Cuando las olas se agitan [priv Akami]
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Era primera ves que el Otenki se encontraba en una de las grandes aldeas, la verdad es que sentía bastante curiosidad por lo que podía encontrar en uno de los lugares marítimos más importantes del mundo. Caminaba por las calles en busca de donde entrar era una costumbre que tenía y era donde pasaba entrenaba con algo o alguien, ya que era para el Otenki una forma de conocer de que eran capaces lo ninjas del lugar era algo que le encantaba y como ninja errante que vagaba por el mundo era lo que más le gustaba desde que había dejado su hogar en el país de las aves en busca de aprendizaje.

De pronto llegaría a uno zona aislada perfecta para entrenar sus habilidades las cuales dudaba mucho que alguna parte de la aldea no fuera afectada, pero tendría que contenerse. El lugar era bastante vacío no había nada importante, aunque lo que más le llamaba la atención era el sonido del mar el cual era bastante relajante para el errante ninja el cual era su primera vez que surcaba los mares para llegar a un lugar que prácticamente era una gran isla.

- Bueno, empecemos por algo básico- diría poniéndose en posición de combate ejecutando algunos golpes al aire de los cuales rápidamente a la vez fingiría esquivar esperando que alguien pasara por ahí y le invitara a un duelo o que este lo hiciera, aunque no era muy bueno luchando si le gustaba la sensación de dejarse llevar en los combates al final era una forma de votar todo para el Otenki.

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El día de hoy, en la ciudad del vapor, Akami estaba paseando por los alrededores de la misma- Mmm... hoy tengo el dia libre gracias a Hebichi...- dijo recordando una de las peticiones de Lord Hebiryuu.

 Flashback: (Catedral de la Iglesia Amaterasu)

 En la sala principal de la catedral, se encontraban reunidos Ameryuu Akami, Lord Hebiryuu y Kuroi Hebichi, ¿el motivo?, pues... el destino de Hebichi.

 - Akami-chan... entonces ¿ya habéis decidido el destino de Kuroi?- pregunto Hebiryuu mientras se sentaba en una silla la cual parecía estar hecha de plata.

 - No... no creo que hacerla sufrir me haga mejor que ella... demás... necesito ayuda en la Iglesia- dijo ella sentada en una silla de madera- Creo... que su castigo será... ser mi ayudante por un tiempo, al menos... hasta que considere que estamos a mano- dijo ella mirando a la víbora.

 - Mmm… no me quejo...- dijo Hebichi bajando la mirada.
 
 - Entonces... con esto el castigo de Hebichi esta decidido, de ahora en adelante- Miro a la enjuiciada- Sera estar al lado de Akami como su ayudante- dijo mientras se levantaba de la silla y se retiraba de la sala. Fin del Flashback.

 - No hay nada más valioso que sentir que sigues vivo. En esta vida inerte, pocos son los testigos- dijo para si misma, pues perdonarle la vida a Hebichi le hiso entender esto- No avances con tus pasos, corre con tus latidos y si luchas por tus sueños, qué más da quedar herido- eran palabras que surgieron de su boca, estas palabras nacieron de aquello que Saito le dijo una vez, que debía luchar por sus sueños, cosa que haría sin dudarlo.

 -No hay tristeza más grande que la de sentir la ausencia... de alguien a quien amaste y te hizo bien con su presencia- Dijo recorran la falta de calor que ha vivido los últimos años, la soledad tras la muerte de su sensei y el hecho de abandonar a su Onee-san- No hay muerte más pronta que la que no se merece- dijo recordando la escena en la que su sensei murió.

 Sin darse cuenta, llegaría a un lugar bastante alejado de las personas, solo eran ella, sus recuerdos y el paisaje, bastante relajante la verdad, pero aquella paz no duraría mucho puesto que se comenzarían a escuchar sonidos de golpes y pisadas- ¿será que alguien esta peleando?- se pregunto mientras seguía aquellos sonidos hasta que logro encontrar el origen de los mismos- Eh?- se dijo al ver a un chico de pelo rubio- ¿Hola... Que haces aquí?- pregunto ella amablemente.

 La vestimenta de Akami consistía en una camisa manga larga de color rojo vino y una falda de tipo escolar, además de unos zapatos negros y medias marrones. Y claro, los anillos de la Iglesia en su mano izquierda.

Vestimenta de Akami
[Imagen: Bl8Jqj5.png]
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De repente su entrenamiento sería totalmente interrumpido por una chica bastante joven al menos eso era lo que aparentaba con aquella vestimenta. – que hago aquí pues... entrenar- diría mientras se detenía y miraba a la desconocida con curiosidad después de todo para que llegara aquel lugar también ella ¿vendría por el mismo motivo? De cualquier modo, el Otenki no tendría problema en un duelo con la joven si es que ella quisiera entrenar, pero de cualquier modo su actitud su forma de vestir y en si su ser algo le decían al Otenki que aquella persona era una ciudadana corriente no aun que claro era lo que a primera vista podía ver de ella con suerte era todo lo contrario una mujer capaz de todo y un hábil ninja, pero eso dependería de ella de que quisiera mostrar.

-Solo por las dudas que ¿hacías por aquí? -  le preguntaría mientras se sentaba en el suelo y se cruzaba de piernas a lo que él también le diría – ven siéntate si quieres para charlar más cómodos y por cierto ¿cómo te llamas? -  dijo con curiosidad y confianza ya que de algún modo aquella desconocida no le trasmitía algún sentimiento de desconfianza o similar tan solo tranquilidad ya que dudaba mucho que pudiera hacerle algo al Otenki y en caso que intentara algo bueno posiblemente no terminaría bien para la joven.


