Brisa de las mañanas (Priv Kyoko)

Habías llegados hace unos días a un pequeño pueblito para ganarte la vida ayudando gente, la cual vivía una vida bastante normal lo que no era muy común después de todo en casi todo el mundo parecía que las cosas iban a peor a ojos del Otenki, el cual nunca estuvo muy de acuerdo con las ideas imperiales, aunque nunca había tomado alguna medida para cambiar su mundo después de todo que ¿podría hacer un chico como él?  Se decía a si mismo, aunque fuera más fuerte que un humano promedio gracias a sus habilidades como shinobi no se comparaba para nada a grandes leyendas ninjas o similares las cuales no les llegaba ni a talones, aunque al menos era lo suficientemente fuerte como para defenderse de varios enemigos.

-El dia está perfecto para dar una vuelta, aunque igualmente podría haberlo cambiado yo mismo- pensó el mismo mientras se dirigía a la placita que había en el lugar la cual aun que no era la gran cosa era el lugar perfecto para encontrar gente o buscar trabaja y ganarse sus ryos – creo que reposare en aquella banquilla – dijo mientras se dirigía hacia el lugar y se sentaba lentamente la cual para a gusto de Zamuro estaba debajo de un árbol el cual le daba una sombra del reciente sol mañanero que salía del lugar. – ¿que podría hacer hoy? -  se preguntó mientras veía a unos niños jugar mientras sus padres compraban en una tienda cercana lo que parecía ser especias y algún producto más que no le daba mucha importancia el otenki además de poder ver más gente que pasaba aun que no era mucha después de todo aquel pueblo era pequeño y no había mucha gente y tampoco había mucha gente que pareciera ser fuerte o peligrosa para el otenki, aun que quien sabia talvez podría encontrase con alguna sorpresa, pero de lo que estaba seguro era que  por ahora solo descansaría un rato, después vería si ayudar en algo a alguna señora o similar.

Aun que de repente podría ver a una chica la cual le llamaría la atención no tanto por como vestía o como fuera su físico si no porque no parecía de aquel lugar y parecía gracias a su cabello un tanto más llamativa que las demás personas del entorno.

Narro//Hablo//Pienso

Eran las 6 de la mañana cuando aquella joven de cabellos rubios ya se alistaba para poder hacer las ventas del día, puesto a que, sus cultivos fueros en aumento por los años de los que estuvo escondida, el día de hoy, la joven iría a un pueblo que estaba a 60 metros de su hogar, como era un pueblo pequeño, dos canastas grandes llenas de verduras era suficiente para todos -ya estoy lista- pensó, y sin más, se puso su mascara de conejo  y se fue  directamente para el pueblo, como su velocidad era avanzada, no tardo más de 15 minutos para llegar al susodicho pueblo. Cuando la joven paro en la entrada del pueblo, soltó una casta para poder frotar su ropa y quitar algunas hojas secas que se le pegaron en sus prendas, después de una sacudida rápida, agarro la canasta y se metió a andar por las calles. Lo primero que hizo fue a meterse a las tiendas para ofrecer sus productos y generar sus ganancias.

La gente no podía estar más agradecida con la joven Kyoko, y aunque ella no era muy expresiva, en el fondo estaba feliz de ver tantos rostros felices, y como era un pueblo relativamente pequeño, no le daba molestia ser observada, después de pasar por todas las tiendas y obtener sus ganancias, de dio cuenta que estaba cerca de la plaza central del pueblo, una plazuela muy bonita y limpia, con una pequeña fuente, áreas verdes, niños jugando, el lugar perfecto para tomar algo de sol.

-Un poco de descanso no hará daño- susurro para sí misma, acercándose a la fuente para  sentarse y dejar que el sol tocara su piel y la brisa mañanera menee sus cabellos hacia la derecha, una paz absoluta hasta que sintió que alguien la observaba, este caso era especial porque era un desconocido, le dio un ligero escalofrío en la espalda y giro suavemente la mirada para toparse con un joven de cabellos rubios y un tatuaje en la cabeza, por más que quería despegar la mirada, era inevitable y se quedaron así durante unos buenos minutos -esto es realmente incomodo- volvió a susurrar para sí misma esperando a que el joven desviara la mirada o tome una acción.
 
                                                       Narrativa//Pensamiento//Susurro

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El shinobi se daba cuenta que aquella persona parecía darse cuenta del comportamiento del shinobi el cual solo se preguntaba – ¿porque lleva una máscara? - pensó el Otenki al ver el traía eso acaso era otro shinobi de otra aldea y estaba en busca de algo o peor estaba en busca de él, lo cual lo pondría en alerta.

