[Privado] Distant Relationship Ft. Bakura

Mi pequeña broma parecía haber provocado una reacción en Bakura, eso sumado a su comentario invitaba a hacer más bromas al respecto, pero quizás era tema para otro día, después de todo no parecía incomodarle el hecho de que suelte burlas de su pareja y en su lugar podría decir que ella misma disfrutaba hacerlo. - Haha... No me malentiendas, digamos que son un nombre bonito en lugar de llamarlos no se... - Puse mi mano en mi barbilla pensativo. - Explosivos de alta potencia. - Diría con una sonrisa algo atrevida, para luego ponerme de pie y ayudarle con los platos.

Nadie parecía estar en contra de mi propuesta sobre la comida del día siguiente e incluso soltaría una pequeña advertencia, pues Bakura parecía ser alguien que tomaba confianza muy rápidamente cuando se sentía cómoda con algo o alguien, no le presté más atención de la necesaria y en su lugar decidí responderle con otra pequeña broma. - Haha... Al menos tendré algo que hacer mientras ustedes preparan sus maletas. - Respondí dejando los platos a su costado para luego sentarme de nuevo en la mesa, no parecía haber mucho por hacer al menos en estos momentos por lo que decidí cerrar los ojos unos instantes para dejar que mi mente se relaje, serenarme un poco y simplemente pensar en lo que acababa de pasar aprovechando que los niños estarían de curiosos metiendo sus narices en ese libro polvoriento. - Cuantos nombres... Ese es Pakura, y ese... No se quien es. - Los escucharía hablar entre ellos, podía sentir sus miradas curiosas. - ¿Eso es una bala? Supongo que será de esa supuesta guerra de la que habló. - Escuchar aquello era extraño, era un suceso real que había pasado y aún así se trataba como si fuera una leyenda antigua de una época antigua.

Y la verdadera que si se trataba de una época que ya había pasado, ellos no vivirían las mismas historias que nosotros habíamos vivido, pero estarían ahí para presenciar un gran cambio en el mundo que conocían de todas formas. " Psst... ¿No fue tan malo o si? " La voz del viejo resonaría en mi mente después de mucho tiempo. " No es que tu lo hubieras hecho mejor... " Simplemente se reiría suavemente y con algo de vergüenza en su voz, pues sabía exactamente como había terminado eso hace veinte años. " Supongo que es justo... " Su voz se desvanecería en lo más profundo de mi mente, escuchaba los sonidos nublados de las voces de Shion y Botan, aún no podía creer que luego de tantos años tendría la oportunidad de reunirme con ellos... La oportunidad de enmendar mis viejos errores, y la oportunidad de finalmente poder cerrar los ojos sin sentirme atormentado por las voces que yo mismo había creado en mi cabeza...

Suspiré suavemente, Vergüenza. Culpa. Temor. Todos lo soportamos. Reúne tus miedos y púrgalos lo mejor que puedas. Estaba en paz... Sonreiría suavemente, parecía que al fin había aprendido que lo destruido se puede volver a forjar, superando... su forma anterior...

*T H U D*

Llegué a pensar que tal vez incluso para mí, el día en que Ryth apareciera, sería un tanto extraño adaptarse a lo mucho que cambiaría la familia. Sin embargo y a voz de pronto parecía ser todo tan sencillo. Supongo que la avanzada edad de los niños también colaboraba a que todo fuese demasiado fácil, ¿no? De ser aún unos críos, ¿cómo explicas tú todos los cambios familiares por los que tendrían que haber pasado? Poca estabilidad hubieran visto. Mejor así.— Me gusta más: fuegos artificiales. Quizá se queden así de ahora en adelante. ¿Necesitaremos nombres en clave? Porque si es así, Hanabi. —Fuegos artificiales en japonés, no me parecía para nada un mal nombre de repente. Dicho lo cual, parecía ser que la broma cesaría.

Cada cual ayudaría recogiendo sus propios platos (no esperaba menos). Poco a poco iría fregando cada uno. A medida que entraban en la pila, salían de ella para pasar a secarse al aire libre. Los niños entre tanto parecían estar entretenidos aún con las historias de Ryth. Parecía ser que había llegado el cuentacuentos a casa; un cuentacuentos más interesante para los niños (ya no tan niños claramente). Pensé que se habría quedando hablando con ellos, o por lo menos escuchando su entretenido diálogo, pero para cuando finalicé con mi tarea, me encontré a un padre agotado, dormido. Lo normal cuando duermes pocas horas. ¿O directamente no había dormido? No lo recuerdo ya.

— Supongo que hoy no habrá mucho que hacer más que ir preparando las cosas para mañana. —Murmuré mientras me acercaba al pequeño sillón donde había dos mantas para cubrirnos del frío del invierno cuando nos reuníamos todos en familia en aquella salita. Tapé a Ryth con ella por encima, y ya de paso coloqué un cojín en la mesa para que pudiera recostarse sobre ella y tener la cabeza apoyada en algo blando. Pobre hombre, tenía que haber estado verdaderamente cansado y tenso hasta ese momento. Sonreí con cierto cariño al verle en ese estado.— Hoy nos tomamos el día libre, chicos, ¿os parece bien? Imagino que querréis estar con papá cuando despierte. Pero hasta entonces: shhh. — ¿Cuánto tiempo podría estar durmiendo aquel hombre? Quizá doce horas. ¿Quién me dice a mí que no estaría hasta la mañana siguiente durmiendo? Si Botan y Shion eran capaces, ¿por qué su propio padre no? He ahí la cuestión.

Había un plan: mañana todos haríamos las maletas mientras Ryth hacía el desayuno. Supongo que tendré que ser yo misma quien recoja los trastos de Karibachi. Tal vez cuando le vea se lo tire todo a la cabeza, después de intentar hacerle creer que sus cosas se habían quedado en el monte Heiwa, por supuesto. Y mañana mismo, rumbo al País de los Pájaros.

El día acaba de empezar y ya estoy pensando en mañana.

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