Levantando sospechas [Ft.Kiyoko]
LinkIcon Enlace al Post
Habían pasado ya unos días desde su misión en el país del Mar. Hikaru empezaba a dudar acerca de su estrategia de permanecer en la aldea y bajo órdenes del imperio para conseguir información. Comenzó a pensar que quizá era demasiado riesgo para un beneficio que aún no lograba percibir. Claro, teniendo en cuenta su objetivo final, cualquier avance que lograra desde su humilde posición podía suponer una gran ventaja o incluso sentar las bases para la confección de un plan en el cual el shinobi arriesgaría su vida con el fin de dar un paso gigante en su búsqueda. 
Tenía algunas ideas, sí, pero estaba solo en todo esto. Aquel era su principal problema. Desde la marcha de Colt, contaba únicamente con Kurosame y últimamente llevaba tiempo sin verlo. No estaba seguro de querer cargar a su amigo con una responsabilidad tan grande, sobre todo sin conocer del todo la ideología del Hoshigaki. 
En el último tiempo, había tenido varias misiones en los países menores que rodeaban Kirigakure. Era claro que el imperio tenía trabajos allí e incluso que ejercía cierto dominio, pero seguía sin éxito en hacerse con alguna pieza significativa de información. A esta altura, cualqueira dato concreto sobre su accionar y sus próximos planes serviría. 
En su última misión estuvo a punto de lograrlo. Tuvo que viajar al País del Mar en compañía de unos oficiales de alto rango que transportaban un mensaje importante por parte de los altos mandos del imperio. Sin embargo, justo cuando se las ingenió para poner sus manos encima del valioso documento, fue descubierto por uno de los oficiales a los cuales había logrado distraer con un supuesto "enfrentamiento" en las calles céntricas de la isla. Logró disimular con lo justo lo que ocurría, aunque le quedaron algunas dudas acerca de qué tanto habían comprado su historia aquel soldado y su compañero.

Su rostro reflejaba su pensar conflicutado mientras se mantenía sentado gracias a la fuerza de su espalda contra uno de las tantas columnas antiguas que adornaban las afueras de su amada Kirigakure. Abrió sus brazos, disipando inconscientemente algo de la niebla que cubría el ambiente y ahí efectivamente lo confirmó. Algiuen lo estaba observando.

-Muéstrate de una vez, que no tengo todo el día.- Gritó al aire, hacia la dirección en la que suponía que se encontraba su supuesto perseguidor.
LinkIcon Enlace al Post
Efectivamente no todo lo que brillaba era oro. Y una fuerza militar tan efectiva como aquel joven de cabello blanco, traslucía comportamientos extraños y cuanto menos sospechosos para los altos mandos del Imperio del Agua. Si bien Hikaru se había librado de aparentes represalias o broncas por sus sutiles muestras de rebeldía, sus compañeros no dudaron en reportarlo.

Allí en las afueras de la gran Kirigakure, en un corriente y nieblinoso día, la figura perseguidora de Kiyoko se había obsesionado con su vigilado. Un miembro del clan Yuki, de bastante renombre y reconocido por haber sobrevivido a la reestructuración del sistema, siendo de utilidad para Kiri y manteniéndose como Jounin. La muchacha no lo conocía demasiado, mas allá de cruces esporádicos en misiones o lo que su informe decía. Pero sin duda él ocultaba algo.

Detrás de una columna paralela a aquella donde el Yuki reposaba, la Kurama permanecía contemplando a su presa. Quizá la excitación de conocer a alguien que podía ser fuerte, y las propicias condiciones para atacarlo sin perjuicios por estar en un lugar poco transitado, hicieron mella en su cuasi perfecta manera de mantenerse oculta. Su presencia se alteró con el pasar de los segundos, e incluso aquella bestia sedienta de conflicto comenzó a salivar por demás.

La alarma de Hikaru y su llamado de atención no hicieron más que adelantar lo inevitable. Kiyoko salió lentamente de atrás de la columna con una leve sonrisa. Lo observó directo a los ojos, y se relamió. — Increíble, Hikaru Yuki. Lo que dicen de tí, ¿es en verdad cierto? — Inquirió mientras comenzaba a acercarse a él.

Su diestra reposaba sobre el mango de su katana, envainada en la cintura. — ¿Conoces como suelen tratar a los traidores del Imperio? Pues sería un desperdicio. Un tipo como tú debe tener bastantes muertes a sus espaldas. Un experto en la guerra. — Tras quedar a unos metros del Yuki, decidió comenzar a hablar con su idioma, la lengua de las piñas. Desenvainó y realizó un movimiento frontal, como si de un dash se tratase, arrastrando un poco de césped incluso y levantando las gotas de rocío hasta la altura de sus tobillos, humedeciendo sus pies protegidos por medias y sandalias negras. Acompañando a sus piernas, desenvainó y lanzó un corte en diagonal, ascendente desde la izquierda, para luego retroceder unos centímetros y envainar de nuevo. Todo ello en un movimiento lineal típico de un espadachín entrenado en el Iaidō. — Acepta bailar al son de mi espada, Hikaru. Si sobrevives, prometo no delatar al verdadero tú. ¿O intentarás convencerme de tu inocencia? — Le preguntó con una leve sonrisa.

Iaidō


OFF
LinkIcon Enlace al Post
La silueta de su perseguidora se fue esclareciendo poco a poco entre la niebla, algo que motivó una pequeña sonrisa en el Yuki. Si bien la había invitado a salir de su escondite, lo cierto era que -al menos desde su experiencia- no era común dar tan fácil con un espía, puesto que estos solían mantener su posición hasta última instancia para intentar atacar por sorpresa.
Sin embargo, esta chica parecía distinta. Su experiencia en batalla le permitió a Hikaru percaratse enseguida de la sed de sangre que escondían sus palabras. La sensación era que, de ser por ella, hubiera pasado al combate sin mediar palabra alguna.

-Eso depende... ¿Qué es lo que dicen por ahí?- No sabía exactamente de que estaba hablando Kiyoko, pero quizá sacarle charla tuviera algún tipo de beneficio.

