[Narración] Palabras fuertes [Priv. Kano]

Una pequeña isla al Sur de la Capital del País del Agua, 21 de marzo, año 15 D.Y.

Clima lluvioso y mucha niebla...

El suave e incesante golpe de las gotas de lluvia formaba una melodía peculiar para los oídos del Godai Sencho. El cuerpo del treintañero reposaba sobre una suave zona acomodada con distintos almohadones y sabanas, el clima era frío y la neblina que rodeaba la residencia de recreación del Godai era bastante espesa.  — ¿Falta mucho para que te largues? — La falta de tacto del Yuki era una de sus características más reconocibles, incluso para con sus amantes.

— No te preocupes, no volverás a verme jamás.  — Espeto con evidenciable enojo aquella mujer de cabellos rubios y muy sedosos que llegaban hasta la parte baja de su espalda. La desnudez de la joven apenas y era apreciable para el propio Yuki, quien aparentemente acababa de disfrutar de la compañía de aquella joven en la tenue luz de la habitación.  — ¡Bah! — Exclamó con total desinterés ante la declaración de la rubia, su diestra fue y vino en señal de rechazo y claramente, una petición reiterada para la rubia. La diestra del miembro de los Imperiales rebuscó a pocos centímetros de su acomodada posición entre sus pertenencias un pequeño cigarro que sus propios lacayos habían preparado con anterioridad para él.

— Acerca la llama antes de irte, mujer.  — Solicitó. A lo cual y sin más opción; ella correspondió.  — Eres muy buena siguiendo mis órdenes. Aquí y fuera de la cama, las rameras como tú deben tener un valor bastante considerable en el mercado.  — Comentó con desprecio mientras inclinaba ligeramente su torso y extendía uno de sus dedos para colocar la parte frontal del cigarrillo sobre la pequeña llama asistida por la rubia.

La mujer no medió palabra alguna posterior a aquel comentario, su dignidad, si bien era ínfima, aún podía ser lastimada y este era uno de esos casos. Los minutos transcurrieron con total tranquilidad y escasez de diálogos entre aquel par. Habiéndose retirado la joven de cabellos dorados, uno de los tantos lacayos tocó la puerta con dos de sus nudillos y captó casi de inmediato la atención del Godai.

— Buenas Noches, mi señor.  — Su rostro siquiera era “Reconocible” para el Alto mando de la jerarquía imperial, pues su postura guardaba cierta inclinación en todo momento.  El humo brotó de entre los labios del relajado Yuki antes de indagar el porqué de la presencia del soldado.  — ¿Qué te trae aquí? Sé breve.  — Exigió.

De su rostro caían algunas gotas de sudor y con manos temblorosas, cumplió con su función.  — Tiene una reunión, señor.  — La trayectoria del cigarro se detuvo apenas a centímetros de los labios del Yuki.  — ¿Reunión? — Soltó una ligera carcajada en un claro tono de burla. ¿Él? ¿Una reunión? Su horario estaba completamente reservado para sí mismo y para asuntos imperiales de alto rango. ¿Qué podría requerir su presencia?

— S-S-Sí.  — Afirmó. El humo brotaría nuevamente, pero esta vez a partir de los orificios nasales del Yuki.  — Bien, estoy de buen humor. ¿De qué se trata? — Indago el Godai.

— Señor, es un Shinobi de Kirigakure, se ha estado haciendo de renombre con algunos encargos que ha finalizado exitosamente en los últimos meses.  — Explicó el soldado.

¿Un prospecto? Pensó. Era una magnífica oportunidad para tomar ese recurso y pulirlo, quizá una nueva ficha sobre el tablero con el potencial de brillar aún más que él pudiera abrirle un hueco en los espacios superiores de la jerarquía imperial.   — Excelente. Estaré en la planta inferior en unos minutos. Y por favor, asegúrate de que su estancia sea lo más cómoda posible.  — Sonrió.

