Última modificación: 18-03-2024, 02:38 AM por Ren Uchiha.
Rolita que va con el tema unu
El cielo estaba cubierto de nubes grises, reflejando el estado de ánimo de Uchiha Ren. Sus pies golpeaban el suelo con determinación mientras caminaba por las calles de la aldea de la Hoja. Sus ojos rojos brillaban con intensidad, demostrando la mezcla de tristeza y determinación que sentía en su interior.
Ren era una albina, una rareza entre los Uchiha, y sus ojos rojos eran aún más peculiares en su rostro pálido. Desde niña había sido una prodigio en el manejo del chakra y en las artes ninja, pero siempre se sintió diferente, apartada del resto de su clan. Su piel pálida le había acarreado burlas y miradas de desconfianza por parte de sus compañeros de la academia ninja.
A pesar de todo, Ren había seguido adelante, determinada a demostrar su valía y a ganarse un lugar en el corazón de su padre. Pero a medida que crecía y su poder se hacía más evidente, la maldición de ser albina se hacía más pesada. Los rumores y las miradas de desdén se multiplicaban a su alrededor, y Ren se sentía cada vez más aislada y sola.
Finalmente, la gota que colmó el vaso fue cuando su propio padre le habia terminado por hacer a un lado, sumergiéndola en un mundo de oscuridad formado por su tristeza y dolor, aislándose a si misma con la única meta de no salir lastimada de nuevo fuera física o emocionalmente... Ren había sentido una mezcla de rabia y decepción en su interior, y supo en ese instante que no pertenecía a ese lugar, que su destino estaba en algún otro lado, lejos de la aldea de la Hoja.
Así fue como Ren tomó la difícil decisión de alejarse de su clan y con el paso del tiempo... de la aldea que la había visto crecer, y emprender un camino en solitario en busca de respuestas y de una mayor comprensión de su propio poder. Pese al dolor que sentía en su corazón, Ren no dudó ni un instante en alejarse de todo lo que conocía, dispuesta a enfrentarse a los retos que le deparaba el futuro. Aunque eso significara darle la espalda a Kin... aunque eso significara dejar a las personas que tanto queria a un lado... su decisión habia sido tomada...
Saliendo por las puertas de la aldea, sintiendo la gran presión en su pecho de saber que estaba traicionando la confianza de la familia que le habia acogido después de abandonar su hogar... no queria dar un paso mas... sin embargo debía hacerlo- Kin... perdóname...- murmuraría mientras recordaba aquella carta que habia dejado en la mesa de la habitación del Uchiha mientras el dormía... pues era bastante temprano cuando salió de casa... aquella carta era única... quizás la primera que la misma Ren habia escrito en toda su vida y también... era el motivo por el que su pecho dolía tanto...
Luego de aquello, luego de cruzar aquellas puertas... y alejarse de su aldea lagrimas comenzarían a caer... lo habia hecho de nuevo... habia abandonado a su familia... antes, cuando abandono la familia de Kirai no le habia dolido tanto como ahora... no, ni siquiera le habia dolido pero ahora era diferente... esta vez habia dejado atrás a personas que ella de verdad queria... quizás era eso lo que le dolía tanto... sin embargo... recordó las palabras de Miko antes de irse... "No voy detenerte... tampoco dejare que él lo haga... pero al menos... vuelve algún día... siempre... siempre tendrás un hogar aquí..." aquellas palabras le trizaban el corazón... era curioso, nunca habia sentido este dolor...
Caminó durante días por los bosques y montañas, alimentándose de las pocas provisiones que había traído consigo y durmiendo a la intemperie. Cada noche, la soledad se hacía más aguda y el frío la envolvía como un manto, pero Ren se aferraba a su determinación y a la fuerte convicción de que había tomado la decisión correcta. Sin embargo... la tristeza siempre era presente... Había tomado la difícil decisión de abandonar su aldea y dejar atrás a Kin Uchiha, su ser más querido, para seguir su propio camino. El brillo plateado de la luna iluminaba su piel pálida y su cabello albino ondeaba al compás del viento nocturno. El silencio reinaba a su alrededor mientras Ren se sumergía en sus pensamientos y sentimientos encontrados. Sabía que su decisión la llevaría por un camino incierto, pero sentía en lo más profundo de su ser que era lo que debía hacer.
