El sol se alzaba sobre las copas de los árboles, bañando la aldea de Konohagakure en una cálida luz dorada. Shikagetsu Nara avanzaba por las transitadas calles con paso decidido, con el resplandor de la mañana reflejándose en su rostro determinado. Sus manos tocaban los pliegues de su ropa de tonos tierra mientras caminaba hacia la imponente estructura que albergaba la oficina de admisiones.
A medida que se acercaba, la arquitectura de Konoha se alzaba majestuosa frente a él, recordándole la rica historia de la aldea y la responsabilidad que venía con ser un ninja de Konohagakure. Shikagetsu inhaló profundamente, dejando que el aire fresco de la mañana llenara sus pulmones, mientras su mente se enfocaba en el próximo capítulo de su vida ninja.
Al llegar a la oficina de admisiones, la puerta se abrió con un chirrido suave, revelando un espacio lleno de actividad. Un ninja detrás del mostrador levantó la mirada de sus pergaminos para recibir a Shikagetsu con una sonrisa amigable.
"¡Bienvenido! ¿En qué puedo ayudarte hoy?" preguntó el ninja, observando con curiosidad al joven Nara.
Shikagetsu hizo una inclinación respetuosa y respondió con determinación: "Soy Shikagetsu Nara, estoy aquí para presentar mi solicitud y unirme oficialmente a las filas de la milicia de Konoha como genin".
El ninja asintió y extendió una solicitud que esperaba ser llenada. Mientras Shikagetsu completaba los detalles, observó a su alrededor, absorbiendo la atmósfera vibrante y el constante ir y venir de otros aspirantes. Cada rincón resonaba con la esencia de la vida ninja.
Después de entregar la solicitud, fue conducido a una breve entrevista con un supervisor de admisiones. Se le hicieron preguntas sobre sus habilidades, sus motivaciones y sus metas. Shikagetsu respondió con sinceridad y determinación, expresando su deseo de servir a Konohagakure con lealtad y contribuir al bienestar de la aldea.
Una vez completada la entrevista, se le asignó su equipo y sensei, marcando el comienzo oficial de su carrera como genin de Konoha. La emoción y la anticipación se reflejaban en sus ojos mientras se despedía de la oficina de admisiones, sabiendo que cada paso lo acercaba más a convertirse en un defensor oficial de la aldea.
Los cimientos de la historia de Shikagetsu en Konoha se habían establecido, y mientras avanzaba hacia la academia para comenzar su formación oficial, llevaba consigo el peso de las expectativas y la determinación de escribir su propia leyenda en la historia de Konohagakure.
A medida que se acercaba, la arquitectura de Konoha se alzaba majestuosa frente a él, recordándole la rica historia de la aldea y la responsabilidad que venía con ser un ninja de Konohagakure. Shikagetsu inhaló profundamente, dejando que el aire fresco de la mañana llenara sus pulmones, mientras su mente se enfocaba en el próximo capítulo de su vida ninja.
Al llegar a la oficina de admisiones, la puerta se abrió con un chirrido suave, revelando un espacio lleno de actividad. Un ninja detrás del mostrador levantó la mirada de sus pergaminos para recibir a Shikagetsu con una sonrisa amigable.
"¡Bienvenido! ¿En qué puedo ayudarte hoy?" preguntó el ninja, observando con curiosidad al joven Nara.
Shikagetsu hizo una inclinación respetuosa y respondió con determinación: "Soy Shikagetsu Nara, estoy aquí para presentar mi solicitud y unirme oficialmente a las filas de la milicia de Konoha como genin".
El ninja asintió y extendió una solicitud que esperaba ser llenada. Mientras Shikagetsu completaba los detalles, observó a su alrededor, absorbiendo la atmósfera vibrante y el constante ir y venir de otros aspirantes. Cada rincón resonaba con la esencia de la vida ninja.
Después de entregar la solicitud, fue conducido a una breve entrevista con un supervisor de admisiones. Se le hicieron preguntas sobre sus habilidades, sus motivaciones y sus metas. Shikagetsu respondió con sinceridad y determinación, expresando su deseo de servir a Konohagakure con lealtad y contribuir al bienestar de la aldea.
Una vez completada la entrevista, se le asignó su equipo y sensei, marcando el comienzo oficial de su carrera como genin de Konoha. La emoción y la anticipación se reflejaban en sus ojos mientras se despedía de la oficina de admisiones, sabiendo que cada paso lo acercaba más a convertirse en un defensor oficial de la aldea.
Los cimientos de la historia de Shikagetsu en Konoha se habían establecido, y mientras avanzaba hacia la academia para comenzar su formación oficial, llevaba consigo el peso de las expectativas y la determinación de escribir su propia leyenda en la historia de Konohagakure.