[Simple - B] El rescate de los comerciantes
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Última modificación: 23-06-2023, 04:39 PM por Ryōhei Miroku.
Amaneció una mañana como cualquier otra. Tranquilidad, un aire frío pero tranquilo y el desayuno recién preparado sobre la mesa desprendía un olor bastante agradable. Normalmente solía coincidir con sus tíos al menos veinte minutos antes de que éstos saliesen de casa, pero aquel día no. Ryô se sentó frente a la mesa para tomarse el desayuno: una sopa de miso, con un poco de arroz y pescado a la parrila. Junto a la bandeja con aquel apetitoso buffet había una carta con el sello de la academia ninja.

Cita:"Ryôhei Sejin, del clan Miroku, ha sido seleccionado para participar en una misión de rescate, en pos de valorar su habilidad y determinar cuán capacitado está en este tipo de situaciones, además de favorecer así su aprendizaje y desarrollo como Genin. En la siguiente página encontrará los detalles. Mucha suerte."

Leyó la segunda página con detenimiento. En ella indicaba que un comerciante de tela y pieles llamado Katsuga, de la aldea de Kumo, había pedido que se investigase la desaparición de sus tres mercaderes de mayor confianza junto a la mercancía que debía haberle llegado hacía aproximadamente una semana. La ruta que seguían normalmente los carruajes de mercancía es por el camino de Pueblo Unkai hasta Kumogakure; raramente se desvían de las rutas comunes, por lo que Katsuga teme que haya pasado algo grave. En el informe también había un pequeño mapa con algunas pistas sobre la ruta tomada por los carruajes.

El joven pelirrojo terminó su desayuno con tranquilidad, tomó un baño y se vistió con sus característicos ropajes negros cuya estética iba desde una similitud a una toga de monje, hasta una armadura hecha de tela. Como fuera, era bastante ligera y le gustaba. Salió de casa y, sin prisa pero sin pausa, puso rumbo al camino de tierra por el que deberían llegar todos los mercaderes, en busca de pistas que indiquen algún desvío.
{ Ryôhei Sejin, clan Miroku }
- Genin - Rango D -
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Recién dado de alta del hospital y ansioso por volver a la acción, Gojo se encontraba en su modesto apartamento en Konoha, repasando sus técnicas de taijutsu en solitario y ejercitandose en mitad de su recuperacion fisica. El ruido distante de una cascada cercana llenaba la habitación, creando un ambiente sereno mientras se preparaba fisicamente. En ese momento, un golpe en la puerta interrumpió sus ejercicios. Con curiosidad, Gojo se acercó y abrió la puerta para encontrarse con su superior, el Capitán Kenzo, un experimentado Jounin de Konoha. Kenzo llevaba consigo una carpeta con el emblema del imperio y una mirada seria en su rostro.


— Gojo, tengo una misión importante para ti. — Dijo el Capitán Kenzo, entregando la carpeta a Gojo, el cual la recibio algo confuso. — Es una misión de rescate de rango B. Un comerciante importante de la industria de indumentaria en Kumogakure ha sido afectado, y los comerciantes han desaparecido junto con su valiosa mercancía. Tememos que hayan sido asaltados por un grupo criminal que opera en la zona.

Gojo tomó la carpeta y la abrió, leyendo detenidamente los detalles de la misión. Escuchaba atentamente mientras el Capitán Kenzo proporcionaba información adicional sobre el contexto y la importancia de la misión. Era consciente de que el comercio de tela era fundamental para mantener la economía estable y el bienestar de la comunidad. — Entiendo, Capitán — Respondió Gojo con voz firme y decidida. — Haré todo lo que esté en mi poder para resolver este asunto y traer de vuelta a los comerciantes desaparecidos. Si fue obra de criminales u otra razon lo sabre con mi Byakugan, puede contar con ello. — El Capitán Kenzo asintió, satisfecho con la respuesta de Gojo. — Eso es lo que queria escuchar, confío en tu habilidad y determinación, Gojo. Recuerda, debemos asegurarnos de mantener la paz y el orden en nuestro territorio. Esta misión es crucial para demostrar nuestra fuerza y poderio. — 

