Última modificación: 12-10-2023, 03:17 PM por Riku Ashira.
El sol ascendió majestuoso sobre Iwagakure, derramando su luz dorada sobre las callejuelas empedradas. Riku, imbuido de determinación, se abrigó ligeramente y se encaminó hacia el bullicioso mercado local. Cada paso resonaba en armonía con el palpitar de la aldea, como si el pulso de la ciudad guiara sus pasos.
El mercado era un festín para los sentidos. Puestos de colores vibrantes y aromas seductores se extendían ante él. Riku se detuvo en el puesto de verduras, seleccionando con meticulosidad cada ingrediente. Hojas de espinaca fresca, brotes de bambú crujientes y zanahorias vibrantes llenaron su cesta. Avanzó hacia la sección de pescado, donde eligió lomos de salmón que parecían haber sido acariciados por las aguas más puras.
El mercado era un festín para los sentidos. Puestos de colores vibrantes y aromas seductores se extendían ante él. Riku se detuvo en el puesto de verduras, seleccionando con meticulosidad cada ingrediente. Hojas de espinaca fresca, brotes de bambú crujientes y zanahorias vibrantes llenaron su cesta. Avanzó hacia la sección de pescado, donde eligió lomos de salmón que parecían haber sido acariciados por las aguas más puras.