-Así que ya hice sonar las alarmas del imperio, ¿eh? Qué descuidado fui...- Se levantó cansino de su cómodo asiento, sin mostrar ni un ápice de miedo o desesperación por más que internamente tuviera bien en claro que su vida corría peligro. Si el imperio se percató de su accionar indebido, definitivamente mandarían a alguien igual o más fuerte que él para intentar neutralizarlo. El lugar, por otro lado, era el idóneo para un crimen perfecto. 

-Conozco el trato, pero aún así no me decido si es peor ser capturado como traidor o cumplir órdenes de esos nefastos.- No intentaría convencerla mediante el diálogo, al menos no de su inocencia. En todo caso, no tendría sentido esconder lo que ya Kiyoko sabía e incluso los propios altos mandos del imperio. Si lograba sobrevivir al combate, podría escapar antes de que se enteren y en caso de una eventual derrota, poco importaría lo que él tuviera para decir. Por más sanguinaria que fuera la chica, nada de lo que dijo era mentira.

La kunoichi imperial se abalanzó a toda velocidad sobre él, dando por inciado el combate de manera implícita. La velocidad de su ataque y su rápido juego de manos le dejo en claro que se trataba de una especialista en el kenjutsu. 'Tantos años entrenando con Colt tenían que servir de algo, ¿no?' Era la línea de pensamiento que resonaba en sus adentros, mientras una gélida cúpula compuesta únicamente por espejos de hielo se formó a su alrededor al tiempo que el Yuki saltaba para evadir el ataque de la Kurama. Pudo ver claramente que se trataba de un movimiento simple, como si estuviera midiendo la fuerza de su oponente. Si bien era rápido, no era más que un corte simple con espada. El hecho de que viniera de frente, le permitió jugarse a esquivarla mientras efectuaba su contraataque en silencio. 
Hyōton: Makyō Hyoshō

La cúpula se formaría dejando a la joven Kiyoko adentro, usando la inercia de su ataque para asegurarse que cayera en el diámetro de la técnica. Normalmente, el haber saltado para esquivar lo dejaría vulnerable ante una eventual segunda ofensiva, pero en este caso no existía tal riesgo. Hikaru se fundió inmediatamente dentro de uno de los espejos del segundo piso para comenzar su jugada de inmediato.
Desde allí, Kiyoko podría ver como el Yuki parecía estar en cada uno de los espejos y en ninguno a la vez. Pero su idea no era darle tiempo para pensar una contraofensiva, sino todo lo contrario. Moviendose a una velocidad muy por encima de las capacidades humanas -+15-, su reflejo recorrió la cúpula varias veces en el tiempo que formaba dos sellos. Al cabo de tan solo un segundo, dos lanzas emergieron desde un espejo del piso superior, justo en diagonal a la espalda de la kunoichi. El objetivo del salto de espejo en espejo no era otro que volver aún más impredecible el sitio desde el cual saldría el ataque.
Hyōton: Mangenyou

Contenido Oculto
Contenido Oculto
-Acepto el baile. Aunque si yo gano tendrás que escucharme también.- Su voz resonaba entre todos los espejos, como si estuviera en todos al mismo tiempo. Mientras combatía con ella, no podía evitar pensar en su gran objetivo y como Kiyoko era una aliada perfecta para ello. Por supuesto, aún no sabía ni su nombre, pero su habilidad con la espada la convertía de inmediato en alguien interesante.
 
off
LinkIcon Enlace al Post
Kiyoko soltó una leve risa. En verdad, no esperaba que Hikaru revelase sus verdaderas intenciones tan pronto, pero quizá su hostilidad logró hacerle creer que iba muy enserio el mensaje por parte de la Shodai Suijin. En realidad, sus intenciones de atacar a Hikaru y de abandonar su espionaje, iban más a un deseo personal y egoísta. Mucho no le interesaba lo que el Yuki hubiese hecho, ni si en realidad era un traidor, pero le habían encomendado una tarea interesante, y comenzaba a ponerse mejor a cada segundo.

— Ara, ara... No pensé que fuese tan fácil hacerte hablar. Tienes huevos, maldito. — Comentó mientras avanzaba con su corte. El peliblanco lo esquivó y la kunoichi se vio rápidamente rodeada de una cúpula de espejos que la desorientó cuando dejó ver la figura de Hikaru en todos ellos. "Sellos...". No sabía lo que le tenía preparado, pero colocó la mano en la tsuka de su katana, lista para desenvainar. En cuanto sintió el ataque venir por la espalda, giró hacia la izquierda para voltearse en 180º, pero no llegó a defenderse de la primera lanza, que la impactó de lleno en el hombro, por el movimiento de giro, aunque la segunda no tuvo la misma suerte. Su destreza le permitió desenvainar el sable y cortar la lanza, rompiéndola en estelas de escarcha que cayeron suavemente hasta el suelo de la prisión de espejos.

Iaidō

Ahora, Hikaru había revelado su posición, aunque sea por unos segundos, así que Kiyoko podía hacer su movimiento e intentar salir de aquella situación complicada. Se concentró durante dos segundos, en los que no hizo más que flexionar las rodillas y soltar un suspiro que se transformó en controlada respiración. Enseguida, salió despedida hacia el espejo desde donde el ataque había venido, con la katana tomada con la diestra y junto a su cintura, al lado de la vaina que colgaba en el lado izquierdo, pero ya desenvainada. El movimiento fue tremendamente veloz, más que el anterior corte con la kata del Iaidō. Lanzó un corte directo a aquel espejo, específicamente a la figura del Yuki, a su vientre. Con la inercia, si no conseguía dañar al contrario, al menos destrozaría el espejo, y pasaría de largo, saliendo al fin de la cúpula y aterrizando en la tierra fuera de ella, con una voltereta.

