Sharp dressed man
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Última modificación: 04-04-2024, 10:56 PM por Muphasa.
Con la mayor desvergüenza, el pelinegro enfiló su camino al hospital luego de acomodar su corbata frente al reflejo de una ventana sobre una de las calles que transitaba por allí cerca de la institución de la salud. El sol resplandia fuerte, aunque la niebla dejaba verlo, pero más no sentirlo… Colándose la luz del astro por entre los bancos de niebla permitiendo existir una cálida resolana.
No sabia con que encontrarse al llegar al hospital y tampoco sabía que poder llegar a decir al llegar, como para poder ser aceptado, o poder ingresar para poder trabajar allí, o al menos comenzar a estudiar. Cuanto más se acercaba más se le dibujaba una sutil y ligera sonrisa evidenciando que claramente no tenía idea que estaba haciendo, y menos aún haber pensado que haría una vez llegado al sitio, así que no le quedaba mucho más que seguir adelante y reírse entre nervios de si mismo. En su mente, ya no había retorno, ya estaba allí y algo iría a hacer…

Ocultaba su emoción tras una fachada de entusiasmo y seguridad aunque de lo único que estaba seguro era que no tenía ni la menor de las certezas ni idea alguna de que hacer… Algo se me va a ocurrir, no debe ser tan dificil… Solo estoy buscando un trabajo o estudiar… intentaba reflexionar algo preocupado mientras se distraía con la fachada del lugar que comenzaba a eregirse frente a él, inmenso a sus ojos, siendo totalmente distinto a cualquier instalación sanitaria que hubiera visto antes en su pueblo, y eso logró cautivarlo desde un primer momento. No dejaba de asombrarlo lo grande de aquel lugar, aún sin haber entrado, sino que también ver las entradas a la distancia, como estaban dispuestas, los controles, ver a los shinobis uniformados custodiando el edificio, era algo totalmente fuera de sus expectativas ya que no se imaginaba sería algo tan opulento, frente a su pequeño conocer.

Dis... Culpe... — dijo mientras alzó tímidamente su índice derecho levantando a media asta su brazo, y su cabeza solo siguió el movimiento de derecha a izquierda aquel doctor que pasó por el hall de la entrada entre dos pasillos que convergian en ese punto y simplemente siguió de largo sin siquiera frenar o voltear a verle por un instante. Bueno pudo ser peor.. creía como consuelo ante su primer intento fallido de lograr acercarse a la medicina.
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Todo se tornaba más complicado de lo que me gustaba admitir, mucho movimiento, un espacio más grande de lo que podían observar mis ojos acostumbrados a lo ameno de mi pueblo, y claramente un ritmo más frenético de movimiento en general al cual era sin duda otro tiempo que se manejaba en contraste con mi hogar... Solo me quedaba ver allí que hacer realmente... Y no me parecía poca cosa... Resoplé suavemente mientras observaba la espalda de aquel médico alejarse siendo yo totalmente ignorado por éste, con algo de molestia, misma que duró muy poco puesto que me distrajo un pequeño tirón en mi camisa por detrás casi a la altura de la cintura.

Disculpe señor...— la pequeña mano de un niño que no llegaba a más de la altura de la mitad de mi torso estaba justo allí atrás mío sujetándome de la camisa y tirando con pequeños y suaves jalones para llamar mi atención u claro que lo hizo. No demore ni un instante en voltear para observar al niño, sin siquiera poder llegar a articular palabra alguna. —Disculpe... Necesito su ayuda señor doctor, ayudeme por favor mi hermano necesita ayuda...— aquellas palabras, la mirada inocente del niño... Quizás el factor de haber mencionado que necesitaba ayuda con su hermano me hizo quedar en un mini-estado de stock, puesto que automáticamente no pude evitar relacionar a aquel pequeño con mi propio hermano y mi necesidad de ayudarlo... Quizás comprender la impotencia que este chico podría estar sintiendo fue lo que impulso cada fibra de mi ser a siquiera tener en cuenta la idea de decirle al chico que no era médico ni podía ayudarlo... —Claro jefe— le dije amablemente mientras le sonreí levemente y apoyaba mi zurda en su hombro derecho en señal de hacerle entender que podía estar tranquilo ya. Después de todo, fueron muchos años, prácticamente toda mi vida con uso de razón de haber estado aprendiendo medicina de mi padre y algo sabia sobre el asunto, al menos como para saber diagnosticar a alguien o identificar su problemática, y más aún, primeros auxilios o atención básica médica.

La sonrisa y cara de alivio en ese chico no se hizo tardar en aparecer y no podría olvidar ese momento en el que brevemente aunque sea, pude sentirme útil y dimensionar lo que sería poder lograr hacer lo mismo con mi propio hermano. Así que armado de paciencia, ahora con una mano en el bolsillo, seguía con calma los pasos que guiaban los del pequeño, atravesando diferentes salas y pasillos que poco era ahora lo que prestaba atención de ellos, ya que mi mente se encontraba sumergida en mis propios pensamientos, reflexionando sobre cómo estaría papá... Mi hermano... Y todo en general allí en mi hogar, mientras mis ojos miraban la nuca de aquel joven sin verla realmente.

Mi apariencia me camuflaba tranquilamente entre otros profesionales que se encontraban allí puesto que la única diferencia salvo con algunos, era que cargaban un guardapolvo y yo no Quizas por eso me confundio con un doctor reflexionaba con una sonrisa al haber realizado como mi vestimenta podría prestarse a la confusión en algunos lugares. Y entre paso y paso, casi sin darme cuenta, habíamos desembocado como en otra especie de sala de espera con algunas camillas contra las paredes, en la cual había un joven, claramente pasando un fuerte dolor, recostado sobre una de éstas. —¡Allí!— señaló ansioso el muchacho mientras se echó a correr al lado de su hermano posado en la camilla. —Te dije que conseguiría ayuda... Aqui está, ayudelo por favor, no se que le sucedio cuando cayo del arbol, por favor señor— exclamó el niño preocupado y con culpa volteando hacia mi, que me acercaba a ellos, justo después de voltear hacia mi tras haberle hablado a su hermano confirmando que le había cumplido la promesa de ir a encontrar ayuda.
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