[Flashback] Dead Man's Tale - Pt. 1
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Última modificación: 27-01-2023, 07:13 PM por Ryth.
"Long, short, they all end the same way... "

Archive: Class B Bingo - Designación BT-RY0001
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País de los Osos || ???
Una Semana Post Batalla de Pashubo - 126 DVF || 0342 Hrs.


Una suave interferencia se escucharía entre el bosque, opacada por el sonido de la madera lentamente quebrándose por las llamas de un fogata. - Uno. Uno Dos... Al menos este cacharro aún funciona. - Diría acercando la dichosa grabadora de sonido a mi rostro. - Los reportes de la Batalla de Pashubo se están esparciendo, encontrar los archivos originales será extremadamente difícil si no imposible... - El sonido de los grillos me daba cierta calma, al menos sabía que no había nadie cerca al menos de momento.  - El resto del equipo no se encuentra conmigo en estos momentos... Hahhh... Y pensar que todo acabaría así. Aunque siendo honestos.. - Alzaría la mirada suavemente para contemplar la luz de la luna resplandeciente, hacía muchos años que no me había sentado a mirarla por las noches.

Lo recordaba bien, las innumerables noches en las que planearía mi cacería, una búsqueda de respuestas que al final solo terminó en tragedia. - No me arrepiento de nada, todo tiene un propósito. Desde mi primer contacto con Sunagakure. Hasta mi supuesta traición a la misma... Yo... No fui lo suficientemente cuidadoso. Y nunca pude decirte todo lo que quise decirte antes, lo mucho que has hecho por mi. - Bajaría la mirada suavemente.

- Lo mucho que hicieron todos por mi, creía saberlo todo, entenderlo todo. Vaya idiota. ¿Verdad? Pero quizás tu no dirías eso, seguramente te sentarías a mi lado y me daría un cálido abrazo, un pequeño beso en la mejilla tal vez. Hahhh... Cuanto daría por sentir aquello otra vez. - No había pasado mucho desde aquellos eventos de todas formas, pero tenía la sensación de que estaba grabando esto para un futuro lejano, asumiendo el peor de los escenarios, que sería de mi si no lo hiciera. - Sentir esas caricias, escuchar tu voz una vez más diciendo que todo estará bien... Supongo que ya es muy tarde para eso. Supongo que debí aprovechar cuando tuve la oportunidad. - Lo  que no sabía era que me había descuidado, había bajado la guardia y algo en lo profundo del bosque se estaría acercando sin que yo lo sepa, dolido por la pérdida y agotado por los viajes no había mucho que pudiera hacer salvo huir. - Pero esta es la vida que tomamos, esto es lo que pasa con los que se oponen a una fuerza más grande, exiliados, desdeñados por aquellos que pudiste llamar amigos, compañeros, incluso hermanos... - Daría otra pequeña pausa.

El artilugio grabaría no solo los sonidos del bosque, si no también la duda que sentía en mi interior, la forma en la que intentaba articular mis palabras en un mensaje mínimamente compresible. - Pero son las cosas que he elegido, y todas esas elecciones me han llevado a este punto en mi historia, esta es mi verdad, un fugitivo, repudiado, perseguido... - Suspiraría nuevamente, las pisadas de metal en la oscuridad de la noche empezarían a resonar entre los árboles, pero estaría demasiado distraído como para notarlo, desde ese día mis sentidos fallaban, mi radar marcaba cosas que no estaban ahí, no había pasado mucho... Y aún así estaba dejando que mis emociones tomen el control.

Lo que sea que estuviera ahí afuera me observaba, escuchaba atento, vigilante y preparado para ir a cazar a su presa como un animal hambriento. - Solo quería agradecerte Por todo, y con todo el dolor de mi corazón. No puedo permitir que te involucres más en mis asuntos. No te lo mereces, esto jamás debió haber pasado... - Otra pequeña pausa. - Pero no puedo hacer mucho más... Gracias... Vive, y un día podrás moldear el mundo a tu antojo... - Ya no tenía mucho más que decir, pero mi dedo no se habría atrevido a pausar aquella grabación, quería decirle donde estaba, buscarla y huir de ahí para siempre. Pero no podía, no iba a arrastrar a nadie más, en especial a ella. Los siguientes minutos de la grabación serían solo los sonidos del bosque, junto con el suave silbido de una hoja siendo desenvainada. Alzaría la cabeza al escucharlo y guardaría el aparato entre mis ropas sin terminar la grabación, de un modo inquieto apagaría las llamas y pondría mi mano en la empuñadura de mi hoja, una katana simple que había robado a un guardia de muchos, era probable que hubieran rastreado mi posición.