Aun que en cierto modo aquella persona parecía intentar disimular ¿pero qué? Esa era la pregunta era alguien muy peculiar en un pueblo como este el cual no había mucha gente la cual fuera como ella aun que le pareciera irónico que un ninja que incluso podría ser un anbu por la máscara estuviera asi como asi hasta que  de repente una posible idea se le paso a la mente – podría ser una ninja de Ishigakure con suerte realmente me busca y si es así… -  de repente todo el entorno comenzaría a notarse nublado de una manera espesa que costaba ver a la distancia, el lugar se había llenado de niebla y varias personas se sorprendían como aquellos cambios de clima eran tras drásticos este último tiempo aun  para el chunnin era algo común después de todo él era así, cuando se sentía amenazado solía cambiar el clima con diferentes propósitos, en esta ocasión era solo para prepararse  para lo peor que podría pasarle al ninja una batalla..

-veamos... talvez no sea mala o ni sepa de mi existencia- se dijo a si mismo mientras se acercaba a la chica sin miedo después de todo sabía que no tenia de que preocuparse al menos que fuera bastante fuerte su rival pero hasta donde sabia su Zamuro estaba al nivel de un anbu por lo que un duelo seria parejo y nada favorable para los dos. Cuando el otenki ya estuviera al lado de la chica simplemente le diría – perdón por hablarte asi de la nada, pero tengo un poco de curiosidad, es que nunca te había visto ¿de dónde eres? - le diría de una forma amable y segura y quien sabe un poco intimidante.

el clima ahora es brumoso y en caso de duelo me resto el chakra y pongo estadísticas. 

Kikou: Ame / Kiri

Rango C

Aprendida en 2023-01-16 16:53:05

ID: OTE201

SELLOS: NO

OTENKI

NINJUTSU

El clima puede ser modificado a un clima Lluvioso o uno Brumoso. Al hacerlo suelen evocar recuerdos, serán tristes para el Lluvioso o miedosos para el Brumoso. Cada clima afectará al campo de batalla de distinta forma.

Lluvioso:
Las técnicas del Elemento Raiton dañarán un x1,25.
Las técnicas del Elemento Katon dañarán un x0,75.
Las técnicas del Elemento Suiton costarán 10 menos de chakra.
Las técnicas del Elemento Doton costarán 10 más de chakra.
Tras 3 turnos el terreno quedara con 5 cm de agua acumulada.

Brumoso:
Las técnicas del Elemento Suiton dañarán un x1,25.
Las técnicas del Elemento Doton dañarán un x0,75.
Las técnicas del Elemento Fuuton costarán 10 menos de chakra.
Las técnicas del Elemento Raiton costarán 10 más de chakra.
No habrá visibilidad a más de 15 metros de distancia.

Coste: 20 Chakra (Cambiar Clima)

Pasiva Otenki

Rango D

Aprendida en 2023-01-16 16:53:05

ID: OTE104

OTENKI

PASIVA

Los Otenki tienen la capacidad de alterar el clima con su chakra. La unica forma de anular los efectos de sus tecnicas sera usando otras tecnicas ambientales o dejando inconsciente al Otenki. Los efectos se mantendran siempre que el Otenki se encuentre dentro del rango de efecto de la tecnica.
De forma natural consideramos que el cambio de clima puede afectar a la sala, pero conforme aumenta el rango del shinobi esta distancia a nivel narrativo crecerá si el usuario lo desea.

Rango D: Duran 3 Turnos y cubren unos 50 metros.
Rango C: Duran 5 Turnos y cubren unos 100 metros.
Rango B: Duran 10 Turnos y cubren 500 metros.
Rango A: Duran un día y cubren 1 Kilómetro.
Rango A+: Duran una semana y cubren 5 Kilómetros.
Rango S: Duran un mes y cubren una aldea grande

  

La joven a pesar de las miradas, se quedaba estáticamente rígida sin despegar la mirada del joven, sentía un mal presentimiento y mucho más cuando su visión empezaba a nublarse considerablemente por el repentino cambio de clima, para los habitantes del pueblo, no era muy habitual así que todos se metieron a sus hogares dejando al par de jóvenes en una situación un tanto peculiar, puesto que, si ambos se sentían amenazados iniciaría  una pelea cual no podrían escapar -tengo un mal presentimiento, a parte, ya no lo veo, debería retirarme- pensó la chica de cabello fantasía empezando a tomar el paso y ponerse de pie con la idea de retirarse nuevamente a su escondite.

De la nada, escucho unos pasos y cuando menos se lo esperara, aquel rubio yacía delante suyo, observando más a detalle, este es considerablemente más alto, ella no se dejó intimidar y gracias a la máscara no se podía ver su expresión de sorpresa, mientras más miraba sus ojos, notaban que eran de un color negro profundo, totalmente distinto a los suyos, cual por esa misma razón quería tener más distancia con el joven.