Yōjinbō

— Tetsuka-chan. ¿Dices que 'Ara-Ara Mahoraga-kun' tenga ganas de venir al mundo de nuevo? — Comentó envainando su espada y realizando una tanda de sellos a la vez que se giraba y daba algunos saltos hacia atrás que la alejarían hasta unos 6 metros de la prisión de espejos. "No cuentes con ello, niña. Sabes que respirar esta niebla húmeda lo pone de muy mal humor". — Jijiji. ¿Sabes qué? — Comentó risueña para inmediatamente borrar la sonrisa de su rostro y formar el último sello de su cadena, lista para liberar alguna técnica. — Me importa una mierda. No tengo ganas de escuchar a Hikaru Yuki, así que deberá ayudarme. — Sentenció con frialdad. Se rascó el cuello del lado izquierdo con su hombro, el mismo que había sido dañado por la lanza de Hyoton. Su cuello quedó manchado con un poco de sangre, pero la chica de coletas violetas no pudo percatarse de dicho detalle.

Contenido Oculto

OFF
LinkIcon Enlace al Post
Kiyoko quedó atrapada en la cúpula de espejos, lo cual le permitió al Yuki efectuar con éxito el golpe de sus lanzas, llegando una de ellas a impactar de lleno en el hombro de su enemiga. Pero no podía dormirse en los laureles, puesto que la muchacha sacó provecho del daño recibido utilizándo el ataque enemigo para descubrir la posición del peliblanco. Un movimiento que evidenciaba claramente tanto su experiencia en combate como la ausencia de cualquier ápice de temor.

Inmediatamente, la joven se posicionó como si estuviera preparándose para dar un golpe, quieta y manteniendo la concentración mientras tomaba su espada por el mango. No se necesitaba de una gran inteligencia para saber que iría por Hikaru ahora que conocía su ubicación exacta, pero aquello en sí mismo era un problema. El hecho de que no se molestara en esconder su ataque decía mucho acerca del poder de la joven.

-Gracias por el halago. Por cierto, ¿cómo te llamas?- No se trataba de ninguna provocación ni nada similar, sino genuina curiosidad. Le parecía lógico que si ella sabía su nombre y apellido, al menos debería conocer algún dato sobre su oponente.

'Mierda, me hubiera gustado guardar esto para más adelante. Pero no hay caso, no puedo permitirme recibir un impacto como ese. Esta chica es buena en serio.' Pensó mientras su imagen en el espejo desaparecía por un segundo para inmediatamente retomar su posición. En ese momento, el clon que esperaba detrás de la cúpula había intercambiado su lugar con él, garantizando la defensa más rápida de la que podía hacer uso y permitiéndole además al original esperar fuera de la cúpula realizando una tanda de sellos. De esta forma, el clon de Hikaru recibió completamente el impacto del Yojinbo, desapareciendo pero no sin antes formar unos kanjis a su alrededor que dejarían a la Kurama perfectamente inmóvil, a merced del dragón de agua que se dirigía con fuerza hacia ella. De fondo, los cristales del espejo destrozado caían en el suelo al tiempo que la totalidad de la cúpula se deshacía dejando sólo un mar de escarcha detrás.
[tecnicainvalida=83]

No pudo evitar sonreír mientras realizaba los sellos de la que siempre fue su técnica favorita, recordando las enseñanzas de su tío mientras aprendía las bases y las risas con Colt en sus entrenamientos para prefeccionarla.
Tras lanzar el dragón de agua, Hikaru realizó retomó su distancia alejándose a 15 metros de la zona de impacto, listo para realizar una nueva tanda de sellos.
Contenido Oculto

off
LinkIcon Enlace al Post
Tan pronto como impactó su ataque con la katana, el sello de aquel clon trampa se liberó e inmovilizó a la kunoichi, que apenas logró caer de pie tras el desvanecimiento en estelas de hielo de la prisión de espejos que atrás había quedado. De frente a ella, Hikaru finalizaba sus sellos, y la Kurama simplemente chasqueó la lengua con una sonrisa. — Ara, ara, Hikaru. Dos toques, te lo has ganado. Mi nombre es Kiyoko. Ahora sí somos conocidos, ¿no? — Durante un par de segundos, la muchacha concentró su energía negativa en la palma de su mano derecha, tras envainar su espada. Así, se creó un vórtice, una bola de chakra negro con la que logró amortiguar el impacto del gran dragón de agua que el Yuki le dejó. Cuando el ataque de este estaba por impactarle, la bola terminó de formarse y ella colocó la diestra hacia adelante, reforzando la fuerza de su mano tomándola por la muñeca con la zurda. Sus piernas, más bien flexionadas por instinto, no podían moverse ni despegarse del suelo, donde podían verse kanjis encerrándola, dejándola presa de aquel experto en jutsus de sellado. Con aquella técnica logró alivianar los daños, pero el agua residual de aquella bestia suiton lograron dañarla un poco. La kunoichi sintió como si su piel se rasgara por los daños, y arrugó el rostro en un gesto de leve dolor.

Fuhai no Uzu

Kiyoko decidió realizar una tanda de sellos desde su posición, sabiendo que no podría escapar del peliblanco ahora, y que debería enfrentarlo como buenamente pudiera. Aquel sello se veía de lo más resistente, y por más de que intentase mover sus pies, no se despegaban. — Tetsuka-chan, parece que tendré que volver a casa después de todo. — Comentó con una carcajada mientras formaba el último sello de la cadena. Tras ello, desde unos 40 metros a la redonda de la Kurama, un domo de paredes negras comenzó a levantarse hasta rodear todo por completo, dejando el lugar con una mayor oscuridad que antes. En aquel tétrico paraje que se había formado, la niebla ambiental se transformaba en una leve brisa que traía consigo una sensación de intranquilidad y peligro latente. — Ryouiki Tenkai: Akuma no Sekai. — Pronunció separando las manos y volviéndolas a unir para continuar con aquel espectáculo de sellos manuales. El tiempo apremiaba, y no podía darle ventaja a su rival: debía terminar el trabajo.