Gojo asintió, expresando su acuerdo. Sabía que la lealtad al imperio era fundamental, aunque no compartiera todas sus políticas. Sin embargo, también tenía su propia brújula moral y estaba dispuesto a tomar las acciones que el considerara correctas para hacer lo que consideraba justo desde su perspectiva. Después de que el Capitán Kenzo se marchara, Gojo cerró la puerta y se sumergió en la carpeta de la misión una vez más. Estudió los mapas, las descripciones de los desaparecidos y los posibles lugares de interés. Planeaba entrar en el territorio de Kumo y utilizar sus habilidades de rastreo para investigar, recolectar pistas y liberar a los comerciantes secuestrados. Mientras preparaba su equipo y ajustaba sus vendajes, Gojo se sumió en sus pensamientos. Recordó su ultima mision, como sus compañeros cayeron en batalla y las penurias que tuvo que pasar para sobrevivir. Sabía que esta misión era una oportunidad para honrar su legado y demostrar su valía como shinobi. Con la determinación ardiente en su corazón, Gojo se dirigió hacia el Pais del Rayo, listo para enfrentarse a los desafíos que le esperaban y habían perturbado la paz en la región.
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La familia Midoriya había viajado hasta Kumogakure, la verdad había sido unos de sus viajes mas largos, bueno, viajar a Kirigakure y los paises que se ubican en el mar también son dificiles pero Kumogakure era una dificultad distinta al ser necesario un aparato volador de forma obligatoria.

Como sea, la familia viajó a Kumogakure a entregar unos paquetes y entre los dias de descanso Rõgu encontró un papel de misión que debió despegarse del tablón de misiones y salir volando hasta la avenida principal donde lo hayó. Esta misión dictaba que unos comerciantes habían sido secuestrados por lo que se pedía ayuda de quien sea para su rescate.

Debo ir a ayudarlos. Papá dejame hacerlo-cuando Rõgu le comentó sobre la misión a sus padres acabó siendo detenido por su padre, el cual creía que era peligroso y algo que no era su asunto.

Los imperiales tienen ninjas que se encargan de eso, no quiero que te pase nada malo-diría mientras sostenia el rostro de su hijo con preocupación.

Tienes razón, el imperio tiene ninjas ¿que es lo que me podría pasar si voy acompañado? Solo dejame ayudar con mi habilidad sensorial. Prometo no luchar al menos que sea necesario. Por favor... Quiero salvarlos-al final, los ojos de perrito de Rõgu convencieron a su padre y tras ponerse su traje de batalla se marchó al lugar de encuentro que el pergamino indicaba para así conocer a sus compañeros y rescatar a los mercader.
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Era un día relativamente cansado, desde que deje Konoha mi vida como comerciante no ha mejorado para nada, y no me gustaba ser un mercenario, aunque eso era lo único que dejaba dinero en este mundo de gente que dejó su aldea. Y más si tienes poder ninja. Independientemente de cómo sea o de cuál sea, con tal de que puedas lanzar Justus para ellos ya es más que suficiente como para responder en caso de emergencia. 

Me aliste, guarde todo mi armamento ninja, listo para cualquier cosa. Y comencé mi camino hasta el centro de un pueblo no tan conocido, al parecer. Estaban dando misiones a los más fuertes del pueblo, quizás era por eso que se mantenían con vida. Iba a alistar mi tienda de campaña hasta que un chico gritó. - Ey, es misión Rango B, ninguno de nosotros ha podido ir a una y salir con vida. - Murmuró al lado de mi tienda, siendo un poco chismoso. Me acerqué a la tienda. Ya me conocían, era normal para mí llegar y comprar cosas de aquí. - Repite de que rango era la misión. - Le pregunté mientras mantenía un semblante frío y serio. - R-Rango B señor. - Los chicos rara vez me tenían miedo, pero al parecer como me había dirigido a ellos les había asustado. - ¿Dónde está? - Pregunté con serenidad. El chico, ni se atrevió a responder y simplemente me pasó el papel. - Uhh, tengo que rescatar a personas. Meh, porque no. -  Me di la vuelta y empecé a caminar, sin antes despedirme. - Por favor cuida mi tienda de campaña, volveré cuando acabe. - Pagaban bien, ¿Por qué no lo puedo intentar?

