos” podría escuchar historias de como con el liderazgo de Katsuo su pueblo había prosperado y se había convertido en un enclave comercial respetado a pesar de venir de la pobreza absoluta. Era un buen tipo y había ayudado a mucha gente, la gente del pueblo era especialmente modesta y agradecida, no dudaron en ofrecerle alimento al nuevo, los niños le preguntaban si “era un ninja o algo así”, enseguida se generó cierta admiración entorno a el pues era el único que en teoría sabía combatir.


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El muchacho no tardo en entablar una buena relación con sus empleadores, con quienes compartió algunos bocadillos y uno  que otro trago, incluso llego a contar algunas anécdotas sobre su trabajo,  no los más peligrosos y sangrientos que había hecho, pero si los que lo dejaban bien parado al muchacho.

Con los niños la cosa fue igual, les  comento que más que un ninja, se veía como uno de esos justicieros sobres que se narraban en cuentos y novelas gráficas, que buscaba castigar a los tipos malos, y que incluso la paga era totalmente secundario, realmente disfrutaba dándole una paliza a ladrones y asesinos (Aunque omitió la parte en donde no tenía piedad con ellos).

En un alarde de sus habilidades el Tenbin pidió un poco de pan a uno de los viajeros, y con ello silbo para llamar a un ave que se encontraba volando cerca de ellos, al principio le dio comida para que a cambio  hiciera unas piruetas cerca suyo, y la gente viera como tenía un vínculo especial con los animales. 

En ese momento con Katsuo cerca  aprovecho para darle una segunda orden al ave: Tenía que hacer in vuelo de reconocimiento sobre las cercanías y avisarle si le seguían el paso, y de ser así  cuantas personas eran quienes le daban caza.
Pasiva Clan Tenbin
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Última modificación: 14-02-2023, 11:57 AM por Akaza.
Todo ocurrió con normalidad, la seguridad de Colt aportaba a los nómadas cierta seguridad sin ni si quiera ver sus capacidades físicas, las historias les llenaban de alegría y les hacían soñar con que sería posible un nuevo hogar. Pronto salieron de la zona boscosa para llegar a un trozo del camino que estaba repleto de llanuras con pequeñas ondulaciones el terreno, el líder del grupo estaba ahora mas pendiente que nunca, cambiando su posición mirando siempre los diferentes ángulos.

Llegado un momento de intimidad entre Katsuo y Colt el líder de aquel grupo decidió que era la oportunidad perfecta para confesarle algo. – Colt, hay algo que debo decirte. Es algo que solo unos pocos de los nuestros intuyen. El líder del grupo de bandidos que nos intentan dar caza… El… Es mi hermano, Zeke.  – Inspiró y suspiró. – Nuestras vidas han sido difíciles desde que éramos críos, vivíamos en la pobreza y trabajamos como burros desde jóvenes. Nuestros padres eran gente honrada y modesta, pero sin aspiraciones, Zeke y yo queríamos abrirnos nuestro camino en el mundo. Yo acabé liderando la aldea e intentando progresar y el… buscó su propio camino. Se metió en el mundo criminal y de las apuestas, ha matado gente y nuestros padres, que en paz descansen, le hicieron la cruz. Nuestra relación es tensa y ahora viene a recuperar las reliquias de nuestra familia cuando el nunca se preocupó… Esa es toda la verdad Colt. – Se veía la sinceridad en su rostro con cada una de las palabras que habían salido de su boca.

El espectáculo de aves de Colt llenó de ilusión a los mas jóvenes, todo el mundo empatizaba con los animales y al ver a alguien que conectaba con ellos con tanta facilidad solo se podía sonreír. El ave voló alto siguiendo la petición del pelirrojo, tardaría un tiempo en hacer la ronda y observar un radio alrededor del grupo lo suficientemente amplio como para dar seguridad. Gracias a la escasez de árboles muy a lo lejos se veía la meta, un gran puente de piedra que hacia de frontera entre un país y el otro, la gente lo celebró y cantó al verlo, pero todos eran conscientes de que la distancia que les separaba del objetivo era aún enorme.

Pronto el ave comenzó a hacer algún que otro ruido para después descender en picado directo a Colt, traía malas nuevas, había avistado a 3 hombres a caballo, probablemente exploradores. Estaban al sur y aprovechaban las pequeñas cimas que generaba el terreno para acercarse sin ser vistos por la caravana, parecían ser exploradores, vestían ropas negras y alguno portaba armas. Actualmente estaban a 35 metros al sur, justo tras una loma, un niño pequeño se acercó a Colt y le preguntó si todo estaba bien, si el ave le decía algo.


