25 de Noviembre del 14 D.Y.
Cael se encontraba en la entrada de una casa de comidas en la zona comercial de Konoha, alli los locales de comida rapida, restaurantes, bares, pubs abundaban por doquier, la zona comercial era bastante grande y extensa, sobretodo luego de las remodelaciones estos ultimos años en la aldea. Eran apenas pasado el mediodia, el horario perfecto para almorzar y el joven Jinsoku estaba rodeado de gente que iba y venia en las calles, pero por sobretodo algo que llamaba mucho la atencion era que una larga fila de gente salia desde dentro del local hacia la calle, multitud de gente parecia impaciente por poder ingresar al local y comer las tan famosas hamburguesas de alli. Cael se sintio abrumado por tal cantidad de personas, pero ahora entendia a la perfeccion porque lo habian enviado alli, por lo que usando su pequeña estatura y sus habilidades shinobi, se deslizo sigilosamente entre la gente para conseguir ingresar en el local.
Alli un hombre robusto rondando casi el metro con noventa y portando una barba gris prominente, le indicaba a sus camareras y camareros las tareas que debian hacer, atendia a la gente que llegaba, tomaba sus pedidos y se ponia a cocinar, parecia que lo hacia todo a la vez. — Hola, mi nombre es Cael Cambyses. Me dijeron que necesitaban un genin para que ayudase con la cocina... — Cael se asomo colgandose de la barra que era un poco mas alta que él para poder llamar la atencion del encargado del local. El hombre le vio y arqueo una ceja, no estaba muy seguro si sentirse complacido o no al ver que habian enviado a un niño — ¿hmm? ¡Ya era hora de que llegaras! este lugar va a estallar si la gente sigue acumulandose una tras otra, espero que sepas algo de cocina para darme una mano niño, no te pido que hagas maravillas, tan solo ayudame con lo basico. — El hombre parecia muy mal hablado pero se notaba que no tenia tiempo de ser cortes y seguir protocolos.
Cael salto por encima de la barra dando una voltereta en el aire para luego dirigirse a la cocina detras del mostrador y tomar un delantal. Clavado en una pared habia una libreta con recetas de los platillos, era sencillo e intuitivo de leer al menos para el peliblanco. Rapidamente utilizando un cuchillo de cocina afilado y una tabla de madera, Cael se puso a cortar verduras con una tremenda precision y rapidez, se notaba a la legua que sabia cocinar, cosa que impresiono enormemente al encargado quien lo vio con los ojos abiertos como platos. — Vaya chico, no me esperaba que fueras tan bueno con la cocina. — Le comento.
— ¿Que? oh vera, es que mayormente estoy solo en mi casa y tuve que aprender a cocinarme a mi mismo. Aunque no es tan dificil la verdad... — Le respondio amigablemente Cael, y siguio ayudando al hombre, cortando verduras, preparando la carne en el asador, armando las hamburguesas, etc. La gente poco a poco fue disminuyendo, el ritmo comenzaba a bajar y tranquilizarse por suerte para todos, y al cabo de un par de horas de trabajo duro finalmente ya no quedaban clientes esperando a ser atendidos. Su mision habia terminado el dia de hoy, Cael se despidio del encargado y partio a su hogar, pensando que le apetecia comer una deliciosa hamburguesa....
Cael se encontraba en la entrada de una casa de comidas en la zona comercial de Konoha, alli los locales de comida rapida, restaurantes, bares, pubs abundaban por doquier, la zona comercial era bastante grande y extensa, sobretodo luego de las remodelaciones estos ultimos años en la aldea. Eran apenas pasado el mediodia, el horario perfecto para almorzar y el joven Jinsoku estaba rodeado de gente que iba y venia en las calles, pero por sobretodo algo que llamaba mucho la atencion era que una larga fila de gente salia desde dentro del local hacia la calle, multitud de gente parecia impaciente por poder ingresar al local y comer las tan famosas hamburguesas de alli. Cael se sintio abrumado por tal cantidad de personas, pero ahora entendia a la perfeccion porque lo habian enviado alli, por lo que usando su pequeña estatura y sus habilidades shinobi, se deslizo sigilosamente entre la gente para conseguir ingresar en el local.
Alli un hombre robusto rondando casi el metro con noventa y portando una barba gris prominente, le indicaba a sus camareras y camareros las tareas que debian hacer, atendia a la gente que llegaba, tomaba sus pedidos y se ponia a cocinar, parecia que lo hacia todo a la vez. — Hola, mi nombre es Cael Cambyses. Me dijeron que necesitaban un genin para que ayudase con la cocina... — Cael se asomo colgandose de la barra que era un poco mas alta que él para poder llamar la atencion del encargado del local. El hombre le vio y arqueo una ceja, no estaba muy seguro si sentirse complacido o no al ver que habian enviado a un niño — ¿hmm? ¡Ya era hora de que llegaras! este lugar va a estallar si la gente sigue acumulandose una tras otra, espero que sepas algo de cocina para darme una mano niño, no te pido que hagas maravillas, tan solo ayudame con lo basico. — El hombre parecia muy mal hablado pero se notaba que no tenia tiempo de ser cortes y seguir protocolos.
Cael salto por encima de la barra dando una voltereta en el aire para luego dirigirse a la cocina detras del mostrador y tomar un delantal. Clavado en una pared habia una libreta con recetas de los platillos, era sencillo e intuitivo de leer al menos para el peliblanco. Rapidamente utilizando un cuchillo de cocina afilado y una tabla de madera, Cael se puso a cortar verduras con una tremenda precision y rapidez, se notaba a la legua que sabia cocinar, cosa que impresiono enormemente al encargado quien lo vio con los ojos abiertos como platos. — Vaya chico, no me esperaba que fueras tan bueno con la cocina. — Le comento.
— ¿Que? oh vera, es que mayormente estoy solo en mi casa y tuve que aprender a cocinarme a mi mismo. Aunque no es tan dificil la verdad... — Le respondio amigablemente Cael, y siguio ayudando al hombre, cortando verduras, preparando la carne en el asador, armando las hamburguesas, etc. La gente poco a poco fue disminuyendo, el ritmo comenzaba a bajar y tranquilizarse por suerte para todos, y al cabo de un par de horas de trabajo duro finalmente ya no quedaban clientes esperando a ser atendidos. Su mision habia terminado el dia de hoy, Cael se despidio del encargado y partio a su hogar, pensando que le apetecia comer una deliciosa hamburguesa....
Narro - Hablo - Pienso