Había sido un recorrido normal, no podía quejarme en realidad, al parecer había sido el que llegó más tarde al punto de encuentro, ya estaban mis 3 compañeros. Parecían amables y gente buena sin maldad en su corazón, estaba un poco lejos pero los pude ver con certeza. Al llegar, no dude en saludar. - ¡Buenas a todos!, Soy Jikaro Sarutobi, ¿Ustedes son? - Les pregunté mientras los observaba tranquilamente. Me pude dar cuenta de que el más alto de ellos tenía una bandana de Konoha en su brazo. Tenía que estar otra vez con una persona que posiblemente sea como los demás de Konoha, al menos eso da a entender.

Después de que hablarán un poco, ya era hora de tomar rumbo a nuestro destino.
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Apenas había caminado tres cuartos de hora, cuando encontró algunos trozos de tela atrapados entre algunas de las rocas que formaban el camino por el que transitaban los carruajes. Se acercó e inspeccionó un poco el material. A pesar de no ser un experto en telas, pudo comprobar al tacto que se trataba deun tipo de tela de alta calidad. Bastante sedosa al tacto, de un color azul marino bastante bonito, aunque estaba bastante rasgada y en mal estado. Probablemente hubieran arrastrado una gran cantidad de rollos de tela por ahí, y ese trozo se había quedado atrapado entre las rocas.

De pronto, oyó cerca de allí unos pasos. Estaba tan absorto en sus pensamientos y en el reconocimiento de la zona, que no se había dado cuenta de que había dos ninjas más allí. Cuando se giró, llevó su mano rápidamente a una pequeña bolsa que colgaba de su cintura para agarrar un kunai, pero la voz de un tercero interrumpió su acción. Tras oírle, observó un poco mejor y vio la bandana de Konoha de uno de ellos. Separó su mano de la bolsa.

-¿Habéis venido por la misión? - Preguntó por inercia, aunque realmente conocía la respuesta. Habría sido demasiada casualidad que estuvieran justo en ese punto. La bandana de Ryôhei también estaba en su brazo izquierdo y portaba el símbolo de Kumo. - Soy Ryôhei Miroku, un placer. ¿Y ustedes sois...? - Respondió mirando a los dos que aún no se habían presentado. El tono de voz del pelirrojo sonaba despreocupado, los otros ninjas podrían darse cuenta que no confiaba en ellos, pero dada la situación, era bastante normal. Sin embargo, no sonaba para nada hostil, más bien todo lo contrario, sonaba calmado.

"La verdad es que no me vendría mal algo de ayuda. Si de verdad han asaltado a los comerciantes, es probable que se trate de un grupo criminal de gran número. Toda ayuda es bienvenida". Pensó. El de Kumo no era egoísta, y si había que repartir la recompensa, no lo veía un problema. No era una persona materialista, y priorizaba completar la misión a la recompensa; ya que el honor de haber cumplido con éxito una petición de socorro, estaba por encima de cualquier cantidad de dinero.

Una vez se hubieran presentado todos, extendería su mano derecha hacia ellos para mostrarles el trozo de tela rasgada que había encontrado.
- Esto es lo único que he encontrado de momento, estaba bajo esas rocas. - Con suerte, cuatro cabezas pensantes serían más eficientes que una sóla, por lo que esperaba poder iniciar una lluvia de ideas y, si alguien era muy observador, quizás pudiese ver algo más.
{ Ryôhei Sejin, clan Miroku }
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Luego de un largo viaje, Gojo llego al punto de encuentro donde debian estar el resto de participantes de la mision, alli encontro a tres jovenes, en uno pudo notar la distintiva bandana de Kumogakure, mientras que los otros dos no parecian presentar algun tipo de identidad militar, por lo que especulo que podrian tratarse de mercenarios. Les observo detenidamente, había una mezcla de curiosidad y cautela en sus ojos mientras los analizaba brevemente. Debido a su vestimenta o mejor dicho a la bandana oscura que le cubria parte del rostro, podia verlos sin disimular en lo absoluto. Dicha bandana le cubria la mitad superior del rostro, asi como los ojos, pero a diferencia de lo que algunos podrian pensar, podia ver perfectamente a traves de dicha tela pues su material no obstaculizaba la vision, era practicamente como llevar una mascara. Escuchó atentamente las presentaciones de Jikaro y Ryôhei, registrando sus nombres en su mente. Parecían decididos y dispuestos a colaborar en la misión.


