Tras dos segundos de canalización se proyecta un cuerpo astral al que la consciencia es transferida desde el cuerpo físico para acceder al plano astral.
Desde aquel plano solo se podrán percibir sucesos a tiempo real del plano físico si el cuerpo astral utiliza chakra para manifestarse en el mundo corpóreo como un fantasma de chakra, todavía no siendo visible al ojo humano pero quedando expuesto a métodos sensoriales aunque no se distinguirá una forma, ni firma, o redes de chakra al no poseerlas pero si el color.
Como fantasma podrá ver, oír, y pasar a través de obstáculos físicos pero es desecho por ataques con chakra forzando la consciencia regresar al cuerpo físico; el fantasma no podrá estar a más de 50 metros de distancia del cuerpo físico, y la velocidad de movimiento en ese estado equivale al control de chakra.