[MS Trama] Capitulo 3: Pétalos sin agua... (Flashback)
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 - Oto-san... Perdóname... Perdóname... Perdóname... Pero ya no puedo soportarlo más... Ya no puedo... Puedo soportarlo...- parecía ser que su sufrimiento se había desatado por completo esa misma noche... En una habitación oscura carente de iluminación por completo sumergida en la oscuridad... En una oscuridad silente, que consume cada vez más su agotada mente, cansada de luchar constantemente, queriendo perecer ante ella de modo permanente... Un cuerpo lleno de moretones con heridas vendadas... Y su ojo derecho vendado... Incluso una pequeña ruptura en su labio era bastante presente y un poco de sangre fluía de esa pequeña herida latente... dolor... temor... era todo lo que se apoderaba de la pequeña albina... cuyos ojos rojos brillaban tenuemente en la densidad de la oscuridad... cayendo cada vez mas rápido en la desesperación...

 Ren Uchiha se encontraba postrada en el suelo, temblando de dolor y miedo. Su respiración entrecortada y su corazón latiendo con fuerza en su pecho, eran los únicos sonidos que rompían el silencio de la habitación. El maltrato constante de su padre, Uchiha Kirai quien era un shinobi reconocido de su clan, había dejado marcas físicas y emocionales imborrables en su frágil cuerpo, sus pensamientos eran un torbellino de angustia y desesperación. ¿Por qué tenía que sufrir de esta manera? ¿Qué había hecho ella para merecer ese trato tan cruel? Las lágrimas recorrían lentamente su rostro pálido mientras se aferraba a la esperanza de que algún día todo eso terminaría.

 Pero esa noche, la oscuridad que habitaba en su interior se hizo más densa y opresiva que nunca. Sentía que se ahogaba en un mar de sufrimiento y que ya no podía encontrar una salida. No había luz al final del túnel, solo más dolor y sufrimiento infinito. Una voz en su mente le susurraba que ya no valía la pena luchar, que sería mejor rendirse y dejar que la oscuridad la consumiera por completo. Sus manos temblaban al borde de la rendición, al borde de la muerte de su lado mas emocional. Y en medio de esa oscuridad aplastante, Ren Uchiha cerró sus ojos rojos por última vez, dejando que las lágrimas de desesperación se deslizaran por su rostro, mientras murmuraba una última vez en un susurro apenas audible:

 "- Oto-san... Perdóname... Pero ya no puedo más... Ya no puedo soportarlo..." Y con esas palabras, su frágil cuerpo se desplomó en la cama, ya sin fuerzas para seguir luchando contra el cruel destino que le había sido impuesto. Y así, en la oscuridad silente y fría de esa habitación, la vida de Ren Uchiha se apagó... aunque quizás no su propia vida... si no la de sus emociones, dejando tras de sí un legado de dolor y desolación que nadie pudo comprender o aliviar. Su sufrimiento había llegado a su fin, pero su dolor perduraría por siempre en el vacío de su ausencia. Siendo ahora un simple cuerpo sin vida emocional... caería inconsciente o simplemente cansada, para dormir un poco y descansar, pero parecía que sus sueños también terminaron murieron... lamentable...

 Ren se despertaría a la mañana siguiente después de haber llorado durante algunas horas, con el rostro cubierto de lágrimas y una sensación de vacío en el corazón. Se levantó de la cama con lentitud, mirando a su alrededor con una expresión inexpresiva en el rostro, como si hubiera perdido todas sus emociones y sentimientos de la noche a la mañana. Caminó por su habitación en silencio, sin prestar atención a los colores vibrantes de las paredes o al suave sonido del viento que se colaba por la ventana abierta. Su mente estaba en blanco, como si hubiera sido privada de toda alegría y tristeza, de todo lo que la hacía humana...

 Ren se detuvo frente al espejo en su habitación y se contempló a sí misma con detenimiento. Sus ojos rojos ya no brillaban con la intensidad de antes, ahora parecían opacos y sin vida. Su piel pálida parecía aún más blanca, como si se hubiera convertido en porcelana fría y sin emociones. Se quedó allí de pie durante lo que pareció una eternidad, incapaz de reconocer a la niña alegre y curiosa que solía ser. ¿Qué le ocurría? ¿Por qué había perdido sus emociones de la noche a la mañana? Ren se sentía perdida, como si hubiera caído en un abismo oscuro y sin fin.

 Pues parecía incapaz de comprender que al final había caído en aquel abismo al que parecía estar destinada a caer. Poco a poco fue comprendiendo lo que había sucedido pues ella ya se había rendido y Por ende La flama en su interior también, pasando de ser una llama de fervor constante hacer una atenúa flama cada vez más cerca de extinguirse. Se miraría con detenimiento también viendo aquellos moretones que su padre le había dejado sin embargo eso ya no le importaba en absoluto.

 Parecía ser que al final había muerto por dentro... Se miraría el labio al espejo viendo como aquella fisura ya había cicatrizado Por lo cual decidió salir de su habitación sus pasos llevaban un gran pesar Pero eso no significaba que mostrara alguna emoción ahora. Caminaría sin ánimos hasta llegar a la sala de entrenamiento de aquella casa y daría la vista en dirección a sus hermanos quienes parecían estar entrenando pero también su padre se encontraba presente en aquella habitación instruyéndolos... La albina observaría en silencio mientras se sentaba en la postura tradicional seiza para contemplar aquel entrenamiento más detenidamente.

