El acto heroico del día
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El sol se ocultaba tras las imponentes montañas que rodeaban Iwagakure, tiñendo el cielo de tonos anaranjados y rosados. Riku Ashira, con paso decidido, se aventuró hacia las afueras de la aldea, buscando un momento de tranquilidad en la naturaleza. Mientras caminaba por los senderos rocosos, el sonido de la brisa entre los árboles y el crujir de la hierba bajo sus pies le brindaban una sensación de serenidad.

Sin embargo, a medida que avanzaba, escuchó un débil llamado de auxilio que parecía provenir de más arriba. Riku alzó la vista y se percató de una figura pequeña y encorvada en lo alto de un acantilado. No lo pensó dos veces y se apresuró en esa dirección.

Al llegar al pie del acantilado, comprendió la magnitud del problema. La única senda que conducía hasta el anciano estaba completamente bloqueada por un desmoronamiento de rocas. El viejo, con arrugas profundas y cabello plateado como la luna, lo miraba con ojos llenos de preocupación.
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Riku evaluó la situación con rapidez. No podía permitirse esperar ayuda, el tiempo corría en contra de ellos. Buscó a su alrededor y encontró un tronco largo y resistente que podría ser útil. Con esfuerzo y habilidad, lo manipuló hasta lograr una suerte de improvisada escalera.

Con precaución, el anciano comenzó a descender por el improvisado puente, apoyándose en Riku en cada paso. La tensión en el aire era palpable, pero el joven ninja mantenía la calma, brindando apoyo moral y físico al rescatado.

Finalmente, después de un arduo esfuerzo, el anciano y Riku alcanzaron el suelo firme. El alivio se reflejó en los ojos del viejo Nibiru, quien agradeció a Riku con una sincera sonrisa. Sus arrugas parecían atenuarse por un momento, como si el peso de la situación se hubiera desvanecido.
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Última modificación: 19-10-2023, 04:06 AM por Riku Ashira.
Riku acompañó a Nibiru de regreso a la aldea, asegurándose de que llegara sano y salvo. Durante el camino, compartieron historias y risas, formando un vínculo inesperado entre generaciones. Ese día, Riku aprendió que la valentía y la compasión no conocen límites, y que a veces, un acto de altruismo puede marcar la diferencia en la vida de alguien más.
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