Ryouiki Tenkai: Akuma no Sekai

Sus ojos seguían al Yuki, quien ya había comenzado a realizar sellos tras alejarse de ella, lo que pudo visualizar al desvanecerse por completo el ataque de Suiton. Tras la secuencia, frente a ella se formó de la misma niebla sombría del lugar una figura humanoide. Se trataba de un demonio de aspecto humano, sin ojos y con partes de bestias míticas en su rostro, además de unas cadenas que comenzaron a emitir un perturbador sonido que rechinaba por toda la expansión de dominio. El mismo rugió, y tras ello comenzó a andar en dirección a Hikaru. — Ara, ara, Mahoraga-kun. Necesito que me reemplaces. Hoy no podremos tener una cita como las de siempre. — Realizó puchero mostrándose tan tierna como tétrica, hablándole a un demonio. Sin dudas aquella pequeña no era de lo más normal de hallar en el Imperio del Agua.

Akumu: Mahoraga Oni

Tras pegar un bostezo y desperezarse, la muchacha ladeó la cabeza y volvió a juntar las manos. — Hoy la tarea pinta aburrida, Tetsuka-chan. Nuestro amigo Hikaru no quiere dejarme unirme a la fiesta. — Un chistido resonó por el domo, proveniente del dueño de casa. ¿Sería necesario poseer a ese Yuki? Kiyoko lo dudaba demasiado, pero el demonio Kurama temía por la vida de su compañera y no dudaría en dar todo por protegerla.

Kiyoko realizó una nueva tanda de sellos, mientras el demonio Mahoraga comenzaba su carrera y corría raudo hacia Hikaru, lanzando un endemoniado corte con su brazo-espada, horizontal y a la altura del tórax del treintañero.
Contenido Oculto
OFF
LinkIcon Enlace al Post
Última modificación: 07-02-2023, 06:37 PM por Hikaru Yuki.
Sus sellos terminaron justo cuando pudo ver a su oponente tras la explosión, quien se encontraba realizando los suyos. De repente, una tormenta gélida se adueñó del lugar en un área de 20 metros de radio. El extremo frío traído por aquella ventisca era capaz de entumecer el cuerpo de cualqueira, a excepción de aquellos con sangre Yuki, perfectamente adaptados a las bajas temperaturas. Sin embargo, conforme su oponente terminó sus sellos, pudo ver que el suyo no sería el único cambio en el ambiente. Un tétrico domo tan negro como la noche cubrió un área aún mayor que el de su técnica, dando en conjunto ambas técnicas un ambiente terrorífico en el que ambos buscarían imponer condiciones.

-Así es, y lo seremos aún más luego de que te cuente lo que tengo para decir. Un gusto.- No estaba ni la mitad de lo confiado que parecía, pero sabía que necesitaba ganar el combate si quería vivir e intentaba convenerse a sí mismo de que lo lograría.

'Este domo... ¿de qué estará hecho? ¿Podré siquiera romperlo?' Tuvo que actuar rápido porque Kiyoko no se detuvo allí. Enseguida, comenzó a realizar una tanda de sellos mientra veía como al lado del Yuki una copia exacta surgía de entre la ventisca. Su objetivo era claro, por lo que enseguida el clon comenzó una tanda de sellos. Sin embargo, las acciones de la Kurama lo llevaron a recalcular en el proceso. De esta forma, una serpiente surgió a partir del agua de los restos de aquella cúpula de agua y en lugar de atacar el domo, se dirgió hacia la propia Kiyoko con sus fauces abiertas como si fuera a tragarla, a la par que una bestia humanoide y amorfa a la vez corría desesperada hacia la posición del Hikaru original.
Hyōton: Bunshin no Jutsu

Dakatsu no Jutsu

La bestia no parecía verse afectada por la temperatura, porque su velocidad era aún más rápida que la del Yuki incluso en el epicentro del viento frío. Enseguida, Hikaru supo que debía defenderse como sea. Formó a su lado una flecha similar a la que atacó a Kiyoko dentro de la cúpula, la cual se dirigió inmediatamente a la bestia en su recorrido contra el Yuki, intentando frenarla. Su éxito fue tan solo parcial, recibiendo una embestida por parte de la bestia luego de que resistiera el daño de la flecha. Inmediatamente, se alejó de ella mientras corría realizando sellos.
Hyōton: Mangenyou

Al mismo tiempo, su clon preparó un Kunai con sello explosivo y lo lanzó directamente al muro, ahora sí con el objetivo de verificar su consistencia y de ser posible dañarlo. 
Contenido Oculto

off
LinkIcon Enlace al Post
Cuando el comandante Mahoraga comenzó a correr hacia Hikaru, el clon que el peliblanco formó no tardó en crear una serpiente acuática que se abalanzó sobre la chica de coletas moradas con gran agresividad. Por los pelos completó sus sellos cuando su gran capacidad de detectar presencias, aumentada en parte por el dominio, le permitió percatarse de un peligro viniendo de detrás suya. Pese a no poder mover sus piernas, no dudó en hacer gala de su pequeñez y flexibilidad para girar el torso hacia un lado (arriesgándose a un calambre), para lanzar con la diestra un cúmulo de llamas (hide liberado) que chocaría contra la serpiente y la haría deshacerse en agua, que apenas llegaría a tocar la espalda de la kunoichi y a mojar su kimono sin dañarla, lo que la enfurecería un poco más. Y curioso era que aquel fuego no se debilitó contra una técnica suiton, pero en realidad aquellas eran llamas imbuidas en energía maldita de las pesadillas, pues obtenía su poder del "miedo a morir quemado", más que de la naturaleza Katon, que la kenjutser no poseía.

Akumu: Yakedo Matawa Dekishi

— Tsk... Maldición. Muy bien, Hikaru, ya me estás tocando los huevos. — Se resignó a comentar mientras realizaba un sello cruz, aquel típico de los Kage Bunnshin, para que una figura igual a Kiyoko se formase a la par de la atrapada imperial. Por su parte, el demonio Mahoraga logró dañar al Yuki, cosa que le sacó una sonrisa a la muchacha. El comandante lanzó un grito y sus cadenas chirriaron, comenzando a perseguir nuevamente y sin darle descanso a Hikaru, tras su intento de escape. Efectivamente, aquella pesadilla no respondía al frío ni parecía verse afectada por él, por lo que corrió rauda y a gran velocidad de nuevo para intentar esta vez lanzar un corte hacia el brazo derecho del peliblanco, que de acertar, podría cortarlo.

