Samuru Gaiden: Revelaciones
LinkIcon Enlace al Post
Ha pasado un tiempo desde que terminó su entrenamiento y casualmente no ha sido atacado por nadie. Sin duda ellos saben que el nivel de Samuru se ha elevado bastante, pero es literalmente imposible que simplemente quieran ser cautelosos por temor al nuevo poder de su blanco. Probablemente solo sea un plan en su juego. Esto molestaba a Samuru quien, a pesar de seguir practicando, quería enseñar su fuerza real en un combate contra uno de ellos. Por esto mismo es que decidió tomar una decisión arriesgada, pero no le importaba. Durante un mes se separaría de Hongli, para ver si por separado eran atacados. Por eso es que actualmente se encuentra solo en la isla O’uzu. Ha pasado mucho de que viajó solo, pero ya extrañaba esa paz mental y tiempo de reflexión, tiempo de estar solo consigo mismo.

Tan solo avanza por una zona llena de bosques y montañas, aún no se dirige a una civilización. Esto porque no quiere involucrar a civiles y porque quizás, estando solo, atraerá más fácil a sus enemigos. Y no se equivocó. 

Unos shuriken fueron disparados hacia él desde su costado derecho, aunque por el sonido pudo darse cuenta y esquivarlos sin demasiada complejidad. Miró en la dirección respectiva, pero no había nada. Muy raro, así que se preocupó. No es un ninja sensorial, así que encontrar a los enemigos si es que esos sabían esconderse muy bien, le sería complicado. Comendó a girar lentamente en torno a su propio eje. No quería que nada lo tome por sorpresa. 

Vamos, sal de ahí. No alarguemos más esto. Te estaba esperando.

Parecía un diálogo muy personalizado, como si ya supiera quién era aquel que lo estaba acechando. De respuesta tan solo se escuchó una risita burlona, pero cuyo tono de voz era fácilmente reconocible por nuestro protagonista. Le molestaba que no diera la cara y en su rostro se notó de forma evidente la expresión de enojo. Sin embargo, sabía que debía mantener la calma, puesto que, si se dejaba llevar, caería derrotado antes de poder hacer algo.

De pronto, desde la izquierda apareció aquella figura amenazante y tan querida en el pasado. Portaba un Wakizachi en la mano derecha e intentó darle un corte severo directamente en el cuello, obviamente con la intención de matar a Samuru y definir la pelea con un único movimiento.

Así que de verdad buscas matarme. De verdad eres mi enemigo. De verdad me engañaste con tu amistad. Creí que fuiste mi primer amigo, aquel que estaría para ayudarme cuando lo necesite. No quise creer todas las veces que me dijeron que de veras tú estabas detrás de todo esto. No quería aceptar la verdad. No quería. Pero ahora que ya lo sé, no me queda de otra que considerarte mi enemigo. Aquí es donde de verdad nos veremos las caras. La verdad se escribirá desde ahora.

Nuestro querido amigo tan solo extendió los brazos y una poderosa ráfaga de aire se expandió a su alrededor, arrasando todo a su paso, incluido Tabit, quien tras el choque quedó tirado en el piso, boca abajo, con una gran cantidad de cortes y sangre que derramaba el piso. No se esperó tanto avance de parte de Samuru y creyó que ese movimiento a alta velocidad sería suficiente. 

Eres un traidor.

¿Habrá sido suficiente para que la pelea termine o Tabit aún tiene mucho que demostrar?
[Imagen: ZDUyefv.gif]
LinkIcon Enlace al Post
Última modificación: 19-03-2023, 12:46 AM por Samuru.
Samuru sacó un kunai de su bolsillo. No conforme con solo haber usado su técnica de viento, debía rematar al traidor. Sin embargo, cuando estaba a punto de apuñalarlo en el suelo, notó una sonrisa peculiar en él. — Una trampa. —Demasiado tarde. Una figura apareció detrás suyo y le dio una patada a la altura de la cabeza que lo mandó a volar unos veinte metros. Samuru terminó en el piso con la cara ensangrentada. No conocía semejante fuerza bruta por parte de Tabit, aunque lo que más le sorprendía es que hubiera dos de ellos. Un momento, ¿cómo que dos de ellos? Eso no podía ser. No fue un clon ni un jutsu de transformación, ya que luego de su ataque de viento el cuerpo de él siguió ahí. No entendía nada.

Afortunadamente, el rubio no fue a rematarlo inmediatamente, probablemente para seguir jugando. Luego de segundos de descanso y recuperación, el muchacho se levantó. Efectivamente, no se equivocó. Ante sus ojos había dos Tabit. Algún truco debía haber. Quizás el segundo era un jutsu de transformación. — No pienses demasiado. Si pierdes psicológicamente, saldrás muerto de aquí. — Antes de que pudiera pensar en algo más concreto, se vio rodeado por ambos rivales, uno a la derecha y uno a la izquierda. La expresión tranquila y amable que lo caracterizaba en el pasado ya no existía más. Ahora su rasgo distintivo era una sonrisa burlona que desesperaba a Samuru. — Ataca. Descubriré tu truco y te derrotaré. — Estaba siendo optimista, aunque más que para verse seguro ante su enemigo, sino que para obtener confianza interna. Luego de ese potente ataque sorpresa, las dudas se sembraron en su cabeza.