Mientras Ryohei mostraba un trozo de tela rasgada que había encontrado, Gojo centró su atención en el hallazgo. Examinó detenidamente el material, pasando su mano por la tela, sintiendo su textura y observando los detalles. Era una pieza de alta calidad, y los rasgones sugerían que había sido arrastrada con fuerza. En ese momento Gojo activo su Byakugan, aunque ninguno de los presentes podria notarlo, tras esto observo con mas atencion la tela, principalmente queria revisar si habia algun rastro de chakra en ella que pudiera servirles de guia. —Me llamo Gojo —dijo levantando su mano hacia Ryôhei y Jikaro en señal de saludo— Ryohei ¿Verdad?, este trozo de tela podría ser una pista crucial. Es posible que haya sido arrastrada por los delincuentes que se llevaron a los mercaderes. Si podemos encontrar más evidencia como esta, estaremos un paso más cerca de descubrir su paradero.

Su mirada se posó en los ojos de sus compañeros. — Todos estamos aquí para cumplir con nuestro trabajo y asegurarnos de que los comerciantes regresen a salvo. Necesitaremos trabajar en equipo, estar alertas y utilizar nuestras habilidades al máximo —dijo con voz serena pero firme — Estoy seguro de que juntos no supondra mayor problema — Concluyó su breve discurso con una sonrisa alentadora, transmitiendo confianza a sus compañeros. Sabía que el camino hacia la resolución de la misión no seria tan facil, pero estaba decidido a llevarla a cabo con éxito. Ahora era el momento de poner manos a la obra y seguir el rastro de los mercaderes desaparecidos.

¿Dime Ryohei, podrias llevarnos al lugar donde encontraste este trozo de tela? — Si el joven genin de Kumogakure les guiaba entonces Gojo le seguiria hasta llegar al sitio y lo revisaria aprovechando las habilidades de su Byakugan, se agacharia junto a las rocas y comenzaria a examinar cuidadosamente la zona. Sus ojos recorrerian cada grieta y rincón, buscando cualquier pista adicional que pudiera haber pasado desapercibida. Observó minuciosamente la tierra, las piedras y la vegetación cercana. Su entrenamiento como ninja le había dotado de una habilidad excepcional para detectar detalles sutiles y seguir el rastro de los delincuentes.


[Imagen: f7ee4bb5ba3bb4f560a126697a8f7bb2.jpg]
Apariencia de Gojo



Byakugan


Chakra: 161-5= 156
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Rõgu había llegado al lugar de encuentro comun y ahí conoció al resto de personas que trabajarian con él, uno poseía la bandana de Konohagakure y otro la de Kumogakure. El hombre que comenzó las presentaciones no poseía nada de alguna de las 4 grandes naciones por lo que de seguro era proveniente de un País pequeño o como Rõgu era un nomada.

¡Hola! ¡Soy Rõgu Midoriya! ¡Es un placer trabajar con ustedes!-el muchacho se presentó con entusiasmo y tras su reverencia miró a todos los presentes con una sonrisa.

El hombre de Kumogakure había encontrado un pedazo de tela por lo que algo  les podía servir, Rõgu haría una tanda de sellos y expandió su chakra en un radio de 200 metros, buscando el rastro de chakra que quedara en la tela o en la zona y así tener una pista de adonde se habían marchado.
Kanchi Kekkai

Aquel chico de Konohagakure, Gojo, le recordaba a cierta persona que conoció en Konoha, pelo blanco, con venda en los ojos, alto, la unica diferencia era que Gojo no poseía una cabellera larga para la similitud estaba ahí ¿serian familia? Tal vez.