Kage Bunshin no Jutsu

Por su parte, el domo negro recibió un daño, pero no consiguió ser roto por aquel kunai con un explosivo. Lo que sí había sucedido es que Hikaru había identificado el límite exacto del dominio, puesto que debido a sus oscuras paredes, parecía no notarse su final, cosa que aquella arma logró delimitar, dándole al contrario una idea más precisa del terreno en el que se movía la batalla.

El clon de Kiyoko realizó una tanda de sellos, aprovechando que el Hikaru original debía estar ocupado con Mahoraga, y el clon había acabado de lanzar el kunai al domo. Tras ellos, un dúo de dos ogros con un tétrico aspecto y cerca de los dos metros y medio de altura, surgieron de entre las sombras del dominio y se tronaron los dedos. — Fabbiani-kun, Baku-kun. Tiempo sin saber de ustedes. — Comentó risueña la original, mientras desenvainaba su katana, en pos de mantenerse alerta ante cualquier ofensiva que amenazase su vida. — Vayan por él. No les prometo que sepa muy bien, pero será divertido. ¡¿No crees Hikaru?! — Ambos grandulones comenzaron a caminar hacia el clon del Yuki, no muy rápido en un principio, pero imponiendo respeto a cada pisada. Tras unos segundos, comenzaron a acelerar y su velocidad se volvió similar a la de Mahoraga, pero un poco menos frenética, por su contextura física. Ambos avanzaron por los laterales e intentaron agarrar al clon para quitarle sus extremidades, creyendo que se trataba de carne real.

Akumu: Oni Aguromo

Soltando un suspiro, la joven repensó las palabras de aquel a quien perseguía. Sus huesos comenzaban a notar el frío, pese a que no podía moverse y no se veía impedida directamente, pero la sensación de frío comenzaba a calar y doler mucho. Aquella brisa helada lograba sacarla de sus pensamientos e incluso distraerla, pero agitaba la cabeza para evitar que sus ideas se congelasen. — De hecho, empieza a intrigarme lo que tienes para decir. Me daría mucha lástima que no sobrevivas para contármelo. — Kiyoko hizo puchero y colocó la mirada más tierna y de lástima que pudo fingir, haciendo uso de su escueto y muy pobre repertorio de actuaciones.
Contenido Oculto

OFF

Apariencia de Fabbiani-kun (?
LinkIcon Enlace al Post
Kiyoko consugió bloquear con rapidez el ataque de su serpiente. No logró entender por qué, pero parecía como si la chica hubiera sido capaz de predecir su ataque e incluso saber desde dónde saldría. Aquella reacción no se parecía en nada a la que le llevó a recibir el impacto de una de las lanzas hyoton en la espalda, por lo que Hikaru asumió que podría tener que ver con el domo.


-Esta cúpula... ¿qué es lo que hace exactamente?- El combate estaba interesante y eso no hacía más que aumentar gradualmente su curiosidad acerca de su enemiga imperial. Tanto que ni siquiera se detuvo a pensar que lo más probable era no recibir respuesta alguna.

Inmediatamente Hikaru deshizo su técnica, puesto que comprobó que no tenía efecto alguno sobre aquellas extrañas criaturas. Se encontraba en una clara desventaja mientras no lograra salir del domo, pero aún le quedaba una opción.

Completó los sellos que tenía preparados para defenderse del llamado Mahoragi, formando una suerte de tsunami alrededor suyo que lo envió a volar a la extraña criatura tras su carga ofensiva, deshaciéndolo en el acto. 

Suishouha
 

Decidió mantener el remolino como defensa, puesto que no sabía qué tipo de criatura intentaría atacarlo en el próximo ataque, o incluso si la propia Kiyoko cargaría contra él una vez liberada de su "prisión". Pero eso no sería de todo de su parte, ya que enseguida realizó otra cadena de sellos para formar un espejo de agua justo al lado suyo y de frente a Kiyoko, quien aún seguía inmovilizada.
Mizukagami no Jutsu

Mientras tanto, dos ogros de aspecto aterrador habían sido invocados por la Kurama. No parecían muy distintos entre sí, a no ser por la franja color rojo sangre que recorría el torso del primero en sentido diagonal.

-Ya veo.. así que todos estos bichos tienen nombre, ¿no?- Dijo el clon mientras realizaba sellos que traerían justo delante suyo un pilar puntiagudo que atravesaría al ogro llamado Baku, haciéndolo desaparecer. No obstante, aún faltaba la carga de Fabbiani, el más temido de los ogros. La criatura no cedió ante la muerte de su compañero y siguió a paso firme pero aún veloz hasta dar con uno de los brazos del clon, arrancándolo para hacerlo desaparecer en el acto y activar de esa forma la trampa del Yuki.
Hyōton: Hissatsu Hyōsō

Una pequeña explosión en forma de picos de hielo fue suficiente para destruir a la bestia rojiblanca, al tiempo que del espejo creado por el Hikaru original salía la mismísima Kiyoko Kurama. O al menos la mejor imitación que el Yuki podía crear de ella.
Hyōton: Bunshin no Jutsu


-Bien. Veamos qué tal te va contra tus queridos amigos. Si es un ambiente especial para ti, qué mejor que tenerte de mi lado acá adentro.-

El domo ya estaba activo, por lo que supuso que -si bien el no sabía exactamente qué ventaja le daba a Kiyoko- su propia copia de la kenjutser recibiría también sus beneficios. Con esta copia, buscaba superar en número a su oponente y de ser posible mitigar los efectos de la misteriosa cúpula que lo tenía prisionero.