 Su presencia era técnicamente poco notable debido a que no había emitido ni siquiera un solo ruido sin embargo sus hermanos la miraban curiosos esperando a que ella se les uniera en cualquier momento sin saber que eso no pasaría de nuevo. El padre al percatarse daría una vista de disgusto hacia la albina antes de volver a ignorar su presencia por completo, incluso regañando a sus hermanos para que le restaran importancia a que ella se encontrase ahí y se concentracen en su propio entrenamiento. La albina no había metido ni un solo sonido simplemente observaba tranquilamente.

 Sin embargo no pasaría mucho antes de que quede entrenamiento terminase y sus hermanos se retira hacen de la habitación haciendo que se quedaran ella y su padre solos- dime mocosa... ¿De verdad no piensas entrenar más?- su padre se cruzaría de brazos estando a unos pocos centímetros de ella, la albina levantaría la mirada para conseguirse con los ojos de su padre quien se sorprendería al percatarse de la mirada pérdida de su propia hija- lo siento padre... Pero yo abandono mi entrenamiento... Así puedes concentrarte más a mis hermanos al final ellos son los que te enorgullece- aquellas palabras iban cargadas de un gran pesar sin embargo su rostro parecía ser totalmente sereno Y sin ninguna pizca de emoción.

 - me estás diciendo ¿que comprendes que no tienes lugar aquí?... O ¿acaso secaste que eres una simple inútil?-su padre buscaba como siempre intentar insultarla para que se viese forzada a intentar cumplir sus expectativas de nuevo sin embargo la albina le miraría fríamente con un rostro que podías describirse como carente de vida por completo- podríamos decir que sí... Me cansé de buscar aprobación en unos ojos que ni siquiera me miran... Y creo que tú también te has cansado de tener una hija que ni siquiera cumple tus expectativas... Así que creo que el mejor camino para ambos es dejar esto a un lado- esas fueron las últimas palabras de aquel encuentro pues parecía que ambos aceptaban el destino tal cual estaba escrito.

 Al final Ren terminó por abandonar su entrenamiento y su padre poco a poco dejó de tratarla de la misma manera su madre también terminó perdiendo todo interés a su propia hija dejándola a un lado en comparación de sus dos hijos mayores. Sin embargo el último regalo que su madre le dio antes de eso fue un viejo libro que estaba técnicamente deteriorado y cuyas páginas parecían y ileíbles... Bajo la excusa de que era lo último que podía darle a Ren como si esta fuese su hija. Algunos años más tarde Ren terminaría tomando la decisión de abandonar su hogar por completo... Sin embargo el día que estaba por marcharse su hermano apareció frente a ella en bastante tiempo- perdóname hermana... Te dejé por tu cuenta al final y este fue el resultado...- su hermano mayor parece haber comprendido todo lo que pasó en aquella ocasión.

 - no pasa nada... Solo pasó lo que tenía que pasar...- era cierto que con el paso del tiempo Ren terminó volviéndose una persona poco comunicativa incluso aislando se hace A sí misma para no volver a salir lastimada ni física ni emocionalmente... Sin embargo con el paso de los meses había forjado una relación bastante cercana con su hermano siendo él la única persona de la que ella aún confiaba... Incluso él le había ayudado a conseguir un lugar donde quedarse cuando dejó su hogar, teniendo una nueva vida donde pasaría sus días trabajando de medio tiempo uno que otro oficio y sobreviviendo haciendo labores shinobi de bajo Rango con la única intención de poder pagar el alquiler del departamento donde había empezado a vivir.

 Sin embargo había una escena bastante normal desde que dejó su casa y es que a las horas donde la luna estaba en su punto más alto la luna terminaría por tomar dirección hacia la ventana de aquella habitación abrirla de par en par y observar las estrellas de la noche Y al poco tiempo justo en el marco de la ventana aparecería una silueta bastante conocida para ella en una posición Shinobi como si hubiese aterrizado magistralmente, un leve se de miraras se ocasionaría entre la albina y su hermano Cuando este hizo aparición en escena- buenas noches princesa perdida- diría a su hermano con una pícara sonrisa- buenas noches oniisan- y así transcurría en todas las noches... O al menos la mayoría de ellas, con una visita frecuente de su hermano sin embargo con el paso de los días cada vez será menos frecuente... Hasta que al final dejó de visitarla...

 Después de aquello el albina se vería en la obligación de mudarse... Quedando sola y vagando por una aldea que apenas sí conocía... Alguien le ofrecería su ayuda la misma persona con la que ella siempre estaría agradecida desde ese día... Uchiha Miko... El nombre de aquella mujer siempre quedaría grabada en su mente... E incluso esa misma mujer era la que en la actualidad en el presente se había negado a detenerla aún sabiendo que Ren buscaba venganza... Sabía que de un modo u otro se había ganado un lugar en aquella familia sin embargo aún debía encargarse de sus propios asuntos.

 Y así es como Uchiha Ren había empezado su caminata en dirección a su antigua casa con una mirada fría sabiendo que no recibir una calidad bienvenida y sabiendo que en este encuentro alguien perdería la visa...
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