Encontrara o no pistas, Rõgu decidió guardar el chakra de todos en su memoria, pues si llegaban a perderse eso le ayudaría a encontrarlos mas fácilmente. Pero claro, tanto su jutsu de búsqueda como el de marcaje lo hizo darse cuenta de las habilidades de sus compañeros, siendo el mas fuerte (por mucho) aquel que no poseía bandana.
Memorización de Chakra

Señor Jikaro, cuando logremos rescatar a todos quisiera luchar con usted por favor-una oportunidad así no se daba todos los dias, debía aprovecharla.
Estadísticas de Rõgu Midoriya

Chakra: 675/715

715 - 45
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-¿Tela?, Alguien de seguro arrancó algunas partes de la vestimenta de una mujer o en un peor caso. Matar a una persona. - Me preguntaba mientras mis compañeros se la pasaban de uno en uno. Mientras tanto, miraba atentamente la tela. Me tocó a mí, era rara. Su textura parecía que se usaba como manta en vez de ropa, ¿Qué había pasado?, Nada bueno eso lo puedo asegurar. - No parece ropa, su textura parece más a la de una manta o sábana. ¿Ideas? - Me lleve mi mano derecha hacia mi mentón, seguía analizando la tela, parecía ropa a simple vista pero con el tacto se sentía como una simple sábana. Que raro. - Entiendo a lo que quieres llegar. Me agradas Gojo. - Le dije mientras al parecer Ryohei estaba en un trance. - ¿Estás bien? - Pregunté. Algo desconcertado no nos dijo, simplemente nos mandó a un lugar, dónde había encontrado el trozo de tela que quizás nos pueda ayudar. Era un lugar lleno de rocas. Tal parece que era un santuario. Con 3 Piedras, una más grande que la otra. Después de eso se largó. Parece ser que no le caí bien. - Claro Rogu, un combate no caería mal. - Le comenté para después analizar mejor el lugar. 

-¿Qué piensan que podríamos encontrar por aquí?, Yo dudo mucho que encontremos algo interesante. - Dije mientras intentaba levantar una piedra. Pude y había una flecha que marcaba el Norte. - Chicos, levanten las piedras. Encontré algo. - Si me hacían caso. Iban a ver algo increíble, abajo habían flechas que parecían todas indicar que era para el Norte. - ¿Vamos hacia el Norte?, Digo. Está en su disposición ir para allá, o podemos seguir buscando pistas. - Les dije. - Podemos encontrar muchas más cosas si seguimos buscando por aquí mismo. Si nos vamos o decidimos irnos para otro lado, será mucho peor para nosotros. - Era totalmente cuestión de ellos si ir o no.

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Imagen de las tres rocas




[Imagen: e12avh4gwg541.png?ex=659ede68&is=658c696...0488df144&]
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Gojo observó con atención mientras Rõgu utilizaba su técnica de búsqueda de chakra para rastrear cualquier indicio en la zona. Mientras esperaba los resultados, el pelirrojo reflexionaba sobre las posibles conexiones entre sus compañeros y la misteriosa desaparición de los mercaderes. "Quizás haya más en común entre nosotros de lo que inicialmente pensé", reflexionó Gojo mientras evaluaba las habilidades de sus compañeros.

Cita: No parece ropa, su textura parece más a la de una manta o sábana. ¿Ideas?

Gojo examino la tela con mas atencion a la textura para entender a que se referia, y tal y como decia parecia ser una tela un poco mas rugosa que la de simple ropa. — Podria ser una manta con la que cubrian su mercancia los mercaderes, tendria sentido. — Comento Gojo.

Justo cuando estaba a punto de responder a Rõgu, Jikaro hizo un descubrimiento interesante llegando a la zona donde el genin de Kumo les guio, aquel sitio donde encontro la tela. Jikaro levantó una piedra y encontró una flecha que apuntaba hacia el norte. Era una pista prometedora que sugería una dirección específica a seguir. Gojo evaluó la situación rápidamente y se dirigió a sus compañeros. — Creo que deberíamos seguir las flechas y dirigirnos hacia el norte, aunque... ¿Porque dejarian una indicacion tan precisa y tan facil de encontrar? ¿Es para nosotros o acaso esperan a alguien mas? Ni siquiera sabemos quienes dejaron dichas flechas, podria ser una trampa. — propuso, mostrando su acuerdo con Jikaro pero no pudiendo evitar hacerse preguntas y sospechar. Sin embargo no tenia el Byakugan de adorno, y tras decir aquello investigo toda la zona con su vista privilegiada para examinar cada detalle alrededor en busca de alguna pista mas, o algo que se les pudiese estar escapando. — Es una pista sólida y podría llevarnos a nuestro objetivo o incluso al lugar donde los mercaderes fueron llevados, pero tambien puede ser una trampa para una emboscada. — Miró a Rõgu y Jikaro con determinación. — Pero si alguno de ustedes tiene alguna otra idea o sugerencia, estoy dispuesto a escuchar. — Concluyó su intervención, esperando las respuestas de sus compañeros y preparándose para lo que vendría a continuación.