Este mismo fue el primero en romper el hielo, expresando su curiosidad hacia ella y haciendo preguntas cuales los pobladores del lugar habían hecho la primera vez que ella llego al pueblo, ella soltó un suspiró ligeramente aliviada y decidió responder con una voz baja pero entendible, y serena para dar confianza -No vengo de ningún lado, ¿quién eres tú?- Mantuvo su serenidad y se puso firme a pesar de su tamaño, ella fue de frente a buscar información del desconocido y así sacar su conclusión de si es una amenaza para ella o no, preparándose también mentalmente en caso de que reciba un ataque sorpresa y poder defenderse.

El Otenki estaba al lado de la pequeña chica la cual a distancia no parecía tanta la diferencia y hasta cierto punto le había dado ternura ver que fuera tan pequeña a comparación de el mismo, aunque no debería de subestimar a alguien asi talvez aquel Anbu fingía no estaba seguro, pero pronto sabría la respuesta de aquella chica de cabella fantasía, que de hecho nunca había visto a alguien asi  con aquellos tonos de pelo aunque en un mundo tan grande nunca se sabía que podía uno encontrarse.

-¿no vienes de ningún lado? A que te refieres con eso ¿eres del pueblo? - le dijo a la chica la cual pareciera esta intimidada para dar algún tipo de repuesta más clara a que se refería con ¿ningún lado?, talvez estaba ocultando información al ser un ninja lo cual era evidente por su forma de vestir y su máscara, aunque si era peculiar que un anbu estuviera tan al descubierto, al final eran un rango alto los cuales eran peligrosos por sus habilidades dedicados a la matanza, - si era fuera uno posiblemente estaría más escondida - pensó el Otenki  lo que en cierto modo le daba más seguridad o lo otro era que era muy mala anbu o muy segura de sus habilidades aunque cada vez que la veía dudaba más de aquello.

-quien soy yo ehh… tu ni siquiera me dijiste de dónde vienes chica – dijo de forma cómica mientras volvía a hablarle a la chica – pero se podría decir que soy alguien que será mejor que no hagas enojar – dijo de forma más seria, después de todo no quería irse a la segura que no fuera un peligro, pero en caso de no lo fuera aquellas amenazas a la pobre chica serian injustificadas, por lo que el Otenki tendría que planear algo para disculparse al menos eso creía el chico ya que por muy relacionado que estuviera en el mundo criminal. – chica no tengas miedo con abrirte con una persona como yo por muy peculiar que parezca no te dejes llevar por lo primero que veas de las personas ¿sabes? – le dijo de forma sincera dándole un pequeño consejo después de todo tenía que llevar a la conversión a un punto intermedio entre lo tenso y cordial o amable al menos eso sería en estos momentos que aún no sabía quién era ella o que hacía en el lugar.

Hubo un momento donde el silencio se alargó entre ambos, ya que se perdieron en sus pensamientos al mirarse más de cerca, por parte de ella, él era intimidante, pero no podía dejarse llevar solo por la altura, y por el otro lado, su contraparte la veía muy tierna por la altura; parecían contrapartes, pero ahora, la situación era complicada y distinta, no solo por el cambio de clima, sino también por estar casi pegados, después de tanto mirarse aquel rubio rompió el hielo preguntando por su hogar, ella se sentía ligeramente disgustada porque no le agradaba la idea de  recordar su viejo hogar destrozado,  pero aun así,  tuvo que responder. 

-no, solo no tengo un hogar- lo  soltó de una manera firme y seca, por la manera cual hablo, se notaba que no le agradaba esa pregunta, en una mano hizo un puño pero soltó un ligero suspiro y se relajó, después de preguntar quién era, el solo dijo que no era necesario decirlo, pues ella no daba información de sí misma, pero un momento donde el joven dejo ese habla cómico para ponerse serio con un comentario que la sorprendió ligeramente, Kyoko, aunque normalmente no se expresaba físicamente, soltó una ligera risilla, cosa que no hacia –jiji.. Eres alguien muy divertido chico- soltó la joven mostrando una pequeña pero pequeña sonrisa, pero después subió su mano a su boca para toser y volver a su expresión normal, aunque solo se le viera la boca y la nariz –ujum, perdón- 

Las cosas se tornaron más ligeras por lo último que dijo el chico, y solo por esa vez, decidió hablar un poco más con él, y aunque sea de pocas palabras, era alguien que era muy honesta a la hora de hablar y eso era muy cierto –no te negare, te ves intimidante, pero me agrada- la joven subió la fuente para verse más alta que él y presentarse con cordialidad, y nada de inseguridad -Soy Kyoko- 

La joven empezó a tener un pequeño  recuerdo, cuando sus hermanos hacían  travesuras de treparse en cosas para verse más altos y exigir respeto, etapas de niños que querían imitar a sus padres al  momento de hacer los mandados, y también las primeras caídas que terminaban con llantos por un pequeño raspón o chinchón, de tanto recordar esa etapa de su vida, logro que sus labios formaran una curvatura, demostrando así su felicidad al recordar  a  sus hermanos una vez más, empezó  a mirar al rubio esperando a  que él  se presentara como ella hizo, manteniendo su sonrisa como si soltara a su niña interior. 