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Akami había dirigido sus palabras a aquel joven que entrenaba en aquel lugar- Entrenando.... interesante...- murmuro mientras aquel chico le miraba con curiosidad- Oe... no me... no te me quedes viendo asi...- murmuró vacilando con la vista en otra dirección, aquel joven se sentaba en el suelo mientras le hacia una pregunta, bueno, la misma pregunta que ella había hecho anteriormente- Etto... paseaba  por la ciudad para despejar un poco la mente para continuar con mis lecciones de Ninjutsu- dijo mientras se sentaba al lado de aquel joven.

Tras sentarse, se acomodoria la falda y diria- Akami Ameryuu... un gusto...- mencionó con una sonrisa- Y ¿cual es tu nombre?- preguntó ella mientras miraba las nubes- Que lindas... desde la Iglesia no se tiene esta vista de las nubes- dijo con una sonrisa- Por cierto... Dijiste que estabas entrenando... ¿acaso eres un estudiante de la ciudad?- preguntó buscando un tema de conversación- Yo... soy una sacerdotisa de la iglesia Amaterasu... pero también soy una... shinobi... soldado... como quieras decirle...- dijo con un tono confundido y vacilante.

- Ni siquiera pienses en pedir una pelea o algo por el estilo- dijo ella negándose a cualquier sugerencia de enfrentarse- Solo me gustaría una tarde tranquila, tengo los pensamientos un poco alborotados...- dijo ella mirando al cielo mientras se recostaba en el césped- Que suave...- dijo ella con una pequeña sonrisa- ¿De donde eres Zuro-Kun?- preguntó ella en aquella posición- No te habia visto antes por estos lares... además... De ser de esta cuidad sabrías qué en este lugar, hay hierbas medicinales muy valiosas, por eso no hay personas aqui- dijo viendo unas flores azules de entre el césped.

- Ve...- dijo tomando una y mostrarsela al joven al lado de ella- Es un Lirio Azul, sirve para hacer cremas cicatrizantes y medicinas para ciertas enfermedades- murmuró mientras la alzaba en direccion a las nubes- Creó... que entrenar aqui... no es una elección muy inteligente- dijo con una risa sutil- Pero... pasar el rato con tranquilidad si lo seria- dijo mientras cerraba ligeramente los ojos.
[Imagen: Bl8Jqj5.png]
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El otenki escuchaba atentamente las las primeras palabras que salían de su contrario el cual pareciera ser una chica de pelo rojo bastante tímida, la cual también parecía amable aun que a su modo, algo que le pareció curioso y que podría confirmar que sobre aquella persona la cual había llegado de la nada era que sabía ninjutsu lo que significaba que era una shinobi, además que posiblemente tenia afinidad a estos 
Aun que tendría que confírmalo después de todo le parecía interesante saber aquello ya que eso significaba que podría pedirle hacer un duelo amistoso. – oye ya que practicas ninjutsu ¿te gustaría un duelo contra mí? – preguntaría seguro y de forma amable después de todo aun si no entrenaba más tendría una amable conversación con aquella chica pelirroja y si no fuera el cazo tendría un duelo donde posiblemente aprendería bastante sobre los ninjas de kiri, los cuales nunca había tenido algún duelo el cual fuera con ninjas de esta aldea por lo que era raro y nuevo para el shinobi tener un duelo con una shinobi de kiri.

Seguiría escuchando las palabras que salían de la boca de aquella chica de la cual ahora sabría su nombre, que le parecería bastante bonito. – un gusto Akami, mi nombre es Zamuro espero que nos llevemos bien – dijo el Otenki de forma bastante amable mientras escuchaba como hacía mención de las nubes y que bellas le parecían ya que estas no se podían ver con tal belleza de... una ¿iglesia? era algo que el shinobi no se esperaba escuchar, de hecho, nunca había escuchado a alguien hablar sobre una iglesia como tal. – ¿yo un estudiante de aquí? pff no solo soy un ninja que sin aldea uno errante, el cual estaba de paso aquí para saber más sobre tu aldea -  fuera de aquellas palabras pronto se aclararía sus dudas con respecto a lo de la iglesia – con que una sacerdotisa ninja… eso no lo he visto nunca – pensó curiosamente, al escuchar aquellas palabras que hacían de esta conversación una de las más raras que había tenido el Otenki hasta la actualidad.

de repente escucharía algo que le sería algo muy contradictorio, era que no quería un duelo, pero venía a entrenar era raro... para el otenki el cual respondería – bueno si no quieres un duelo está bien una charla productiva nunca está de más ¿no? - dijo mientras seguía la conversación – ¿qué es Zuro- kun? – diría con ignorancia ya que nunca había escuchado aquellas palabras al menos no las recordaba.

Escucho lo poco y último que tendría que decir aquella chica para decir también sus últimas palabras para luego esperar alguna respuesta de aquella chica la cual se notaba que era muy introvertida, talvez era por sus creencias o por como la habían criado, pero no estaba seguro.

-bueno si crees que no debería de entrenar aquí no lo hare, pero bueno, por cierto bonita flor, ¿te dedicas acaso a la medicina con plantas o algo similar? – menciono con cierta curiosidad después de todo no era común saber tanto de plantas sin tener algún tipo de hobby o trabajo con ellas.

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