El desnudo cuerpo del Godai empezó a moverse ligeramente, empezando por sus codos y hombros. Él apoyó sobre los numerosos almohadones, logró poner al Yuki de pie en cuestión de segundos y dejar entrever con aquella poca luz las cicatrices ocasionadas por sus numerosos combates.

— Entendido, señor.  — Respondió el soldado, quién posterior a ello se retiró fugazmente para coordinar la llegada del joven Kano. Por otra parte, Akemi se dispuso a alistarse para la susodicha reunión.

Información

Bienvenida a tu narración solicitada. Puedes contactarme por MP o vía discord al Staff para solucionar cualquier duda o inconveniente que consideres como tal.

Al ser un tema meramente social y con más implicaciones narrativas que otras, por el momento, no tendremos un límite de horas, pero sugiero al menos tener un ritmo de 48 horas para postear cada uno y mantener un ritmo fluido. Si eso está fuera de tus límites, nuevamente, puedes contactar al staff para ello o colocármelo directamente en tu próximo post.

La logística de la llegada de tu personaje queda a tu discreción. Tienes los recursos necesarios y aprobación de los ayudantes del imperial para narrar tu llegada de forma cómoda y como desees, solo cuidado con los detalles y no habrá líos.


Saludos y espero que te diviertas.

Última modificación: 09-08-2023, 04:20 PM por Kano Kurama.

Aquella fría mañana, Kano se encontraba parado en la entrada de la imponente residencia del Godai Sencho. El trayecto hasta la pequeña isla había sido un desafío en sí mismo, requiriendo un viaje en una modesta barca. 
Sus logros recientes en las misiones habían comenzado a darle algo de relevancia dentro de las filas del ejército imperial, lo que finalmente le había brindado la oportunidad de solicitar una audiencia con un alto cargo. Era consciente de que esta ocasión era crucial para avanzar en su carrera militar y estaba decidido a aprovecharla al máximo.

Las gotas de lluvia caían de manera suave, como si quisieran dar una bienvenida refrescante al joven shinobi. Cada una de esas gotas parecía tejer una melodía única en el aire, formando un contraste intrigante con la elegancia y la importancia de la residencia que se alzaba frente a él.

A pesar del clima desapacible, Kano avanzaba con firmeza. Su determinación era palpable en cada paso que daba. La mente del joven estaba enfocada en el propósito de su visita y en las expectativas que podrían recaer sobre sus hombros. Sus ropas de shinobi se ajustaban impecablemente a su figura, y su mirada reflejaba la seriedad que siempre había caracterizado sus acciones.

Uno de los soldados que resguardaban la entrada de la residencia le atendió, y tras unos minutos en los que fue a hablar con el alto cargo, volvió para permitirle entrar y escoltarle hasta la sala donde daría lugar el encuentro. 
A medida que ingresaba en el recinto, las tenues luces interiores le permitían apreciar la opulencia que rodeaba al lugar. Cada detalle de la decoración, los muebles elegantes y las obras de arte que adornaban las paredes eran un testimonio del lujo y el estatus del Godai Sencho. La atmósfera emanaba un aire de importancia y poder, recordándole a Kano la magnitud de la ocasión en la que estaba a punto de entrar.

No habló en ningún momento, a menos que fuera estrictamente necesario, ya que estaba concentrado en su objetivo. En unos pocos minutos tendría delante a una de las figuras con más importancia dentro del Imperio del Agua, por lo que debía estar preparado y ordenar las ideas en su cabeza. El Godai Sencho lo había aceptado para una reunión, lo que indicaba que había captado su atención. Este era el momento en el cual debía demostrar su valía y avanzar en su ambición de asegurarse un lugar prominente en las filas del ejército. Cada incremento en su influencia sería un paso hacia adelante en su objetivo de difundir la palabra del gran Jashin y rendirle tributo.

Con determinación palpable y sus pensamientos enfocados, Kano trazó un camino decidido hacia la planta inferior. La inminente reunión se erigía como un hito crucial en su camino hacia el poder, un punto de quiebre que podría moldear su destino de maneras trascendentales.

Apariencia de Kano