El otenki miraba atentamente los movimientos de la contraria la cual estaba bastante cerca de el quien sabia talvez menos de unos metros, aunque el otenki estaba seguro de que esta chica ya no parecía ser tanto una amenaza o al menos eso creía el, aunque no fuera el caso  ella respondería una de dudas, después de todo el shinobi no entendía a que se refería con ningún lugar, al final que creía la chica que podía sacarla información tan fácil al Otenki ¿así como así? En definitiva eso demostraba que era una chica común, al menos inexperta.

-si no tienes hogar entonces eres una vagabunda ¿no? – dijo de forma sarcástica, incluso viendo la reacción física de su cuerpo ante la pregunta a lo que el Otenki diría – bueno da igual – menciono, mientras esta  quedaría sorprendida por una de las cosas que el Otenki había dicho y esta curiosamente reaccionaria riéndose
A lo que el Otenki le mencionaría – ¿¿crees que estoy jugando?? – dijo mientras hacia un sello y soltaba una fuerte onda de chakra al menos bastante más fuerte de la que la contraria podría hacer, aun que dejaría de expulsar chakra al instante –bueno no quiero pelear chica pero no te tomes en broma lo que te digo si no quieres que termine mal para ti-  exclamo Zamuro antes las acciones de la contraria la cual esperaba que se asustara, aunque luego sabría el nombre de esta a lo que el Otenki respondería – zamuro, un gusto chica- dijo el chunnin mientras esperaba más cordialidad y más seriedad en cómo se comunicaba  o reaccionaba, ya que de algún modo uh otro parecía no darse cuenta que estaba al frente de alguien más fuerte que ella.

Narro//Hablo//Pienso  

Aquella joven de cabellos fantasía, se mantenía relajada, aunque no le agrado mucho su comentario de vagabunda, algo fastidiada respondió –no me gusta mucho esa palabra, diría más que soy una errante... Creo yo- Si se analizaba profundamente a la joven, se notaba que ella no mentía respecto a sus palabras, era una chica honesta, o como una gran parte diría, muy pura.  

Curiosamente, para “desgracia”, al rubio con tatuajes no le agrado su reacción ante la amenaza, quizá era inesperado una risa después de tales palabras, y la joven no entendió mucho su situación, simplemente no sintió miedo –sé que no juegas, solo que... Bueno, no me das miedo- Miro cruzándose de brazos notando que emanaba algo de su chacra con algo de intensidad notándose que esta si era una amenaza real, quizá era mejor no provocarlo, una disputa en medio de un pueblo no era nada conveniente, sobre todo para ella que no estuvo involucrada en una batalla hasta el día de hoy, aun así, muy en el fondo se había alarmado y de si emanaba un chacra distinto, de aquellos tonos purpuras y desconocidos, eso duro 3 segundos antes de tomar una bocanada de aire y suspirar. Aquel momento con el desconocido le dio a entender que no todo estaría de buenas –mantendré la guardia alta, porsiacaso... madre, padre, protéjanme - 

Aun se mantenía de pie en la fuente cuando este dijo su nombre –Zamuro... Es un nombre interesante, impone respeto – Soltó la joven posando su mano en su mentón, delirando en el nombre, se dio cuenta que pensó en voz alta y se cubrió la boca estando ligeramente avergonzada, volvió a toser un poco disimulando que no paso nada y bajo de la fuente para mirarlo y estando más calmada pero aun con precaución -El gusto es mío- 

-Creo que es mayor, esa seriedad... No, él tiene más experiencia, creo que es mejor no provocarlo- gracias a la máscara, no se podía ver que la chica se dispuso a analizar al joven de pies a cabeza, a parte de su rostro, físicamente estaba en buena forma para tener esa contextura medio delgada, aun así, como no sabía nada de él, no sería nada conveniente sacar conclusiones rápidas en lo que parece ser una bomba de tiempo que, a la mínima cosa que no le tomen en serio, podría explotar, anotado para posibles encuentros con otras personas o mejor dicho, el chico mismo. Ahora y pensándolo bien, es la primera persona que conoce desde que se aisló por su incidente... Así que iniciar la charla no estaría mal según ella –Ahora que lo pienso, ¿qué te trae por aquí en este pueblo? - Pregunto sin ningún tipo de malicia, aunque realmente no sabe cómo se lo tomara su acompañante inesperado del momento.