[Misión D] Engei

26 de Noviembre del 14 D.Y (08:56 p.m)
Ciudad Kouten, País del Rayo

Viajar hasta la capital en dirigible siempre había sido la opción más cómoda, así que aprovechó que el trayecto estaba a cargo del imperio para no complicarse y ir de esa forma. Hacía ya bastantes años que no pasaba por allí, así que le sorprendió ver lo mucho que habían mejorado los edificios y lo que había cambiado la ciudad; la gran mayoría de zonas le sonaban, al fin y al cabo el principio de su infancia lo había vivido allí, pero debía estar atento si no quería perderse. Le acompañaba un Jounin del Rayo, un hombre bastante desagradable y necio, aunque poco le importaba ya que la mayoría del tiempo en la capital lo pasarían separados. 

Ambos se hospedaron en una posada que se encontraba a un par de calles de distancia del palacio imperial. Para la fortuna de Ryu tendría una habitación individual, así que tampoco tendría que preocuparse por la convivencia con su escolta; no tenía ganas de meterse en problemas, y menos con un superior, así que lo mejor era verlo poco porque sabía muy bien que no podría mantener la boca cerrada con ese imbecil.

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27 de Noviembre (09:00 a.m)
Jardín del Palacio Imperial, Ciudad Kouten

Al día siguiente, Kutsuki tuvo que madrugar bastante para ir al palacio y cumplir con la misión que le habían encomendado. Su cara aquella mañana no era de las mejores, ya que la noche anterior se había bebido él solo una botella de vino y aún tenía un poco de resaca. No le quedó otra que mojarse un poco la cara para espabilarse, y ya vestido con su uniforme salió del establecimiento y siguió los caminos de la ciudad para ir al palacete.

Cuando llegó allí, le esperaría un hombre vestido de traje y muy delgado, con entradas muy marcadas y un bigote bastante largo. El Genin levantó la barbilla a modo de saludo y se quedó de brazos cruzados frente a él─. Soy Ryu Kutsuki, vuestro jardinero suplente ─se presentaría antes de que el contrario abriera la boca. Por las leves arrugas que se veían en su entrecejo, parecía que estaba un poco molesto─. Llegas tarde, shinobi. Como no te des prisa, el jardín no va a estar listo para la reunión ─el Tokage rodó los ojos por aquella respuesta y soltó un pequeño suspiro─. Lo sé. No te preocupes, dame tres días y esto va a estar impecable. Quién sabe, quizá hasta acabáis contratándome a tiempo completo y así no tengo que seguir entrenando ─contestó mientras bromeaba y le daba unas palmadas en el hombro al bigotudo. Mientras esto pasaba, un pequeño lagarto azul se escaparía de uno de sus bolsillos, subiendo por sus ropas hasta estar al lado de su cuello. Ryu, al sentirlo sonrió levemente y lo señaló con su pulgar─. Además, tengo la ayuda de Lady así que esto va a ser pan comido ─añadió orgulloso. El trajeado puso cara de confusión por aquel comentario, miró al lagarto y después de nuevo a Ryu─. ¿Y en qué te va a ayudar una lagartija? ─preguntó incrédulo─. Primero de todo: no es una lagartija, es un lagarto. Segundo: Me da apoyo moral, que es lo que más necesito.

Apariencia Lady

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28 de Noviembre (04:00 p.m)
Jardín del Palacio Imperial, Ciudad Kouten

Ryu ya ignoraba las horas que se había pasado trabajando. El día anterior se lo había pasado cortando todo el césped, y aquella mañana había podado casi todos los árboles. Tan solo le quedaba uno, un manzano. El pelinegro estaba sentado sobre la escalera que le permitía llegar a las ramas más altas, con unas tijeras de podar en mano mientras iba cortando lo que sobraba y los puñados de hojas caían al suelo.

Por suerte no hacía calor, pero de su frente no paraban de caer gotas de sudor por el esfuerzo; aquellas herramientas pesaban mucho, así que ya se le estaban empezando a cargar los hombros y las cervicales─. Quien me diría a mi que mis tareas como Genin iban a ser cortar malditos árboles ─refunfuñó el hombre reptil, y sintió como la pequeña lengua de su ninseki tocaba su mejilla─. Déjame Lady, no estoy de humor. Ojalá ser tú, así lo único que tendría que hacer sería tomar el sol en el hombro de un tonto.

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29 de Noviembre (09:00 p.m)
Jardín del Palacio Imperial, Ciudad Kouten

Llegado el último día, por los pelos Kutsuki había conseguido acabar. Quitar las malas hierbas había sido la peor tarea de todas, ya que ahora estaba lleno de pequeños cortes y pinchazos en las manos. Además, después de hacer esa tarea, se dio cuenta de que podría haber usado unos guantes para evitar el estropicio en sus dedos. Lo último que le quedó fue abonar todas las flores, cosa que también fue complicada ya que los sacos apestaban y encima no paraba de ensuciarse el cuerpo y ropa.

Se dejó caer al suelo cuando vio que por fin se había acabado el martirio, tumbándose en el fresco césped mientras se estiraba y soltaba un suspiro de alivio─. Dios mío, por fin. Decidido, nunca más voy a aceptar un trabajo de jardinería ─habló para él mismo mientras sonreía, con sus ojos grises clavados en el cielo. Se pasó así un par de minutos, hasta que volvió a incorporarse para levantarse, momento en el que un olor horrible le perforó la nariz─. Buah, que asco. Lo primero que voy a hacer cuando llegue a la habitación va a ser ducharme.

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30 de Noviembre (11:00 a.m)
Ciudad Kouten, País del Rayo

Por suerte no tuvo que madrugar demasiado para volver a casa. Antes de tomar el dirigible que le dejaría directamente en Kumo, se presentó una última vez en el palacio imperial para recibir su paga y el documento que acreditaba que había cumplido su misión. Después de eso, se pasaría por la habitación de su compañero de viaje para darle un par de porrazos a la puerta y avisarle de que ya debían irse. El Jounin salió maldiciendo, pero Ryu le ignoró mientras contaba los Ryos que le habían dado y sonreía orgulloso.

Total palabras: 971

Lady

MISIÓN COMPLETADA

recompensas

350 Ryos, 5 Reputación y 3PE

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