Era el amanecer y las primeras luces del día apenas se filtraban a través de las nubes grises. Las gotas de lluvia, incansables golpeaban las ventanas de la habitación de Kai. El joven yacía inquieto recostado en su cama observando los cristales empapados. La ansiedad se apoderaba de él, consiente de que en pocas horas enfrentaría el examen final en la academia ninja, un paso crucial que lo convertiría en Genin.
Tras unos minutos de reflexión, se ducho, se vistió y se aproximó al espejo para ajustar sus vendajes con meticulosidad, asegurándose que todo estuviera perfecto. En su camino al comedor realizaba sellos de mano con destreza, emulando las técnicas aprendidas en la academia. A pesar de la tensión en el ambiente, mantenía una actitud optimista, visualizando las actividades que realizaría y sus resultados.
Al llegar al comedor, se encontró con su madre, quien ya tenía preparado un delicioso plato de comida. Con una sonrisa, Kai saludo a su madre y le dijo. - Buenos días, mamá, llego el gran día, hoy tu hijo se convertirá en Genin – La madre acostumbrada al entusiasmó del muchacho soltó una risa cálida. Después de terminar su desayuno, se levantó de la mesa con movimientos que buscaban calmar su ansiedad.
Antes de salir, el Hozuki recibió un fuerte abrazo de su madre, quien le deseo tranquilidad y le recordó que disfrutara del momento tan especial que estaba por vivir. Con una mochila preparada con botellas de agua y lo necesario para pasar el día fuera de casa, Kai inicio su camino con ilusión, recorriendo las húmedas calles de la aldea en dirección a la academia ninja.
Tras unos minutos de reflexión, se ducho, se vistió y se aproximó al espejo para ajustar sus vendajes con meticulosidad, asegurándose que todo estuviera perfecto. En su camino al comedor realizaba sellos de mano con destreza, emulando las técnicas aprendidas en la academia. A pesar de la tensión en el ambiente, mantenía una actitud optimista, visualizando las actividades que realizaría y sus resultados.
Al llegar al comedor, se encontró con su madre, quien ya tenía preparado un delicioso plato de comida. Con una sonrisa, Kai saludo a su madre y le dijo. - Buenos días, mamá, llego el gran día, hoy tu hijo se convertirá en Genin – La madre acostumbrada al entusiasmó del muchacho soltó una risa cálida. Después de terminar su desayuno, se levantó de la mesa con movimientos que buscaban calmar su ansiedad.
Antes de salir, el Hozuki recibió un fuerte abrazo de su madre, quien le deseo tranquilidad y le recordó que disfrutara del momento tan especial que estaba por vivir. Con una mochila preparada con botellas de agua y lo necesario para pasar el día fuera de casa, Kai inicio su camino con ilusión, recorriendo las húmedas calles de la aldea en dirección a la academia ninja.