La Kiyoko clon hizo una tanda de sellos para crear una nube blanca que se disipó mostrando una silueta más que familiar para la Kurama.
-A este le llamaba Mahogara, ¿verdad?.- No lo sabía, pero también era probable que la chica tuviera inconvenientes para luchar contra sus amigos imaginarios, por lo cual su táctica podría traer más de una ventaja. 
Acto seguido, el nuevo Mahoraga correría a gran velocidad en dirección a su anterior creadora -la original-, para acestarle un fuerte golpe conforme se deshacía el sellado.
Akumu: Mahoraga Oni

off
LinkIcon Enlace al Post
— Se llaman pesadillas, imagino que empiezas a darte cuenta de por qué. — Comentó la original mientras Fabbiani lograba cazar al clon de Hikaru y hacerlo añicos arrancándole su brazo derecho, pero a la vez cayendo en combate producto de un efecto de hielo. Al parecer el elemento del Yuki era sumamente potente, y lograba deshacerse de la mayoría de ataques con bastante facilidad. Sumado a ello, la agilidad y pronteza de Hikaru para anteponerse a lo frenético de las pesadillas le conseguía salvar e incluso poner en ventaja contra la Kurama, que pese a arremeter con todo con sus esbirros, no lograba inclinar la balanza demasiado. Aquello era la indudable inteligencia y juego mental del peliblanco, contra la sed de sangre y la velocidad de Kiyoko y sus amigos.

Más en aquel momento, alguien se sumaría al combate. En este caso, la mismísima Kiyoko saldría del conocido por los altos rangos de Kiri "Mizukagami", el espejo "rebotín", que conseguía clonar al enemigo y hacerlo luchar consigo mismo. Más aquella técnica tenía una debilidad: no representar el 100% del poder de su objetivo, por lo que Kiyoko simplemente debía pelear como acostumbraba para ganar. De hecho, a la chica del parche le alcanzaría en este caso con utilizar a su clon de sombras, pero primero debía encargarse de Mahoraga. — Su nombre Mahoraga. Ma-ho-ra... -¡¡GA!! — Pronunció el clon mientras el demonio arremetía contra la original, logrando ponerse en el medio de la embestida, gracias a que la pesadilla no era igual de veloz que las manejadas por la verdadera Kiyoko. Tomando la katana envainada e imbuyéndola en su propio chakra, el clon desenvainó y lanzó un zarpazo que logró cortar al Comandante Demoníaco al medio, haciéndolo deshacer en un haz de chakra maligno negro que lo devolvió a las tinieblas de aquel mundo oscuro. Ciertamente, parecía que no le importaba mucho combatir contra criaturas en aspecto similares a las que invocaba. Kiyoko no era fácil de conmover, y parecía no tener demasiados sentimientos.

Chakura Ha

— Ara, ara, hijo de mil putas. Ni cagando vas a hacerme retroceder. — Respondió a la ofensiva la original, con una risa y la mano en el mango de su katana, cuyo filo se extendió unos 10 centímetros y se impregnó de una mezcla del chakra de Kiyoko y de una naturaleza Fuuton. En un instante, a una endemoniada velocidad (válgase la ironía de la niña demonio), arremetió desenvainando su katana contra Hikaru, el original, y lanzó un tajo contra su vientre (hide liberado). Mientras tanto, por propia voluntad de la Kurama, la cúpula comenzó a desvanecerse, dejando de existir y dejando atrás la posibilidad de traer a sus pesadillas al combate... O al menos por ahora y en dichas condiciones. La jugada del Yuki había desarticulado el plan de luchar con el domo. Momento de reinventarse para la muchachita de ojo morado.

Chakura Ha

Fujaku Hishou Shouken

Yōjinbō

— Eso sí, podrías comenzar a comentarme lo que quieres decirme, Hikaru-kun. — Comentó el clon mientras sacudía su katana, en un movimiento típico del arte del Iaido que buscaba limpiar la sangre (en este caso inexistente puesto que la pesadilla no había sangrado). Enseguida, colocó su katana a la altura de su propia cintura, del lado izquierdo, y se movió con suma velocidad hacia la copia de Kiyoko del Mizukagami. Aprovechó que su katana estaba imbuida en su chakra para intentar acabar con aquella copia barata con un ataque descendente sobre su hombro izquierdo.

OFF
LinkIcon Enlace al Post
El clon de Kiyoko no tuvo grandes problemas para vencer a la réplica del aquel comandante demonio creada por la nueva aliada del Yuki. Sin embargo, aquella jugada no fue en vano en absoluto, puesto que anuló en parte la ventaja que proveía el domo a la Kurama, llevándola a cancelar la técnica que tenía en aprietos al jounin.

-Lo siento, lo siento. Me corregiría, pero ya lo mataste así que supongo que da igual.-

Ya fuera del domo, ambos volvían a estar en igualdad de condiciones. Hikaru pudo abrir parcialmente el gran remolino que lo protegía para ver cómo la Kiyoko original, ya liberada de su prisión de fuinjutsu, se dirigía a toda velocidad para cortarlo con su espada. No tenía tiempo para un nuevo movimiento, pero por suerte estaba preparado para algo así. Aquel remolino que había servido antes como escudo, esta vez sería liberado en forma de una poderosa y frenética ola. Mientras tanto, a unos 10 metros de su ubicación, su copia casi perfecta de su enemiga se encontraba concentrada con la mano fija en el mango de su espada.
Lamentablemente, la ola no alcanzaría a impactar como el Yuki quería, puesto que el poderoso corte de Kiyoko la cortó de raíz al momento de su formación, saplicando un fuerte chorro de agua hacia arriba que luego caería como una simpática lluvia en unos 20 metros a la redonda. 
Suishouha


Luego del choque, Hikaru se llevó la peor parte, quedando ligeramente resentido. Sin embargo, aquello no le impidió retroceder realizando sellos al tiempo que la réplica de la joven se acercaba a toda velocidad y potencia para cargar contra la pequeña matriz que le había dado forma a partir del espejo.
Yōjinbō

Independientemente del resultado de aquella embestida y una vez culminados los sellos de Hikaru, este mordería su dedo para luego poner sus manos el suelo, al tiempo que unas imponentes puertas de un color rojo opaco caerían justo en la zona en que Kiyoko y su clon formado por el espejo se encontraban, atrapándolas a ambas en el acto.
Genso Shīringu


Si las puertas torii lograban su cometido, Hikaru sabría que el combate había terminado. De igual manera, Kiyoko ya se mostraba ansiosa por saber lo que él tenía para contarle, por lo que decidió darle el gusto.

