Recuerdos de Satoru - Parte I [Monotema]
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Última modificación: 02-03-2023, 08:00 PM por Musacus.
Cabo Nuri


Allí se encontraba Satoru, distrayéndose con la pesca sobre uno de los lagos congelados. Habría hecho un pequeño hoyo donde esperaría el pique. Luego de  unas horas consigo lo que buscaba. ya  cumplido su cometido decidió proseguir con el retorno a la comuna. Se encontraba algo tenso por la despedida, pescar era la excusa perfecta para estar solo con sus pensamientos, de alguna forma esto le permite estar más tranquilo mañana seria su ultimo dia en la Aldea y emprendería viaje hacia el Pais del Fuego

-Ya es hora-  se dice a sí mismo

Miro hacia el horizonte contemplando el atardecer, como despidiéndose de aquel lugar que ya parecía distante. Recogió el balde con la cena y emprendió camino hacia la pequeña Aldea al borde del monte. A la distancia ya se podía distinguir tres humildes casas con una pequeña Plaza y árbol  en el centro donde se realizaban las festividades y encuentros de la Familia.


Comunidad Retirada


Satoru entró en la carpa mayor mientras se quitaba los ropajes más pesados se llevó la sorpresa de que todos estaban ahí, ya estaban preparando la cena de despedida, le estarían esperando. Al momento de entrar el clásico olor de especias que  ahumaban lo que serían los primeros bocados de la noche mezclado con olor a mirra y sahumos bien colocados en los extremos de la carpa para una entrada armoniosa y cálida. En el centro de la habitación una pequeña salamandra que servía de calefacción e instrumento de cocina, sobre ella reposaba una fuente con filetes adobados en hierbas y aceites 

-extrañaría aquel olor- pensó Satoru. Puesto que sus estadías allí no duraban mucho tiempo. 

Luego de entregarle el pescado a Hummer su vecino, para que lo fileteara, se sentó en la ronda que ya habían formado y le convidaron un pequeño cuenco con sopa de ajo y jengibre para aclimatarse. Satoru sonrió y agradeció por el recibimiento a sus comensales, ellos asintieron e hicieron mención de que le extrañarían

-Celebramos este nuevo tiempo que se acerca, el porvenir será grato para nuestro querido Satoru- dijo El Anciano. Al mismo tiempo que le entregaba una túnica negra atada por un nudo y sobre ella un medallón.

- Con este alimento y dichas palabras te nombramos como uno mas de la Familia, ya eres apto de portar este símbolo a partir de hoy serás reconocido como uno de los nuestros. Y te estaremos esperando para comenzar tu entrenamiento.

-La familia de tu madre- dijo La Anciana.

-Ahora a brindar!- exclamó El Anciano

Por detrás de Satoru apareció un muchacho más joven que él y le entregó uno de los tres cuernos que llevaba llenos a tope de la bebida tradicional. 

-Gracias Maestro, gracias Anciana, prometo ser fiel a todo lo que me enseñó esta familia-

Todos alzaron sus bebidas y brindaron por el nuevo portador del emblema.
Finalizada la cena ya todos se dirigieron a sus dormitorios menos El Anciano y Satoru que se quedaron conversando un poco más en la penumbra ocasionada por la falta de Aceite en la Lamparas.  
 
-Mañana en la ceremonia deberás portar la prenda y el amuleto así podremos dar fin a esta etapa, estate preparado  - dijo El Anciano mientras se levantaba y se retiraba a sus aposentos.

-Si Maestro! Asintió Satoru al mismo tiempo que se levantaba y reverenciaba a su Maestro.

Por el gesto del Anciano Satoru quedó un poco preocupado

-¿Qué desafío tendrá para mí el maestro?- Se preguntaba Satoru 

Luego de la cena que había dejado por satisfecho el apetito de Satoru se dirigió a su tienda donde estaría en otra de las camas el nuevo discípulo del Maestro ya dormido por las altas horas de la noche. Satoru sonrió en una mueca y recordó por un instante todo lo que había pasado en su infancia, fugaces recuerdos de batallas, conflictos y bellos momentos con su madre en la naturaleza, recuerdos de un pasado lejano.
Ya acostado Satoru entró en una vorágine de pensamientos que lo despistaron del desafío que le esperaba al día siguiente.     

El sutil soplido del viento rozar con la tela de las carpas lo traería de vuelta a la realidad, al mismo tiempo que se oían a los Dogos entusiastas por los huesos de todas las mañanas que les entregaba La Anciana a modo de merienda. Satoru lentamente se sienta sobre su cama, piensa por unos segundos y pide calma a sí mismo.

Su maestro le había enseñado el arte de la oración, por lo que era costumbre que durante la mañana realizará pensamientos u oraciones afirmativas para con el futuro.

-Hoy será un gran día, lograré pasar la prueba..- repitió tres veces en voz baja Satoru 

Mientras Satoru estiraba sus músculos al cabo de haber realizado su cuota de ejercicios y respiraciones previas a comenzar el día, apareció el joven estudiante que de un movimiento brusco abrió la entrada a la Tienda

-El Maestro te espera junto al árbol Sato´r. Comentó el Joven Estudiante mientras sonreía muy felizmente y le entregaba un pequeño cuenco con leche de cabra.

Parecía que el niño estaba entusiasmado por ver los resultados del entrenamiento de su compañero Satoru

-Gracias niño. respondió Satoru
Por cierto cómo es tu nombre pregunto Satoru

-Mi nombre es Jhu Gan hijo de Lauren Gan y nieto del Maestro. respondió Jhu

-Gusto en conocerte respondió Satoru al mismo tiempo que se vestía la Túnica de color azul marino que le había entregado su Maestro la noche anterior. Al recoger el emblema puede notar un detalle que no había visto antes, parece tener una frase inscripta.

“Sigue el linaje del Dragón, desoculta tus temores, hazte uno con el Cielo eres uno con el Rayo” 

Satoru sonrió y guardó su nuevo emblema en los bolsillos internos de la Túnica. Por último recogió su estuche con su caña y salió de la tienda, no volvería allí durante tiempo. Ya era hora de volver a Konoha y no sabia que novedades habrían allí.
Ya estaba amaneciendo y vio al Anciano meditando al pie del gran árbol, allí estaba esperándolo...


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