Entre sollozos silentes y poco visibles, Ren se despidió en silencio de su aldea y de Kin, con el corazón roto pero con la determinación de seguir adelante. Los recuerdos de su pasado y las promesas no cumplidas resonaban en su mente, pero sabía que era momento de volar lejos y encontrar su propio destino. Sin embargo... poco a poco aquellas lagrimas se iban agotando y comenzaba a acostumbrarse a la soledad de nuevo... aunque no llorara, seguía cargando aquella inmensa tristeza consigo...
Finalmente, llegó a una pequeña aldea en las montañas, donde decidió establecerse temporalmente para descansar y reponer fuerzas. Allí conoció a un anciano sabio que le ofreció su ayuda y su guía en su búsqueda de respuestas. Durante semanas, Ren estudió manuscritos antiguos y libros de artes prohibidas, profundizando en el conocimiento de las artes ninja y descubriendo secretos que ni siquiera había imaginado. Incluso sumergiéndose en el origen de un elemento desconocido, la ausencia de luz absoluta... el Anton o elemento oscuridad...
Pero a medida que avanzaba en su investigación, Ren se transformaba en una sombra de lo que una vez había sido, consumida por la sed de poder y la obsesión por descubrir la verdad detrás de su propia existencia. Sus ojos rojos brillaban con una intensidad aterradora, y su piel pálida adquiría un tono aún más fantasmal, reflejo de su deseo insaciable de conocimiento y de poder. Ella buscaba el poder para encargarse de Kirai... buscaba su propia venganza...
El anciano sabio intentó advertir a Ren de los peligros que acechaban en su camino, de las sombras que amenazaban con consumirla si no daba un paso atrás y reconsideraba sus decisiones. Pero Ren estaba cegada por la ambición y la sed de venganza, decidida a probarle al mundo que era mucho más que una simple inútil, que su poder trascendía las limitaciones impuestas por su padre y su errónea visión sobre Ren.
Y así, Ren continuó su investigación en solitario habia empezado a recorrer su propia rienda... Su corazón se iba endureciendo con cada batalla, su alma se iba volviendo más fría y distante, y sus ojos rojos parecían arder con un fuego inextinguible, capaz de consumirlo todo a su paso. Sin embargo, siempre teniendo presente los recuerdos de los momentos con Kin y su familia... No habia escogido este camino para volver alguien mala ni despreciable, sino para al menos poder volverse mas fuerte...
Pero a medida que el tiempo pasaba, Ren comenzó a darse cuenta de que había cometido un error terrible al renegar de su clan y de la aldea de la Hoja. La soledad se había convertido en su única compañía, la oscuridad en su única aliada, y el frío en su único consuelo. Había sacrificado todo lo que amaba y valoraba en aras de su ambición desmedida, y ahora se encontraba atrapada en un abismo sin fin, sin posibilidad de retorno... Sus ojos ya no brillaban con la misma intensidad, reflejo de la desesperanza y la desolación que la consumían por dentro. Ren se sentía perdida, atrapada en un laberinto de sueños rotos y promesas incumplidas, incapaz de encontrar una salida a su oscuridad interior.
Había renegado de su clan y de su aldea, había sacrificado todo por un poder efímero y vacío, y ahora se encontraba sola en un mundo hostil y cruel, sin esperanzas ni posibilidades de redención. Y mientras el viento soplaba frío y despiadado a su alrededor, y las sombras se cerraban sobre ella con una ferocidad insaciable, Uchiha Ren cerró los ojos y suspiró, dejándose caer en la oscuridad sin fondo de su propia creación, resignada a su destino de soledad y desesperación. Sin embargo... sabia que habia gente que la perdonaría... al menos... eso queria creer ella..