Otra prueba irrefutable de que me había descuidado y había permitido que el enemigo se me acerque lo suficiente. - Los reportes no mentían. - Diría una voz entre los árboles, trataría de detectar de donde vendría, pero no había nada en la zona, de hecho, era como si faltara Chakra en un punto en particular, interesante... - Pensé que tardaría más en encontrarte. - La voz se acercaba, el bosque se llenaría de humo de repente, un Shinobi. - Traidor... - Escucharía la voz detrás mío, desenfundaría mi arma justo a tiempo para apenas bloquear un tajo que probablemente habría sido mortal. En frente mío se posaba una armadura viviente que empuñaba una hoja bañada en llamas, un hoja que reconocía. - Pakura... - Diría con un pequeño esfuerzo mientras intentaba reestablecer mi propio balance. - ¿Te envió tu precioso Kazekage? ¿O estás por cuenta propia? - Buscaba respuestas, y él no era tan idiota como para soltarlo todo de gratis.

El humo no parecía disiparse y no tenía forma de saber donde estaba, mi Chakra no parecía ser capaz de atravesar esa armadura, pero podía sentir el vacío que generaba en el ambiente. - Sabes lo que hiciste, traicionaste Suna. - Por la derecha, bañaría mi hoja con Chakra de Raiton y bloquearía sin mucho éxito su siguiente ataque. - ¡Gahh! Yo no traicioné a nadie, tus fuerzas atacaban a mis hermanos. - Daría una pisada al suelo dejando que el Chakra Raiton hiciera su trabajo, al menos eso lo detendría por unos instantes. - Defendiste a unos traidores, eres un soldado. ¡Hahh! ¡Uno de muchos! - Exclamaría paralizado, no lo detendría mucho tiempo, por lo que me dispuse a huir, no podía ganar esa batalla, apenas había aguantado un par de golpes intentando solo bloquear uno de sus ataques, con una tanda de sellos llenaría todo detrás mío con minas, los árboles serían mi mejor opción.

Escucharía un grito de dolor detrás mío, para ese punto y sabría que toda la zona era un peligro, cosa que confirmaría al escuchar el pesado metal quebrar parte de las ramas por las que se movía. Pero eso no lo detendría era más rápido y ágil, debía encontrar una manera de burlarlo, pues claramente no era un rival para él en combate mano a mano. Lamentablemente me estaba quedando sin bosque y me dirigía directamente a una zona completamente abierta. - Mierda... - Me diría a mi mismo dispuesto a regresar al bosque, si podía encontrarme con el resto quizás... - ¿Sabes? El contrato en tu cabeza dice vivo o muerto... ¿Qué tal si dejas de correr y acabamos esto rápido? - A pesar de no poder ver su rostro en este momento casi podía sentir una sonrisa esbozarse en su rostro, desenfundaría mi hoja, una idea pasaba por mi mente, solo necesitaba tiempo. - El tiempo me atrapará primero... - Diría como amenaza, mi mano libre en mi espalda y mi zurda empuñando la hoja de forma defensiva, necesitaba que se acerque lo suficiente y que no contara con que pueda usar todo truco sucio que conozca. De cierto modo me alegraba que no hubiera sido mi mentor... No era tan creativo como el líder del equipo Koei.

Abriría con un ataque frontal, un tajo horizontal que apenas bloquearía y me mandaría unos pasos hacia atrás, aprovecharía para explotar una bomba de humo y saltar en su dirección con el mismo tipo de ataque, cosa que desviaría con facilidad pero que lo obligaría a dar un paso hacia atrás. Intentaría otro ataque, esta vez apuntaría a sus piernas, cosa que bloquearía y devolvería con un golpe de su guantelete. Podía verlo sonreír mientras las hojas de acero chocaban constantemente, para él este duelo solo era un juego, esperar a que me cansara para dar el golpe final. Y eso era lo que estaba esperando yo también, un último golpe en mi brazo me haría soltar la Katana, perfecto. - ¡Estás desarmado! - Me apuntaría con su hoja, mi mano dañada buscaría entre mis ropas mientras se acercaba. - Basta de trucos... - Diría tomando mi muñeca y haciéndome soltar la bomba de luz que había retirado para luego tomarme del cuello y alzarme, empezaba a perder aire. - Se acabó soldado, pagarás por tus crímenes contra Sungakure y contra el Kazekage. Descansa... - Mis manos se sostendrían de su brazo de forma desesperada, para mi suerte ese estúpido yelmo cubriría gran parte de su visión sin incluir la oscuridad de la noche.