-Bien, ahora te contaré todo.- Hizo una pausa, buscando la posición del clon creado por Kiyoko, el cual vería desvanecerse en caso de que las puertas lograran el objetivo de anular completamente el chakra de su creadora.

-Como ya habrás deducido, no soy exactamente un fanático del imperio ni de la Shodai Shujin. De hecho, si fuera posible, me encantaría terminar con ambos con mis propias manos. Desafortunadamente, no tengo ni tendré nunca el poder suficiente para hacerlo solo, por eso es que necesito un poderoso equipo de gente en quien confiar.- Suspiró, mirando al único ojo de la Kurama, como asegurándose de estar siendo claro.
-Por este motivo, lo primero para mi es reunir a estas personas. Una vez que lo logre, tengo pensado recolectar las 7 legendarias espadas de nuestra aldea. Con eso en nuestro poder, un buen plan, y gente lo suficientemente capaz, creo que sí estaremos listos para devolver la aldea y el país a su gente. O al menos podremos dar una buena batalla en el intento.-

Se quedaría en silencio por un momento, espernado a ver qué tenía para decir Kiyoko sobre lo que acababa de escuchar.
off
LinkIcon Enlace al Post
Mientras el Yuki daba marcha atrás preparando una tanda de sellos manuales, la copia surgida del espejo se empeñaba en ponérsela complicada a Kiyoko. La misma se vio atacada por una embestida con la espada, que debió defender como pudo, con un bloqueo con su propio arma. Sin embargo, cuando su clon se dispuso a iniciar una cadena de sellos, una invocación cayó del cielo. Unas enormes puertas rojas terminaron apresando a una Kiyoko concentrada en hacer frente a su copia, y a un clon que, tras quedar atrapado, se desvaneció producto del bloqueo de chakra a su original.

— Ara, ara, veo que me atrapaste. — Por dentro, Kiyoko maldecía a las mil y una personas de la ascendencia de Hikaru. Rebufó y revoleó su único ojo, mientras el Yuki se posicionaba en su cercanía para iniciar con el relato de lo que quería decirle. Había perdido, y aunque lo odiaba, no podía faltar a su palabra. Asintió y lo observó fijamente. Pese a parecer sumisa e indefensa, la pequeña Kurama le arrancaría los ojos al peliblanco si pudiese liberarse, sin dudarlo ni un segundo. Quizá las palabras que estaba por oír cambiarían su perspectiva de ver el mundo, quién sabe. Lo único claro era que el Yuki era poderoso, y que se trataba sin dudas de alguien inteligente. Él era la primera persona que lograba vencerla en mucho tiempo, y no había acabado con su miserable vida como todos los que ella había enfrentado. ¿Qué buscaba exactamente? Ya lo respetaba más que a la mayoría de shinobis de Kirigakure.

— ¿Enserio? Hubiese jurado que la Shodai Suijin es tu madre y el Palacio Imperial el patio de tu casa. Tsk. — Chasqueó la lengua y mostró una sonrisa burlona. Tras terminar de escucharlo, se quedó en silencio unos segundos. Su mirada se fue hacia un lado, como si rebuscase en su memoria o pensase en algo. — ¿Y tienes idea de dónde están las espadas? Digo, supongo que ya trazaste el plan, viendo que tienes todo tan previsto de antemano. — Soltó una carcajada antes de continuar. — ¿Me estás diciendo que estás dispuesto a dejarme viva a cambio de formar equipo contigo para reunir las Kiri no Katana Nananin y acabar con el Imperio? Perdona mi incredulidad, basura rebelde, pero no suena a algo muy realista. — Ladeó la cabeza un par de veces antes de intentar hacer fuerza nuevamente para liberarse, sin ningún éxito.

— ¿Y por qué deseas acabar con el Imperio del Agua? ¿Qué te hicieron a tí? — Inquirió al Yuki. — La verdad no me importa por quién pelear, yo siempre estoy con el bando más fuerte porque YO SOY el bando fuerte. Pero si voy a acceder a vivir encadenada a un plan que no es mío, quiero saber a qué responderé. ¿Eres un infiltrado? Estás con los rebeldes, ¿no? — Mostró una muy amplia sonrisa, relamiéndose luego sus labios y esperando a una confirmación o explicación que la terminase por convencer. Sin duda Hikaru Yuki era fuerte, y si lograba convencerla de que la posibilidad de obtener las espadas y volverse más fuerte era REAL, aceptaría sin rechistar.
LinkIcon Enlace al Post
Hikaru no pudo evitar reir tras el chiste de la Kurama. Si existía algo en el mundo que esta dupla tan atípica compartiera, sin duda era su particular sentido del humor.

-Sobre dónde encontrarlas, tengo algunas pistas. Lo cierto es que no pensaba adentrarme en ello hasta formar un equipo. Pero si tus inquietudes son acerca de qué tan posible es, sí puedo decirte que son asequibles. Nuestro mayor obstáculo sería el general Rashon. Diría que es el más poderoso de aquellos a quienes se ha visto con las espadas.- Quizá la decepcionaría un poco, pero no mentiría sobre algo que la propia Kiyoko podría comprobar en cuestión de horas en caso de aceptar su propuesta.

-Sí, esa es exactamente mi propuesta.- No lanzó su pregunta final, pues era evidente que la Kurama aún tenía sus dudas respecto al plan.

El Yuki realizó un único sello mientras la Kurama seguía preguntando, el cual se acercaría a ella buscando ejecutar la técnica que actuaría como su seguro de vida desde ese momento en adelante.

-¿A mi? Puntualmente, Boshoku es el culpable de la muerte de la mayoría de mis amigos. Pero me animaría a decir que esto no es algo personal. No busco destruirlos a modo de venganza, sino con la esperanza de que la gente de Kirigakure sea libre de nuevo. Terminar con este sinsentido de imperiales y rebeldes, que enfrenta a muerte a ninjas que antes eran hermanos y que no es más que un capricho del régimen actual.- Hizo una pausa, dándose cuenta de un detalle muy importante a la mitad de sus palabras.