Byakugan


Chakra:156-5=151





Resumen: Gojo sigue a sus compañeros a la zona donde se encontro el trozo de tela e investiga con su byakugan. Comparte la idea de Jikaro pero no puede evitar hacerse preguntas al respecto de la situacion.
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Última modificación: 06-07-2023, 02:06 PM por Rõgu Midoriya.
Ante la tela conseguida todos pasaron a dar si opinión de que era, ropa, manto, habían varias posibilidades pero a Rõgu le gustaba la opción de que fuera una sabana que cubría la mercancia de los mercaderes. Por otro lado Jikaro aceptó su reto por lo que Rõgu estaba feliz con la idea de poder luchar luego de la misión.

El joven Jinsoku usó su habilidad para detectar el chakra de la zona mientras escuchaba las palabras de sus compañeros. Al final el chico de Kumo tuvo que irse y los demás encontraron una flecha bajo las rocas, algo extraño y que tal vez, solo tal vez no tenía que ver con el secuestro.

Tal vez esperan a alguien mas. Quizás los bandidos esperan un rescate y dejaron algunas señales para la gente que debe pagar la libertad de los mercaderes-diria en un pensamiento a voz alta, esperando las opiniones de ambos hombres.

Deberiamos seguirlas. Si es una emboscada al menos tendremos cerca a los culpables-Rõgu confiaba en su habilidad para detectar las trampas en la zona, por lo que no le causaba mucho impacto la posibilidad de ser emboscado.
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Por un momento, el joven pelirrojo había perdido toda atención en la situación, pues habían pasado demasiadas en cosas en un momento, y había necesitado un pequeño trance para asimilarlo todo: las técnicas utilizadas por los que ahora serían sus compañeros, pensar acerca de la situación por si se le había pasado algo, intentar recordar los nombres de los allí presentes... Se saturó por unos instantes, pero pudo recuperar la atención en apenas un minuto.

Miró hacia el lugar donde había enviado a sus compañeros por el trozo de tela que encontró, pero éstos ya se encontraban algo avanzados, quizás habrían encontrado alguna pista. Ryô chasqueó la lengua, a modo de molestia consigo mismo. Su cabeza le había jugado una mala pasada, y no sólo había perdido tiempo, sino que podría haber causado en el resto del grupo si les hubiera dejado con uno menos. Corrió intentando hacer el menor ruido posible, para no alertar a ningún vigía que pudiera haber si se trataba de un grupo de bandidos quienes habían hecho eso, hasta llegar a donde estaban Rõgu, Jikaro y Gojo.


-Perdonad, chicos. Me había parecido ver algo un poco más lejos y me he quedado un poco embobado... Pero no era nada. - Agachó un poco la cabeza, a modo disculpa, mientras intentaba entrar de nuevo en el hilo de la conversación.

A pesar de que había visto las flechas, ya que toda la atención de sus compañeros estaba ahí y era imposible no verlas, no quiso decir nada, ya que se sentía algo mal por haberles dejado de lado unos momentos y no quería interrumpir en lo que estaban planeando.

Resumen
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Yo también tengo esa duda, ¿Qué podría haber en el norte?, Tenemos que tener cuidado. — Mi voz estaba incrédula, no estaba seguro de lo que iba a hacer y cómo lo iban a hacer. No tenía sentido él como dejaron las flechas, quizás ya sabían que iban a venir más personas. — Las emboscadas pueden no funcionar, yo en lo personal no hago emboscadas pues están mal a mi parecer y más si tomamos en cuenta que son vidas de mercaderes cualquiera. — Mi voz se podría considerar maleducada. Pues todo lo que habrían sufrido esas personas y yo hablando mal de ellos. — Estoy de acuerdo contigo Rogu. Vamos al n- — El shinobi de Kumo que había escapado había vuelto, pidiendo disculpas. — Tranquilo, te entiendo. — Ahora todos debían estar de acuerdo en ir al Norte y quizás encontrar algo interesante.

