9 de Noviembre, 9:00AM
Arribo al país donde sus inicios como shinobi fueron turbulentos, donde la guerra se le presentó sin mascaras siendo totalmente honesto a lo que podía pasar. El día sé oscurecía aunque era de día. Las grandes nubes abrazaban el territorio de los habitantes de Kumogakure, sin dudarlo debía respetar todo lo que debe estar acá, entendía que esa guerra de Yugata, estaba a varios kilómetros por acá. No podía ni mirar esos recuerdos cuando giraba, miraba esa notable muralla que lo recordaba esos bastos, y turbios días. Kazu agachaba la cara pocos segundos eliminando la maldad en esos pensamientos, y con disgusto en su cara avanzaba hasta la entrada de la legendaria aldea. Hoy no vendría especialmente a recordar esos momentos horribles, sino...ese momento, y inicio de algo hermoso; verla a ella.
Veía en la lejanía a los shinobis en un estilo de garita de policia, debía ir si o si allá. Decide él chico tomar pasos largos hasta llegar allá. –Soy Kazuki Sarutobi, de la aldea Konohagakure, vine para ingresar a la aldea por temas de vacaciones, estar con...amigos, y darle un bendiciones a los caídos. Deseo entrar hoy hasta más tardar el 11 de Noviembre.– Les explicó manteniendo el respeto hacía ello, sabía que eran estrictos, y rudos en estos temas, debía mantener cautela, entregando los documentos míos. Mirando el alrededor, como sé hacía una fila atrás mío, sentía que había mucho comercio de extranjeros en Verano. Solo tenía que esperar su confirmación mirando a uno de ellos con un tono más rígido, sin dar un indicio de mostrar sentimientos, hay que tener prudencia ahora mismo, y entrar rápidamente.