La húmeda bruma cubría la aldea haciendo gala del nombre dela misma; no era de extrañar dado que en todo el año la aldea solo tenia luz solar un 20% de sus días, si la niebla fuera un fenómeno climático menos común es muy probable que la aldea hubiera sido bautizada con otro nombre ¿Aldea oculta de la marea? o ¿Aldea oculta de las corrientes? Bueno, es indiferente lo que hubiera pasado bajo otras circunstancias. Lo importante era la imperante niebla que cubría el lugar, una defensa natural de la aldea al cubrir la misma y permitir a los shinobi que ya estaban acostumbrados por vivir allí a luchar con cierta ventaja frente a los extranjeros, brindándolos una sigilosa muerte que teñía la niebla de rojo. No obstante ese fenómeno climático tambien podía usarse en contra de los shinobi de Kirigakure, la niebla no solo se concentra en la aldea, más zonas del País del Agua se bañaban con ella y algunas personas se podían valer de ella para su propio beneficio...
Era temprano en el amanecer, el sol ya estaba despuntando en el horizonte, por lo menos eso se vería si no fuera por la niebla, más algunos rayos se comenzaban a filtrar entre ella dando una cierta luz natural en ese ambiente grisáceo. Aun haciendo tan poco que el sol estaba comenzando a salir en las puertas de la aldea se encontraba reunido un gran grupo de shinobis, aproximadamente tres docenas de ellos reunidos en un grupo muy variopinto; algunos que se conocían claramente formaban un poco de grupo, los más disciplinados trataban de permanecer como en una formación aunque muchos iban a la suya y varios lobos solitarios permanecían por su cuenta. Todos ellos estaban reunidos frente a tres jounin que guardaban una lista y un pergamino.
Se llevaba un par de días haciendo convocatoria de voluntarios para una misión algo urgente, estando abierta la participación a la misma tambien para shinobis de aldeas aliadas que se encontraran de viaje por la aldea y de diversos ronnin que siempre estaban dispuestos a realizar trabajos por dinero. La participación en la misión debía registrarse en el edificio administrativo de la aldea, por lo menos eso informaban los carteles que había en tablones en varios edificios gubernamentales de la aldea y en la propia entrada de la aldea, era imprescindible dado que solo al inscribirse se informaba al participante del día, hora y lugar en el que se realizaría la misión. Aunque ya todos los presentes estaban informados de la misión que se realizaría, uno de los tres jounin daría un paso al frente para hablar, concretamente el que tenia el pergamino en la mano, no mostrando nada de su rostro más que unos ojos azules que se dejaban ver entre los vendajes azules que cubrían completamente el resto de su cabeza — Bien, gracias a todos por venir, como ya se os informo, desde hace un par de semanas estamos teniendo reportes de viajeros y mercaderes que pasaban cerca de la aldea sobre movimientos extraños y presencias que los vigilaban desde la niebla, aunque ninguno sufrió ningún percance, ni hemos recibido informes sobre ningún incidente por la zona los reportes sobre el tema ya están siendo demasiado elevados como para considerarlos una casualidad — El haría una leve pausa tomando de nuevo un poco de aire, mientras deslizaba un poco el pergamino abriendo un poco más del mismo — Por eso mismo realizaremos una búsqueda exhaustiva del origen de esas presencias en la niebla, de no encontrar el origen realizaríamos más salidas como esta en los próximos días, para el día de hoy os dividiremos en grupos y asignaremos un cuadrante para que podáis peinar la zona, así que comencemos — Diría mientras daba paso a su compañero.
El segundo jounin tenia el rostro descubierto, mostrando una piel azulada que resultaría inusual a los shinobi que no fueran de Kirigakure o frecuentaran la aldea, dejando entre ver unos colmillos cuando iba a comenzar a hablar, el mismo cargaba con una lista donde debían estar ya los grupos formados — Cuando diga vuestros nombres confirmad vuestra presencia y juntaros con los de vuestro grupo cuando diga la zona que tenéis asignada — Tras aquello comenzó a recitar los nombres de los presentes formando grupos de cuatro y asignado zonas alrededor de la aldea. Cualquiera que supiera un poco del terreno o de geografía podría notar que se habia dividido la zona de las afueras de la aldea en tres circulos, cubriendo dos grupos el circulo más pequeño y adyacente a la aldea, tres grupos el segundo circulo al ser este más amplio y cuatro grupos cubrirán el circulo más externo, quedando todos los grupos con una extensión de terreno a patrullar bastante similar — "Akami", "Miku", "Kiseki" y Usohime sois el grupo 8, cubriréis la zona boscosa al noreste de la aldea — Aunque había gente ajena a la aldea en todos los grupos había por lo menos un shinobi de Kirigakure, que serviría para guiar a los demás hasta la ubicación designada, la del grupo 8 era Usohime la cual no dudo en responder cuando dijeron su nombre — Presente — Diría algo nerviosa pero al mismo tiempo emocionada, debía ser una de sus primeras misiones.
Tras formarse los grupos, la gente un poco avispada pudo notar que los grupos más proximos a la aldea eran formados integramente por shinobi de Kirigakure, mientras que los ronin o extranjeros los dejaron en su mayoria en el circulo más externo. En lo que se juntaban de nuevo el hombre vendado tomaría la palabra — Bien, todos tenéis claro cuales son vuestros compañeros y zonas a investigar, esperamos vuestro regreso en la puesta de sol con toda la información que hayáis podido obtener, pero si os topáis con alguna urgencia o descubrís algo importante podéis usar las bengalas que os daremos para que acudamos hasta el lugar — La tercera jounin, una joven de cabellos blancos y tez pálida que había pasado desapercibida al no decir mucho y quedarse tras los demás casi toda la conversación, hasta que finalmente la resaltaron, pudiendo fijarse varios que portaba una caja en sus manos, la cual pocos se habian fijado, lo cierto es que su baja presencia y su coloración pálida daban la sensación de que se podría diluir en la niebla si uno se despistaba, ella iría pasando entre los presentes dándoles una bengala de las que guardaba en la caja — Bien, si no tenéis más preguntas — Concluiría el líder de los tres jounin, dejando ya claro que tenia la muletilla de empezar muchas frases con un Bien, y dando unos segundos de cortesía para ver si alguien tenia algo que consultar o decir, para el concluir esa ultima oportunidad de ruegos y preguntas proceder — ¡Podéis empezar!