Vamos al Norte. — Y teníamos un poco de razón. El ir al norte nos iba a ayudar en todos los sentidos, quizás íbamos a encontrar a los bandidos o mejor aún, más pistas. — ¿Qué creen qué vayamos a encontrar? — Hacía preguntas un tanto estúpidas pues los shinobi no tenían una idea clara. — Seguro encontraremos cosas grandiosas. — Los sensores pudieron sentir un chakra gigantesco, venía del mismo norte a unos 150 metros de ellos, aún no podían ver qué era. — Vamos al Norte, pero. ¿No es mejor irse por el sur?, Así llegamos más rápido. — Mi mente no estaba preparada para lo que los sensores podrían sentir. Si no aceptaban, de igual manera nos íbamos a encontrar con esa cantidad de chakra inmensa, no era de una sola persona. Eran de más, como 4-6 Con un chakra igualitario al de Jikaro y Rogu. — ¿Qué está pasando? — Pregunté pues noté a Rogu tenso. No tenía ni idea, será que los shinobis van a intentar ganarle a todos o van a intentar escapar
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Si algo he aprendido es que cada quien piensa distinto. Quizás a usted no le guste las emboscadas pero ellos son otro cuento. Por otro lado vengo y repito, la emboscada no es para los mercaderes, sino para la gente que los busca-Rõgu no es el tipo de persona que siempre piensa en el lado negativo de la vida pero es conciente del peligro que alguien con malas ideas puede presentar.

Pero en fin, hasta ahora solo el Norte es la unica pista por lo que irian hacia allá, no si antes obtener de regreso al chico de Kumo-Ja, me ha pasado también-distraerse es algo tan normal, miren a Rõgu, se había distraido tanto que apenas ahora lograba detectar laa fuentes de chakra a 150 metros. Pero antes de decir algo al respecto escuchó una estupidez por parte de Jikaro.

¿Como ir al sur nos llevara mas rápido al Norte? Eso no tiene sentido... P-pero hablando del Norte encontré a gente. No están muy lejos y son fuertes. Quizás sean otros shinobis o los secuestradores-mencionó mientras rascaba su cabeza, la verdad le sorprendia la cantidad de chakra de todos.

No se lo tomen a mal... Pero señor Gojo, señor Sejin. Por favor no se metan en el combate-Rõgu conocía el potencial de cada uno, por lo tanto estaba consciente en lo peligroso que seria que ellos lucharan contra la gente que acaba de detectar. Aunque entre Jikaro y él no había muchas posibilidades de ganar por diferencia numerica.
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-Las embocadas son útiles... Por desgracia, no vivimos en un mundo en el que nos vayan a premiar por ser honorables e ir de frente. Si intentamos eso, seguramente seamos nosotros los embocados y nos veamos en desventaja. - El joven Miroku siempre intentaba ser honorable y respetuoso en la medida de lo posible, pero cuando se trataba de completar una misión y salvar a personas inocentes, a veces el fin justificaba los medios, en cierta medida; y si una emboscada facilitaba el rescate de aquellos mercaderes que andaban buscando, ¿qué tenía de malo?

Por otro lado, algunas de las frases de Jikaro le parecieron algo... Incoherentes. ¿La emboscada para los mercaderes? Quería creer que por los nervios del momento su cabeza le había jugado una mala pasada y había oído mal, pero tras la corrección de Rõgu, se dio cuenta que no había sido cosa suya y él había escuchado lo mismo. ¿Ir al sur para llegar antes al norte? Sin duda, la orientación no era el punto fuerte de Jikaro.


-Para llegar antes al norte... Lo suyo es que vayamos al norte... Supongo. - Comentó con cierta ironía el pelirrojo, quien se giró hacia Rõgu después de que le pidiera que no se uniera al combate. - Tengo que hacerlo si quiero rescatar a esos mercaderes. Si quiero crecer como shinobi no me sirve de nada huir.