El truco más viejo del libro... Sellos explosivos era lo que tenía oculto en mi diestra, sellos explosivos que plantaría en su brazo al momento en el que intentaba asfixiarme para llevarme de vuelta a Suna, era riesgoso, pero no tenía otra alternativa... - Ghh... Tic... Toc... - Le diría con una voz ronca y algo débil con un intento de sonrisa.

*B O O M*


[Archivo Incompleto. Incendio Reportado a las Afueras de Hoshigakure. Un herido reportado. Unidades movilizadas en busca de la unidad BT-RY0001. Objetivo Perdido.]
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Archive: Interlude.

La llama se apaga, las pequeñas ascuas se alzan por los cielos lentamente, la oscuridad de la noche adornada por un espectáculo de luces que creaban pequeñas sombras a su paso. En el centro de todo, una figura yacía en el suelo, enterrado por la arena, tres orificios negros atravesando su pecho, mis manos emanaba un Chakra oscuro, él había ganado, lo recordaba bien. Lo estaba viviendo de vuelta en estos momentos pero... ¿Por qué? No estaba hace rato en... En... No lo recuerdo, mi mente se sentía lenta, cansada, sentía un fuerte dolor en el brazo, los efectos de usar la ira como arma, los instintos asesinos que venían en mi familia. Él había muerto, pero había ganado, había logrado convertirme en lo que él se había convertido, pero no era muy tarde después de toda, sólo era una muchas elecciones que había tomado. Una elección que no lamentaría, pues le guste o no había sido yo quien le pondría fin a su miseria.

Me acercaría a examinar su cuerpo, aún respiraba, pobre bastardo, soltaría un suave suspiro mientras me hacía en posesión de un reloj que me resultaba familiar, extraño, pero extremadamente cercano. El pequeño aparato repicaría por unos instantes, una sola secuencia de palabras se grabaría en mi mente, sombra blanca, la tierra temblaría y el viento empezaría a ganar fuerza, la arena se deslizaría entre mis botas en una sola dirección. Abajo, en cuestión de segundo un vacío llamaría a reclamar lo que por derecho le pertenecía, había huido muchas veces del mismo, no está vez... Mis piernas luchaban por mantener el balance, pero la superficie era traicionera, mis manos tomaban manojos de arena que se deslizarían entre mis dedos. El vacío llamaba una vez más a las pobres almas perdidas, esas pobres almas malditas y solitarias que rondaban por sus dominios, devorando todo lo que osara desafiar su autoridad, silenciado a los pobres bastardos con su mera presencia...

Y mientras más bajaba más poderoso era el vacío que me llamaba, caía más y más profundo, el tiempo era una mentira, el espacio una ilusión hasta que finalmente, después de una eternidad sentiría el impacto contra la roca. ¿Cuanto tiempo había caído...? ¿Estaba muerto ya? Esa caída debería de haberme roto un par de huesos, pero aquí estaba, en una pieza con un intenso dolor que una buena siesta no resolvería pero... Estaba solo ahora, quería gritar, pero no tenia voz, el vacío una vez más tomaría algo más de mi, cerraría los ojos suavemente, no es que hiciera mucha diferencia, aquella cueva sin fin tragaría cualquiera fuente de luz que osara posarse en sus dominios.

No podía confiar más en mi sentidos, podía tocar paredes que no estaban ahí, escuchar una gota de agua caer de una estalactita a un kilómetro de distancia pero... Ni siquiera podía escuchar mis propios pasos, no tenía sentido. No tenía idea de que dirección tomar, ni cuantos pisos tendría este infierno de mi propia creación. ¿diez? ¿treinta? Era bien sabido que muchas personas creían que las cuevas podían estar vivas, que respiraban, que todo ese complejo laberinto de sonidos y caminos era el equivalente a lo que estaba dentro de nosotros.

Y entre todo ese caos de oscuridad, sonidos y paredes imposibles siempre parecía haber un camino hacia adelante, sin importar que encontrara, solo había un camino a tomar... Hacia abajo, un paso en falso me llevaría descendiendo a las profundidades más oscuras de aquel extraño sistema de cavernas, daría vueltas por sitios que juraba haber pasado antes, pero sabía que solo era mi mente haciéndome una mala jugada. Hasta que finalmente algo más que vacío llamaría mi atención, una pequeña luz apagada, en lo que parecía ser un pared, una... Luz blanca, sombra blanca...