-Entiendo que eres joven, así que no te culpo por no haber vivido la época previa al imperio. Allí la aldea y el país entero vivían representados por líderes que velaban por la seguridad y el bienestar de todos sus aldeanos, no sólo de aquellos que compartían su ideología.-
Kage Bunshin no Jutsu

Hikaru clon se acercó a la figura de Kiyoko, realizó una tanda de sellos y tocó el cuerpo de su oponente. En cuesitón de pocos segundos, tres líneas negras se dibujaron al fondo de su lengua dando por finalizado el fuinjutsu. Mientras el clon desaparecía, el Yuki se atajó respecto a su accionar.
Zekka Konzetsu no Jutsu

-Este sello es lo que permitirá que seamos aliados, o en el peor de los casos te permitirá sobrevivir. Básicamente, mientras tengas esta técnica en tu cuerpo, no podrás hablar al imperio sobre mi o mis planes. Lo siento si te resulta incómodo, pero no podía arriesgarme a contarte todo y sólamente confiar en que no me traicionarías.-

Después de la breve interrupción, el Yuki se dispuso a responder las últimas preguntas de la jounin.
-Me alegra oír eso, aunque en este momento no te ves como la más fuerte...- Era una broma, aunque seguramente aquello no fuera motivo suficiente como para evitar la furia de la Kurama. -Ahora, en serio. Si te unes a mi, no sólo serás más fuerte, sino que en el camino podrás demostrar lo fuerte que eres cientas de veces, venciendo a los enemigos más poderosos.- No estaba intentando manipularla, sino buscar el punto en común en que sus objetivos podrían cruzarse. 

-Así es. Actualmente soy un infiltrado, y planeo seguir de esta forma. La información que tengo acerca de los rebeldes en el País del Agua no es particularmente buena. Se dice que son de las "peores" facciones rebeldes de todo el continente. No me arriesgaría a que tanta gente sepa sobre mi plan si el riesgo-beneficio no me convence.- Se detuvo a pensar sobre la marcha, como si discutiera sus planes con su potencial aliada. -Ya luego, en caso de que obtengamos las espadas, quizá sería interesente unirnos a ellos para el combate final. Después de todo, si algo nos faltará serán los números.-

-Y bien... ¿qué dices?-
Especialización en Ninjutsu

Ninjutsu - Estilo Cauteloso

Maestría: Fūinjutsu

Genso Shīringu

Chakra = -40, -35, -80 = -155.
off
LinkIcon Enlace al Post
Hikaru comenzó a exponer sus razones y contestar las inquietudes de una apresada kunoichi, que lanzaba preguntas a mansalva intentando desacreditarlo, aunque su posición no era la más ventajosa. Nada de lo que dijese el Yuki sobre sus ideales o su rencor al Imperio iba a hacerla cambiar de "opinión", y el peliblanco se percató de ese detalle, por lo que no fue con discursos de odio ni evangelizaciones. Como si supiese donde tocar la fibra, empezó su respuesta hablando de nombres, de poder, y específicamente de alguien que despertaba sed de sangre en Kiyoko: el Demonio de la Neblina. — Momochi Zaruko. El más fuerte de a quienes se ha visto con una de esas legendarias espadas, y como sabes, lo proclaman "el espadachín más fuerte del mundo". Tsk, idioteces. — Comentó, incrédula, con una sonrisa. — Algún día iba a matarlo, así que no me molestaría hacerlo con el fin de arrebatarle su gran cuchilla. Digo, después de todo la mejor espadachina soy yo, y para probar mi poder el resto de débiles deben perecer. Es la ley del más fuerte, lamentablemente. No mato por convicción o ideas, yo lo hago por poder.

Y no quería admitírselo tan pronto, pero el estar reducida ante el poder del ninja especialista en sellado, la hacía tener unas ansias incontrolables de aceptar su propuesta de inmediato. Pero no, debía mostrarse serena y negociar. Había ido a matarlo, ahora no podía regalarse simplemente y admitir que lo admiraba. "Hikaru Yuki... Él logró ponernos contra las cuerdas, ¿eh?". Chasqueó la lengua, en respuesta al comentario mental de Tetsuka.

— Entonces tu idea es empezar a gobernar Kirigakure teniendo en tu poder las espadas, ¿no? Te tienes fe, al parecer. — Sonrió e intentó de nuevo zafarse, quizá porque ya comenzaba a sentirse incómoda en el piso. — Bueno, ahí me tienes de tu lado. Yo también quiero un hogar seguro para los que quiero. Y en medios creo que pensamos igual: la única manera de lograrlo es teniendo a los más fuertes. Y diste en el blanco topandote conmigo: ¡NOSOTROS SOMOS LOS MÁS FUERTES! — Gritó a viva voz, incluyendo a Hikaru en la ecuación y admitiendo su admiración por su poder, aunque sea indirectamente.

— Hijo de puta, qué plan más maligno. Ese sello limitará toda mi libertad. — Puso cara de perro, su peor cara de pocos amigos, pero finalmente, tras mirar hacia un lado, sacó la lengua y recibió la técnica.

— Tienes razón. No los necesitamos. Tú y yo, contra el mundo y esas espadas. ¿No? — Mostró una gran sonrisa y luego sacó la lengua, como solía hacer siempre que combatía y estaba emocionada. — O bueno, supongo que necesitaremos armar un equipo para portar todas las espadas. Pero sí, sin los rebeldes estaremos bien. No me agradan demasiado. Jamás conocí a uno que me haga frente. — Con gran vanidad, Kiyoko no perdía chance para hacer gala de su fama y reputación como cazadora de rebeldes y mercenaria.

— Estoy. — Aceptó la propuesta finalmente.

Este tema ha sido cerrado.

LinkIcon Enlace al Post
COMBATE FINALIZADO
recompensas

Este tema ha sido cerrado.

Salto de foro:

Usuarios navegando en este tema: 2 invitado(s)