Aunque no estaba del todo seguro, suponía que la preocupación de Rõgu venía porque su detección de chakra era bastante elevada y habría sido capaz de medir el nivel de las personas que había encontrado. ¿Estaban tan por encima del chico de Kumo como para pedirle que no se uniera? Como fuese, Ryôhei no estaba dispuesto a abandonar la misión ni a dejar que fuesen ellos sólos quienes se enfrentasen a los bandidos, si es que los había. Era una persona inteligente, sabría cómo sacar provecho de sus escasas técnicas y estaba seguro de que podría sobrevivir a esa misión. Llevarse un par de heridas no le importaba si con ello aumentaba su reputación en el país por completar el encargo.
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Gojo escuchó atentamente las diferentes opiniones de sus compañeros mientras reflexionaba sobre el siguiente paso a seguir. La sugerencia de Rõgu sobre la emboscada tenía sentido, y aunque no siempre era partidario de tácticas astutas, en esta situación, podía ser la mejor opción. —Tienes razón, Rõgu —asintió Gojo— Si los mercaderes están siendo retenidos y esperan un rescate, una emboscada podría ser su estrategia para atrapar a cualquier grupo de rescate. Debemos ser precavidos y estar preparados para cualquier sorpresa. —

A medida que Jikaro y Ryôhei compartían sus opiniones, Gojo respetaba sus puntos de vista. Cada shinobi tenía su filosofía y ética, y aunque sus enfoques diferían, todos compartían el objetivo común de rescatar a los mercaderes desaparecidos. —Ir al norte parece ser nuestra mejor opción —afirmó Gojo— Las flechas señalan ese camino, y la detección de chakra de Rõgu sugiere que hay actividad significativa en esa dirección. Si hay personas fuertes allí, es probable que estén relacionadas con la desaparición de los mercaderes. —

Antes de partir hacia el norte, Gojo miró a sus compañeros con determinación. —Entiendo tus preocupaciones, Rõgu, y aprecio tu preocupación por nuestra seguridad. Pero no puedo quedarme al margen si hay vidas en peligro, tal vez no este en mis mejores condiciones pero quiero apoyarles en lo que pueda. Lucharemos juntos y nos cuidaremos mutuamente. Trabajaremos como un equipo. —Con un gesto de resolución, Gojo  se preparo para partir en dirección al norte, listo para enfrentar lo que sea que les esperara en su misión para rescatar a los mercaderes desaparecidos.
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Efectivamente, las habilidades sensoriales del Jinsoku no mentían, a unos casi doscientos metros hacia al norte podía percibir fuentes de chakra que harían orinarse en los pantalones al sensor más novato. Por otro lado, también estaban las pistas recién encontradas debajo de las rocas. Los Shinobi hicieron muy bien en tener en consideración, que quizá se trate de una trampa, pero estaba lejos de ser eso. Entre los mercaderes secuestrados, uno de ellos fue quien encontró la oportunidad para dejar la señal... Por si los iban a rescatar. Sin lugar a dudas, era una pista destinada a encontrar por Ninjas, expertos en la investigación. Había un problema, y es que ninguno sabe quién dejó la señal y aún tienen en mente que se trate de una cruel emboscada.


Ahora, si los Shinobi restantes emprendían un lento viaje hacia el norte, siguiendo a la perfección ese camino rocoso. Podían ver las marcas de una carreta allí en el suelo, y algunos que otros trozos de tela replegados en diferentes puntos. Si tomaban un momento para investigar en los alrededores, entre las rocas de diferentes tamaños y distintos tipos de basura, encontrarían una identificación. Tal identificación estaba manchada con sangre seca, de modo que cubría la foto que permitiera identificar al sospechoso, sólo era visible su nombre. Una vez que la sangre sea limpiada, verían el rostro de un sujeto de mediana edad que poseía esta descripción física: ojos amarillos, piel morena y cabellos negros ligeramente erizados. 

Cita:Nombre: Tetsuya Shin
País de origen: País del Rayo
Ocupación: Comerciante
Edad: 39
Color de ojos: Amarillo
Estatura: 1.80cm

Se trataba de una gran pista, pero tendrían que analizar mejor las cosas... Ahora, una vez que analicen lo encontrado y sigan encaminandose cuidadosamente, en esa misma dirección que iban, verían como una humadera se extendía hasta los cielos. Se trataba de una pequeña villa que estaba siendo asaltada por un grupo de bandidos, que quizá podrían tener cierta conexión con los responsables del secuestro. Si se daban prisa, a un paso Ninja, llegarían en unos cinco minutos y escucharían los gritos de personas inocentes.




Nota
Salto de foro:

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