Última modificación: 10-07-2023, 05:12 PM por Sazaki Ryo.
Capitulo I: La búsqueda del templo.
24 Ichigatsu del 15 D.K.
15:00 Hrs | Soleado.
El viaje fue un tanto largo haciendo una escala para llegar a su destino final, desde aquella ciudad de la que partió a Isla Genbu la paso acompañado por un hombre cuyo trabajo consistía en llevar gente en su canoa hasta aquella isla legendaria dónde tendría lugar el entrenamiento de Sazaki, el hombre era cauto y sigiloso como si la propia canoa fuese una extensión más de su cuerpo frenando en los puntos clave y girando entre riscos maniobrando de forma eficaz cada obstáculo aquello llamo la atención del Tajuken pues era raro ver a grandes navegantes. <Ojalá poder navegar por todo el mundo.> Pensaba para sus adentros, pero los últimos eventos seguro requerirían de su absoluta presencia era en parte el propósito de este viaje, estar listo en el preciso momento requerido y no solo ser un número en batalla como simple peón puesto a morir.
El oleaje siempre lo calmaba pues lo prefería en lugar de aquellos excéntricos dirigibles dónde no terminaba de sentirse en comodidad debido a la altura. El hombre navegante era bastante silente aún navegando en mareas rápidas dejando en total comodidad y tranquilidad al espadachín de la nube, quien inclusive logro concebir una breve siesta en su llegada; aún así, este posiblemente sería su último momento de paz tranquilidad de aquí a unos 25 días en lo que terminaba el entrenamiento no sabía de qué índole podría ser o en se enfocarían durante su llegada pero esto era algo que le tocaba al maestro estipular para su rápido progreso.
Tajuken Hanma era una leyenda entre los integrantes del clan y era conocido como un gran maestro e instructor; tal vez, fue en algún punto la cúspide del esgrima Tajuken pero tras la perdida de su pierna diestra y ojo izquierdo su habilidad se vio disminuida y poco a poco término por mermarse de su cuerpo. No se trataba de un inútil pues aún podía entrar en batalla pero lo que estaba claro era que nunca retomaría su destreza y agilidad en vigor de la batalla; y por su puesto, su prestigio hacía que en caso de querer tener un oponente fuera un Jounin dejando sin opciones al hombre mayor.
Todo era bastante interesante, desde la posible personalidad que pudo imaginar Sazaki del hombre tanto como la flora y fauna del lugar. Era la primera vez que visitaba aquella isla legendaria y en cierta parte se encontraba un tanto ilusionado con su viaje y entrenamiento, a unos cuantos metros de la costa el joven despertó para poder mirar la entrada a la isla lo mejor posible, el agua estaba en calma y no parecía que fuese a ver problemas durante el desembarque. Sazaki se incorporó en aquella canoa para intentar distinguir los animales más cercanos a la costa y el hombre navegante solo continúo con su travesía para llevarlo a tierra firme .
Una vez llegaron no pareció tener construido un puerto o muelle de comercio como era normal en las villas. — Supongo que nadie pasa seguido por este lugar. ¿O si? — El espadachín preguntó al navegante quien respondió moviendo la cabeza de forma negativa mientras alistaba todo para su viaje de regreso. — Ni las tormentas pasan seguido en este lugar, será mejor que vayas con cuidado pues hay varios mitos de las criaturas que habitan este lugar. — Mencionó como consejo al joven, no quería regresar solo a buscar sus restos y era una forma de prevenir aquella situación, aunque la expresión de Sazaki estaba llena de ilusión y curiosidad por explorar la misteriosa isla.
Ryō fue un tanto descuidado comenzando a caminar por aquella costa a la que arribaron hace unos momentos distrayéndose un par de minutos. — ¿Entonces dónde está Hanma? — Al no escuchar respuesta volteó solo para encontrar al navegante sobre su canoa y comenzando el viaje de regreso. — ¡Cuídate niño, regresaré por ti en aproximadamente 23 días! — Fue todo lo que mencionó, parecía que el primer paso del entrenamiento sería dar con el lugar en el que se encontraba Tajuken Hanma. <Bien…. Supongo que no tengo muchas opciones.> Se dijo a si mismo para continuar con su momentánea exploración sobre el caparazón del inmenso animal legendario.
Pasaron algunas horas y se podría decir que tal vez días aunque en este lugar el tiempo es bastante engañoso y relativo, fue de lo primero que aprendió del sitio pues parecía que minutos eran horas y en algunas ocasiones horas eran minutos, tal vez debido a la interacción que tenía según avanzaba en su recorrido. Exploró fácilmente alrededor de 9 horas por todo el caparazón antes de dar con la primer pista clave que lo llevaría con su mentor seleccionado para la tarea, algunos rastros de sangre y piel de animal seguían un camino no de forma clara pero era suficiente para seguirlo para cualquier ninja.
Siguió aquel rastro hasta que se dividió; sin embargo, el descuido y la sangre finalmente lo harían dar con el camino correcto el cual tras identificarlo no habría más problemas sobre este, pasaron un par de horas antes de dar con un camino hecho de tierra de tanto pasar por aquel sitio, poco a poco se veía la residencia humana en aquella isla. Sería difícil vivir en un lugar como este en total soledad y lejanía de los acontecimientos mundiales tanto para bien como para mal, ahora está sería su casa las próximas semanas. El camino lo llevo hasta un templo como ninguno, una construcción majestuosa y bastante cuidada como era de costumbre en la arquitectura de la nube, un templo bastante impotente y grandioso dónde finalmente conocería a Tajuken Hanma y recibiría la primer parte del entrenamiento especial instruido por el propio clan para potenciar las capacidades hasta ahora vistas de Sazaki.
Hablo - Narro - +Pienso+