Así es como escaparía, pero algo seguía sin estar bien, no podía simplemente pegar un explosivo y esperar que se abra un camino, una maniobra era peligroso y muy en el fondo sabía que hasta sería completamente inútil, suspiré y me senté en frente de aquella pequeña grieta, meditativo, pensativo. Tomé un respiro suave, y otro... Escuchaba un sonido muy suave a lo lejos, una melodía conocido que emanaba de los interiores de la grieta, una melodía relajante y suave, hacía más fácil el calmar la mente, hacía más fácil relajarse y no pensar mucho en lo que estaba pasando... Estaba empezando a recordar, el bosque, la persecución... Las explosiones... Un incendio...

Empezaba a sentir el cuerpo nuevamente... el cansancio... el dolor...
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Última modificación: 08-02-2023, 06:33 AM por Ryth.
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CodeName: Seven Days
??? || ???
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Silencio, paz, el llamado del vació no me daba oportunidad a mantener la mente ocupada en lo que ocurría a mi alrededor, pero había encontrado una forma de salir, sombra blanca... Así es como había escapado, así era como encontraría mi camino de vuelta a la realidad, o mejor dicho, mi realidad, todos estos sucesos, todos estos apuntes y grabaciones, puede que no tuvieran sentido en un principio, pero con el tiempo uno aprende a aferrarse a sus propias creencia. Se que lo entiendes mi querido lector, cotilleando en asuntos que no conoces o entiendes, o quizás si y estoy juzgándote de manera prematura, tampoco es que importe mucho.

Sea cual sea el caso, tampoco es que tenga mucho más que decir, ni mucho más que hacer, seguía atrapado en mi propia mente, ignorante de lo que pasaba allá afuera. Ni siquiera podía recordar del todo que había pasado, déjame cerrar los ojos un momento y pensar... Tic... Toc...

*B O O M*

Si... No era mi trabajo más limpio, ni el más cauteloso, tampoco era el m- ¿Ehh? ¿Qué era eso...? Ese sonido, es nublado, distante, suena humano. - ¿Cuánto Tiempo lleva así? - Al menos sabía que no estaba muerto. - Deberíamos entregarlo, dijeron que darían trece mil Ryos por su cabeza. - Pero ahora la pregunta era en donde estaba y quienes eran estos sujetos. - Debiste pensar dos veces antes de curar sus heridas. - Escuchaba una voz femenina, algo ronca, podría ser algo mayor, junto a ello una voz masculina, algo joven, sería su hijo, quizás su pareja. - ¿Cómo se supone que sepa que era un criminal? Además no podía dejar desatendido a un paciente así sin más Layla. - Un médico, podía sentir el suave olor de un incienso, probablemente alguna especie de droga para mantenerme calmado, cosa que funcionaba extremadamente bien pues apenas podía sentir el cuerpo, poniendo todo el esfuerzo posible lograría ligeramente abrir los ojos, una vista nublada y perdida se vería cegada por unos instantes al recibir la luz de un lámpara de techo, dirigiría en dirección al origen de aquella voces, ahí estarían una pareja probablemente en sus treintas.

Supongo que no podías juzgar a nadie por el sonido de su voz. - Hahhh... Si, supongo que tienes razón. - Diría quien supondría que era Layla. - ¿Qué hacemos con él? Escuchaste lo que estaba el cacharro ese. ¿Verdad? Además sigue haciendo ese sonido extraño... - Indicaría mientras sostenía un objeto cuadrado, no lo reconocía del todo, pero estaba seguro que era mi grabadora que por lo que acababa de decir asumiría que seguía funcionando. - Si lo pones así, no lo se... Es solo un muchacho, míralo. - Terminaría tomando asiento y lanzándome una mirada para luego mirar de nuevo a su pareja, seguido de otra mirada rápida para luego hacer una seña con la cabeza a la mujer, mierda, me habían descubierto.

Aunque de nuevo, no es que pudiera hacer mucho, empezarían a cotillear, señas y palabras que no entendía, mi mirada nublada buscaría el origen de aquel olor, pero no sería capaz de identificarlo luego de que la mujer se acercara con otro palillo de incienso que se dispondría a encender. Mi mundo se nublaría aún más, mi mente empezaba a trabajar lento, mis sentidos me fallaban y todo empezaba a dar vueltas sin sentido alguno. - Con esto bastará... - La voz nublada de la mujer susurraría de manera amenazante. - Lamento aquello, pero nos debemos asegurar de que no seas un peligro para nosotros. ¿Entiendes? - No tenía fuerzas ni para asentir con la cabeza. - Apaga esa cosa, ni siquiera puede responderte así. ¿Quieres interrogarlo no es así? Tampoco es que pueda moverse mucho con la caída que se pegó. - Diría el sujeto mientras entraba al sitio con una tela en el rostro, intentando no respirar aquel extraño humo, la mujer soltaría un ligero suspiro frustrado, pero aparentemente le haría caso a su pareja, la intensidad del olor bajaría, pero probablemente tomaria algo de tiempo para que los efectos se disminuyan.