Aquí es donde comenzó una batalla en donde Samuru lo dio. Técnicas de sus tres elementos, jutsus de su clan. Exprimió hasta la última gota de chakra que le quedaba, pero jamás fue capaz de darle la vuelta al dos contra uno. Si se le plantaba bien a uno, el otro lo destrozaba. Su ropa sufrió daño y su cuerpo le dolía demasiado. Durante minutos soportó producto de la adrenalina que lo invadió para proteger su vida peleando, pero cuando esta disminuyó, sentía que quería gritar de todo el sufrimiento físico que experimentaba.

No tiene sentido que te mantengas de pie. Has mejorado mucho, pero aún te falta algo muy importante. Lamentablemente, no sé yo quien te lo enseñe. Tampoco puedo asegurarte de que vayas a tener el tiempo para aprenderlo. Quizás mueras sin ese conocimiento tan importante.

Samuru apenas y podía escucharlo. Sin embargo, sí pudo oír electricidad cerca suyo. Desconocía su fuente, pero perdió el conocimiento. Mientras estuvo dormido, uno de los Tabit lo tomó en brazos y se lo llevó. El otro, mientras tanto, se quedó ahí combatiendo ante un shinobi desconocido. A pesar de tanto esfuerzo, tanto sacrificio, Samuru falló en su objetivo y fue derrotado y tomado prisionero por el enemigo. A su familia la mataron, pero con él no sería algo tan rápido. Peor, si me preguntan. Durante el camino, cada cierto lapso de tiempo abría mínimamente los ojos y veía quién lo cargaba. Entendía de inmediato que estaba perdido y solo estaba siendo transportado al mismísimo infierno. Luego de eso, cerraba los ojos de nuevo, ya completamente rendido. — No tengo esperanza. — 

Se desconoce cuánto tiempo pasó, pero al despertar, tal como hace mucho tiempo, se notó en una pequeña celda. Esta era distinta eso sí, pero algo seguía igual.

¿Qué haces tú aquí?
[Imagen: ZDUyefv.gif]
LinkIcon Enlace al Post
¿De verdad te sorprende verme? Creí que ya deberías haber madurado lo suficiente como para acostumbrarte a las sorpresas.

Y sí, aquel tipo con apariencia de arlequín estaba dentro de la celda con él. ¿Acaso intentó pelear con esa organización y fue derrotado? Era fuerte y Samuru lo podía confirmar, pues fue humillantemente derrotado frente al pelirrojo hace no mucho tiempo. Samuru se incorporó hasta sentarse de piernas cruzadas. Aún no estaba del todo recuperado, pero con el paso de los segundos su mente se fue aclarando hasta llegar a una conclusión.

Te dejaste atrapar solo para venir conmigo. Pero... Tabit no es tan tonto como para no darse cuenta de eso. ¿No crees que es...?

A gran velocidad Samuru intentó levantarse y atacar, pero fue derrotado. Su cuerpo seguía herido y sin mucha fuerza, dato importante que no tomó en cuenta. Su rostro quedó pegado contra la pared y la mano de su enemigo lo estaba aplastando contra la misma. Tenía ventaja en fuerza física y lo hizo notar. 

¿Sospechoso? Puede ser. Pero te dejo claro que no estoy en el bando de esos sujetos. Simplemente siempre consigo lo que quiero, independiente de quienes estén involucrados. 

Soltó a Samuru y este volvió a caer. Guardó silencio mientras se tomaba segundos, hasta minutos en recuperarse. Entendía que el payaso no estaba ahí con la intención de matarlo. No, no era ese tipo de persona. Aquel hombre se sentó al otro lado de la celda, manteniendo la mirada en los ojos del peliazul. Al pasar un rato, Samuru suspiró. Pensó bastante para tomar la decisión de decir lo siguiente. Una sonrisa confiada se posó en su rostro. Jamás llegó a su mente la mísera opción de esto.

Ayúdame a acabar con ellos. Estoy seguro que con tu fuerza podré vengarme y eliminarlos. Prometo pagarte con lo que deseas si salimos con vida y triunfante.

Con cuidado se puso de pie y se acercó al maestro de las cartas, extendiendo su mano y ofreciendo un apretón el cual selle el trato. Una sonrisa divertida se posó en la cara del otro. No dijo ni una palabra, pero su actitud dejó todo más que claro. Aceptó el acuerdo. Una nueva alianza, y muy poderosa, acaba de nacer.
[Imagen: ZDUyefv.gif]
Salto de foro:

Usuarios navegando en este tema: 1 invitado(s)