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-Ya veo, con que a quien nos enfrentamos es a tu propio hermano-Colt Encendió un cigarro mientras dejaba que Katsuo prosiguiese con la historia, lo escuchaba atentamente y con los ojos bien abiertos expresando sorpresa, el pelirrojo no era una persona que lograse ocultar sus sentimientos.-Con que uno escogió el camino duro y honesto, mientras que el otro fue por lo fácil eh?-Colt pensó con curiosidad como la vida de dos hermanos podria tornarse completamente opuesta en base sus decisiones.-Lo entiendo, no tengo por qué juzgarte Katsuo-San, por lástima soy hijo único, asi que me cuesta un poco empatizar con una situación asi de complicada-El joven se mostró dubitativo con lo que iba a decir a continuación, pero tenia que ser directo con el líder, pues del manejo de la situación dependía el que la caravana saliese ilesa de aquello -Pero si de algo estoy seguro es que tienes sentimientos encontrados con esta situación. Asi que mira si bien él forma parte de tu familia, ahora ellos también lo son...- Señalo a su alrededor, mostrándole a los niños que jugaban despreocupadamente, a los adultos que se rompían el lomo cargando las pertenencias y dirigiendo la caravana, y a los débiles ancianos que se subían a la carreta.-Tu responsabilidad como líder es velar por su seguridad y bienestar, asi que deberás ponerlos a ellos como prioridad, incluso si eso significa tener que perder a tu hermano... 

Pronto los niños movidos por la curiosidad vendrían a jugar con Colt el cual se movió de su lugar, no sin antes decirle unas últimas palabras a Katsuo. -
Pero prometo que haré lo posible para todos lleguen sanos y salvo a su destino. Y si puedo hacer cambiar de opinión a tu hermano con un par de patadas, dalo por hecho que lo haré-El joven irradio una sonrisa que podria derretir hasta los témpanos mas gélidos que hubiera en el mar del norte.
Ahora el espectáculo con las aves había comenzado, la gente miraba al joven entusiasmada por su vínculo con aquellos pájaros, ante sus ojos era una mezcla entre algo mágico y tierno a la vez.
Cuando aquellos animales volvieron con la malas nuevas, Colt no pudo evitar formar una expresión de seriedad que incluso llego a preocupar a algunos de los presentes allí en el lugar.-
Ahora para mi siguiente truco.... Me copiaré a mí mismo!-Entonces haciendo un sello en forma de cruz, creo una nube de humo a su costado, del cual al deshacerse se mostró ante el resto una réplica exacta del muchacho, el cual sonreía de forma bonachona como lo lo hacía él. -Mierda que eres bellísimo tío. Ahora escucha Necesito que vayas a treinta y cinco metros al sur, ya nos estan pisando los talones, necesitó que los distraigas mientras nosotros nos aproximamos al puente, gana todo el tiempo que puedas, si puedes hacer que todos los bandidos se enfoquen en ti mejor.-Esto último se lo había dicho susurrando a su oreja, y el clon cuál soldado obediente incluso imitando el saludo típico saldría disparando hacia el lugar.

Poco después de hacer unos malabares con unas shurikens para distraer a la gente, se volvería a dirigir con Katsuo en privado -Necesito que apresuremos el paso, ya nos estan alcanzando, hay una avanzada a tan solo unos treinta y pico de metros de aquí, he mandado a una réplica mía para entretenerlos y retrasar a la mayor cantidad de bandidos posibles, pero aun asi no descarto que nos puedan flanquear o cortar el paso, se que es mucho pedir, pero necesitaría una de las carroza sin gente, es para subirme allí y ponerme como diana, lo mejor será que los bandidos dirijan su atención hacia mí que al resto de la gente... Espero que hayas camuflado la reliquia entre el equipaje o la comida.-Si todo salía a pedir de boca para el pelirrojo, este se subiría encima de uno de los techos de la caravana para tener una mejor visión espacial, aquello permitiría ver con anticipación por donde se acercarían los maleantes. El colorado ya se notaba un poco tenso, la situación podria salirse de las manos en cualquier momento, incluso ya había llevado su mano hacia la katana. 

Por otro lado, el clon viajaría con las manos dentro del bolsillo, su rostro estaba sereno mientras que su mirada se encontraba relajada, no le tomaría mucho para llegar hasta donde los bandidos, donde pararía en seco a tan solo 5 metros de ellos -Buen día, amigos! ¿Podria preguntar que se les ofrece por aquí? ¿Acaso desean unirse a nuestra caravana? ¡No tenemos mucho alcohol encima, pero sí unos bocatas de carne de buey que estan de rechupete!-Decidió hacerse el tonto mientras esperabas la respuesta de los bandidos, aquello iba a escalar de forma violenta muy rápido, seguramente.



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