El sujeto se sentaría a mi costado, codos en las rodillas y dedos entrelazados. - Mi nombre es Cut, y ella es mi pareja Layla. Te encontramos con múltiples quemaduras de primer grado. - Empezaría, su tono era más serio. - Junto a ello severa contusiones en la cabeza y resto del cuerpo junto con un hombro dislocado, no lo sientes en este momento... Pero créeme que lo sentirás luego. - Algo de disgusto se mostraría en su rostro ante la idea que pasaba sobre su mente. - También se te descolocaron algunas costillas, el como sigues con vida... O es un milagro, o las historias que cuentan sobre los tuyos no eran tan ridículas como creía. - Habría silencio por unos instantes, tiempo que serviría para analizar el entorno, o al menos lo que estaba disponible para mi limitada vista, primero, estaba en una cama pequeña, no era convencional, de hecho tenía una sensación rústica. Como si la hubieran hecho a mano, el techo por otra parte era completamente plano con una textura de madera que indicaba que no estaba fuera del país de los osos.

Pero aquella paz no duraría mucho. - Sabemos quien eres. - Diría la mujer tomando una distancia segura de mi posición. - Sabemos lo que pasó, y sabemos que mientras más tiempo estés bajo nuestro techo más probable es lo que te haya pasado a ti nos pase a nosotros. - Intentaría incorporarme, pero apenas lograría sostenerme unos segundos, mi garganta seca empezaría a molestarme y no estaba demasiado lastimado para usar Chakra y tomar mi cantimplora de su mesa. Para mi suerte su pareja era más observadora que ella y se pondría de pie para pillar el objeto, junto a ello me ayudaría a incorporarme un poco para tomar el agua.

Fue en ese instante que una punzada de dolor recorrería mi costado, la zurda de manera específica, un dolor que me haría imposible mantener esa postura por mucho tiempo, por lo que me dejaría recargar en la cama que me habían proporcionado. No diría una sola palabra, no sabía que decir para empezar. - Ryth ¿Verdad? - Asentiría suavemente con la cabeza. - Bien, mira... No podremos cuidarte mucho más, estuviste inconsciente por dos semanas chico. - Negaría con la cabeza algo frustrado, no entendía el por que me habían ayudado para empezar, pero entendía la frustración por la que pasaba, en especial con el tipo de mujer que tenía a su lado. - Ghnn... D-Dame unos días más... - Lograría decir con una voz algo débil. - No puedes curar tus heridas en unos días muchacho, es un suicidio.

Su tono claramente sorprendido y confundido, le miraría con seguridad, solo necesitaba unos días para recuperar la fuerza en mis manos, lo demás sería historia. - Una semana, ni un día más, ni un día menos. ¿Qué necesitas? - Interrumpiría la mujer con clara curiosidad en su rostro. - Sssss-Sellos... De mano... - Alzaría la ceja suavemente. - Hablas de tu magia Shinobi ¿Verdad? - Asentiría suavemente, se limitaría a salir no sin antes susurrarle algo a Cut quien simplemente soltaría un suspiro suave.

Se me quedaría un minuto estudiando mi condición para luego juntar mis manos suavemente, no era doloroso, pero si extremadamente incómodo. - Layla dice que con tu estado actual será difícil que concentres... Chakra. - Su tono era dudoso, como si no confiara del todo en la palabra o la definición de la misma, sentiría una ligera presión en mis manos, a diferencia de muchos la suyas eran suaves, delgadas y hasta cierto punto más delicadas que las del varón promedio. Algo que muchos conocerían como dedos de pianista, pero tampoco es que le sentara mal a un doctor... - Bien, enséñame

Diría aún sosteniendo mi mano, haría una pequeña pausa intentando recordar los sellos uno por uno, no había mucha prisa si te lo ponías a pensar detenidamente. - Anular en meñique juntos... - Movería mis dedos con cuidado, haría una pequeña mueca por el dolor. - Medio... Índice y P-Pulgar arriba, Luego... Entrelaz...

[Grabación interrumpida. Falta de cinta detectada. Archivo incompleto. Falla al recuperar el resto del archivo. Imposible reconstruir el archivo completo]

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